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Las mantas de crochet añaden una mayor comodidad a tu vivienda, pero pueden ser difíciles de limpiar correctamente. Aunque puede ser tentador meterlas en la lavadora con el resto de la ropa, es importante actuar con cuidado. Revisa la etiqueta del hilo o la etiqueta de cuidados antes de decidir lavarlas a mano o a máquina. Si no estás seguro o no puedes encontrar las instrucciones de tu manta, sé cauteloso y lávala a mano. Luego, colócala en la secadora a temperatura baja o déjala secarse al natural durante 24 horas.

Método 1
Método 1 de 3:

Limpiar la manta a mano

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  1. Si tejiste la manta tú mismo, revisa la envoltura de papel del hilo para ver si hay instrucciones de cuidado especiales. La mayoría de las marcas de hilo especifican la forma adecuada de lavar y secar un artículo hecho de hilo. Aunque algunos materiales pueden limpiarse en la lavadora, los materiales como la lana se lavan mejor a mano. [1]
    • Si no encuentras la etiqueta del hilo, verifica si tienes un ovillo de hilo idéntico a la mano o uno de la misma marca.
    • Si la manta no fue hecha a mano, busca una etiqueta de cuidados con instrucciones de limpieza especiales.
    • Si no encuentras las instrucciones de cuidado específicas, siempre lava a mano los artículos de crochet.
  2. Coloca una tina o balde grande debajo de un grifo y llena el recipiente con agua fría. No dejes que la tina se llene por completo o de lo contrario, el tamaño de la manta hará que el agua se desborde. Revisa bien que la tina sea lo bastante grande para contener cómodamente y sumergir la manta de crochet. [2]
  3. Vierte 2 cucharadas de champú suave en el agua fría. Revuelve con una cuchara o un objeto más grande para acelerar el proceso de disolución. Espera al menos 5 minutos antes de añadir cualquier cosa a la tina para asegurarte de que el champú se haya mezclado con el agua. [3]
    • Utiliza 2 cucharaditas de detergente suave para ropa si no deseas utilizar champú. [4]
  4. Sumerge la manta de crochet en el agua jabonosa. Deja que se hunda y verifica que esté totalmente bajo el agua. Déjala remojar por 1 hora antes de retirarla de la tina. [5]
    • Mueve el recipiente a un lugar donde los niños o las mascotas no puedan volcarlo.
  5. Saca la manta de la tina y colócala sobre un fregadero. Utiliza pequeños movimientos de torsión a lo largo de la manta para exprimir el exceso de agua. No la escurras demasiado, ya que no querrás dañar el material de ninguna manera. [6]
    • Exprime suficiente agua de la manta de modo que ya no gotee.
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Método 2
Método 2 de 3:

Utilizar una lavadora

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  1. Examina la etiqueta que vino con el hilo utilizado para tejer la manta. Las instrucciones de lavado pueden variar según el material y la marca del hilo. Si el hilo es acrílico, existe una gran probabilidad de que sea seguro ponerlo en la lavadora. [7]
    • Muchos tipos de hilo pueden lavarse a máquina. Si tienes un hilo artesanal o especial que se repintó a mano, opta por lavarlo a mano.
    • Si compraste la manta o la recibiste como regalo, ve si tiene una etiqueta con instrucciones de cuidado.
  2. Trata la manta como cualquier otra prenda delicada. Consigue una bolsa grande de malla para ropa y pon la manta dentro. La bolsa mantendrá el material hecho a mano seguro y protegido durante el lavado. [8] Cárgala en la parte superior o frontal de la lavadora, según el modelo. [9]
    • Si lavas cualquier prenda junto con la manta, asegúrate de que tengan un color relativamente similar. Lo último que querrás es una prenda teñida por accidente en tu carga de lavado.
    • Aprovecha esta oportunidad para lavar el resto de la ropa delicada y añádela junto con la manta. Aunque no debes lavar las mantas de crochet con la ropa normal, está bien incluirlas con otras mantas y prendas delicadas.
  3. Utiliza la tapa del detergente o la botella misma para verter una cantidad pequeña de producto en la lavadora. [10] Trata de no excederte, ya que demasiado detergente puede degradar el hilo y hacerlo menos suave a largo plazo. [11]
    • Coloca la manta en una bolsa grande de malla para ropa, con el fin de brindarle una capa de protección adicional.
  4. Pon la lavadora en la opción de agua fría o fresca, junto con la velocidad de centrifugado más suave que sea posible. La mayoría de las lavadoras tienen una opción de ropa delicada, así que elíjela si la ves. Cuando se trata de la velocidad de centrifugado, mantenla en el extremo inferior. Dado que estás lidiando con un objeto hecho a mano, trata de que el ciclo sea lo más suave posible. [12]
    • Evita lavar la manta en la lavadora por periodos prolongados. Si es necesario, siempre puedes lavarla a mano.
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Método 3
Método 3 de 3:

Secar la manta

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  1. Toma la manta húmeda y lavada a mano y extiéndela sobre una rejilla de secado. Estas rejillas vienen en muchos estilos, pero la mayoría incluyen varias varillas horizontales que pueden cubrir y sujetar distintas prendas. Alisa la manta de modo que cubra la rejilla en una capa larga y plana y deja que se seque por 1 día. [13]
    • Lo ideal es dejar que la manta se seque al exterior. Si no tienes espacio para secar la ropa al exterior, asegúrate de colocar la rejilla en un rincón de tu casa donde haya mucho aire libre. No la dejes al sol por mucho tiempo o los colores se desteñirán.
  2. Toma la manta húmeda y ponla en la secadora. Para algunos materiales, una cantidad baja y constante de calor es una forma simple y productiva de secar la manta si no tienes ganas de secarla al natural. Coloca otras prendas en la secadora según sea necesario, pero asegúrate de que puedan secarse a temperatura baja. [14]
    • Para añadir una capa adicional de protección a la manta, considera colocarla en una bolsa de malla grande antes de empezar el ciclo de secado. [15]
  3. Pon la secadora al nivel de calor más bajo que sea posible y utiliza una velocidad de centrifugado baja o normal para mantener el hermoso trabajo manual de la manta de crochet. Espera a que termine la carga y saca la manta para verificar si aún está húmeda. Si es así, sigue secándola en intervalos de 5 a 10 minutos, según sea necesario. [16]
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Consejos

  • Añade una cantidad pequeña de suavizante de telas a la carga de lavado para suavizar la manta. [17]
  • Si quieres ir a lo seguro, revisa la manta cada 20 minutos mientras está en la secadora. Retírala cuando esté casi seca y luego déjala ventilarse en un espacio abierto. [18]
  • Si deseas que la manta tenga cierta forma, considera bloquear tu proyecto con agua. En esencia, esto implica lavar la manta, colocarla entre 2 toallas y enrollar las toallas y la manta en forma de un brazo de gitano para escurrir el agua adicional. Una vez que la manta esté seca, sujétala con pinzas en un tendedero de la forma que te gustaría que quedara. Después de secarse, la manta estará lista para utilizarse. [19]
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Cosas que necesitarás

Limpiar la manta a mano

  • una tina o un balde grande
  • un champú o un detergente suave
  • agua fría

Utilizar una lavadora

  • un detergente suave
  • una bolsa de malla
  • un suavizante de telas (opcional)

Secar la manta

  • una rejilla de secado
  • una bolsa de malla (opcional)

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