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No siempre es evidente cuándo un grupo es una secta, y para cuando uno se da cuenta de que se está en una, salir puede ser difícil. Si bien ningún grupo u organización admite ser una secta, es probable que estés en una si no se te permite hacer preguntas, tomar tus propias decisiones o estar en desacuerdo con el líder. [1] Todos pueden ser arrastrados a una, pero no todos tienen el valor de salir y volver a unirse a la sociedad común y corriente. Para huir de una secta, puedes planificar tu huida con cuidado y buscar maneras de recuperarte del abuso emocional y espiritual.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Huir

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  1. Si estás en una secta que se aloja en un complejo compartido, tales como una subdivision, una comuna o una casa compartida, haz una mochila con una muda de ropa, objetos prácticos como tu celular y carné de identidad, y todos los objetos con valor sentimental para ti. Esconde la mochila donde nadie la encuentre hasta que estés listo para irte.
    • Si crees que es posible que tengas que irte de un momento a otro, ten tu celular, carné de identidad y dinero u objetos de valor pequeños contigo.
    • Si crees que alguien podría encontrar tu mochila, no te arriesgues a hacerla. Hazte la idea de dejar tus posesiones si es necesario.
    • Piensa en posibles respuestas si alguien te pregunta por qué estás haciendo una mochila.
  2. Piensa en cada una de las personas ajenas a la secta que podrían ayudarte de alguna manera. Podrían ser un amigo, un doctor, un vecino, un compañero de clase o cualquier otra persona. Escribe cada uno de sus nombres y al lado pon aquello con lo que podrían ayudarte, ya sean con comidas, ayudándote a encontrar un empleo o mantenerte oculto de los miembros de la secta. Ponte en contacto con ellos apenas sea seguro hacerlo. [2]
  3. Si vas a irte del complejo habitacional de la secta, haz lo posible por encontrar con anticipación un lugar seguro para quedarte. Considera la posibilidad de quedarte con familiares o amigos ajenos a la secta, o busca albergues en tu localidad. [3]
    • Si consideras que estarás en peligro después de salir de la secta, acude a la policía. La policía puede ayudarte a encontrar un lugar para quedarte. Si eres niño, esta podría ser la mejor opción.
  4. Si no se te permite entrar y salir con libertad, podrías burlar el control cuando otras personas visiten la secta o cuando te lleven fuera de la comunidad o de la casa compartida. De lo contrario, toma un bus si hay una parada cercana, llama un taxi para que te recoja o pídele a un amigo o familiar que te recoja.
  5. Si vives solo, rompe los vínculos con la secta dejando de ir a las reuniones. Planea hacer otra cosa durante ese tiempo. Si te quedas sin hacer nada, podrías terminar regresando al grupo.
    • Por ejemplo, visita a un amigo o familiar durante el tiempo que normalmente dura una reunión.
    • Prepárate para las preguntas de los demás miembros del grupo. Decide con tiempo cómo responderás y cómo evitarás que te vuelvan a captar.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Mantenerte a salvo

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  1. No le digas a nadie de la secta que tienes pensado salir de ella, sino podrían tratar de convencerte de que no lo hagas. Si vives en un complejo, podrían empezar a observarte más detenidamente, cosa que reducirá tus oportunidades de huir. Participa en las actividades como siempre para evitar despertar alguna sospecha. [4]
    • Ten cuidado de no confiar con nadie del grupo. Aunque alguien parezca estar de tu lado, podría cambiar de opinion y contarles a los demás acerca de tus planes.
  2. Salvo que evites ser rastreado, los demás miembros de la secta seguramente te contactarán después de tu huida. Mantén esas interacciones lo más breves posible y escribe los detalles de cada una. Si es legal en el país donde vives, considera la posibilidad de grabar las conversaciones. [5]
    • Tu registro de interacciones te ayudará a tener un respaldo si necesitas contactarte con las fuerzas del orden.
    • La secta probablemente trate de convencerte de regresar. Planea tus respuestas con tiempo para que no estés tentado a ceder.
    • Puedes decir algo como “Ya no quiero ser parte del grupo. Por favor, dejen de contactarme”.
  3. No contactes a otras personas que todavía estén en la secta ni trates de convencerlas de que sus creencias son equivocadas. No funcionará y podrías terminar de vuelta en la secta. [6]
    • Más bien, céntrate en reconstruir tu propia vida para que puedas ser un buen ejemplo para quienes salgan de la secta en el futuro.
    • Los que puedan estar teniendo dudas podrían acercarse a ti. Esa será tu oportunidad de ayudarlos.
    • Si tu mamá, tu papá, tus hermanos o demás miembros de tu familia son parte de la secta, podría ser especialmente difícil no comunicarse con ellos. Sin embargo, es probable que tengas que cortar toda comunicación por completo para estar a salvo y alejado de la secta.
  4. Si los miembros de la secta te acosan, te amenazan o te acechan, llama a la policía. También debes contactar a las autoridades si hay algo ilegal en la secta o si piensas que podría poner a otras personas en peligro. [7]
    • Por ejemplo, si los miembros de la secta están siendo abusados física o sexualmente, debes informarlo a la policía.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Recuperarte emocionalmente

