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Es importante esforzarse para obtener buenas calificaciones en secundaria, ya sea por orgullo o para ingresar a una universidad o un programa técnico. Las buenas calificaciones no solo son un signo de que eres un buen estudiante, estas también demuestran que estudias mucho, conoces el material y eres maduro. No obstante, estas requerirán que te esfuerces. Tendrás que ser organizado y comprometerte con tus estudios para mantenerte al día con las asignaciones y aprobar de manera brillante.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Volverte organizado

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  1. Si deseas obtener buenas calificaciones, lo primero que necesitarás es un área tranquila para estudiar. Considérala como tu “Fortaleza de la Soledad”. Si tienes un espacio adecuado para estudiar, podrás adoptar el estado mental apropiado para hacerlo. [1]
    • Podrías usar tu habitación, un rincón de la biblioteca, una mesa de tu cafetería favorita o una oficina en casa. No importa cuál sea el lugar, siempre y cuando te sientas tranquilo en él y puedas concentrarte.
    • Tu espacio no deberá tener ninguna distracción. Si te distraes con el Internet, tu computadora deberá estar desconectada. Si el ruido te molesta, busca un espacio para estudiar que esté apartado y sea silencioso.
    • Haz que el lugar sea lo más cómodo posible. Usa una silla ergonómica si estás en casa. Las plantas también pueden hacer que un espacio para estudiar sea más tranquilo.
  2. Los estudiantes exitosos suelen seguir un horario constante a la semana para estudiar. No tienes que dedicar varias horas todos los días para estudiar. Podrías programar sesiones de estudio 3 o 4 veces a la semana; todo dependerá de lo que funcione mejor para ti. [2]
    • Es mejor distribuir el tiempo de estudio en un periodo. Esto te dará más tiempo para asimilar el material y luego revisarlo. Lo importante es estudiar con la frecuencia necesaria para no tener que aprender todo a último minuto, lo que las investigaciones han demostrado que es ineficaz. [3]
    • Otro punto importante es seguir tu rutina. El uso de un horario no solo se centra en lograr que aprendas, sino también en hacer que el estudio forme parte de tu vida. Cuando llegue el momento, podrás adoptar el estado mental adecuado.
    • Asimismo, cerciórate de que tus sesiones de estudio tengan un objetivo claro. Por ejemplo, podrías elaborar un plan para revisar el material de la semana pasada cada domingo por la noche. Los lunes podrías estudiar el nuevo capítulo de matemáticas de la semana y leer el material de inglés. Los martes podrías revisar el nuevo material de biología e historia. Fíjate metas específicas para cada sesión, ya que esto te ayudará a concentrarte.
  3. Quizás esto sea lo más importante para obtener buenas calificaciones. Cada clase a la que faltes hará que te pierdas calificaciones, explicaciones, asignaciones y lecturas. No puedes darte el lujo de perdértelos y no podrás ponerte totalmente al día con lo que te hayas perdido. [4]
    • Como estudiante, las clases deberán ser tu principal prioridad. Haz un esfuerzo coordinado por levantarte de la cama y asistir a la escuela todos los días. Por supuesto, no deberás faltar a clases.
    • Asistir a clases brinda beneficios evidentes. Lo aprendido en clases suele complementar lo que se encuentra en el libro de texto. El profesor podría explicar los conceptos de una manera diferente, usar ejemplos diferentes o brindar nuevas perspectivas para mejorar tu conocimiento del material.
    • Ten en cuenta que el estudio será más sencillo si prestas atención en clases. Si revisas el material antes de la clase, esto te brindará un conocimiento previo y, por lo general, podrá reducir el tiempo total que dediques a estudiar en casa. [5]
    • Si debes faltar a 1 o 2 clases, deberás consultar con el profesor sobre el material que te hayas perdido. Asimismo, puedes hacer que un amigo te ayude a ponerte al día o, si es posible, pídele que te preste sus apuntes de la clase.
    • No obstante, ten en cuenta que es mejor tomar tus propios apuntes en lugar de pedir prestados los de un amigo. Es más, un estudio demostró que los estudiantes que usaban apuntes prestados obtenían calificaciones mucho más bajas que aquellos que siempre asistían a clases y tomaban sus propios apuntes. [6]
  4. El desorden es un gran obstáculo cuando estás en la escuela. Algunas personas pueden llevar en la mente un control de sus asignaciones, trabajos, fechas de entrega y clases. Sin embargo, la mayoría no podemos hacerlo. Elabora un sistema de organización que te mantenga al tanto, ya sea con una agenda, carpetas o un sistema de clasificación. [7]
    • Los cuadernos son útiles para tomar apuntes. Por ejemplo, podrías comprar una carpeta para cada una de tus clases, así podrás mantener tus apuntes separados y acceder a ellos con facilidad. Si compras carpetas de colores diferentes, esto también te permitirá diferenciar las asignaturas con más facilidad.
    • Las carpetas brindan un mayor nivel de organización. Por ejemplo, podrías dividir una carpeta en secciones para el trabajo en clase, las tareas culminadas y los exámenes. Algunos también cuentan con bolsillos en los cuales puedes guardar tu cuaderno. Nuevamente, es bueno tener carpetas diferentes para cada asignatura, cada una de un color diferente.
    • Una agenda te mantendrá al día en tus clases, asignaciones, exámenes y fechas de entrega. Hay agendas de diferentes tipos. Algunas tienen unas cuentas líneas al día para que puedas escribir recordatorios. No obstante, si necesitas mucha estructura, puedes conseguir una que te permita planificar cada día, hora por hora.
  5. Si puedes controlar tu tiempo de forma adecuada, esto será vital para estudiar mucho y con eficacia. Para usar bien tu tiempo, tendrás que ser organizado y también deberás conocerte y capacitarte. Si desarrollas estas cualidades, esto puede ser de utilidad para obtener calificaciones más elevadas. [8]
    • Fíjate prioridades. Para obtener buenas calificaciones, tendrás que darle prioridad a la escuela y al estudio. Por ejemplo, podrías elaborar una lista de cosas por hacer para cada día o incluso cada semana o mes. Empieza con las tareas más apremiantes y luego enuméralas en orden de prioridad.
    • Programa tu tiempo. Consigue un implemento como una agenda y dedica el tiempo programado a hacer solo una tarea determinada. Podrías programar primero las tareas más apremiantes para hacerlas en una hora en la que tengas menos interrupciones. También podrías programar las tareas más difíciles para una hora en la que tengas mucha energía.
    • Aleja las distracciones. Evita todo lo que sepas que puede distraerte, ya sea el ruido, tu correo electrónico, tu celular o computadora, etc. Divide las tareas en partes más pequeñas si esto te ayuda a mantenerte concentrado, luego prémiate por culminar cada parte.
    • No hagas varias tareas a la vez. Podrías creer que eres bueno haciendo muchas cosas a la vez. No obstante, la ciencia en realidad señala lo contrario. [9] Las personas que hacen varias tareas a la vez cometen más errores, olvidan más cosas y requieren un mayor tiempo para terminar sus deberes. Esto ocurre porque pierden el tiempo y se concentran en pasar de una tarea a otra.
    • Empieza los proyectos grandes en una etapa temprana. El control del tiempo a largo plazo también es importante. Muchos estudiantes caen en la trampa de postergar los proyectos hasta el último minuto, y luego tienen dificultades para terminarlos. Esto puede hacer que obtengan malas calificaciones.
  6. Los grupos de estudio pueden funcionar de forma grandiosa; al fin y al cabo, las personas dicen que “dos cabezas piensan mejor que una”. Un grupo de estudio puede ser de utilidad si no comprendes un concepto. Tus compañeros y tú se enseñarán el uno al otro, lo que también permitirá que asimilen el material con más rapidez. [10]
    • Los grupos de estudio son grandiosos si todos sus miembros se comprometen a trabajar. No obstante, estos son menos útiles si los miembros carecen de compromiso y el grupo no está estructurado.
    • Reúnete con tu grupo de estudio de forma frecuente. Cerciórate de que tus amigos y compañeros se comprometan por completo. Todos los miembros deben contribuir de forma activa y no solo deben dar las respuestas sencillas. Los compañeros de estudio también pueden hacer que cada uno asuma su responsabilidad.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Estudiar mucho

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  1. La revisión y el estudio suelen empezar con los apuntes que hayas tomado en clase. Solemos olvidar las cosas con rapidez. Las investigaciones indican que, si no revisamos el material, olvidaremos el 47 % del mismo en un máximo de 20 minutos. Olvidaremos el 62 % en un día. [11] Si tienes buenos apuntes, esto puede determinar lo bien que te irá en los exámenes, las prácticas y las evaluaciones parciales. Asimismo, la toma de apuntes te ayudará a mantenerte atento y escuchar el material de forma activa.
