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La crema de apio es un plato perfecto para calentarte en el otoño y el invierno, además de que es muy cremosa y deliciosa. Es muy fácil de hacer y se puede comer con panecillos u otros tipos de pan.

Ingredientes

  • 1 apio
  • 1 cebolla, pelada y picada
  • 15 g (½ oz) de mantequilla, margarina, o aceite (el aceite de oliva es el mejor)
  • 900 mL (1 ½ pintas) de caldo de vegetales o agua
  • Sal, al gusto
  • Pimienta negra molida, al gusto
  1. Lava el apio . Pícalo en pedazos pequeños. Bota la mayoría de las hojas pero puedes dejar algunas.
  2. Fríe las cebollas picadas en la mantequilla o el aceite en una olla o cacerola grande. Fríelas sin dejar que se doren, a fuego lento, por 5 minutos.
  3. Revuelve todo de vez en cuando para evitar que el apio o la cebolla se quemen.
  4. Tapa la olla o la cacerola. Cocina a fuego lento por 30 minutos. El apio debería estar blando después de cocinarse.
  5. Déjala enfriar un poco. Echa la crema en una licuadora o un procesador de alimentos. Licúala hasta que se vuelva homogénea. Sazona al gusto.
  6. Vuélvela a calentar con cuidado; no quieres que se caliente demasiado, sino que quede tibia.
  7. Puedes rociar queso rallado en el tazón de sopa si quieres, o algunas hojas de perejil.
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Consejos

  • Para que sea incluso más cremosa, puedes añadir unas cucharadas de crema al momento de licuar. También puedes usar queso para darle más sabor.
  • Para una crema de apio sustanciosa, sírvela antes de licuar. El apio blando es delicioso, aunque algunas personas pueden pensar que es un poco viscoso, así que ten cuidado.
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Cosas que necesitarás

  • Tabla de cortar y cuchillo
  • Olla o cacerola grande
  • Cuchara de madera
  • Licuadora o procesador de alimentos
  • Tazones para servir

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