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Todos tenemos roles que desempeñar en la vida. ¿Cuál es el tuyo? ¿Las personas te recordarán de acá a algunos años cuando ya no estés? Una leyenda es alguien que deja tras de sí una impresión inolvidable en los demás. Una leyenda toca la vida de las personas, es recordada y apreciada. Hay varios tipos de leyendas en este mundo, ya sean famosas o no. Llegar a ser una significa encontrar tu rol particular, tu llamado, seguirlo y tocar a los que te rodean.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Encontrar el llamado

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  1. Las personas recuerdan a las leyendas por lo que hicieron y por el impacto que tuvieron en sus vidas. ¿Qué haces? ¿En qué eres bueno? Trata de encontrar tu llamado en la vida, tu “vocación”. Mira bien los talentos naturales que tienes.
    • Hay leyendas de todos los tamaños y formas. ¿Haces reír a las personas? Tal vez tu llamado está en la comedia. ¿Eres bueno en el fútbol? Tal vez tu futuro está en los deportes.
    • No limites tu idea de una leyenda a personajes famosos. Los profesores, doctores, figuras religiosas, voluntarios y otros también permanecen en el corazón de las personas debido a la manera en que dan forma a la vida de los demás.
    • Podrías tratar de hacer una lista. Piensa bien y anota las habilidades que tienes y también tus cualidades personales. Por ejemplo, es posible que seas bueno en matemáticas o idiomas, pero también podrías ser paciente o poder manejar situaciones estresantes.
  2. Llegar a ser una leyenda tiene que ver con un llamado, algo que tú haces de forma memorable y como nadie más. Algo que haces porque te sientes satisfecho y completo. Para determinar cuál es tu llamado, también debes tratar de hacer un balance de tus valores en tu vida.
    • Los valores son aquello que representamos y que guían nuestras decisiones. Por ejemplo, podrías valorar la creatividad más que ganar dinero. La competencia podría ser importante. O podrías querer sentir que ayudas a la sociedad. [1]
    • Las leyendas normalmente representan algo. La Madre Teresa dio su vida a los pobres. Michael Jordan hizo de la competencia su valor más alto y se convirtió en un gran jugador de baloncesto. También es posible que tengas una leyenda personal en mente que represente algo.
    • Piensa en dos personas que respetas. ¿Por qué los admiras? ¿Qué cualidades tienen y que deseas? Las respuestas reflejarán tus valores. [2]
    • Piensa también en un momento de tu vida en que te sentiste realmente satisfecho. ¿Qué te hizo sentir de esa manera? Eso también reflejará tus valores.
    • Puedes tratar de escribir esa información junto con tus talentos. ¿Ves alguna relación entre las dos listas?
  3. Un llamado no es un trabajo. Es algo que podrías hacer en tu tiempo libre o sin obtener un pago. No necesariamente te gustará todo el tiempo, pero te impulsará. La clave es encontrar un nicho en el que tus valores y talentos naturales se unan.
    • Algunas personas piensan que “seguir tu pasión” es un mal consejo. [3] Es verdad que tu llamado podría no ser bien pagado o podría ser estresante. Sin embargo, si tu objetivo es ser una leyenda, un llamado verdadero es un fin en sí mismo.
    • Las leyendas normalmente no son “guerreros de fin de semana”. Las personas no recuerdan a aquellos que vivieron su pasión como un pasatiempo, por el contrario, recuerdan a aquellos que se dedicaron a una causa y que hicieron sacrificios por su llamado elegido.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Seguir tu vocación

