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Hay una línea muy delgada entre el orgullo y la vanidad. Si te han acusado de ser arrogante o si te preocupa lo que los demás piensen de ti, es posible que debas controlar un poco tu comportamiento. Tener un poco de orgullo puede fortalecer tu autoestima y hacer que los demás crean que eres una persona interesante, siempre y cuando no exageres. Aprende a mostrar orgullo sin parecer arrogante o soberbio exhibiendo confianza apropiadamente, actuando con integridad y aprendiendo a ser humilde.

Método 1
Método 1 de 3:

Mostrar la cantidad adecuada de confianza

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  1. La confianza no proviene de un aspecto, de una marca o de una actitud específicos. La confianza es natural y debe provenir del interior. Cuando la finges, puede parecer soberbia, sobre todo si crees que lo que compras o el estilo que tienes son tus valores principales. Echa un vistazo a lo que tienes para ofrecer como persona y desarrolla la confianza a partir de aquí. [1]
  2. El orgullo es solo otra manera de decir que tienes una gran autoestima. No hay mejor manera de demostrarlo que por medio de tu manera de caminar. Si caminas con los hombros caídos y la cara mirando al suelo puedes parecer inseguro. En vez de eso, pon los hombros hacia atrás, levanta el mentón y camina con la cabeza en alto. [2]
    • Para ganar puntos adicionales, sonríe a todas las personas que te encuentres. Hacerlo te ayudará a mostrar confianza y, al mismo tiempo, a ser amigable y accesible.
  3. Por supuesto, todas las personas tienen su propio estilo individual. Ya sea que te guste usar trajes de negocios o jeans desgastados, puedes hacer que usar ropa que esté limpia y te quede bien sea una característica personal.
    • Cuando salgas de compras, busca calidad antes que cantidad. Es posible que gastes mucho dinero en un solo vestido, pero si es de alta calidad puede durar mucho más que las prendas baratas. No es necesario que lleves logos o accesorios llamativos. [3]
    • Vestir también tiene que ver con la higiene. Córtate y péinate el cabello con frecuencia. Hazte una manicura o, al menos, córtate las uñas regularmente. Busca un aroma característico con el que te identifiques y úsalo a menudo.
  4. Las personas arrogantes a menudo alardean de aspectos superficiales de sus vidas, como dinero, ropa, autos o citas. Para mostrar orgullo sin ser arrogante, resalta tus fortalezas significativas. [4]
    • Piensa en qué es lo que hace que seas una gran persona más allá de esas cosas superficiales. Quizás seas un buen oyente o un excelente solucionador de problemas, o quizás tengas una gran creatividad.
    • Haz una lista de tus rasgos positivos y de tus logros. Revísala regularmente para sentirte orgulloso de ti mismo. [5]
  5. No hay mejor manera de sentir orgullo de ti mismo que ser un comunicador efectivo. Los comunicadores efectivos entienden cómo equilibrar cuidadosamente hablar y escuchar para no dominar la conversación. Los siguientes son algunos consejos para ser un comunicador más efectivo:
    • Trata de tener un lenguaje corporal abierto. No cruces los brazos ni las piernas, y mantenlos relajados en los costados.
    • Elimina cualquier distracción al hablar, como teléfonos celulares o televisores.
    • Haz contacto visual regular. Sonríe, asiente o haz un gesto según corresponda. [6]
    • No interrumpas. Espera hasta que el hablante haya terminado para responder.
    • Recuerda que parte de ser un buen hablante es ser un buen oyente. Deja que otras personas se involucren contigo o con una audiencia sin cortarlas o ignorarlas.
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Método 2
Método 2 de 3:

Ser una persona con integridad

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  1. Si desacreditas tus logros o hablas negativamente de ti mismo, puede parecer que eres inseguro. Cuando hablas bien de ti mismo pareces orgulloso, pero tienes que navegar esta parte con cuidado para evitar parecer soberbio. Trata de ser humilde pero sincero, y otros lo notarán.
    • En vez de desacreditarte para agradar a los demás, debes estar dispuesto a mostrar tu lado humano. Comparte historias acerca de luchas o de errores para hacer que los demás sepan que eres una obra en progreso, así como ellos.
    • Por ejemplo, si un colega te dice algo como “No puedes entender mi situación. Nunca has tenido una evaluación de rendimiento negativa”, puedes responderle con algo como “Eso no es cierto. Cuando empecé, me tomó varios meses entender todo. El supervisor estaba pensando en despedirme. Creo que nunca compartí esa historia con nadie”. [7]
  2. Las personas arrogantes a menudo se comportan como si el mundo girara en torno a ellas. Pueden llegar tarde y delegar sus responsabilidades a otras personas, pues piensan que el trabajo está por debajo de ellas. Muestra orgullo comportándote de la forma opuesta (por ejemplo, llega temprano o puntualmente a los compromisos, y esfuérzate de manera constante). [8]
  3. Si alguna vez llegas tarde o incumples una promesa, discúlpate y trata de rectificar la situación. Las personas arrogantes simplemente siguen con sus vidas, preocupándose poco o nada por los sentimientos de los demás. Disculparte muestra empatía y hace que las personas puedan ver tu lado humano e imperfecto. [9]
    • Si llegas tarde a una reunión, puedes decir algo como “Hola a todos, solo quiero disculparme por mi tardanza. Sé que cada uno tiene cosas que hacer, así que me disculpo por dejarlos esperando. Me aseguraré de que no vuelva a suceder”.
  4. Chismear hace que parezcas inseguro y celoso. Para demostrar que te sientes orgulloso de ti mismo, nunca participes en conversaciones que denigren a otras personas ni difundas los secretos y los escándalos. Compórtate íntegramente tratando de que la mayor parte de lo que digas con respecto a los demás sea positivo, especialmente si no están presentes para defenderse. [10]
    • Si te encuentras en el medio de un chisme, deja el entorno o trata de cambiar de tema.
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Método 3
Método 3 de 3:

Demostrar humildad

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  1. Las personas seguras no sienten la necesidad de criticar a los demás para sentirse mejor. Al tratar de corregir a alguien o de ayudarle, asegúrate de hacer una crítica constructiva. [11]
    • Felicita a los demás por las cosas que han hecho bien y, cuando sea necesario, provee retroalimentación acerca del tema que abordas y no acerca de alguien como persona.
  2. A menudo, la arrogancia se manifiesta como una tendencia a acaparar la atención. Las personas arrogantes y soberbias pueden dominar las conversaciones hablando de sus propios logros. Una persona con el grado adecuado de orgullo entiende que una persona es más agradable cuando comparte la atención en una conversación. A las personas les gusta hablar de sí mismas, así que sé generoso y dales la oportunidad.
    • Cuando te sorprendas a ti mismo hablando de tus propios logros, cambia sutilmente el tema para volver a hablar de la otra persona. Puedes decir algo como “Ya hablamos mucho de mí. Cuéntame, ¿cómo hiciste para tener listo el proyecto una semana antes de la fecha límite? Eso fue algo sin precedentes. [12]
  3. A la gente jactanciosa le gusta concentrarse en sus propios talentos y minimizar los de los demás. Contrarresta esta tendencia alentando a los demás cuando les vaya bien. Los amigos, los familiares y los colegas te verán más favorablemente si los felicitas por sus éxitos. Esto demuestra que puedes ver lo mejor en los demás sin sentirte amenazado. [13]
    • Evita parecer presumido o celoso estando presente para dar una palmada en la espalda a los demás. No es necesario que exageres, pero asegúrate de hacer llegar tus buenos deseos a alguien que sobresalga. Llévalo a almorzar, cómprale una bebida o alardea un poco de él con los demás.
  4. Las personas arrogantes generalmente tienen el síndrome de la cabeza grande, lo cual hace que sean incapaces de superar la admiración que sienten por sí mismas. Las personas con orgullo están dispuestas a compartir la atención positiva, especialmente cuando sea merecida. No te lleves todos los aplausos cuando se celebre un esfuerzo grupal. Reconoce también el trabajo de las personas que te ayudaron. [14]
    • Puedes decir algo como “Me complace mucho que a todos les haya gustado la película, pero muchas personas estuvieron involucradas en este proyecto. Me gustaría también que les den un aplauso a cada una de ellas”. Luego, menciona sus nombres para darles también un momento de atención.
  5. Los favores de las personas arrogantes suelen tener un precio. Estas personas no pueden hacer algo bueno por los demás sin esperar una retribución. Una persona humilde extiende la mano para ayudar a las personas necesitadas sin preguntarse qué es lo que obtendrá por ello.
    • Si un amigo está en problemas, ve a ayudarlo sin esperar tener algo de crédito o alguna compensación. Di algo como “Si me necesitas, házmelo saber. Estoy aquí para ayudarte”.
    • Otra buena manera de ayudar humildemente a los demás es por medio del trabajo voluntario. Busca una iniciativa que te agrade y ayuda a las personas necesitadas. Algunos ejemplos pueden incluir construir casas para la gente pobre o leerles a los niños en una biblioteca local. [15]
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