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Las plantas de interior pueden aportar un toque de color y frescura a cualquier habitación. Para mantenerlas en un estado óptimo, deberás podarlas regularmente con unas tijeras afiladas o unas tijeras de podar. Empieza eliminando las hojas, las ramas y las flores secas o marchitas. Después, recorta las ramas y los tallos excesivamente largos. También debes nutrir las plantas aplicándoles fertilizante y regándolas con regularidad para mantenerlas sanas y vigorosas.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Eliminar las hojas, las ramas y las flores secas

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  1. Asegúrate de que las tijeras estén muy afiladas, ya que las cuchillas desgastadas pueden dañar las plantas. Si notas que están sucias, sumérgelas en agua con una cucharadita de lejía y, después, sécalas con un paño. Al utilizar herramientas limpias para podar las plantas, te asegurarás de evitar el riesgo de contaminación por bacterias o plagas. [1]
    • Puedes encontrar tijeras de podar en Internet o en cualquier ferretería local.
    • Si te preocupa arañarte las manos mientras podas, ponte unos guantes de jardinería.
  2. Si tienes plantas de interior que no florecen, pódalas hacia el final del invierno. En el caso de las plantas de interior con flores, lo mejor es esperar a que hayan florecido antes de podarlas. [2]
    • No podes las plantas de interior si ves que tienen capullos sin abrir.
  3. Examina la planta para buscar hojas o ramas que estén marrones o hayan perdido su color. También pueden estar secas o marchitas. Utiliza las tijeras de podar para cortarlas formando un ángulo de 45 grados justo por debajo de la zona marchita o seca. De esta forma, te asegurarás de dejar intacto todo el follaje sano de la planta que sea posible. [3]
    • No cortes hojas ni ramas que estén aún verdes y vigorosas.
    • Si hay una sección amplia de follaje seco, puedes cortar toda la rama. Deja el tallo principal intacto y elimina las ramas secas o marchitas cortándolas en un ángulo de 45 grados.
  4. Si tienes plantas de interior en estado de floración, asegúrate de examinarlas para eliminar cualquier flor seca o marchita que haya. Puede haber flores marrones, descoloridas o marchitas. También es posible que algunas resulten secas al tacto. Utilizando las tijeras de podar, corta las flores marchitas o secas justo por debajo de las bases de sus corolas. [4]
    • Al eliminar las flores secas o marchitas de la planta, favorecerás el crecimiento de capullos nuevos y más sanos.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Cortar las ramas y los tallos más largos

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  1. Utiliza las tijeras de podar para cortar aproximadamente un tercio de su longitud. Corta las ramas formando un ángulo de 45 grados. [5]
    • Si hay brotes laterales en las ramas por debajo de la base de la planta, puedes cortar unos cuantos de ellos.
    • Cuando podes la planta, no cortes ninguno de sus nódulos, que son nuevos brotes aún cerrados o sin flor.
  2. Examina la planta para buscar tallos excesivamente largos. Pueden estar frágiles o desviados, cayendo en distintas zonas de la planta. La eliminación de los tallos excesivamente largos ayudará a que la planta crezca adquiriendo una forma más densa y uniforme. Utiliza las tijeras de podar para cortar los tallos demasiado largos en un ángulo de 45 grados, dejando un tercio de su longitud original. [6]
  3. Si tienes plantas de interior con tallo blando, como el cóleo, el Philodendron cordatum o la hiedra, asegúrate de pellizcarlas con regularidad. Utiliza el pulgar y el índice para arrancar la punta de un tallo. Pellizca el tallo por encima del nodo, que es el punto en el que la hoja se une a la planta. [7]
    • Pellizcar los tallos regularmente ayuda a mantener la forma frondosa de la planta y favorece el crecimiento uniforme. Además, ayuda a evitar el crecimiento excesivo de los tallos.
  4. No podes la planta en exceso, ya que podrías dificultar su correcto crecimiento. Haz cortes selectivos, eliminando solo entre el 10 y el 20 % del follaje en cada poda. Deja pasar entre tres semanas y un mes antes de volver a podar las plantas. [8]
    • Deja siempre algo de follaje en la planta cuando la podes. Si tienes dudas, poda la planta lo mínimo posible y revalúala dentro de unas semanas.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cuidar las plantas de interior

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  1. Nutre la planta con un fertilizante soluble universal después de podarla. Diluye el fertilizante en agua para que no seque la planta. Aplica el fertilizante siguiendo las instrucciones de la etiqueta. [9]
  2. Las plantas de interior con hojas anchas y grandes pueden acumular polvo y suciedad. Mantén las tuyas limpias utilizando una esponja o un paño húmedos para arrastrar el polvo y la suciedad. Hazlo de forma regular para mantener tus plantas vigorosas. [10]
    • Utiliza una esponja o un paño limpios con cada planta para no transmitir plagas de unas a otras.
  3. Gran parte del cuidado de las plantas de interior consiste en regarlas cuando lo necesiten. Las plantas de interior delicadas y de tallo fino necesitarán más agua que las suculentas. Comprueba si las plantas necesitan agua introduciendo el dedo a unos 2,5 cm (1 pulgada) de profundidad en la tierra. Si la tierra no resulta húmeda al tacto, es señal de que las plantas necesitan agua. [11]
    • Busca signos de exceso de riego, como las hojas nuevas y viejas caídas, las raíces blandas y marrones en la base de la maceta, las flores mohosas y las hojas que no crecen y presentan manchas marrones y zonas blandas.
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Cosas que necesitarás

  • tijeras afiladas
  • tijeras de podar
  • fertilizante

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