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Las flores silvestres constituyen una excelente alternativa para el jardín gracias a su facilidad de cultivo y mantenimiento. Existe una diversidad de bellas flores silvestres con distintos patrones de florecimiento que puedes combinar para crear un jardín colorido. Planta una mezcla de variedades anuales, bienales y perennes para tener algunas plantas que florezcan rápido y otras que surjan a un ritmo lento pero seguro en temporadas posteriores.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Elegir tus flores silvestres

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  1. Las anuales crecen y florecen 2 a 3 meses después de la siembra de las semillas, pero suelen morir después de 1 temporada. Estas florecen por 2 meses antes de morir con la primera helada. A continuación presentamos algunas opciones populares de dónde elegir: [1]
    • Las zinnias poseen flores de color rosa intenso similares a las margaritas.
    • Los cosmos naranja son flores con pétalos de color anaranjado intenso y un centro amarillo.
    • Los ásteres de pradera son flores pequeñas con pétalos delicados de color morado.
    • Las onagras son flores pequeñas en forma de copa que suelen tener un color rosa o amarillo.
    • Las margaritas africanas pueden tener pétalos de color naranja, rosa, morado, rojo, blanco o amarillo.
  2. Las perennes no florecen hasta que haya pasado una temporada entera después de la plantación, pero pueden durar décadas. Aunque solo florecen por 2 semanas al año, sus raíces son resistentes al invierno y producen brotes de forma anual. Estas son algunas flores silvestres perennes interesantes para plantar: [2]
    • Las gallardías son similares a los girasoles y presentan pétalos rojos y amarillos.
    • Las estrellas ardientes poseen flores únicas y grandes de color morado.
    • Las nomeolvides son flores pequeñas con pétalos redondos de color azul.
    • Las milenramas poseen grupos de flores blancas diminutas.
    • Las equináceas son flores amarillas o azules.
  3. Las bienales florecen en su segunda temporada al igual que las perennes, pero sus flores mueren con la primera helada como ocurre con las anuales. Las plantas bienales esparcen muchas semillas, así que hay buenas probabilidades de que se transformen en perennes. Algunas bellas opciones para plantar son las siguientes: [3]
    • Las digitales poseen flores moradas en forma de campana y tallos altos.
    • Las achicorias presentan flores azules delicadas en la familia del diente de león.
    • Los claveles del poeta poseen flores blancas con un centro fucsia.
    • Las malvas reales florecen en tallos altos en una diversidad de colores.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Preparar la tierra

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  1. Las flores silvestres necesitan luz solar para crecer. Al contrario de otras plantas, pueden desarrollarse en una tierra parcialmente seca y raras veces se dañan con el calor. Elige una zona de plantación que reciba plena exposición al sol o solo sombra parcial. [4]
    • Los ojos azules de bebé, flores silvestres sensibles al calor, son una excepción rara a esta regla y necesitan sombra parcial o completa.
  2. Para atacar la maleza ya crecida en la tierra, aplica un herbicida diseñado para matar la maleza existente. Elige una marca que no deje residuos, lo que implica que se desactivará en la tierra unos cuantos días después de utilizarlo. Rocía el herbicida de forma homogénea sobre la maleza para no matar otras hierbas o plantas cercanas que desees mantener. [5]
    • En cambio, el herbicida preemergente sirve para tratar la tierra antes del brote de la maleza para impedir el crecimiento de sus semillas.
  3. La mayor parte de las especies de flores silvestres se desarrollan en tierra bien drenada. Determina la capacidad de drenaje de tu tierra haciendo un agujero de 30 a 45 cm (12 a 18 pulgadas) de ancho y de profundidad. Llénalo con agua y si demora más de 1 hora en drenar el agua, significa que la tierra tiene mal drenaje. [6]
  4. Labra los primeros 20 cm (8 pulgadas) de tierra con una pala o un rastrillo para romperla. Añade una capa de 5 cm (2 pulgadas) de un corrector de tierra orgánico como la arena, la vermiculita, la perlita o la composta en la superficie de la tierra. Hazlo penetrar en la tierra de forma homogénea. [7]
    • El corrector de tierra orgánico debe conformar el 25 al 50 % del volumen total de la tierra. Menos del 25 % no airea la tierra de manera adecuada y más del 50 % impide el crecimiento de la planta.
    • Los materiales correctores de tierra orgánicos están disponibles en los centros de jardinería o en las ferreterías.
  5. Compra un kit de medición de pH en un centro de jardinería o en Internet para medir la acidez y la alcalinidad de la tierra. Saca una cantidad pequeña de tierra de la superficie de tu jardín y espolvoréala sobre la tarjeta de mezclado del kit. Añade unas cuantas gotas de tinte indicador y retira la tierra con el polvo blanco del kit. Espera a que el color cambie para saber los resultados. [8]
    • El cambio de color debe tardar unos 30 segundos.
    • Utiliza el cuadro de colores que viene en el kit para determinar el nivel de pH de tu tierra.
  6. Si el nivel de pH de tu tierra es muy bajo, aplica un fertilizante de nitrógeno a base de nitrato. Cómpralo en los centros de jardinería, las ferreterías o en Internet. Haz penetrar el producto en la tierra con una pala o un rastrillo de jardinería. [9]
  7. La tierra con un nivel de pH alto carece de suficiente acidez. Compra azufre elemental en los centros de jardinería, las ferreterías o en Internet y aplícalo en la tierra según las instrucciones del paquete. Hazlo al menos 2 meses antes de sembrar las semillas, puesto que el azufre requiere tiempo para ser eficaz. [10]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Plantar las semillas

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  1. Compra semillas de flores silvestres en los viveros locales para asegurarte de conseguir especies que crezcan bien en tu zona climática. Solicita semillas "propagadas en vivero" en vez de "cultivadas en vivero". Así te asegurarás de que provengan de poblaciones de plantas locales. [11]
  2. Las especies de flores silvestres que no resisten el invierno deben plantarse entre marzo y mayo, puesto que así tendrán tiempo para germinar antes de la llegada del verano. Las especies con mejores resultados en temperaturas más frías deben plantarse entre setiembre y noviembre o en otoño antes de la primera helada. Por lo general, las semillas plantadas después de noviembre se mantienen inactivas hasta la siguiente primavera. [12]
    • Solo las especies muy resistentes al clima caluroso deben plantarse en verano, puesto que el calor impide la germinación de las semillas de ciertas flores silvestres.
  3. Las semillas de distintas especies de flores silvestres varían en tamaño y peso, lo que hace difícil dispersarlas de forma homogénea si las agrupas. Para remediar el problema, planta las semillas de cada especie una a la vez. Aplícalas de manera uniforme sobre el mismo espacio para lograr una mezcla de flores o plántalas en sus propias zonas para crear aspectos variados por todo el jardín. [13]
  4. Es difícil distribuir las semillas de flores silvestres de forma homogénea al momento de sembrarlas. Para lograrlo, mezcla 1 parte de semillas de flores silvestres en un recipiente con 4 partes de arena y agítalas para mezclarlas. Así evitarás que las semillas se aglomeren y crezcan de forma irregular. [14]
    • Promueve la germinación rastrillando las semillas en la capa superficial de la tierra.
  5. Riégala conforme sea necesario para mantenerla húmeda durante la germinación de las semillas. En promedio, esto debe realizarse cada 2 o 3 días, pero puede ser más o menos según el clima. No riegues demasiado la tierra o bloquearás el flujo de oxígeno a los sistemas radiculares en desarrollo. [15]
    • Cuando los plantones alcancen los 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de altura, deja de regarlos poco a poco y solo bríndales agua en condiciones demasiado secas.
    • Las flores silvestres adultas no requieren mucha agua o cuidados para crecer y desarrollarse bien.
  6. Al cabo de 1 o 2 años, notarás un patrón claro de crecimiento en tus flores silvestres. En primavera, presta atención a los espacios entre las flores silvestres y planta semillas en ellos de forma manual. Riega bien la tierra y espera a que surjan nuevas plantas. [16]
    • Repite el proceso cada primavera conforme sea necesario.
    • La existencia de zonas descubiertas puede deberse a la distribución dispareja de las semillas o a las flores anuales que no se han vuelto a sembrar.
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Consejos

  • Una vez plantadas, las flores silvestres no demandan muchos cuidados.
  • Ciertas flores silvestres anuales pueden volver a crecer el siguiente año si les permites resembrarse.
  • No debes podar las flores silvestres para permitir que vuelvan a sembrarse y crecer en otras temporadas.
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Cosas que necesitarás

Preparar la tierra

  • un herbicida posemergente no residual
  • un corrector de tierra orgánico
  • una pala pequeña o un rastrillo de jardinería

Plantar las semillas

  • semillas "propagadas en vivero"
  • arena
  • un rastrillo de jardinería
  • una regadera o una manguera

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