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Muchas veces, después de refrigerarlo, el arroz pierde su textura suave y esponjosa. Se vuelve áspero y pierde la humedad. Sin embargo, si sabes recalentarlo bien, el arroz refrigerado puede ser tan delicioso como el arroz recién preparado.

Método 1
Método 1 de 2:

Utilizar una toalla de papel

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  1. A menos que prefieras utilizar un tazón, un plato te permitirá calentar el arroz con mayor facilidad. Además, el arroz podrá absorber una mayor cantidad de humedad del aire. Utiliza un tenedor para separar cualquier arroz que se haya aglomerado. Si realmente quieres usar un tazón, asegúrate de que sea lo menos profundo posible. [1]
  2. Agarra una toalla de papel y mójala en agua tibia. Asegúrate de que la toalla sea lo suficientemente grande como para cubrir toda la superficie del plato. Cuando esté bastante húmeda, sácala del agua con mucho cuidado (para evitar que se rompa). La toalla debe estar mojada, pero no debe chorrear agua.
  3. Coloca la toalla de papel mojada sobre el arroz y aplánala. Asegúrate de la toalla toque la capa más superficial del arroz. Luego presiona la toalla con tus dedos por todo el borde del plato y luego dobla el excedente bajo el plato. La toalla debe quedar bien ajustada, porque vas a crear una cámara hermética donde se acumulará el vapor, el cual calentará al arroz.
  4. Si tienes bastante tiempo a tu disposición, es recomendable que calientes el arroz a baja potencia, para que no se seque. Así, el arroz tendrá más tiempo para absorber la humedad del aire. Aunque todos los microondas son diferentes, el tiempo y potencia ideal deberán ser de 4 minutos y 50 a 60 %, respectivamente. Como mínimo, calienta el arroz por 2 minutos a 80 %.
  5. Si no estás apurado, es mejor que dejes el arroz, cubierto con la toalla de papel, dentro del microondas por un minuto o dos. Así se enfriará y absorberá más humedad. Cuando el arroz esté listo, retira la toalla de papel y disfrútalo. [2]
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Método 2
Método 2 de 2:

Utilizar una taza de agua

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  1. Llena 2/3 de una taza apta para microondas con agua. Si no tienes toallas de papel a mano, colocar una taza con agua en el microondas con el arroz es una gran manera de proveerle una mayor cantidad de humedad mientras se calienta. El agua, al calentarse, despide vapor. Luego, este es absorbido por el arroz y se infla (es así como el arroz se cocina en primer lugar).
  2. Antes de colocar el arroz en el microondas, calienta el agua en el microondas por un minuto (o hasta que hierva) para que luego despida vapor. Asegúrate de tener una servilleta o paño a mano, porque el agua puede rebalsarse. Si el agua se rebalsa demasiado, vacía un poco la taza.
  3. Coloca el arroz dentro del microondas, donde ya está la taza de agua caliente. Recuerda mantener ambos recipientes separados; colócalos a lados opuestos del microondas. Para este método es recomendable calentar el arroz por un tiempo más corto a una potencia más alta (2 minutos a 80 % es ideal); así el agua no se enfriará demasiado. El agua en la taza debe hervir constantemente para producir una cantidad de vapor suficiente como para penetrar todo el arroz. [3]
  4. Revisa el arroz con un dedo (cuidadosamente) para medir cuán húmedo está. Necesitarás calentarlo por más tiempo si sigue seco. Cuando esté listo, bota el agua, pero con mucho cuidado. Es muy probable que siga hirviendo.
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Consejos

  • Si vas a acompañar el arroz con otros ingredientes refrigerados, calienta primero el arroz. Agrega los demás ingredientes después y caliéntalos en el microondas con la toalla de papel o la taza de agua.
  • Otra opción, si no tienes un microondas, es que calientes una cacerola con agua (llenada con aproximadamente ½ cm de agua) hasta que hierva. Luego echa el arroz dentro y disminuye el fuego a lento. Tapa la cacerola y deja que el arroz se cocine con el vapor por aproximadamente 5 minutos.
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Cosas que necesitarás

  • toallas de papel o taza apta para microondas
  • tazón o plato apto para microondas

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