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Si bien los caballos salvajes pueden andar kilómetros cada día sin ninguna protección en sus pezuñas, los que están domesticados necesitan herraduras con mantenimiento regular para proteger sus patas de las heridas y para aumentar su efectividad como animales de trabajo. [1] Las personas entrenadas en el arte de las herraduras se llaman herreros. Aprender las habilidades básicas de un herrero es una buena idea para casi todo el que posea un caballo, ya que es necesario reemplazar las herraduras cada cuatro a ocho semanas y el costo de contratar a un profesional puede ser bastante alto. Si quieres aprender a herrar un caballo por tu cuenta, asegúrate de pedirle a un herrero entrenado que te enseñe y no intentes hacerlo la primera vez si su ayuda. Sigue leyendo este artículo para aprender el proceso de herrar un caballo.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Preparar la pata del caballo para colocar la herradura

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  1. En lo que respecta a las herraduras para caballo, es importante mover la pata del animal hacia una posición donde no le sorprendas o le irrites. Asegúrate de que el caballo esté al tanto de tu presencia al darle unos golpes suaves en la grupa. Para hacer que levante la pata, pasa tu mano por debajo de ella, luego aprieta el tendón que se encuentra por encima del tobillo y levanta el casco. De esta manera, el caballo debe apoyar su peso en las otras tres patas. [2]
    • Mientras trabajas, mantén la pata en su lugar al apoyar la cadera contra el corvejón (la gran articulación ubicada en la pata trasera) y el muslo (el músculo ubicado encima de este último). Utiliza a parte interna de la rodilla para tirar de la pata ligeramente hacia afuera y hacia arriba entre tus piernas de modo que la palma del casco apunte hacia ti. Apoya el casco del caballo en una mano. Esta posición le mantendrá en su lugar, impidiendo que el caballo de patadas o vuelva a colocar la pata en el suelo antes de que termines.
    • Asegúrate de recompensar al caballo con un elogio por cooperar y esperar mientras le limpias los cascos. Elogiarle después de limpiar cada casco te ayudará a reforzar la conducta del animal. [3]
  2. Para quitar una herradura, primero "rompe" (endereza) los seguros de los clavos (las puntas dobladas de cada clavo que sostiene la herradura) con una navaja o un martillo. Coloca el filo de la navaja bajo el seguro y luego golpea con un martillo para enderezar el clavo. Después, usa unas tenazas para aflojar y retirar la herradura. Cierra la cabeza de las tenazas alrededor del talón exterior de la herradura y usa un movimiento oscilante para aflojar la herradura. Repítelo en el talón interior y procede de esta manera hasta que puedas trar de la herradura. [4]
    • Existen varias alternativas para romper el seguro de los clavos. Si estás en un apuro, puedes usar una piedra y un destornillador de cabeza plana para doblar las puntas de los clavos hacia arriba, hazlo con cuidado de no crear un agujero en la herradura, incluso puedes usar un raspador para limar los seguros.
  3. No es recomendable que se acumulen suciedad o residuos entre la nueva herradura y la pata del caballo, por su salud y seguridad. Así que antes de colocarle la herradura, usa un pico para el casco para quitar tierra compactada, lodo, rocas, abono, etc. de la pezuña. Usa movimientos descendentes desde el talón a la pezuña. Pasa un cepillo de alambre luego del pico para una mayor limpieza. [5]
    • Ten cuidado con la ranilla, que es la porción triangular en medio del casco. Esta parte es muy sensible.
  4. Por lo general, antes de herrar un caballo, la capa exterior oscura y dura de la suela de cada casco se retira para revelar el material blanco más suave debajo, en un proceso similar a cortarle las uñas a una persona. Ten cuidado de no cortar demasiado profundo pues corres el riesgo de lastimar al caballo o de dejarlo cojo temporalmente; al igual que si dejases las uñas de una persona demasiado cortas. [6]
    • Este proceso es más sencillo si mantienes afilado el cuchillo para cascos. Solo ten cuidado, ya que es más fácil que se te caiga accidentalmente y te cortes mientras trabajas.
  5. La pared del casco (el borde del casco) debe extenderse hasta aproximadamente 8 a 10 cm (3 a 3 ¾ pulgadas) desde el nacimiento del pelo sobre el casco mismo. Si es más larga, usa unas tenazas para cascos (básicamente un cortaúñas gigante) para recortar el borde del casco hasta un tamaño adecuado. [7]
    • Cuando recortes lel casco con llas tenazas, asegúrate de mantener los bordes recortados uniformemente y bien nivelados, de manera que se posen al nivel del suelo. Recorta de cada lado del talón hacia la parte frontal.
      • La excepción a esto se da en caso de que el aire de un caballo desgaste el casco de manera inconsistente. En este caso, es recomendable que quites algo menos de material en el lado que el caballo usa más. Ten cuidado cuando hagas la distinción y, si no estás seguro, consulta a un herrero experimentado.
  6. Lo último que debe hacerse para preparar lel casco para la herradura es asegurarse de que la parte inferior del casco esté liso, plano y nivelado. Usa una escofina para limar cuidadosamente cualquier área dispareja en la parte inferior del casco. Como siempre, ten cuidado de no reducir el casco demasiado ni irritar la ranilla. [8]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Colocar la herradura