    • Los buenos apuntes no incluyen todo lo que el profesor diga o explique. Estos resumen los puntos más importantes. Aprende a identificar la información más importante. Escucha las palabras y las frases clave. Por lo general, todo lo que el profesor repita o escriba en la pizarra será importante. [12]
    • Tus apuntes deben estar compuestos por puntos u oraciones cortas, en lugar de explicaciones completas. Concéntrate en lo esencial, en lugar de lo complementario, y ten en cuenta que debes ser capaz de volver a leerlo y colocar todo lo que te haya faltado.
    • Registra los hechos, los detalles o las explicaciones sobre los puntos principales. Si el profesor brinda definiciones importantes, anótalas palabra por palabra. Nuevamente, todo lo que se coloque en la pizarra o en diapositivas, o que se repita, podría ser importante; por lo que deberás apuntarlo.
    • Revisa y edita tus apuntes luego de 24 horas. Resalta todo lo que no puedas leer o entender, y escribe tus preguntas en los márgenes. Intenta completar la información faltante comparando tus apuntes con las lecturas. Si aún tienes preguntas sin responder, pídele a tu profesor que repita la información en la siguiente clase. [13]
    • Ten en cuenta la opción de tomar apuntes a mano en lugar de usar una computadora. Si usas un bolígrafo y un papel, esto te obligará a escuchar, resumir y captar la información más importante. Esto significa que pensarás de forma activa en lo que el profesor diga. Las investigaciones también demuestran que las personas que toman apuntes recuerdan la información con más eficacia que aquellas que usan una computadora. [14]
  2. Además de asistir a clases, quizás el segundo punto más importante para obtener buenas calificaciones sea estudiar con frecuencia y de forma constante. Es en este punto en el que tus apuntes te ayudarán. Revísalos, vuelve a escribirlos, resúmelos y elabora un esquema. Busca métodos que te ayuden a asimilar el material.
    • Elabora un esquema con tus apuntes y vuelve a escribirlos. Será de utilidad que vuelvas a leer lo que hayas escrito. No obstante, si usas una estrategia más activa, esto te obligará a pensar en los conceptos y las explicaciones. Esto hará que expreses las palabras y los términos con tu propio lenguaje. También es de utilidad que hables en voz alta cuando escribas, ya que esto involucrará a otra parte de tu cerebro. [15]
    • Usa los nemotécnicos. Estos son una suerte de juegos de palabras o rimas que ayudan a recordar la información. Por ejemplo, podrías recordar los nombres de todos los Grandes Lagos con la palabra “HOMES” (Huron, Ontario, Michigan, Erie y Superior). Podrías hacer lo mismo inventando una canción.
  3. Deberás encargarte de hacer todas tus asignaciones y tareas. Ten en cuenta que tu calificación podría basarse principalmente en tus asignaciones. Incluso si tienes mucha tarea para una asignatura, omitir una asignación podría costarte el 3, 4 o 5 % de tu calificación final. Esta podría ser la diferencia entre una calificación buena y una mala.
    • Recurre a tu organización para recordar tus asignaciones. Deberás anotar todas las tareas y las fechas de entrega en tu agenda.
    • Dale prioridad a las asignaciones cercanas. Planea según corresponda. Por ejemplo, si sueles tardar un poco en hacer la tarea de matemáticas, reserva un tiempo suficiente para poder terminarla de forma apropiada.
  4. El estudio es difícil. Puedes motivarte tomando descansos y brindándote premios pequeños, así el estudio no se asemejará tanto a una labor. Estos harán que la tarea sea más sencilla, te darán algo por lo cual trabajar y reforzarán tus hábitos de estudio. [16]
    • Por ejemplo, divide tu estudio en secciones. Prométete que tomarás un descanso de 15 minutos por cada hora que estudies. Emplea este tiempo para soñar despierto, revisar tu correo electrónico o salir a tomar aire.