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  1. Llegar a ser una leyenda se trata de encontrar tu llamado y hacer un impacto en la vida de otras personas. Podría sorprenderte dónde terminarás. Tu nicho podría estar en una profesión o trabajo o podría ser el rol que desempeñas en casa como madre, padre, hermano o hijo. ¡Acéptalo! Las leyendas tratan de ser los mejores en el campo elegido.
    • ¿Quieres hacer la diferencia en el mundo? ¿Eres paciente y puedes manejar el estrés? Tal vez tu lugar esté en la medicina o salud mental. Tal vez tu lugar sea como corresponsal de guerra o voluntario de una organización de ayuda.
    • Algunas personas son buenas para dar orientación a otras. Tu llamado podría ser como consejero o trabajador social.
    • Tal vez hayas decidido que quieres fama y fortuna. Eso está bien. Apunta alto, ya sea como atleta, banquero de inversión o administrador de fondos de cobertura.
    • Los cuidadores también son leyendas. Los padres, madres, abuelos, tías, tíos, todos viven por su devoción.
  2. Encuentra modelos a seguir. Podrían ser personas a quienes admiras, por ejemplo, un cirujano experto o tu profesor favorito. O podrías apuntar a determinadas cualidades a imitar, como la generosidad de tu sacerdote local o el altruismo de tu padre. Los modelos te ayudarán a crecer en tu rol y a crecer como persona.
    • Incluso las leyendas tienen fuentes de inspiración. Por ejemplo, Steve Jobs idolatraba a inventores como Thomas Edison y Henry Ford. La estrella de tenis Eugenie Bouchard admira a otra leyenda como lo es Maria Sharapova. [4]
    • Debes estar dispuesto a aprender y crecer. Las leyendas no siempre son humildes, pero están dispuestas a crecer y mejorar en lo que hacen. Sé abierto a los demás. Aprende de ellos, imita sus puntos fuertes y por último trata de superarlos.
  3. ¿Alguna vez conociste a una leyenda que tenía una actitud derrotista? ¡No! Esas personas llegaron a ser leyendas porque creyeron en su llamado y porque no se rindieron, sin importar las adversidades. ¿Puedes imaginar a un héroe de la justicia social que renuncia a la esperanza por el futuro? ¿Puedes imaginar a un atleta excelente que duda de su capacidad de ganar una competencia importante? [5]
    • Las leyendas nos llenan de esperanza. Mira a las leyendas con asombro e inspiración, ya sea que se trate de tu héroe de la infancia en los deportes, de un excelente científico o de un mentor espiritual.
    • Cultiva una acción de “puedo hacerlo”. Enfócate en las cosas que puedes controlar y trata de no preocuparte por lo que no puedes controlar. También toma acciones. Mientras más iniciativas tomes, más cosas podrás controlar en tu vida. [6]
    • Procura ser resistente. Piensa en el fracaso como una oportunidad, es decir, una posibilidad para aprender, crecer y ser más fuerte en tu vocación. Las personas más exitosas (y las leyendas) también experimentan el fracaso.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Atender un bien mayor

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  1. Parte de convertirte en una leyenda está en la mente. Las leyendas son personas seguras y frescas y tienen una determinada actitud de “No me importa lo que piensas”. Esto no quiere decir que sean arrogantes o ensimismados, pero sí quiere decir que creen en su llamado.
    • No temas el juicio social por tu llamado o tus convicciones. ¿Tu familia piensa que eres raro porque quieres trabajar con Médicos Sin Fronteras en la India? Deberás decidir qué es más importante: la opinión de ellos o ayudar a personas en la India.
    • Recuerda que algunas de las más grandes leyendas de todos los tiempos hicieron cosas fuera de lo común. Muchas personas se negaron a creer en las ideas de Albert Einstein sobre el tiempo y el espacio. Por su parte, Buda perdió toda su riqueza y bienes a fin de encontrar la luz.
  2. Trata de poner a los demás en primer lugar en tu vida. Sé generoso, reflexivo y vive tu llamado por ellos. Mientras más impactes en la vida de las personas, más probable será que te recuerden y que llegues a ser una leyenda.
    • Por ejemplo, si eres un doctor, puedes vivir para los demás cultivando un excelente trato con los pacientes o expresando empatía con ellos.
    • Un abogado podría ser una leyenda si opta por trabajar como un abogado defensor de oficio y atender a los más desfavorecidos.
    • Los profesores podrían ser leyendas por el tiempo y esfuerzo que dediquen para garantizar el aprendizaje y crecimiento personal de los estudiantes.
    • Incluso puede hacer esto en casa. Vivirás para los demás y te recordarán, ya sea que le leas a tu hermano pequeño, que trabajes duro para apoyar a la familia o que cuides a tus familiares de edad avanzada.
  3. Sea cual sea tu llamado, debes dar libremente. Comparte tu talento, consejo, tiempo y tu conocimiento. Será mucho más probable que las personas te recuerden porque hiciste una diferencia en la vida de ellos.
    • Cuenta chistes libremente si eres comediante y lleva la alegría a los demás. Ofrece un concierto benéfico si eres músico. Si eres científico, da conferencias públicas sobre tu trabajo.
    • ¿Tienes una vocación espiritual? Sé abierto a ayudar a las personas que te piden orientación.
    • Si decidiste optar por la fama y fortuna, puedes convertirte en filántropo. Haz donaciones de caridad y retribuye a la comunidad en la que creciste.
    • Considera también llegar a ser un mentor. Al ser mentor puedes dar tu tiempo y conocimiento. Esto te permitirá transmitir tu vocación y tal vez inspirar a una nueva generación.
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