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Una maquinilla de afeitar es una inversión en el cuidado personal que luce con clase en tu cuarto de baño y que te servirá durante años si la cuidas adecuadamente. Uno de los mayores problemas de las maquinillas de afeitar es el óxido: mantener la maquinilla seca te ayudará a evitar esta pequeña pesadilla. Una maquinilla de afeitar de seguridad puede requerir un poco más de cuidado que una de plástico. [1]

Método 1
Método 1 de 3:

Limpieza de la maquinilla de afeitar

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  1. Acostúmbrate a secar cuidadosamente tanto el mango de la maquinilla como la cuchilla después de cada uso. Golpéala contra el lateral del lavabo para sacar el exceso de agua del interior y luego frótala con una toalla limpia. [2]
    • Si normalmente te secas el pelo con un secador de pelo, puedes utilizarlo también en tu maquinilla de afeitar.
  2. Después de usar o limpiar la maquinilla de afeitar, sumerge todo el cabezal de la maquinilla en un recipiente con alcohol. Agítala durante unos segundos para asegurarte de que el alcohol llega a todas partes, luego sácala y sacúdela. [3]
    • Las gotas de agua pueden quedarse en los recovecos de la cuchilla de afeitar y provocar su oxidación si no tienes cuidado. El alcohol isopropílico desplaza el agua para secar completamente la maquinilla de afeitar.
    • Los barberos esterilizan las hojas de afeitar para evitar la contaminación cruzada, ya que las hojas se utilizan en muchas personas diferentes. Si has comprado tu maquinilla de afeitar nueva y eres el único que la utiliza, no es necesario esterilizarla. [4] Sin embargo, aún así obtendrá el beneficio de secar los rincones y grietas.
  3. Al menos una vez a la semana, o cada vez que cambies la cuchilla, limpia cada una de las partes con un paño o trapo humedecido en alcohol. Si es necesario, puedes utilizar un cepillo de dientes viejo para llegar a los rincones y grietas. [5]
    • El alcohol seca bien la maquinilla de afeitar. Sin embargo, debes asegurarte de que todas las piezas estén completamente secas antes de volver a montar la maquinilla. Limpia bien la maquinilla con una toalla cuando hayas terminado de limpiarla.
  4. Cada trimestre, desmonta la afeitadora y coloca las piezas sobre una toalla en la encimera. Echa unas gotas de detergente para platos en un recipiente con agua tibia. Sumerge un cepillo de dientes viejo en el agua jabonosa y frota cada una de las piezas de tu afeitadora. [6]
    • Presta mucha atención a los lugares estrechos a los que normalmente no puedes llegar. Sigue frotando hasta que hayas eliminado toda la suciedad y la acumulación.
    • Una vez que hayas terminado, aclara la afeitadora con agua y seca cuidadosamente cada pieza con una toalla. Sólo vuelve a montar la afeitadora cuando todas las piezas estén completamente secas.
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Método 2
Método 2 de 3:

Almacenamiento de la maquinilla de afeitar

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  1. Si guardas tu maquinilla de afeitar en un cajón o en un botiquín, elige un recipiente resistente hecho de plástico grueso, metal o madera. Esto no sólo protege la maquinilla de afeitar de la humedad, sino que también evita que te cortes al cogerla. [7]
    • Puedes comprar un recipiente específico para maquinillas de afeitar, pero es igual de fácil encontrar un recipiente vacío por ahí en el que quepa tu maquinilla.
    • Asegúrate de guardar también las cuchillas en un contenedor. Aunque las cuchillas son baratas y fáciles de reemplazar, también querrás protegerlas de la humedad (y proteger tus dedos de los cortes).
  2. Aunque es probable que utilices tu maquinilla de afeitar en el baño, éste es también una de las habitaciones más húmedas de tu casa. Un botiquín o un cajón mantendrán tu maquinilla de afeitar más seca que si la dejas sobre la encimera. [8]
    • Aunque te afeites en la ducha, definitivamente no querrás guardar tu maquinilla allí. Cada vez que te duches, el agua y el vapor humedecerán tu maquinilla de afeitar, haciéndola más susceptible de oxidarse.
  3. Si te gusta tener tu maquinilla al aire libre, invierte en un soporte diseñado para maquinillas de afeitar. Para conseguir la máxima sequedad, coloca el soporte en una cómoda o estantería del dormitorio, en lugar de en el cuarto de baño. Cuando termines de afeitarte, aclara la maquinilla y vuelve a colocarla en el soporte. Al estar en posición vertical, el agua puede fluir y evaporarse más fácilmente. [9]
    • Si lo guarda en el baño, asegúrese de que su soporte está sentado por lo menos 1 foot (0.30 m) lejos del fregadero. Aunque no le caiga agua encima, es conveniente que esté a una distancia suficiente para que no le afecte la humedad del vapor o del agua corriente, que también puede causar óxido. [10]
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Método 3
Método 3 de 3:

Deshacerse del óxido

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  1. Hervir la maquinilla de afeitar es una forma rápida y eficaz de eliminar el óxido, sobre todo si tienes manchas de óxido escondidas en recovecos a los que no es fácil llegar. Hierve una olla de agua y coloca la maquinilla de afeitar en un colador dentro del agua hirviendo. Deja que hierva durante unos 10 minutos, luego retira el agua (y la maquinilla) del fuego y deja que el agua se enfríe. [11]
    • El colador mantiene la maquinilla alejada de la olla caliente, que puede dañar el metal de su maquinilla.
    • Evite verter agua fría en el agua hirviendo para enfriarla más rápidamente, o sacar la maquinilla de afeitar inmediatamente y pasarla por agua fría. Los cambios rápidos de temperatura pueden dañar el metal.
  2. Desmonta tu maquinilla de afeitar y sumerge las piezas en un recipiente con agua tibia. Echa un poco de jabón de Castilla directamente en tu cepillo de dientes. Frota cada una de las partes con óxido con cuidado hasta que todo el óxido haya desaparecido. Aclara la maquinilla, sécala con una toalla y vuelve a montarla. [12]
    • Si no tienes jabón de Castilla, puedes comprarlo en línea o en la mayoría de las tiendas que venden productos de cuidado personal.
  3. Para un óxido más avanzado, haz una mezcla de mitad de agua tibia y mitad de vinagre blanco en un bol. Desmonta tu maquinilla de afeitar y deja caer los trozos en la mezcla. Deja las piezas en remojo durante una o dos horas, luego sácalas y límpialas. La mayor parte del óxido desaparecerá. Aclara las piezas con agua caliente y sécalas completamente antes de volver a montar la maquinilla. [13]
    • Si observa alguna mancha de óxido más persistente, frótela con un cepillo de dientes viejo.
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Advertencias

  • Si tienes óxido en tu maquinilla de afeitar, asegúrate de eliminarlo todo . Si dejas la más mínima mancha, el óxido volverá casi instantáneamente. [14]
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Cosas que necesitará

Limpieza de la maquinilla de afeitar

  • Toallas
  • Alcohol para fregar
  • Cepillo de dientes viejo
  • Detergente para lavar platos
  • Tazón vacío

Deshacerse del óxido

  • Colador
  • Jabón de cocina
  • Cepillo de dientes viejo
  • Vinagre blanco
  • Tazón vacío
  • Agua
  • Toallas

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