    • También puedes prometerte otros premios. Si te gustan las galletas, prémiate con una después de la cena si puedes terminar tus problemas de matemáticas. También puedes tomarte 30 minutos para jugar en la computadora por cada capítulo de biología que puedas revisar.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Desarrollarte fuera del aula de clases

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  1. Sé proactivo dentro y fuera del aula de clase. Por lo general, los profesores estarán felices de ayudarte si se los pides. Además, ellos suelen reservar un tiempo específico para responder las dudas de los estudiantes sobre las ideas, las asignaciones o los proyectos.
    • Menciónale tus preguntas al profesor antes o después de la clase. Por ejemplo, puedes hacerlo cuando esté presente y no esté ocupado con otros estudiantes.
    • También podrías averiguar si tus profesores tienen un “horario de atención” especial. Anota su horario en tu agenda para futuras referencias. Visítalos si llegas a tener preguntas o te gustaría una ayuda adicional con un concepto.
  2. Ten en cuenta que el estudio no es lo único que se necesita para ser un estudiante exitoso. El equilibrio es importante. Si tienes una vida desequilibrada, todo será mucho más difícil, desde concentrarte hasta estudiar. No eres una simple máquina de estudio, sino una persona que tiene otras necesidades emocionales y físicas. [17]
    • Debes tener una buena alimentación y ejercitarte. Una dieta y una actividad física adecuadas no solo te mantendrán saludable, sino que también alistarán tu cerebro para el aprendizaje.
    • El sueño es otro elemento importante del equilibrio. Necesitamos dormir para poder desempeñarnos con nuestra capacidad máxima. Duerme como mínimo 8 horas al día, si es posible. Evita las actividades, la comida o las bebidas que te mantengan despierto hasta tarde; e intenta ceñirte a un horario de sueño constante.
    • El exceso de trabajo puede provocarte estrés, ansiedad y a veces depresión. Sal de casa, reúnete con tus amigos y socializa. Pasa tiempo con tus familiares y seres queridos. Busca maneras de disminuir tus niveles de estrés.
    • Inscríbete en una actividad extracurricular. Es una mala idea sobrecargar tu horario; sin embargo, practicar deporte, actuar, debatir o unirte a un club serán maneras grandiosas de socializar y conocer personas.
  3. El estudio y las buenas calificaciones solo son el comienzo. ¿A dónde quieres llegar y qué quieres hacer con estas calificaciones? Piensa un poco en el futuro y fíjate metas. Debes ser específico y ambicioso. Si tienes un sentido claro de propósito, esto reforzará tus hábitos de estudio y te mantendrá encaminado. [18]
    • No todas tus metas tienen que ser ambiciosas. Estas podrían ser tan simples como aprobar el próximo examen. Estas seguirán dándote algo por lo cual esforzarte a corto plazo. Estas podrían ser otras metas a corto plazo, como figurar en el cuadro de honor, llevar asignaturas avanzadas o volverte el estudiante de latín del año.
    • Las metas a más largo plazo podrían guardar relación con la universidad a la que desees asistir, lo que desees estudiar en el futuro o incluso la profesión que quieras tener.
  4. Existe una gran diferencia entre ser un estudiante sobresaliente y ser un perfeccionista. Los perfeccionistas se fijan metas ostentosas y poco realistas, y se juzgan de forma muy estricta, lo que suele deberse a que desean la aprobación de los demás. En realidad, los perfeccionistas suelen ser más ansiosos, depresivos y propensos a los problemas emocionales que las demás personas. [19] Conoce tus límites y aprende a superar los obstáculos.
    • Casi todos tenemos que lidiar con los obstáculos en algún momento. No dejes que esto te deprima. No pienses que cometer un error significa haber fracasado como persona.
    • Intenta usar el obstáculo como una oportunidad para desarrollarte y aprender. Si has tenido una mala calificación en un examen de matemáticas, vuelve a revisar los conceptos y conversa con tu profesor sobre tus dificultades. Si tu ensayo ha recibido una calificación más baja de la que esperabas, conversa con tu profesor para saber cómo mejorar la próxima vez.
    • Fíjate estándares elevados pero alcanzables. Nadie puede ser totalmente perfecto. Lo más importante es tener en cuenta que las calificaciones miden el éxito en la escuela, pero básicamente, lo más importante es aprender.
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