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Las infecciones empiezan cuando el cuerpo se ve invadido por organismos microscópicos como bacterias, virus y parásitos que no aparecen de forma natural en el cuerpo. [1] Las infecciones cutáneas suelen ser causadas por tres tipos diferentes de gérmenes: bacterianos, virales y fúngicos. Muchas infecciones cutáneas son leves y pueden combatirse en cuestión de días o semanas con remedios caseros o medicamentos de venta libre. Sin embargo, otras infecciones requieren atención médica profesional porque, cuando no reciben tratamiento, pueden volverse graves. Por ejemplo, una infección cutánea que se extiende al torrente sanguíneo o a los huesos puede ser mortal. Al tomar las precauciones necesarias, uno puede aprender a detener la propagación de gérmenes y reducir el riesgo de infecciones cutáneas.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Practicar la higiene básica

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  1. Una de las formas más fáciles de prevenir infecciones de la piel es practicar una buena higiene de las manos. Una de las medidas de higiene básicas es lavarse las manos con frecuencia. Otra opción es usar gel antiséptico si no tienes jabón y agua al alcance.
    • Lávate las manos con frecuencia. Después de mojarte las manos y aplicar jabón, frótalas durante al menos 20 segundos (o el tiempo que tardes en cantar "Cumpleaños feliz" dos veces). Asegúrate de enjuagártelas bien con agua tibia. Sécalas con papel toalla o una secadora de manos.
    • Usa un gel antiséptico a base de alcohol si no cuentas con jabón y agua. Después de aplicar el gel, frótate las manos hasta que estén secas. Asegúrate de aplicar el producto a todas las superficies de tu mano, sin olvidar la zona ubicada entre los dedos.
    • A menudo en algunos lugares públicos, como hospitales y asilos, puedes encontrar una estación sanitaria donde puedes limpiarte las manos. Normalmente en estas estaciones se expenden jabones en espuma que en ocasiones también contienen un humectante. Haz uso de estas estaciones cuando puedas.
  2. A pesar de que, si te lavas las manos, puedes sufrir menos infecciones cutáneas, tu piel también puede secarse. La sequedad puede causar grietas en la piel, que pueden permitir la entrada de bacterias. Utiliza una loción humectante para evitar que se produzcan grietas y que la piel se pele.
    • Evita usar lociones que tengan una larga lista de ingredientes que incluyan muchos perfumes y fragancias. Lo que mejor funciona son los humectantes simples, como la vaselina.
    • Como regla general, los humectantes cremosos suelen tener más conservantes, por lo que los humectantes a base de grasa tienden a ser más eficaces.
  3. Algunos gérmenes pueden sobrevivir sobre cualquier superficie durante horas o días. [2] Al evitar el contacto directo con superficies como el piso de los vestidores y las perillas, puedes reducir el riesgo de entrar en contacto con gérmenes infecciosos.
    • Limpia o usa una barrera (como guantes o servilletas) cuando toques superficies demasiado expuestas. Los objetos como la puerta de los baños, los menús de restaurante y los teléfonos celulares están llenos de bacterias. [3] Si evitas el contacto directo con objetos de ese tipo, podrás reducir la propagación de gérmenes.
    • Desinfecta las superficies a menudo usando desinfectantes caseros o paños como Clorox.
  4. Aunque las personas aprenden desde pequeñas que “compartir es cuidar uno del otro”, si compartes artículos de higiene personal u objetos que entran en contacto con fluidos corporales, puedes propiciar la transmisión de gérmenes.
    • Los productos de higiene personal siempre contienen gérmenes. Procura no compartir objetos como maquillaje, cepillos, toallas y desodorante. Nunca compartas tu cepillo de dientes ni tu máquina de afeitar.
    • Si compartes bebidas o utensilios para comer, tu saliva se extenderá fácilmente y contagiará una gran cantidad de gérmenes.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Evitar infecciones específicas

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  1. La infección cutánea por hongos más común es el pie de atleta, la infección cutánea por bacterias más común es el estafilococo y las infecciones cutáneas por virus más comunes incluyen herpes simple (herpes labial) y sarpullidos acompañados por infecciones virales. Si conoces las diferencias entre los diversos tipos de infecciones, podrás conocer las causas de cada uno y sabrás cómo evitarlos.
