La disciplina efectiva se produce cuando un padre o cuidador puede moldear las acciones de un niño con la finalidad de crear un comportamiento deseable. El objetivo de cualquier acción disciplinaria debe ser crear orden y promover un buen carácter moral. Si bien existen muchas formas diferentes de implementar la corrección, se ha demostrado que algunas estrategias son más efectivas que otras. Por lo tanto, es muy importante educarte acerca de la forma de disciplinar a tus hijos de la manera más eficaz.
Pasos
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Busca un área privada. Llevar a cabo este tipo de disciplina en un área privada conserva la dignidad de tu hijo y evita la vergüenza innecesaria. El objetivo debe ser la disciplina, por lo que debes minimizar la vergüenza adicional que pueda sentir tu hijo.
- La mayoría de los expertos insisten en que nunca se les debe dar nalgadas a los niños bajo ninguna circunstancia. [1] X Fuente de investigación Sin embargo, algunos padres creen que las nalgadas son la mejor manera de hacer que los niños sigan las reglas. Sin importar cuál sea tu posición con respecto a las nalgadas, está claro que este tipo de castigo puede tener algunas consecuencias negativas. Por lo tanto, este método de disciplina debe emplearse con moderación y solo para impedir que tu hijo se involucre en actividades peligrosas.
- Asegúrate de que los hermanos y otros niños no estén presentes cuando des las nalgadas.
- Si debes aplicar las nalgadas en un lugar público, lleva a tu hijo a un área privada y lejos de los espectadores.
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Explícale a tu hijo la razón por la que le das nalgadas. Es importante que tu hijo entienda la razón por la que lo disciplinas para que aprenda lo que es un comportamiento aceptable e inaceptable. [2] X Fuente de investigación Procura utilizar todo tipo de medida disciplinaria, incluyendo las nalgadas, como una oportunidad de aprendizaje y no solo de castigo.
- Cuando le expliques las consecuencias, asegúrate de emplear un lenguaje apropiado para la edad que tu hijo pueda entender.
- Por ejemplo, podrías decir “Hijo, estabas corriendo por la casa con las tijeras en la mano y casi chocaste con tu hermano. Ya te he advertido que no lo hagas, así que ahora es momento de darte una nalgada”.
- Siempre que sea posible, dale a tu hijo una advertencia antes de proceder a aplicar las nalgadas. Esto le dará la oportunidad de modificar su comportamiento para evitar este castigo.
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Permite que los niños más pequeños se recuesten sobre tu regazo con las nalgas apuntando hacia arriba. Esta posición te permitirá castigar al niño de manera adecuada sin provocarle lesiones. No obstante, los niños más grandes podrían estar de pie mirando hacia adelante.
- Asegúrate de que tu hijo tenga la ropa puesta durante las nalgadas, pues darlas sobre la piel desnuda puede causar moretones y otras lesiones evitables.
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Palmea a tu hijo en las nalgas. Asegúrate de abrir la mano y de utilizar una fuerza limitada. Las palmadas nunca deben dejar moretones o marcas de ningún tipo. El objetivo debe ser enseñarle a tu hijo un mejor comportamiento, no lastimarlo.
- Nunca utilices objetos para darle nalgadas a tu hijo y limita la cantidad a unas tres o cuatro palmadas en las nalgas.
- Nunca le apliques este castigo a tu hijo cuando estés enojado. Debes dar las nalgadas solo cuando estés calmado. Esto te permitirá evitar lesiones accidentales.
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Deja que tu hijo vuelva a su rutina normal. Cuando terminen las nalgadas, tu hijo probablemente estará molesto. Dale la oportunidad para que se tranquilice. Hazle saber que puede reanudar sus actividades cotidianas cuando esté listo.
- Por ejemplo, podrías decir “Sé que estás molesto, pero cuando estés listo, puedes volver a bajar”.
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Decide las reglas de la familia. Asegúrate de que tú y tu cónyuge o cualquier otro tutor en la casa estén de acuerdo con las reglas. Es muy importante que todos estén en la misma página con respecto a la disciplina para que tus hijos no puedan dividir a los padres y cuidadores.
- Puedes incluir a tus hijos en el establecimiento de algunas de las reglas. Es importante que los niños sientan que son parte de las decisiones familiares. Sin embargo, no tengas miedo de ser firme con respecto a los temas importantes. Por ejemplo, si tu hijo adolescente debe estar en casa a más tardar a las 11 p. m., no le permitas discutir la posibilidad de extender el plazo hasta las 2 a. m.