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  1. Tal como con los pies humanos, las patas de los caballos tienen tamaños distintos y, por eso, diferentes caballos necesitan herraduras de diferentes tamaños. Antes de proceder, asegúrate de que las herraduras disponibles sean del tamaño correcto para los casco del caballo. Ten en cuenta que las manos y las patas de un caballo tienen formas diferentes, así que necesitarás distintas herraduras para cada una.
    • Si debes elegir entre herraduras algo grandes y herraduras algo pequeñas, elige las más grandes. Puedes doblarlas, darles forma y limarlas hasta alcanzar un tamaño menor, mientras que las herraduras demasiado pequeñas no pueden agrandarse.
  2. A menudo, incluso si son del tamaño correcto, las herraduras no se acomodarán perfectamente al casco de un caballo sin los ajustes necesarios. Tal como los pies humanos, las patas de los caballos pueden ser asimétricas o desiguales. No obstante, hay varias formas de personalizar las herraduras.
    • Si tienes experiencia trabajando con metal, puedes calendar la herradura hasta que el hierro se doble y se adecue al tamaño del casco.
    • También puedes darle forma en frío en un yunque usando un martillo y unas tenazas.
    • Algunos herreros no hacen ninguna de las dos cosas, sino que liman las herraduras con una lima o una esmeriladora.
      • Las herraduras que calzan bien deben alinearse perfectamente con el borde de la pezuña. Ten en cuenta que quizás tome algo de tiempo hacer que una herradura calce a la perfección.
  3. Alinea la herradura de manera que calce perfectamente en el borde del casco y luego coloca clavos por los agujeros para asegurarlo a la pata del caballo. Cuando hagas esto, debes tener cuidado para no herir o dejar cojo al caballo.
    • Martillea el clavo en la pezuña en un ángulo "hacia afuera" de modo que la punta atraviese la parte superior de la pared del casco.
    • Nunca martillees clavos en el área interna sensible de la pezuña. Para facilitarlo, usa clavos para cascos que tengan un bisel en un lado a fin de guiar la punta a través de la pared de la pezuña. [9] Por lo general, con estos clavos especiales, el sello del fabricante en el lado de la cabeza del clavo debe dar hacia el centro de la pata (en dirección a la ranilla). Esto asegura que el bisel apunte en la dirección correcta.
    • Algunas herraduras modernas usan pegamento en vez de clavos para sostenerse en su lugar. [10] Si te preocupa herir al caballo, quizás quieras probar esta alternativa. Ten en cuenta que los métodos de aplicación para las herraduras con pegamento pueden variar. Consulta con el fabricante o un herrero experimentado para obtener más información.
  4. Una vez que cada clavo ha sido colocado, usa el extremo de garra del martillo para doblar la punta del clavo contra la pared de la pezuña. Luego, tuerce la punta o usa una cortadora para doblar y asegurar las puntas. Intenta dejar aproximadamente medio centímetro sobre el extremo del agujero formado por el clavo que apunta hacia el dedo. Esto asegura que el clavo pueda sostener la herradura en su lugar sin que la punta afilada dañe al caballo.
  5. Pon un asegurador debajo del clavo de la pared exterior del casco y luego asegúralo al casco golpeando la cabeza una vez con el martillo. Esto le da al clavo un agarre firme al casco del caballo, garantizando que quede en su lugar. Puedes usar una herramienta de acero dura, como unas tenazas, en vez de un asegurador en un apuro.
    • Otra opción es usar una herramienta especializada llamada “clincher”. Con esta herramienta, todo lo que debes hacer es alinear las tenazas sobre el clavo y presionar las empuñaduras.
  6. Finalmente, dale al exterior del casco un acabado con la lima, alisando cualquier área irregular y dándole al casco un acabado limpio. Presta atención a las puntas de los clavos presionadas, que también puedes limar hasta alisarlas. [11] Al acabar, deberías pasar un trapo por la pared de la pezuña sin que se atasque.
    • Quizás también notes que algo de material sobresale del borde de la herradura. Si este es el caso, usa una cortadora o tenazas para quitarlo.
  7. Recuerda que los cascos traseros y delanteros requieren herraduras de formas diferentes y que incluso las dos delanteras o las dos traseras pueden no ser perfectamente simétricas.
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Consejos

  • Si no logras que el caballo levante la pata, inclina tu peso sobre la pierna y pellizca detrás de la caña del corvejón.
  • Ten en cuenta que los caballos dan patadas fuertes, así que ¡ten cuidado!
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Advertencias

  • Es mejor dejar la colocación de una herradura a alguien con experiencia. Es un trabajo peligroso y no debe intentarse por primera vez después de leer este corto artículo en línea. Podrías salir seriamente herido o incapacitar al caballo. Por favor, no lo intentes sin consultar a un profesional.
  • Los caballos dan patadas fuertes, así que ¡ten cuidado!
  • Cuando coloques herraduras, asegúrate de no dejar herramientas en el suelo, donde el caballo pueda pisarlas.
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Cosas que necesitarás

  • herraduras
  • clavos para herradura
  • pico para casco
  • cuchillo para cascos
  • escofina
  • martillo de 310 a 40 g (10 a 14 oz) para clavar y acomodar clavos
  • martillo modelador de 2,8 kg o 6 lb (para darle forma a la herradura en el yunque)
  • tenazas
  • cortadores de clavos
  • cuchillo para cascos
  • asegurador de clavos
  • clincher

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