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Muchos padres de niños pequeños se dan cuenta con rapidez por qué se les llama los "terribles dos años". Aparte de los desafíos comunes de los niños de dos años, es posible que tengas problemas para lograr que tu hijo se duerma solo por la noche. Quizás se haya acostumbrado a su ritual habitual de la hora dormir y es probable que oponga resistencia a cualquier cambio a esa rutina. Sin embargo, podrás lograr que tu hijo de dos años deje de llorar y se vaya a dormir solo todas las noches si estableces una rutina para la hora de dormir, abordas las rabietas y evitas los errores comunes.

Método 1
Método 1 de 3:

Establecer una rutina para la hora de dormir

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    Sírvele a tu hijo una cena baja en azúcares. Si tu hijo consume alimentos ricos en azúcares, es posible que tenga un nivel bajo de azúcar en la sangre, lo cual específicamente puede desencadenar antojos de más dulces y hacer que los niños se sientan negativos y lloren. Debes tratar de ceñirte a los alimentos integrales y darle más frutas y vegetales a tu hijo. Asimismo, no debes servirle refrescos ni bebidas con sabor a fruta debido a que suelen tener un alto contenido de azúcar. [1]
  2. Calma a tu hijo a alrededor de una hora antes de cenar. Haz que pase de los juegos salvajes a las actividades relajantes (por ejemplo, leer un libro o cantar una canción). [2]
    • Apaga el televisor justo antes de la cena y evita encenderlo hasta después de que tu hijo se haya ido a dormir.
    • Dale un baño caliente a tu hijo después de cenar de forma que ayudes a calmar su cuerpo y su mente. Podrías añadir un poco de jabón de lavanda o incluso usar un champú infundido con lavanda, ya que tiene propiedades calmantes.
  3. Decídete por una hora de dormir y ten cuidado de que la rutina nocturna empiece a la misma hora todas las noches. Una vez que han estado yéndose a dormir a la misma hora durante apenas una semana, la mayor parte de los niños se adaptarán a este horario y pasarán a esperarlo todas las noches. [3]
  4. dile que se acerca la hora de dormir de forma que lo prepares mentalmente. Báñalo, cepíllale los dientes y saca la frazada de consuelo o el animal de peluche que le encanten. [4]
  5. Es posible que tu hijo experimente ansiedad debido a que considere que no tiene control sobre su rutina para la hora de dormir. Puedes aliviarla si le das algunas opciones, aunque debes limitarlas de forma que sus opciones se mantengan simples. Por ejemplo, puedes dejar que él decida qué cuento se le leerá a la hora de dormir.
    • Extiende dos conjuntos de pijama sobre la cama y deja que tu hijo elija el par que usará cada noche.
    • A la hora del baño, puedes preguntarle por las canciones que le gustaría cantar.
  6. Antes de que tu hijo se meta a la cama, debes tener cuidado de que no necesite nada. Dale unos cuantos sorbos de agua para que no tenga sed y ten cuidado de que haya ido al baño. Asimismo, puedes darle un bocadillo nocturno (por ejemplo, una manzana) para que así no tenga hambre. [5]
    • Evita darle demasiada agua si estás entrenándolo para ir al baño, ya que no querrás despertarte y enterarte de que ocurrió un accidente.
    • En caso de que no deje de pedirte cosas antes de ir a la cama, es posible que tu hijo esté llorando "de mentira" para llamar tu atención debido a que no tiene ganas de irse a dormir.
  7. Es posible que pasar más tiempo juntos antes de la hora de dormir sea útil para que hijo se sienta menos demandante conforme se acerque el momento de apagar las luces. Léele un cuento, hablen sobre su día y conversen sobre lo que anticipen del día siguiente. [6]
  8. Esto puede servirle para sentirse seguro en tanto hace la transición a dormir por su cuenta. Puedes hacerlo durante una semana y luego empezar a salir de la habitación apenas tu hijo esté en la cama. [7]
    • Permanece en la habitación y lleva a cabo algunas tareas simples y silenciosas en tanto tu hijo esté recostado en su cuna o su cama. Puedes doblar la ropa limpia, balancear una chequera, revisar el correo o leer un libro.
    • Explícale que te quedarás en la habitación hasta que se duerma, pero que es hora de dormir y no de jugar ni de hablar.
  9. Es posible que tu hijo no quiera estar solo debido a que tiene miedo a la oscuridad, pero esto es fácil de arreglar. Puedes darle una luz nocturna para su habitación y dejarla encendida de forma que no tenga miedo. [8]
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Método 2
Método 2 de 3:

