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La laca es un acabado popular para resaltar una bonita veta de madera. Sin embargo, debido a que se seca muy rápido (lo cual hace que sea difícil crear capas uniformes sobre grandes áreas de superficie), rociarla encima es un método más eficiente que aplicarla con una brocha. Puedes hacerlo con latas de laca en aerosol o pulverizadores. Por lo tanto, un primer paso importante es decidir lo que funciona mejor para ti. Después de eso, decidir el lugar y el momento para rociar el aerosol es otra opción crucial, ya que la laca puede ser peligrosa e inestable. Una vez que prepares la madera para rociarla y aplicarle capas, simplemente es un asunto de rociar capas consistentes y lijar entre cada capa.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Decidir entre pulverizadores y latas de laca en aerosol

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  1. Puedes aplicar laca con latas de aerosol previamente llenas y desechables o pulverizadores, las cuales requieren mezclar la laca, cargar el pulverizador por tu cuenta y ajustar las opciones y los accesorios. Para reducir el tiempo de preparación y el tanteo, elige latas de laca en aerosol. No obstante, asegúrate de tener en cuenta el área de la superficie de la madera para rociarla al momento de escoger entre los dos métodos, ya que las latas de laca en aerosol no son ideales para áreas de superficies muy grandes. [1]
    • Cuando apliques cada capa, cubre toda el área de la superficie dada antes de que la laca comience a secarse en cualquier lado. Sin embargo, la laca se seca muy rápido, lo cual hace que cubrir las áreas de superficie grandes con latas de laca en aerosol sea problemático.
    • Por ejemplo, las mesitas de café y los cofres probablemente sean demasiado grandes para usar latas de laca en aerosol. No obstante, las cajas y los gabinetes son más ideales.
  2. Si rociar laca es algo que harás varias veces, invierte en un pulverizador. Asimismo, úsalos para proyectos con áreas de superficie de 1 m (4 pies) de largo y más. Hay varias marcas y modelos de laca en lata de aerosol en el mercado de dónde puedes escoger. Sin embargo, los pulverizadores se dividen principalmente en estas categorías:
    • Pulverizador eléctrico sin aire, asistido por aire: ideal para proyectos muy grandes, con menos fuerza necesaria para cada pieza de madera.
    • Pulverizador de alimentación por gravedad: fácil de limpiar y operar, lo cual hace que sea perfecto para los principiantes en el bricolaje.
    • Pulverizador de alto volumen y baja presión: también es adecuado para los proyectos de bricolaje. Sin embargo, requieren una configuración precisa de antemano para tener mejores resultados.
    • Pulverizadores a presión: la presión ajustable te permite más resultados variados si te gusta jugar con los acabados.
    • Pulverizadores de alimentación por succión: los expertos pueden usar laca con estos aparatos, aunque no es recomendable para los principiantes.
  3. Las latas de laca en aerosol están listas para usarlas de inmediato. No obstante, es necesario que mezcles la laca con el disolvente antes de llenar el pulverizador. La cantidad que agregues depende del proyecto, el clima y las condiciones climáticas actuales. Por lo tanto, compra la laca y el disolvente en una tienda local física. Pregúntale al personal sobre la proporción recomendada según el tipo de laca que uses, el clima actual y la naturaleza del proyecto.
    • Por ejemplo, las lacas de color probablemente requieran partes iguales de disolvente y laca, mientras que las lacas transparentes requieren de una menor cantidad de disolvente.
    • En áreas con mucha humedad constante, el personal quizá también te recomiende agregar un retardante.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Escoger dónde y cuándo rociar la laca

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  1. Trabajar en interiores te dará más control sobre los elementos (lo cual puede afectar la calidad del acabado). Sin embargo, siempre prioriza la seguridad sobre los resultados. Inhalar la laca es tóxico, así que basa tu decisión en la cantidad de ventilación que recibirá el área de trabajo. Solamente trabaja adentro si el espacio de trabajo se vuelve a llenar con aire fresco constantemente. Si tienes dudas, sé precavido y trabaja afuera.
    • Por ejemplo, basta que lo hagas en una cochera para dos autos con ambas puertas abiertas y ventiladores industriales para hacer que el aire circule. Por otro lado, no debes usar un sótano con ventanas tipo caja de zapatos.
    • Ya sea que trabajes en interiores o exteriores, siempre usa un respirador facial completo con cartuchos de filtro de carbono.
  2. La laca y otros materiales utilizados son altamente inflamables. Por lo tanto, no los uses cerca de llamas abiertas o fuentes de calor. Informa a tus familiares u otros compañeros de piso para que ellos y sus mascotas se mantengan lejos del área mientras rocíes la laca, ya que es peligroso respirar el aerosol que libera al usarla. Asimismo, dependiendo de si vas a trabajar en interiores o exteriores, haz lo siguiente:
    • Interiores: limpia el polvo y los insectos del área de trabajo, los cuales pueden quedar atrapados en la laca mientras se seque. [2] Cubre la mesa de trabajo, el piso y cualquier superficie cercana con lonas de pintor u otras cubiertas protectoras. Abre todas las ventanas y coloca extractores de aire.
    • Exteriores: escoge un área sombreada para evitar la luz solar directa, lo cual puede arruinar el acabado. Siempre escoge un día calmado y sin viento para trabajar. Sin embargo, también escoge un área protegida del viento por si acaso. Cubre la superficie de trabajo y el terreno circundante con lonas de pintor para reducir el peligro de incendio ocasionado por el exceso de aerosol.
  3. La temperatura y la humedad pueden afectar la calidad del acabado de manera desfavorable. Por lo tanto, solamente rocía la laca cuando las condiciones sean adecuadas. Recuerda el número 18. Evita rociar la laca si la temperatura es menor de 18 ºC (65 ºF) o la humedad se eleva a más del 65 %. [3]
    • La laca húmeda puede absorber la humedad del aire, lo cual enturbiará la laca a medida que se seque, un efecto conocido como "emblanquecimiento".
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Preparar la madera

