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La harina de repostería tiene un menor contenido de gluten y proteína, lo que la hace más liviana que la harina para todo uso. Les agrega ligereza, estructura y esponjosidad a los productos horneados, como las tortas o los panecillos. Puedes reproducir el efecto de la harina de repostería combinando harina para todo uso con maicena, mezclando maicena orgánica con aceite o harina de espelta, o utilizando una menor cantidad de harina para todo uso. Hacer tu propia harina de repostería significa que será más barata, más natural, más fácil de hacer con ingredientes comunes que probablemente tengas a mano, y más fresca que la de supermercado.

Ingredientes

  • 2 cucharadas (20 g) de maicena (normal u orgánica)
  • 7/8 taza (130 g) de harina para todo uso
  • 1 cucharada (10 g) de maicena (orgánica) o almidón de arrurruz
  • 7/8 taza (80 g) de harina de avena, espelta o de trigo blanca
  • 7/8 taza (130 g) de harina para todo uso
Método 1
Método 1 de 3:

Usar harina para todo uso y maicena

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  1. Para preparar una taza de sustituto de harina de repostería, comienza con dos cucharadas (20 g) de maicena. Mide este ingrediente con precisión utilizando una cuchara medidora y coloca la maicena en un vaso medidor de una taza. [1]
    • La maicena imitará la ligereza de la harina de repostería, que es perfecta para tortas livianas y esponjosas que igualmente necesitan estructura, como el pastel chifón o el pastel de ángel. [2]
  2. Utiliza una cuchara para colocar la harina en el vaso medidor, encima de la maicena. Sigue agregando harina hasta que el vaso medidor de una taza se complete, y luego nivela la superficie con el filo plano de un cuchillo. Este método impide que se desborde y otorga una medida más precisa. [3]
    • Evita hundir el vaso medidor al medir la harina. Hundir el vaso medidor dentro del paquete de harina puede causar que coloques más harina de la necesaria, y causará que la torta sea más densa.
  3. Vierte el contenido del vaso medidor en el tazón, y luego utiliza un batidor o una cuchara para mezclar la harina para todo uso y la maicena. Mezcla bien hasta que los dos ingredientes estén integrados.
  4. Coloca un colador o tamiz sobre otro tazón del mismo tamaño que el anterior. Vierte la mezcla de harina a través del mismo, zarandeando y golpeando los lados del colador o tamiz hasta que la mezcla esté completamente tamizada. [4]
    • El tamizado unirá y aireará la mezcla de harina, lo que permitirá hacer una torta liviana y esponjosa. [5]
  5. Al hornear, utiliza este sustituto para una taza de harina de repostería. Aumenta a escala según sea necesario, siguiendo las cantidades recomendadas por la receta.
    • Por ejemplo, si la receta indica ½ taza (70 g) de harina de repostería, utiliza ½ taza (75 g) de harina para todo uso y reemplaza (25 g) de harina para todo uso por (10 g) de maicena.
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Método 2
Método 2 de 3:

Usar harina de avena o espelta con maicena

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  1. La maicena te brindará la mejor réplica de la harina de repostería. Además, usar maicena te brindará una opción más saludable. [6]
    • También puedes usar 1 cucharada de almidón de arrurruz como una opción incluso más saludable que la maicena orgánica. Sin embargo, este es un poco más difícil de usar si no has horneado antes, y modifica la textura de tu torta así como el tiempo de cocción.
  2. Agrega cucharadas de harina para completar un vaso, y nivélala con la parte plana de un cuchillo. Las harinas de avena y espelta son más livianas, lo que te dará una torta esponjosa. [7] Son también opciones más saludables; la harina de avena ayuda a estabilizar el azúcar en sangre y la de espelta es buena para las personas con sensibilidad al gluten.
    • También puedes usar harina de trigo, pero deberás agregar otra cucharada (10 g) de maicena o almidón de arrurruz. Este tipo de harina le agregará sabor a trigo a lo que hornees. [8]
  3. Integra muy bien los dos ingredientes para airear la harina por completo. [9]
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Método 3
Método 3 de 3:

Usar harina para todo uso

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  1. Usa una cuchara para llenar el vaso medidor y el lomo de un cuchillo para nivelar la superficie.
  2. Usa una cuchara medidora para quitarlos con cuidado. La cantidad afectará la densidad de la torta, por lo que trata de no derramar nada del vaso (150 g) de harina. Vierte las dos cucharadas (25 g) nuevamente en la bolsa de harina. [10]
    • Quitar 2 cucharadas (25 g) de una taza (150 g) dejará ⅞ taza (125 g).
  3. Debido a que esta es más liviana, puedes imitar este efecto utilizando solamente ⅞ taza (130 g) de harina para todo uso como un sustituto simple y rápido de una taza (140 g) de harina de repostería. Esta técnica es especialmente conveniente si no tienes maicena a mano.
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Cosas que necesitarás

  • 1 taza
  • 1 cuchara grande
  • 1 cuchara
  • Cuchillo
  • 2 tazones mezcladores
  • Tamiz o colador

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