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La mayoría de las personas tienen dificultades en algún punto de sus vidas para pensar de forma positiva de sí mismas. Esto puede ser bastante difícil si te sientes abrumado por las circunstancias de la vida. Sin embargo, puedes aprender a mejorar tu autopercepción al aplicar distintas estrategias que promuevan el pensamiento positivo.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Enfocarte en los pensamientos positivos

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  1. ¿Alguna vez has tenido un día increíblemente exitoso y productivo, pero, después de reflexionar, te has encontrado enfocándote solo en las cosas negativas? Cuando ocurren cosas malas en la vida, las personas suelen bloquear todo lo bueno. Esto se llama filtrar. Al igual que un filtro, desechas mentalmente todas las cosas positivas de tu mente e incrementas la importancia de las cosas negativas. [1] En cambio, decide concentrarte en las cosas positivas, dado que esto mejorará tu perspectiva general de la vida.
    • Una forma sencilla de observar el lado positivo es completar la oración disparadora "La buena noticia es que..." siempre que enfrentes un desafío. [2] Por ejemplo, quizás hayas tenido un accidente automovilístico menor y el parachoques trasero esté dañado y tengas que reemplazarlo. Puedes pensar "La buena noticia es que no hay daños en el chasis del auto, lo cual es un alivio".
    • Reflexiona sobre tus éxitos personales. Haz una lista de todas las cosas buenas que hayas logrado en el día al enumerar todas las razones por las que eres exitoso y todas las cosas que has logrado. Piensa en qué te hace sentir feliz y relajado mientras creas la lista.
  2. Probablemente haya cosas de ti que suelas ver de forma negativa. Quizás sea tu profesión, tu familia, tu aspecto, etc. Si puedes identificar las áreas que necesitas ver de forma más positiva, podrás trabajar para mejorar tu autopercepción. En vez de ver un asunto específico de forma negativa, intenta verlo desde una perspectiva más positiva. Con el tiempo, reconocerás que tu vida está llena de más cosas positivas que negativas. Asegúrate de comenzar con un área a la vez para darle toda tu atención. [3]
    • Por ejemplo, imagina que tienes un trabajo a tiempo parcial y te sientes deprimido porque ser contratado para un puesto a tiempo completo te está tomando más tiempo de lo esperado. En vez de obsesionarte con pensamientos negativos como "No ganaré el dinero suficiente con este trabajo a tiempo parcial", repite "Realmente valoro el tiempo adicional que ahora tengo para ir al gimnasio y preparar algunas comidas en casa para la familia".
  3. El diálogo interno positivo consiste en enfocar los pensamientos internos en todas las cosas en las que seas bueno. La forma en que te hables desarrolla un rol importante en tu autopercepción y visión del mundo. [4] Tener un diálogo interno positivo es una habilidad, y, con la práctica, podrás desarrollarla.
    • Cuando tengas pensamientos negativos, cámbialos por pensamientos positivos. Por ejemplo, en vez de pensar "No soy bueno bailando", piensa "Mejoraré con la práctica". Si piensas negativamente "Estoy muy cansado para trabajar", piensa "Me esforzaré tanto como pueda por más que esté cansado". [5]
    • Al igual que con todo, la práctica hace la perfección. Desarrollar un hábito toma tiempo, así que, cuanto más te enfoques en el diálogo interno positivo, más natural se volverá.
  4. Cada día, tómate un tiempo para amarte. Tómate unos minutos para valorar tus atributos físicos positivos. Quizás sean tus hermosos hoyuelos al sonreír, tus hombros anchos o tu lindo cabello rizado. Al mirarte, di el elogio en voz alta.
    • Por ejemplo, puedes decir "Amo la forma en que mis hombros llenan esta camiseta" o "Mis piernas lucen muy bien con este vestido". Esto te ayudará a desarrollar una actitud saludable hacia tu aspecto físico.
  5. Tu entorno afecta la forma en que te sientes contigo mismo. Estar rodeado de desorden y suciedad incrementa el estrés y puede hacerte sentir abrumado. Tómate un tiempo para limpiar tu escritorio u ordenar tu habitación para mejorar tu autopercepción.
    • Comienza por limpiar el desorden un poco a la vez para no abrumarte. Cada día, comienza con una sala, y quita 25 artículos que no estén en su lugar o tengas que tirar. Pronto, notarás que estás rodeado de un espacio prolijo y limpio.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Descubrir tus atributos positivos

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  1. Identificar las fortalezas de tu personalidad puede ayudarte a mejorar tus relaciones, salud y bienestar general. [6] . Considera la posibilidad de completar una herramienta de análisis de personalidad que te ayude a identificar tus fortalezas.
    • El Instituto de Personalidad VIA ofrece una evaluación de fortalezas conocida como Encuesta VIA. Puedes completarla en 15 minutos aproximadamente. [7] El indicador Myers-Briggs (MBTI, por sus siglas en inglés) es otra evaluación de la personalidad que puedes realizar para conocer más sobre tus fortalezas. [8]
  2. Las personas con las que te relacionas influyen mucho en ti. Rodéate de personas que celebren y valoren tus fortalezas, y te contagiarás de su optimismo. [9] Por otro lado, rodearte de personas negativas también te convertirá en alguien pesimista.
    • Envía señales positivas para atraer personas positivas. Antes de salir a encontrarte con otras personas, enfócate en atraer la energía positiva. Piensa en todas tus cualidades positivas que atraerían a los demás hacia ti, como tu compasión, sentido del humor y amabilidad.
  3. En ocasiones, es difícil ver todas las grandes cualidades que otras personas ven en ti. Habla con personas en quienes confíes (como amigos y familiares) sobre tus dificultades. Diles cómo te sientes y por qué. Estas personas podrán proporcionarte parte del apoyo moral necesario y ánimo sobre los tipos de cosas que puedes hacer para cambiar tu mentalidad negativa.
  4. Obsesionarte constantemente con los pensamientos negativos sobre ti puede bajar tu autoestima y llevar a la depresión. [10] Considera la posibilidad de hacer terapia si te encuentras atormentado por sentimientos de baja autoestima.
    • Pídeles a tus amigos y familiares que te recomienden buenos terapeutas o consejeros. Tu médico de cabecera también puede ser una buena fuente para proporcionar referencias o recomendaciones de terapeutas.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Realizar actividades positivas

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  1. ¿Alguna vez has notado que la forma en que comienzas el día marca la pauta del resto del día? Puedes reducir las posibilidades de empezar el día con el pie izquierdo al comenzarlo con algo positivo.
    • Identifica algo que te haga feliz e incorpóralo en tu rutina diaria.
    • Por ejemplo, puedes comenzar cada mañana leyendo una cita motivadora, haciendo un crucigramas o llevando a tu perro a pasear.
  2. Es probable que haya muchas cosas en tu vida por las que sientas agradecimiento. Tómate un tiempo todos los días para reflexionar intencionalmente y valorar estas cosas al escribirlas en un diario de gratitud. ¿Sabías que se ha demostrado que el solo hecho de escribir sobre las cosas por las que sientes agradecimiento puede mejorar el descanso, reducir los síntomas de las enfermedades e incrementar la sensación de felicidad en general? [11]
    • Comienza por escribir cinco cosas de la semana pasada por las que sientas agradecimiento. Procura que cada entrada tenga aproximadamente una oración de largo. Puedes escribir cosas muy simples como valorar el aroma de las galletitas recién horneadas hasta cosas más importantes, como recibir un certificado de buena salud durante la cita con el médico. [12]
    • Compra un calendario motivador con frases inspiradoras y colócalo en la mesita de noche al lado de la cama para que las primeras palabras que veas por la mañana sean positivas y estimulantes. También puedes encontrar libros y páginas web inspiradoras para leer mientras te preparas para comenzar el día. [13]
  3. Nada es mejor que realizar actividades y pasatiempos que te resulten disfrutables y placenteros. Sin importar cuán ocupado estés, establece el objetivo de participar en al menos una de las cosas que te causen felicidad cada día; ¡lo mereces! [14]
  4. Sal de la rutina de hacer las mismas cosas una y otra vez al desafiarte a probar algo distinto. Participa en experiencias nuevas que te ayuden a incrementar tu autoestima y confianza, además de reducir el aburrimiento y la soledad.
    • ¿No sabes por dónde comenzar? Considera la posibilidad de hacer una lista de las cosas que quieras experimentar y explorar en tu vida antes de morir. Amplía tus conocimientos al inscribirte en clases nuevas o aprender un idioma distinto.
    • Incluso puedes tener experiencias nuevas al romper tu rutina normal. Para ello, cambia tu régimen de ejercicio o adopta una postura aventurera y prueba colores de moda nuevos.
  5. Ayudar a los demás no solo beneficia a las personas a las que ayudas, sino que también tiene un efecto positivo en tu bienestar físico y emocional. De hecho, las personas que son voluntarias durante al menos dos horas por semana reducen su tasa de mortalidad en un 40 %. [15]
    • Dona comida u ofrécete como voluntario en el comedor comunitario local. Conviértete en un modelo de rol positivo para la juventud en tu comunidad al ser voluntario para convertirte en el gran hermano o la gran hermana. Visita a los ancianos en los hogares de ancianos de la ciudad. La lista es interminable en cuanto a las cosas que puedes hacer para mejorar la vida de los demás, lo que, a su vez, también mejorará tu vida.
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