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  1. La laca no funciona bien con todas las maderas, así que asegúrate de no usarla sobre un tipo de madera inadecuado. Si quieres los mejores acabados, cíñete a escoger cerezo, arce, caoba y madera de nogal. Evita usar la laca sobre los siguientes tipos de madera: [4]
    • madera con vetas ásperas y abiertas (como el roble)
    • madera suave (como el cedro y la secoya)
    • madera aceitosa (como el cocobolo)
  2. Lija cada pieza de madera sobre la que rociarás la laca para deshacerte de las imperfecciones. Comienza con una lija de grano P120 y, luego, pasa sobre cada pieza una lija de grano P150. Después, usa un paño húmedo para humedecer la superficie, lo cual permite resaltar cualquier irregularidad restante. Termina aplicando una lija de grano P180 para alisar la superficie. [5]
    • El lijado es necesario porque la laca resaltará los defectos cuando la apliques. No obstante, el polvo creado es un problema, ya que podría acumularse sobre la laca cuando está húmeda. [6]
    • Primero, lija toda la superficie sobre la que rociarás la laca para que no estorbe, de modo que puedas limpiar bien el área de trabajo posteriormente. Luego, espera a que el polvo en suspensión se asiente.
    • Divide el proyecto en dos días (uno para lijar, otro para rociar) para mantener el aire libre de aserrín.
  3. En el caso de los muebles, cubre cualquier área que haya sido precortada para carpintería y su posterior armado, como las ranuras para las clavijas de una estantería. Evita llenar estas llaves y ranuras con el rociado de laca, la cual se puede acumular y bloquear las piezas que posteriormente encajarán dentro de ellas. Haz lo mismo con cualquier entrejunta, donde hayas recortado la parte frontal o el borde de la madera, de modo que otro pedazo pueda alinearse con ella en esa zona. [7]
    • Si el mueble ya está ensamblado, siempre es mejor dividirlo en pedazos individuales en lugar de rociarlo como esté.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Aplicar las capas

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  1. Ya sea que vayas a usar latas de laca en aerosol o pulverizadores, siempre lee las instrucciones antes de realizar el trabajo. Pueden variar entre tipos y fabricantes, especialmente con los pulverizadores. Asegúrate de usar los materiales de manera segura y eficiente siguiendo su uso recomendado.
  2. Nuevamente, si vas a usar pulverizadores, la distancia que debes mantener entre la punta del pulverizador y la madera puede variar. No obstante, es de esperar que sea de entre 20 y 30 cm (8 y 12 pulgadas). Mantén esta distancia desde el comienzo hasta el final para asegurarte de que la laca se disperse constantemente sobre toda el área de la superficie. [8]
  3. En lugar de comenzar en el borde exacto de la madera, comienza a rociar un poco más allá, directamente sobre la lona de pintor. Luego, avanza sobre el borde y hacia el largo de la madera. De igual modo, pasa la laca directamente sobre el borde opuesto antes de dejar de rociar. Rociar más allá del extremo asegurará una rociada uniforme sobre todo el largo de la madera, lo cual incluye los bordes exactos. [9]
  4. Si la madera es demasiado ancha para cubrirla con una sola rociada de extremo a extremo rociando primero su borde más angosto. Luego, mientras apliques una segunda fila debajo de esa primera rociada, ten como objetivo que la mitad cubra la primera fila de rociado. Evita acumulaciones antiestéticas a lo largo de los bordes de cada fila aplicando una cantidad uniforme de laca por todos lados. [10]
  5. Las capas más gruesas pueden ocasionar acumulaciones y manchas. Por lo tanto, aplica de tres a cuatro capas delgadas en lugar de una sola capa gruesa. Mantén una velocidad uniforme a medida que rocíes sin desacelerar (lo cual puede ocasionar acumulaciones) o acelerar (lo cual da como resultado una capa poco uniforme). No te preocupes si la primera capa luce manchada a pesar de la velocidad uniforme, ya que las capas subsiguientes corregirán el problema. [11]
  6. Nuevamente, siempre revisa las instrucciones, ya que los tiempos de secado entre productos pueden variar. Algunas personas recomiendan esperar 20 minutos de secado entre capa y capa, mientras que otras recomiendan dos horas. [12] Luego, lija la madera con una lija de grano P320 para uniformizar el acabado. Limpia la madera con una tela pegajosa para quitarle el polvo y espera que cualquier partícula en el aire se asiente antes de continuar con la siguiente capa.
    • También puedes usar lana de acero 0000 en lugar de lija.
  7. Primero, si vas a usar un pulverizador, sigue las instrucciones del artefacto sobre la limpieza, ya que algunos quizá requieran que limpies entre cada capa si vas a usar una laca a base de agua. Asimismo, probablemente sea recomendable que uses una proporción de disolvente y laca en las capas adicionales diferente a la que usaste en la primera capa. Aplica tres capas más lijando después de cada una. Después de la última capa, púlela con una lija de grano P400 humedecida con gasolina blanca. Luego, dale el acabado con lana de acero de 0000. [13]
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Consejos

  • Para proporcionarle un buen acabado al producto final, puedes considerar pulir la laca.
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