    • Las infecciones por hongos provienen de organismos transmitidos por el aire y suelen originarse en los pulmones o la piel. El pie de atleta, la candidiasis y la tiña son ejemplos de infecciones por hongos que ocurren con frecuencia. El pie de atleta es contagioso y puede propagarse mediante pisos, toallas y ropa contaminados.
    • Las bacterias no siempre son malas; de hecho, las bacterias se encuentran de forma natural en el cuerpo humano y menos del 1 % tiene la capacidad de enfermar a las personas. Son las cepas “malas” de bacterias (como el estreptococo o el estafilococo) las que causan infecciones cutáneas como la celulitis, la erisipela y el impétigo. [4] Sin embargo, las infecciones cutáneas también pueden extenderse a las articulaciones, a los huesos o a la sangre. Además, debes tener cuidado si alguna persona conocida tiene una infección por estafilococo resistente a la meticilina, que es una infección bacteriana resistente.
    • Las infecciones virales son causadas por organismos que son pequeños contenedores de material genético. [5] Estos organismos invaden las células sanas, se reproducen y finalmente matan a las células, causando enfermedades. Las infecciones cutáneas más comunes causadas por virus incluyen la varicela, el herpes labial, el sarampión y la rubéola. Actualmente no existen vacunas para el herpes labial, así que debes estar atento en caso de encontrarte con esta infección.
  2. Aquellas personas que constantemente están cerca de ambientes cálidos y húmedos (como los atletas) son más susceptibles a desarrollar una infección. Asimismo, las personas con un sistema inmunitario débil (como las personas con diabetes, cáncer o VIH) tienen más riesgo de desarrollar una infección cutánea.
    • Muchos atletas sufren infecciones porque las bacterias tienden a prosperar en lugares cálidos y húmedos. Evita una infección lavando con frecuencia y desinfectando los espacios y los equipos compartidos, y lavando los uniformes después de cada uso. Por ejemplo, el pie de atleta suele ocurrir porque los pies sudorosos quedan encerrados en un calzado ajustado.
    • Aquellas personas que sufren de afecciones que minan la fortaleza de su sistema inmunitario son más susceptibles a las infecciones, puesto que su cuerpo no puede producir una respuesta inmunitaria efectiva frente a las bacterias y los virus para combatir una infección. Pon en práctica los consejos para prevenir infecciones, pero también toma precauciones adicionales, como usar zapatos, mantener los alimentos crudos lejos de los alimentos preparados y eliminar los excrementos de las mascotas.
  3. Las infecciones por hongos suelen adoptar la forma de “pie de atleta” porque el hongo tiende a dejar sus esporas y el lugar donde esto ocurre con más frecuencia es el interior de los zapatos. [6] Si mantienes tus pies y zapatos limpios y secos y evitas caminar descalzo, puedes ayudar a reducir la posibilidad de infecciones.
    • Mantén tus pies lo más frescos y secos posible. Cambia de calcetines con frecuencia y usa zapatos que dejen pasar el aire fácilmente, como zapatos de cuero y no de plástico.
    • Evita caminar descalzo, especialmente sobre superficies públicas compartidas, como el gimnasio o la piscina. En lugar de ello, usa calzado o coloca toallas en el piso.
    • Pon en práctica buenas medidas de higiene para tus dedos, como cortarte las uñas en forma recta y evitar las uñas incrustadas. No compartas cortaúñas ni otros productos para la manicura.
  4. Cuando la piel está dañada, las bacterias pueden causar infecciones ingresando por los cortes y arañazos. Limpia rápidamente y venda la piel dañada para evitar infecciones. Además, usa bloqueador y loción tanto como sea posible para evitar daños en la piel.
    • Lava las laceraciones con jabón y enjuaga bien con agua para limpiar el área. Usa pinzas para retirar cualquier resto, como suciedad. Asegúrate de no aplicar demasiada presión para no empujar los gérmenes hacia el corte.
    • Aplica un ungüento antiséptico o antibiótico a la abrasión y al área de la piel que la rodea. Este ungüento puede destruir las bacterias y prevenir el desarrollo de infecciones cutáneas.
    • Cubre las llagas o cortes abiertos con un vendaje para mantenerlos limpios y secos y para evitar que las bacterias o los hongos ingresen a la herida abierta. Cambia el vendaje cuando sea necesario si se ensucia o se moja.
    • La piel es más susceptible a las infecciones bacterianas cuando sufre daños por el sol, inflamaciones o arañazos, por lo que debes tomar las precauciones necesarias para evitar daños en la piel y, de esta manera, reducir su riesgo de desarrollar una infección cutánea por bacterias.
    • Asegúrate de estar siempre al día con tus vacunas para el tétanos.
  5. El sistema inmunitario es una red de células, tejidos y órganos que trabajan juntos para proteger el cuerpo. [7] Cuando tu sistema inmunitario se ve debilitado, tu cuerpo es más propenso a contraer infecciones, especialmente infecciones virales. Si descansas lo suficiente y obtienes los nutrientes necesarios, puedes evitar las infecciones virales.
    • Recibe la combinación correcta de nutrientes. Si no obtienes suficientes vitaminas y minerales de tu dieta, toma un multivitamínico con alto contenido de nutrientes como las vitaminas C y D.
    • Descansa lo necesario. Aunque suena simple, el descanso permite a tu cuerpo y a tu sistema inmunitario renovarse y recargarse, para ser capaz de combatir las infecciones virales. Procura dormir de 7 a 9 horas todas las noches.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Tratar diferentes infecciones

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  1. Es importante saber qué tipo de infección puede estar presente, porque los diversos tipos de infecciones se tratan de diferentes maneras. Las infecciones por hongos pueden tratarse con cremas de venta libre, las infecciones por bacterias suelen requerir antibióticos recetados, y las infecciones virales normalmente no se curan con medicación.
  2. Por lo general, las infecciones por hongos se tratan con cremas tópicas sin receta, como Lotrimin o Lamisil, o con medicamentos por vía oral, si la infección es grave o afecta áreas donde crece pelo.
  3. Las infecciones bacterianas suelen tratarse con medicamentos antibióticos que un médico profesional, como un doctor o un dentista, puede recetar.
    • La complicación más temida de las infecciones bacterianas de la piel son las infecciones por estafilococo resistente a la meticilina (SARM), una especie bacteriana resistente. Si contraes una infección cutánea por SARM, deberás ingresar a un hospital y recibir antibióticos por vía intravenosa.
  4. Es difícil tratar infecciones virales porque viven dentro de las células del cuerpo. No reaccionan ante los medicamentos. [8] Actualmente existen solo unos cuantos medicamentos para las infecciones virales en el mercado. El mejor procedimiento es prevenir estas infecciones con vacunas (por ejemplo, recibir una vacuna contra la gripe con anticipación).
  5. Diferentes enfermedades de la piel requieren diferentes formas de tratamiento. Si bien algunas pueden tratarse con medicamentos de venta libre, otras requieren medicamentos recetados. Siempre visita a tu médico para hablar sobre las opciones de tratamiento para las áreas que parecen estar infectadas.
    • Visita a tu médico si experimentas calor, enrojecimiento, dolor o hinchazón en la piel. Estos síntomas pueden ser señal de celulitis, que ocurre cuando la infección empieza a expandirse e inflama los conductos torácicos. [9] Si esta complicación no recibe tratamiento, puede infectar el torrente sanguíneo.
    • Visita a un médico si tu infección se convierte en ampollas llenas de pus.
    • Visita a un médico si, además de tener la piel irritada, presentas fiebre.
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Advertencias

  • Si bien los síntomas de infección cutánea pueden presentarse en cualquier persona, los diabéticos tienen más riesgo de desarrollar una infección cutánea. Las personas con diabetes deben hablar con su médico sobre cualquier precaución especial que deban tomar para prevenir infecciones cutáneas.
  • Es más probable que las infecciones cutáneas se vuelvan graves si la persona tiene un sistema inmunitario deficiente o es anciana.
  • Esté atento a síntomas de infección cutánea, como aumento de dolor, drenaje de pus en la zona y enrojecimiento alrededor de la herida. Busca atención médica de inmediato si piensas que has desarrollado una infección cutánea o si esta ha empeorado.
  • Nunca tomes medicamentos recetados sin la supervisión directa de un profesional de la salud.
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