- Es importante que comuniques tus expectativas concernientes al comportamiento de tu hijo con los parientes, las niñeras y otros cuidadores fuera de casa. Si el cuidador no puede o no está dispuesto a adherirse a tus expectativas de comportamiento con tu hijo, debes considerar la posibilidad de poner a este último bajo el cuidado de alguien cuyas creencias de crianza coincidan con las tuyas.
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Explícales las reglas a tus hijos. Después de que se haya establecido una regla, es muy importante dejar en claro las expectativas para que dichas reglas se entiendan con claridad. [3] X Fuente de investigación Asegúrate de explicar las reglas cuando tus hijos estén calmados y hazlo con un lenguaje que sea fácilmente comprensible. Tratar de explicar tus expectativas cuando tu hijo está molesto o cansado no será de mucha utilidad. También deberás estar tranquilo y bien descansado cuando tengas esta discusión.
- Asegúrate de que las reglas sean concretas y específicas para que no haya lugar a malinterpretaciones. Por ejemplo, es mejor decirle a tu hijo de diez años “Te quiero en casa a las 7 p. m.” en lugar de “Te quiero en casa antes de que oscurezca”.
- Asegúrate de explicar las reglas con anticipación. Evita discutir las reglas únicamente después de que las hayan roto. En lugar de eso, explícalas con anticipación, aun cuando eso signifique repetir siempre lo mismo. Por ejemplo, antes de ir a la piscina podrías decir “Debemos caminar cuando estamos en la piscina”.
- Trata de formular las reglas de una manera afirmativa. Por ejemplo, debes decir “Debemos caminar cuando estamos en la piscina” en lugar de “No corran cuando están en la piscina”.
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Refuerza las reglas constantemente. Sé constante con las reglas para que tus hijos puedan entenderlas con claridad. Si solo las refuerzas de manera esporádica, los confundirás. Esta confusión dificultará su comprensión de tus expectativas y límites. [4] X Fuente de investigación Por lo tanto, si la regla es que tu hijo debe estar en casa a las 7 p. m., cuando llame y pregunte si puede quedarse en casa de un amigo hasta más tarde, recuérdale que la regla es que debe llegar a casa a las 7 p. m.
- Si no hubiese una regla previamente establecida con respecto a un comportamiento al momento de que este se produzca, entonces es importante que te tomes el tiempo para establecerla y expresarla con claridad después de ocurrido dicho comportamiento indeseable.
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Evita discutir con tus hijos sobre las reglas. No, esto no significa que debas ceder ante sus caprichos. Por el contrario, significa que evites involucrarte en discusiones sin sentido con tu hijo. Si has dejado las reglas en claro y aun así intenta refutarlas, está bien detener la conversación. La regla sigue siendo válida pero te has retirado de la discusión. [5] X Fuente de investigación
- Por ejemplo, si tu hijo preadolescente grita “No es justo, Raúl puede quedarse afuera hasta las 10 p. m.”, puedes responder diciendo “Lo sé”. Asimismo, si tu hijo adolescente aún trata de convencerte de que le dejes usar el auto para salir por la noche, podrías decir “¿Qué te dije?” o “Dije que no” sin entablar discusiones adicionales.
- Este método solo debe utilizarse después de que ya le hayas explicado las reglas a tu hijo y que aún trate de salirse con la suya. Esto minimizará la lucha por el poder y ayudará a dejar en claro que la regla se mantendrá.
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Refuerza el comportamiento positivo. Decide qué comportamientos quieres ver con más frecuencia en tu hijo y recompénsalo por cumplirlos. Tu hijo no nace sabiendo lo que debe y no debe hacer. Como su padre, depende de ti formarlo y moldear su comportamiento. Por lo tanto, es esencial que identifiques los comportamientos que quieres que desarrolle y luego reforzarlos. [6] X Fuente de investigación Recompensar el comportamiento positivo con consecuencias positivas es en realidad más eficaz que tener que implementar consecuencias negativas para el mal comportamiento.
- Las recompensas para el comportamiento positivo deben ser congruentes con el comportamiento real. Por lo general, los elogios verbales funcionan bien para la mayoría de los comportamientos positivos mientras que las recompensas más grandes deben estar reservadas para acciones más significativas. Por ejemplo, sacar buenas calificaciones de manera consecutiva amerita una cena de celebración.
- También podrías utilizar un sistema de puntos para reforzar el comportamiento positivo. Este sistema consiste en que tu hijo puede ganar puntos o fichas pequeñas por tener un comportamiento apropiado durante la semana. Al final de dicha semana, puede intercambiar las fichas o los puntos por una recompensa mayor.
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Ignora los comportamientos o hábitos molestos que no sean perjudiciales para ti o para los demás. Por el contrario, reacciona cuando tu hijo demuestre el comportamiento que quieres ver y podrías apreciar más de este. Cuando desvíes tu atención del comportamiento negativo, tu hijo se dará cuenta de que nadie le hace caso. A menudo, este proceso reducirá el comportamiento indeseable y aumentará el deseable. [7] X Fuente de investigación
- Por ejemplo, si quieres que tu hijo deje de hacer berrinches, no le respondas cuando comience a hacerlos. En lugar de eso, espera hasta que esté tranquilo y tenga un comportamiento apropiado antes de responder a sus peticiones.
- Solo ignora el comportamiento que no represente ningún daño para tu hijo o para otras personas.
Si lo que busca es imitar a alguien para parecerse a esa persona, lo mejor es que lo dejes ser. No intervengas para nada a menos que se trate de una conducta ofensiva. Intervenir en cualquier cosa denota sobreprotección y esto puede ocasionarle inseguridad y baja autoestima.
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Identifica la razón del mal comportamiento. Habrá momentos en los que tu hijo se porte mal. La mayoría de los comportamientos inadecuados son normales y apropiadas para el desarrollo. Si puedes determinar la razón por la que tu hijo se porta mal, entonces podrías prevenir un mal comportamiento en el futuro. Ten en cuenta que generalmente hay cuatro razones por las que un niño puede portarse mal: para tener una sensación de poder, porque se siente incómodo, para llamar la atención o para vengarse. [8] X Fuente de investigación
- Si tu hijo se porta mal porque se siente impotente, entonces podrías tomar la decisión de darle otras oportunidades de acuerdo a su edad para ejercer dicho poder. Por ejemplo, podría empezar a tener más posibilidades de elegir con respecto a lo que quiere usar para ir a la escuela o lo que quiere tomar para el desayuno.
- Si tu hijo tiene problemas de adecuación, tal vez podrías ayudarlo a identificar sus fortalezas y permitirle participar en actividades en las que tenga un buen desempeño con la finalidad de desarrollar su confianza.
- Si tu hijo se comporta de cierta manera para llamar la atención, puedes controlarlo fácilmente al darle mucha atención y elogios cuando tenga un comportamiento apropiado. Si le das mucha atención antes de que se porte mal, disminuirás la atención negativa que se enfoca en los arrebatos.
- Si tu hijo quiere vengarse, es importante sentarte con él y tener una conversación de acuerdo a su edad acerca de cómo controlar su ira de una mejor manera. Por ejemplo, podrías decir “Sé que estás molesto y lamento que tu hermano te haya fastidiado. Sin embargo, no está bien golpear a alguien. En lugar de eso, utiliza tus palabras y habla conmigo o con tu padre acerca de eso”.
Advertencia: Puede que también tu hijo se comporte mal porque lo estás obligando a hacer algo a la fuerza o en contra de su voluntad como una forma de desafiar tu autoridad. Lo mejor es que si es un deber que ha de cumplir se le explique el por qué tiene que hacerlo en vez de imponérselo arbitrariamente "porque lo digo yo y punto".
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Decide si una consecuencia natural es lo apropiado. Una consecuencia natural es el resultado natural del propio comportamiento de un niño. Estas consecuencias son sencillamente el resultado de sus acciones y no las inflige el padre. [9] X Fuente de investigación Por ejemplo, la consecuencia natural que se produce cuando tu hijo no pone su uniforme sucio en el cesto de la ropa sucia es que este no estará limpio el día del juego. Si la consecuencia natural es apropiada, entonces permítele a tu hijo experimentar dicha consecuencia. En ocasiones, son los mejores maestros.
- Las consecuencias naturales SOLO deben utilizarse si el niño no corre peligro de sufrir algún daño. Por ejemplo, no debes permitirle a tu hijo pequeño tocar una estufa caliente. La consecuencia natural sería que tu hijo se queme y eso nunca es apropiado.
- Después de que se produzca la consecuencia natural, asegúrate de tener una conversación con tu hijo acerca de la razón de lo ocurrido. Por ejemplo, podrías decir “John, no pusiste tu ropa en el cesto de la ropa sucia, así que ahora tu uniforme no está limpio para el juego de hoy”.
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Decide con base en una consecuencia lógica. Si una consecuencia natural no es apropiada, entonces el siguiente paso será implementar una consecuencia lógica. Esta se produce como resultado del comportamiento de un niño independientemente de que un padre o cuidador la imponga. [10] X Fuente de investigación Las consecuencias lógicas más eficaces deben estar relacionadas con el comportamiento. Asimismo, la consecuencia no debe ser excesivamente punitiva ni tan leve que el niño no se vea afectado.
- Este es un buen ejemplo de una consecuencia lógica: si le dices continuamente a tu hijo que no deje su bicicleta en la entrada de la casa, entonces podrías decirle “John, cuando tu bicicleta está en la entrada me impide estacionarme en el patio al volver del trabajo. Peor aún; si no la veo, podría aplastarla accidentalmente. La próxima vez que vea tu bicicleta en la entrada, la guardaré en el garaje y no podrás utilizarla en dos días”. Esto es mejor que utilizar una consecuencia que no esté relacionada con dicho comportamiento como “No podrás ver televisión por dos días”, una excesivamente punitiva como “No podrás ir a casa de tu amigo en un mes” o una demasiado leve como “Tendrás que salir y moverla cuando toque el claxon”.
- Siempre utiliza el respeto y evita ser crítico cuando utilices las consecuencias. Por ejemplo, es mejor decir “Sé que estás entusiasmado por irte de viaje con tu amigo, pero primero deberás limpiar tu habitación. Si no lo haces, no podrás ir” en lugar de “Eres tan descuidado y no soy tu sirviente. Limpia tu habitación de inmediato o no irás a ninguna parte”.
- Permitirle a tu hijo que te ayude a elegir la consecuencia puede ser útil. Por ejemplo, podrías decir “Estuviste corriendo por la casa y rompiste el espejo. ¿Cómo vas a reemplazarlo?” o “John, si vas a salir, debes ponerte tus zapatos para jugar. Si quieres seguir usando tus zapatos de la escuela, entonces tendrás que quedarte adentro. La elección es tuya”.
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Sigue adelante con las consecuencias. No permitas que tu hijo negocie la consecuencia. Una vez que se haya roto la regla, deberás imponer inmediatamente la consecuencia establecida. Si le has dado a tu hijo una elección con respecto a la consecuencia a utilizar, él debe permanecer dentro de los perímetros de las alternativas. Es muy importante seguir adelante con cualquier consecuencia que digas que impondrás.Anuncio
Utilizar la técnica del tiempo fuera con los niños de edad preescolar
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Dale una advertencia a tu hijo en edad preescolar. Si tu hijo pequeño tiene dificultades para mantener el autocontrol, algo que le ocurre de vez en cuando a la mayoría de los niños pequeños, comienza dándole una advertencia. [11] X Fuente confiable Mayo Clinic Ir a la fuente Asegúrate de que la advertencia sea clara y esté expresada en un lenguaje que tu hijo pueda entender. Podrías decir “José, si vuelves a golpear a tu amigo, te daré un tiempo fuera”.
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Guíalo hacia el área donde deberá permanecer durante el tiempo fuera. Si el comportamiento inadecuado continúa, entonces guía a tu hijo pequeño hacia el área donde deberá permanecer durante el tiempo fuera. Un lugar ideal sería uno tranquilo y libre de distracciones tales como la televisión, los juguetes y otros niños. [12] X Fuente confiable Mayo Clinic Ir a la fuente
- Podría ser útil contar con un espacio designado previamente para el tiempo fuera en tu casa o en otros lugares que visites frecuentemente. De esta manera, podrás evitar la frustración adicional de buscar un lugar adecuado para el tiempo fuera.
- Asegúrate de decirle a tu hijo la razón por la que le das el tiempo fuera. Además, asegúrate de criticar el comportamiento y no al niño. Por ejemplo, podrías decir “No está bien golpear a Samuel” en lugar de decir “Eres un chico malo por golpear a Samuel”.
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Pídele a tu hijo que permanezca en el tiempo fuera durante el tiempo designado. La mayoría de los expertos coinciden en que el periodo más apropiado para el tiempo fuera es un minuto por año de edad. [13] X Fuente confiable Mayo Clinic Ir a la fuente Por lo tanto, si tu hijo tiene tres años, debería estar en el tiempo fuera durante tres minutos; si tiene cuatro años, debería estarlo durante cuatro minutos; etc.