Evitar las rabietas

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  1. En caso de que tu hijo vea películas o programas de televisión de terror, esto podría hacer que tenga miedo de estar solo durante la noche. Debes dejar que vea únicamente programas dirigidos a niños de su edad y tratar de no dejar que vea más de dos horas de televisión al día.
  2. Diez minutos antes de la hora de dormir, puedes decir: "¿Te gustaría irte a la cama ahora o en 10 minutos?". Es probable que elija dentro de 10 minutos pero, si le das la opción, sentirá que tiene un mayor control sobre la hora de dormir y esto puede reducir las luchas de poder todas las noches.
  3. Es posible que tu hijo se duerma con mayor rapidez si hay un poco de música relajante que lo arrulle. A algunos niños, al igual que a los adultos, no les gusta dormir en ambientes tranquilos. Busca un celular antiguo que tengas y descarga una aplicación de canciones de cuna (por ejemplo, Baby Shusher o Lullabies For Babies) de forma que puedas reproducirlas mientras se queda dormido.
  4. Explícale que no debe levantarse de la cama después de que le des las buenas noches. No deberías ponerle castigos por ello, pero es necesario que seas firme y te ciñas fuertemente a esta regla. En caso de que la rompa, debes regresarlo a su cama y no permitirle que se meta en la tuya. Evita debatir las reglas con él en caso de que te diga que no es justo. [9]
  5. En caso de que quiera levantarse de la cama, puedes recordarle lo genial que es su habitación. Al hacerlo, lo estimularás a quedarse en donde está. [10]
    • Di: "Vaya, si yo fuera tú, definitivamente no querría salir de esta habitación tan genial. ¡Mira esa calcomanía tan bonita en la pared y todos esos juguetes! Este lugar es muy divertido".
    • En caso de que tu hijo esté acostumbrado a jugar mucho en su habitación, es posible que tenga dificultades para asociarla con el sueño. De ser el caso, podrías reorganizar su habitación de forma que la zona de juegos y la zona de dormir queden claramente separadas.
  6. Puedes elaborar un "cuadro de estrellas" o algún otro sistema para tu hijo y recompensarlo por cada noche que duerma solo. Elabora un cuadro y coloca una estrella junto a cada día que tu hijo duerma de manera independiente. En caso de que duerma solo por 7 noches seguidas, puedes darle una recompensa más grande (por ejemplo, una noche de juegos o de películas). [11]
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    Alterna las obligaciones para la hora de dormir con tu cónyuge. Considera la posibilidad de que tu cónyuge también acueste a tu hijo de vez en cuando de forma que tu hijo pueda interactuar con ambos antes de irse a dormir. Esto puede servir para tranquilizar a tu hijo y ayudar a que se sienta más seguro. Sin embargo, tengan cuidado de que las rutinas permanezcan coherentes.
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Método 3
Método 3 de 3:

Lidiar con los estallidos de llanto

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  1. En caso de que lo hagas tan solo una vez, le comunicarás de manera indirecta a tu hijo que las reglas pueden romperse. Un niño de dos años no puede comprender las concesiones especiales de la misma forma que un niño más grande y, por tanto, únicamente aprenderá que puede llorar y negociar para obtener lo que desea todas las noches.
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    Pregunta qué le sucede o qué lo ayudaría. Es posible que te sea de ayuda conversar con tu hijo para comprender por qué llora y de qué forma puedes tranquilizarlo. Asimismo, esto puede estimularlo a emplear sus habilidades de pensamiento y comunicación para expresar el problema. Puedes preguntarle algo como lo siguiente:
    • "¿Qué ocurre?".
    • "¿Cómo puedo ayudarte?".
    • "¿Qué haría que te sea más fácil irte a dormir?".
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    Haz el intento de validar sus sentimientos . La empatía con tu hijo puede ayudar a que se sienta más tranquilo, ya que le demostrará que comprendes sus sentimientos y te importan. [12]
    • "Sé que no es divertido tener que terminar de jugar. Te prometo que tus juguetes estarán listos para ti mañana".
    • "Debe ser aterrador preocuparte por que haya un monstruo debajo de tu cama".
    • "Lamento escuchar que has estado teniendo pesadillas. Yo también tengo pesadillas a veces y no son divertidas. Cuando me despierto, me recuerdo a mí mismo que no fue real y que estoy a salvo".
  4. En caso de que tu hijo tenga miedo de dormir solo, puedes resolver sus miedos como una forma de ayudarlo a tranquilizarse. Ten cuidado de abordar los miedos específicos que tu hijo podría estar experimentando. Pregúntale de forma directa por qué llora y es probable que te dé una respuesta de algún tipo. Haz una pequeña broma para que se ría o bien reorienta sus miedos.
    • Puedes reorientar sus miedos diciendo "Bueno, no hay ningún monstruo, pero ¿sabes lo que sí hay debajo de tu cama? ¡Juguetes! ¡Muchos juguetes!".
    • Podrías hacer modificaciones a la habitación de ser necesario para que tu hijo se sienta más a salvo (por ejemplo, dejar abierta la puerta).
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    Haz el intento de explicarle las cosas a tu hijo. Su capacidad para comprender la lógica es limitada pero, en ocasiones, le bastará con escuchar tu explicación. Haz el intento de explicarle las reglas o la forma como funcione la realidad y fíjate si lo acepta.
    • "Es necesario que nos vayamos a dormir todas las noches para ayudarnos a mantenernos saludables. Dormir nos ayuda a tener mucha energía para el día siguiente para que así podamos divertirnos jugando".
    • "Cuando yo tenía tu edad, me preocupaba que habían monstruos en mi armario. ¿Y sabes qué? Nunca vinieron. Siempre estaba a salvo y me convertí en un adulto grande y fuerte cuando crecí. Nunca jamás supe de ningún monstruo que haya lastimado a un niño en la vida real".
    • "Tenemos un plan de seguridad para los tornados. Si ocurren, nos vamos al sótano y esperamos allí, en donde estamos a salvo. Las sirenas nos advertirán para que tengamos el tiempo suficiente para tomar nuestras cosas y asegurarnos de que todos estén a salvo. No tienes que preocuparte por eso, porque ya tenemos un plan. Y, como no hay sirenas, eso quiere decir que no vendrá ningún tornado esta noche".
    • "Lamento haberte leído ese cuento. No me di cuenta de que te asustaría. Quiero asegurarme de que sepas que es un cuento y alguien lo inventó. Las cosas inventadas no son verdad y no pueden lastimarte, aunque te den miedo".
    • "Aquí no hay volcanes. Los científicos son muy inteligentes y buenos para encontrar volcanes y no han encontrado ninguno aquí. Los únicos volcanes que existen están muy lejos, tanto que no pueden lastimarnos".
  6. Cuando tu hijo tiene un estallido en llanto, en ocasiones lo único que necesita es un poco de amor. Tómalo en brazos y abrázalo durante unos momentos hasta que esté más tranquilo. Aunque estés harto de sus rabietas a la hora de dormir, es posible que esto sirva para tranquilizarlo y hacer que se duerma con mayor rapidez. [13]
  7. No dejes que tu hijo siga llorando. Una vez que llora hasta el punto de estar inconsolable, se vuelve cada vez más difícil que deje de llorar. A esta edad, los niños no comprenden cómo controlar sus emociones y dejarlos llorando solos por la noche podría hacer que se sientan abandonados. [14]
    • Deja que llore únicamente por 5 minutos a la vez. En caso de que no pare, revisa cómo está y transmítele que todo estará bien.
  8. Independientemente de la cantidad de veces que tu hijo se levante en plena noche, es importante que lo regreses a su cama cada vez. Aunque esté llorando y molesto, al regresarlo a su cama le refuerzas que hablas en serio. Es probable que tu hijo te ponga a prueba varias veces, pero debes evitar sucumbir a ello.
  9. Si bien puede ser frustrante lidiar con niños pequeños que lloran y no quieren irse a dormir por la noche, es importante que mantengas el control y nunca pierdas la paciencia. Evita gritar ni levantar la voz, aunque sí debes comunicar tus reglas usando un tono firme pero amable. Esto puede ser difícil, pero recuerda que haces tu mejor esfuerzo. ¡Puedes hacerlo! [15]
    • En caso de que sientas que empiezas a enojarte y te preocupe que se apodere de ti, sal de la habitación durante un momento. Ve a salpicarte agua fresca en el rostro o bien sírvete un vaso de jugo del refrigerador.
    • Asimismo, puedes hacer el intento de contar hasta 10 en tu cabeza y respirar hondo hasta que vuelvas a sentirte calmado.
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