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  1. Mantente firme en tu decision de salir de la secta. Recuérdate por qué quieres irte y diles a los miembros actuales del grupo que no quieres hablarles. Toma tus propias decisiones y esfuérzate por redescubrir tu personalidad [8]
    • Las sectas son efectivas controlando a la gente porque desmoronan sus límites. Reconstruir tus límites de manera saludable tomará tiempo, práctica y quizá consejería.
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    Ten presente que muchas sectas tienen buenas intenciones y pueden hacer muchas cosas buenas. Puedes hacer buenas obras de manera independiente y ayudar a mejorar el planeta sin pertenecer a tal o cual grupo. No tienes que vivir en miedo, obedecer rígidas reglas de conducta, soportar la actitud de los líderes o permitirles que controlen tus pensamientos y sentimientos.
  3. Muchos serán comprensivos, aunque no entiendan del todo los desafíos por lo que estés pasando. Readapta tu vida fuera de la secta pasando tiempo con familiares, amigos y con las personas que se preocupan por ti. También te recomendamos buscar grupos de apoyo para sobrevivientes de abuso espiritual. [9]
    • Si te cuesta mucho readaptarte, considera la posibilidad de hablar con un consejero o con un experto en sectas que podrá ayudarte a reestructurar tu vida.
  4. Hay muchos grupos de apoyo creados específicamente para personas que han estado previamente en una secta. Busca estos grupos en Internet y participa de la manera que puedas para encontrar redes de apoyo donde haya gente que te comprenda. Si hablas inglés, puedes ir a www.refocus.org para encontrar grupos de apoyo en el área donde puedas ir. También puedes encontrar grupos de apoyo por Facebook. [10]
  5. Una vez de que el grupo se dé cuenta de que ya no volverás, probablemente corte la comunicación contigo. El rechazo de las personas que alguna vez fueron cercanas puede doler mucho, aunque hayan sido parte de una ideología destructiva. Para sobrellevarlo, apóyate en tu nueva red de apoyo y llena tu día con actividades productivas como el trabajo o la escuela. [11]
  6. Comunícate con otras personas que hayan salido de la de donde estabas y pregúntales cómo se readaptaron, o busca en Internet historias personales de gente que haya salido de sectas. Aprender acerca de cómo sobrellevaron esta transición puede darte fuerza y seguridad para hacer lo mismo.
    • Si te comunicas con alguien que haya salido de una secta y parece dispuesto a tener una relación amical contigo, trata de hacerte amigo de él. Esto puede ayudarte a tener la guía y el apoyo que necesitas para salir adelante.
  7. Vuelve a aprender a pensar de manera crítica y a tomar tus propias decisiones. Exponte a diferentes ideas leyendo libros y periódicos, mirando programas interesantes en la television, y hablando con muchas personas. Practica y reconoce tus patrones de pensamiento incorrectos, tales como el exceso de generalización y la autoinculpación, cuando surjan. [12]
    • Por ejemplo, la secta podría haberte enseñado que cuando suceden cosas malas, es tu culpa por no comportarte de manera correcta. Recuérdate que esta manera de pensar es errada.
  8. La consejería puede ayudarte a readaptar tu vida una vez fuera de la secta. Si has estado en una por mucho tiempo o si tienes retraimientos emocionales graves, un consejero podrá ayudarte a cambiar tus patrones de pensamiento y vivir de manera independiente. [13]
    • Busca un consejero que tenga experiencia ayudando a exmiembros de sectas.
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