- Tu hijo podría resistirse a permanecer en el tiempo fuera y esto es completamente apropiado para el desarrollo en un niño de edad preescolar. Si se rehúsa a quedarse ahí, sujétalo por los hombros con firmeza pero con suavidad. También podrías tratar de colocarlo sobre tu regazo y sujetarlo de manera segura durante el tiempo fuera.
- Algunos padres prefieren tomar un tiempo fuera lejos de su hijo en caso de que este se resista. Esto simplemente podría significar decirle a tu hijo que te tomarás un tiempo fuera lejos de él y luego quedarte en la misma habitación para vigilarlo sin responderle.
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Reanuda la actividad normal. Reintroduce a tu hijo a una actividad positiva después de que el tiempo recomendado para el tiempo fuera haya terminado. Si aún está inquieto o frustrado, podría ser útil darle un tiempo adicional para calmarse. Dile que podrá volver a las otras actividades tan pronto como deje de llorar o lo que sea que esté haciendo.Anuncio
Consejos
- Nunca castigues los accidentes. Los niños necesitan aprender a ser independientes sin tener miedo a la desaprobación por los contratiempos ocasionales e inevitables.
- Asegúrate de establecer un buen ejemplo al moldear el comportamiento adecuado para tus hijos. Los niños aprenden mejor al observar a sus padres.
- No des marcha atrás por miedo a arruinar la diversión de tu hijo. Recuerda que los niños se benefician de los límites y las consecuencias apropiadas.
- Asegúrate de siempre explicarle a tu hijo la razón por la que se produce una consecuencia o, en el caso de las consecuencias naturales, después de que esta ocurra.
- Es mejor esperar hasta que tu hijo tenga la edad suficiente para entender el concepto de tiempo fuera para comenzar a utilizarlo. Aproximadamente los tres años son una edad adecuada para empezar. [14] X Fuente de investigación Asimismo, el tiempo fuera solo debe utilizarse para infracciones graves tales como patear, morder, golpear, etc.
Advertencias
- Existen leyes que controlan o prohíben las nalgadas en algunos países. Por ejemplo, este tipo de castigo es ilegal en Albania, Austria, Bulgaria, Congo, Costa Rica, Croacia, Chipre, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Israel, Kenia, Letonia, Liechtenstein, Luxemburgo, Moldavia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, Rumania, Sudán del Sur, España, Suecia, Togo, Túnez, Ucrania, Uruguay y Venezuela.
- * La mayoría de los expertos están de acuerdo en que las nalgadas no son un método disciplinario muy útil. [15] X Fuente de investigación De hecho, existe cierta evidencia que sugiere que las nalgadas promueven un comportamiento aún más negativo y obstaculiza el desarrollo cerebral. [16] X Fuente de investigación Utilízalas con moderación y únicamente para prevenir situaciones que, de otro modo, significarían peligro o daño para el niño.
- En la sección 43 del código penal de Canadá, las nalgadas están restringidas pero no son ilegales. Ha habido intentos de derogar la sección 43, pero han fracasado. Esta se ratificó por última vez en el 2004. En Canadá, se recomienda encarecidamente evitar (1) darle nalgadas a un niño menor de 24 meses de edad, (2) darle nalgadas a un niño de 12 años o más, (3) utilizar algún tipo de implemento como una correa, vara o paleta independientemente de la edad del niño, (4) darle nalgadas a los niños que no sean tus hijos y (5) dar las nalgadas “sobre la piel desnuda”, independientemente de la edad del niño. [17] X Fuente de investigación
Referencias
- ↑ http://gauss.unh.edu/~mas2/CP67%20Children%20Should%20Never%20be%20Spanked.pdf
- ↑ http://www.betterhealth.vic.gov.au/bhcv2/bhcarticles.nsf/pages/Parenting_discipline
- ↑ http://www.webmd.com/parenting/family-health-12/how-to-child-discipline
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- ↑ http://www.webmd.com/parenting/tc/effective-parenting-and-disciplining-children-topic-overview
- ↑ http://www.extension.umn.edu/family/partnering-for-school-success/structure/using-natural-and-logical-consequences/
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- ↑ http://www.theatlantic.com/national/archive/2013/07/is-it-ever-okay-to-spank-a-child/278174/
- ↑ http://www.parl.gc.ca/content/LOP/ResearchPublications/prb0510-e.htm