Descargar el PDF Descargar el PDF

A medida que crezcas y entres en la adolescencia, quizá sientas la necesidad de tener un comportamiento más responsable. Debes emplear tus años de la adolescencia para prepararte para la vida adulta y para una vida sin la guía constante de tus padres. Si bien la madurez es un proceso largo, hay varias medidas que puedes tomar para ser un adolescente más responsable y maduro.

Método 1
Método 1 de 3:

Ser emocionalmente maduro

Descargar el PDF
  1. Asegúrate de que los amigos con quienes frecuentes a diario sean adolescentes maduros. Imita las características maduras de los adultos o de los modelos a seguir de tu vida. Observa cómo interactúan con los demás y cómo se desenvuelven en público. Si te rodeas de gente inmadura, lo más probable es que tu comportamiento también lo sea. [1]
    • Busca un modelo a seguir que tenga un conjunto claro de valores y cualidades que admires.
    • Es posible encontrar un modelo positivo a seguir en la escuela, en la comunidad religiosa, en las actividades extracurriculares o incluso en la familia.
  2. Comprender que uno no sabe todo es importante para ser un adolescente maduro. Muéstrate abierto a aprender cosas nuevas. Ponte la meta de aprender algo nuevo todos los días. Aprender no siempre tiene que ser en el salón de clases. También puedes aprender de tus padres, amigos y de los miembros de tu comunidad para hacer cosas como cocinar, conducir y administrar el dinero. [2]
    • Infórmate de cosas que no sepas buscándolas en Internet, yendo a la biblioteca o preguntando a un experto.
    • Haz preguntas mientras estés aprendiendo para tener una comprensión más profunda.
    • Lee muchos libros para conocer nuevos puntos de vista y despertar tu imaginación. La lectura es excelente para aprender cosas nuevas y conocer los puntos de vistas de todo tipo de situaciones. Busca libros de las categorías que te interesen, por ejemplo, de ciencia ficción, fantasía, filosofía, naturaleza, astronomía y biografías.
  3. Muéstrate abierto a aceptar las críticas y comentarios. Enfadarse o ponerse a la defensiva al recibir una es muy infantil. Escucha activamente y aprende de las críticas que te hagan. Para escuchar de manera activa, debes escuchar con todos tus sentidos en vez de solo “oír” lo que te dicen. [3]
    • Acepta las críticas y comentarios de tus maestros para mejorar tus tareas. Por ejemplo, pon en práctica los comentarios de tu último trabajo de investigación para mejorar el siguiente.
    • Recibe críticas constructivas de tus entrenadores o mentores para tener éxito en tus actividades extracurriculares. Por ejemplo, pon en práctica los consejos que te dé tu entrenador durante los entrenamientos para mejorar tu técnica.
    • Pide comentarios si no te los dan en un principio. Por ejemplo, cuando te saques una mala calificación en un ensayo con pocos comentarios del maestro, considera la posibilidad de quedarte después de clase para hablar con él sobre el ensayo. Puedes decirle: “¿Podría darme más comentarios para mejorar este ensayo? Me gustaría una mejor calificación en el siguiente trabajo para esta clase”.
  4. No inventes excusas para las cosas que has hecho mal. Resístete al impulso de culpar a los demás, aunque hayan sido parte del asunto. Asume tus errores y aprende de ellos. Por otro lado, debes darte el crédito por las cosas que has hecho bien. [4]
    • Asume la responsabilidad de tus calificaciones en vez de culpar a tus maestros.
    • Admite haber roto o dañado algo, aunque nadie te haya visto.
    • Acepta los castigos de la escuela y cúmplelos en vez de pedirles a tus padres que hablen con la administración.
  5. A medida que crezcas, tendrás la necesidad de aprender a comunicarte de manera más efectiva. La comunicación efectiva y madura es clave para ganarse el respeto de los demás. Recuerda tener buenos modales y tratar a los demás con respeto al dirigirte a ellos. Escucha lo que te digan y no saques conclusiones apresuradas. [5]
    • En lo posible, ten conversaciones importantes personalmente en vez de tenerlas por teléfono, mensaje de texto o correo electrónico. Trata de comunicarte con alguien cara a cara todos los días para mejorar tus habilidades interpersonales y evitar aislarte con la tecnología.
    • Céntrate en lo que el hablante te esté diciendo. Guarda las cosas que te distraigan.
    Anuncio
Método 2
Método 2 de 3:

Tener cuidado de ti mismo

Descargar el PDF
  1. Aprende a administrar el dinero . Es posible que ganes algo de dinero con un trabajo a medio tiempo, de temporada o que tus padres te den una mesada. Aunque no tengas ningún compromiso económico serio como un alquiler o los gastos ocasionados por hijos, debes aprender a administrar el dinero. Haz un presupuesto del dinero que tengas y ponte una meta de ahorros para que no tengas que pedirles a tus padres más dinero antes de tu siguiente día de pago. [6]
    • Trata de preguntarles a tus padres si quieren enseñarte lo esencial sobre la administración del dinero o busca en tu comunidad algún curso donde puedas aprender las habilidades básicas de la administración financiera.
    • Si recibes una mesada semanal, haz una lista de todos tus gastos de la semana. Asegúrate de incluir la gasolina, la comida y el dinero necesario para las actividades. Lo que sobre podrás gastarlo o ahorrarlo para las cosas que quieras.
    • Resístete a la presión de tus amigos a ir a algún lugar y hacer algo que no puedas pagar.
    • Lleva un registro de tus gastos e ingresos para mantenerte dentro de tu presupuesto.
  2. Durante tu niñez, tus padres quizá te hayan cocinado y ayudado a tomar buenas decisiones alimentarias. Pero a medida que crezcas, es importante que empieces a tomar algunas de estas decisiones por tu cuenta. Tendrás que resistirte a la tentación de comer solo comida chatarra cuando tus padres no estén. [7]
    • Recuerda tener una dieta balanceada que incluya diversas verduras, frutas, granos, proteínas y productos lácteos.
    • Resístete el impulso de saltarte comidas si estás corto de tiempo.
    • Aprende a tomar decisiones alimentarias sabias ayudando a tus padres a cocinar o haciendo las compras para la familia.
  3. Quizá hayas tenido una hora de dormir fija cuando eras más pequeño. No obstante, a medida que uno crece, los padres pueden dar más flexibilidad para tomar más decisiones, entre ellas, a qué hora acostarse. No cedas a la tentación de quedarte despierto toda la noche, especialmente si tienes que levantarte temprano para ir a la escuela o al trabajo el día siguiente. Además de ser crucial para un buen desempeño en la escuela, el sueño también es importante para la salud y el desarrollo. [8]
    • En la adolescencia, se necesitan entre 8 y 10 horas de sueño todos los días. También es importante acostarse y despertarse casi a la misma hora todos los días. Así, tu cuerpo podrá realizar tareas importantes, tales como curarse y desintoxicarse, las cuales toman lugar entre las 11 p.m. y 3 a.m.
  4. Mantenerse activo físicamente es importante para mantener un peso saludable, una buena flexibilidad y reducir el estrés. Es probable que hagas bastante actividad física con las clases de educación física en la escuela o con tus actividades extracurriculares, tales como algún deporte o baile. Si no es así, es importante que incluyas 60 minutos de actividad física a tu rutina diaria. Lleva un registro de tu actividad física en un cuaderno o usa una aplicación en tu smartphone para ayudarte a mantenerte en rumbo. [9]
    • Haz una caminata.
    • Maneja bicicleta.
    • Haz los quehaceres del hogar como aspirar o la jardinería.
    • Juega frisbee con tus amigos.
    Anuncio
Método 3
Método 3 de 3:

Tomar el control de tu vida

Descargar el PDF
  1. Para alcanzar tus metas, debes asegurarte de que sean inteligentes, realistas y medibles. Ponerte metas te mantendrá motivado sin la necesidad de que un adulto te diga qué hacer. A medida de que las alcances, tu autoestima y tu confianza en ti mismo se incrementarán. [10]
    • Procura trazarte metas pequeñas y alcanzables para ganar confianza y sentirte realizado. Por ejemplo, puedes ponerte la meta de terminar un ensayo para tu clase de literatura. O puedes ponerte la meta de aprender a tocar una canción nueva en el piano.
  2. Cuando te comprometas con algo o alguien, es importante que cumplas ese compromiso. Cumplir uno sin los recordatorios de los padres ni que anden detrás de ti es un signo de madurez. Estos compromisos pueden ser de corto plazo, como cuidar a los hijos de un vecino el siguiente sábado, o de largo plazo, como ser elegido presidente de la clase. [11]
    • Ten una agenda o calendario para ayudarte a tener un registro de tus compromisos.
  3. Los niños suelen depender de los padres para saber qué hacer. A medida que crezcas y seas más maduro, deberás tener la capacidad de ser más proactivo. Si haces cosas como terminar tu tarea o mantener tu habitación limpia sin que te lo digan, estarás demostrando tu madurez. Los adultos deben hacer cosas de manera proactiva todos los días para tener éxito. [12]
    Anuncio

Consejos

  • Sigue esforzándote por ser más maduro aunque tengas momentos de inmadurez.
Anuncio

Advertencias

  • Si tienes amigos menos maduros, es posible que empieces a sentirte distanciado de ellos.
  • La madurez no aparece de la noche a la mañana. Ten paciencia.
Anuncio

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 18 696 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio