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Ya sea que no puedas encontrar un par de zapatos del color que te guste o simplemente quieras actualizar tu look a uno más a la moda, teñir tus zapatos de gamuza viejos es una alternativa económica a tirarlos a la basura. Aunque hacerlo puede parecerte un proyecto ambicioso, en realidad es muy simple. Todo lo que necesitarás es un tinte de gamuza especial, un cepillo de cerdas rígidas para aplicarlo y un poco de tiempo para dejar que cada capa surta efecto. Trabaja cuidadosamente para evitar ensuciarte y asegúrate de sellar la gamuza con un impermeabilizante en aerosol cuando termines para fijar el nuevo color.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Preparar los zapatos para teñirlos

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  1. Estos tipos de tintes, a diferencia de las variedades comunes que simplemente se resbalan sobre la superficie, están diseñados para penetrar en los materiales suaves y texturados, como el cuero natural. Compara precios hasta encontrar un color adecuado para los zapatos que vayas a modificar; cuanto más intenso sea, mejor. [1]
    • Ten en cuenta que no podrás pasar de un tono más oscuro a uno más claro. Por esta razón, los zapatos lucirán mejor si los tiñes de colores claros y neutrales, como el blanco, el gris o el caqui. [2]
    • Las marcas Fiebing’s, Angelus, Lincoln y Kiwi son las más recomendadas por los consumidores y ofrecen tintes específicos para la gamuza.
  2. Pasa la escobilla sobre toda la superficie externa del zapato. Cepillar los zapatos previamente les quitará el polvo y los residuos problemáticos y hará que las fibras diminutas permanezcan rectas al final, lo cual hará que sea más fácil que el tinte penetre en la tela. [3]
    • Asegúrate de cepillar hacia las fibras en todas las direcciones diferentes, no solamente en la forma natural en la que se extienda.
  3. Una buena pasada con la escobilla será suficiente para quitar la mayor parte del polvo y la suciedad de la gamuza. Si has usado los zapatos con mucha frecuencia, quizá requieran de un tratamiento más intensivo. Usa una esponja húmeda o un paño (no empapado) para limpiar toda la superficie del zapato. La parte de limpiar “por completo” es clave para asegurarte de que la humedad toque cada parte del zapato y lo deje con un aspecto uniforme. [4]
    • Retira las manchas problemáticas rociando almidón de maíz sobre ellas y cepillándolas con una escobilla cuando haya tenido tiempo para absorber la peor parte del desastre.
    • Si el zapato está demasiado manchado, es mejor que lo lleves a una tintorería o un experto en reparación de zapatos. [5]
  4. Si los zapatos tienen pasadores, retíralos y colócalos a un lado. Usa tiras pequeñas de cinta adhesiva protectora para proteger cualquier rasgo visible, como los botones, las cremalleras, los sellos y los adornos, como las lentejuelas. Mientras lo hagas, dobla unas cuantas tiras alrededor de la suela del zapato (a menos que también planees volver a teñir esa área). [6]
    • El tinte manchará permanentemente cualquier cosa con la que entre en contacto, así que, si no quieres arruinarla, cúbrela con cinta adhesiva protectora.
    • Corta la cinta adhesiva según sea necesario para ocultar las áreas difíciles, como los logos y las tiras.
  5. Arruga varias hojas de periódico en forma de bolas sueltas e introdúcelas en la parte de los dedos del pie y la sección del talón. Llenar los zapatos con material voluminoso permitirá que mantengan su forma a través del proceso de teñido. También evitará que el tinte se corra hacia el interior del zapato. [7]
    • En el caso de las botas y las zapatillas de lona altas, tendrás que rellenar el tobillo o la canilla.
    • También puedes usar algunos paños viejos en lugar de un periódico. Tan solo recuerda que cualquier cosa que el tinte toque se manchará para siempre.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Aplicar el tinte

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  1. La mayoría de los tintes vienen con una herramienta aplicadora especial para facilitar su uso. Estas herramientas por lo general no son más que bolas de algodón sujetas a un pedazo de alambre. Obtendrás mejores resultados usando una herramienta más resistente, como un cepillo de fregar pequeño con una asa. [8]
    • Cualquier que sea el tipo de cepillo que uses debe tener cerdas rígidas que puedan alcanzar hasta el más mínimo rincón de la gamuza. [9]
    • Un cepillo de dientes (limpio) sin usar puede ser un aplicador perfecto improvisado.
  2. Moja bien las cerdas y deja que el exceso de tinte gotee dentro del recipiente. Ten cuidado con las gotas y los salpicones mientras muevas el aplicador de un lado a otro desde la botella de tinte. Frota aproximadamente ½ cucharadita de tinte con cada aplicación.
    • A menos que las instrucciones lo especifiquen, no es necesario que diluyas el tinte o lo mezcles con cualquier otra sustancia.
    • Es recomendable que uses unos guantes de goma para evitar que tus manos se manchen.
  3. Pasa la cabeza del cepillo sobre la superficie del zapato para transferir el tinte formando un solo pegote grande. Asegúrate de primero usar una cantidad razonable. Siempre podrás aplicar más posteriormente si es necesario.
    • Comienza con una superficie plana y amplia, como el talón o los dedos del pie, y avanza hacia las secciones más ajustadas desde ese punto.
    • Ten cuidado de no sobresaturar la gamuza. Concentrar demasiado tinte en un área puede crear una mancha oscura permanente, la cual puede ser extremadamente difícil de uniformizar.
  4. Hazlo en secciones pequeñas hasta que cubras todo el zapato asegurándote de no dejar espacios evidentes. Debe comenzar a adquirir el color nuevo inmediatamente. [10]
    • Para evitar cometer errores innecesarios, trabaja de forma lenta y metódica, especialmente si te estás acostumbrando a la técnica.
    • No te sorprendas si las costuras no toman bien el color. Muchos zapatos nuevos se cosen con hilo sintético, el cual quizá no sea tan absorbente como los materiales naturales. [11]
  5. Guarda los zapatos teñidos en un área fría con baja humedad mientras se sequen. Puede tomarte desde unas cuantas horas hasta un día entero para que el tinte se seque al tacto. Para una base de color más estable, deja que se asiente durante al menos 24 horas. Es importante que dejes que el tinte se seque durante un tiempo razonable en la gamuza suave. [12]
    • Evita sostener los zapatos mientras tanto. El tinte mojado se saldrá con facilidad.
    • Los tiempos exactos de secado variarán dependiendo del tipo de tinte que uses, el tamaño de los zapatos y la temperatura del ambiente.
  6. El acabado quizá no sea uniforme después de una sola capa de tinte. En ese caso, continúa con una segunda o incluso tercera aplicación agregando más tinte hasta que consigas la intensidad de color deseada. Espera hasta que cada capa se seque al tacto antes de continuar con la siguiente. [13]
    • La coloración inicial puede fijarse más rápido en los zapatos de color claro o podría desteñirse un poco cuando se seque. Espera para aplicar capas subsecuentes hasta que sepas la forma en la que reaccionará el par de zapatos que tiñas.
    • Procura no extender demasiadas capas, ya que demasiado tinte con el tiempo podría resecar el cuero. [14]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Proteger el acabado nuevo

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  1. Nuevamente, pasa una escobilla de zapatos sobre la superficie para ahuecar la pelusa que el tinte haya sobrecargado. Puede resultarte útil pasar un secador de cabello sobre los zapatos mientras lo hagas para asegurarte de que cada fibra esté completamente seca. [15]
    • Si vas a usar la misma escobilla que antes, límpiala bien con agua jabonosa tibia o acetona para retirar el tinte restante antes de usarla nuevamente.
  2. Trata los zapatos con un impermeabilizante en aerosol . Un impermeabilizante en aerosol de calidad preservará el color actualizado. Sostén la lata de 15 a 20 cm (6 a 8 pulgadas) lejos del zapato y rocía una capa ligera y uniforme. Una vez que el impermeabilizante se haya secado completamente (lo cual podría tomar entre 20 minutos y una hora), podrás modelar tus nuevos con confianza.
    • Haz una cobertura total del talón hacia los dedos, pero evita sobresaturar la gamuza.
    • El agente impermeabilizante transparente y sin olor funciona llenando los espacios diminutos de la tela suave, lo cual crea una barrera que repele el agua. [16]
  3. Cepilla la gamuza de vez en cuando para sacar los residuos pegajosos. Para lidiar con las manchas y la acumulación de otras sustancias, como el barro, es mejor que frotes ligeramente la gamuza con una cantidad de agua razonable, al igual que hiciste con la limpieza previa. Sin embargo, lo mejor que puedes hacer es evitar que los zapatos se ensucien en primer lugar. [17]
    • El exceso de humedad puede esparcir la mancha alrededor o, lo peor, hacer que el tinte se corra.
  4. Incluso con el impermeabilizante en aerosol, el tinte será propenso a correrse cuando esté expuesto a la humedad. Guarda los zapatos para los días cálidos y haz tu mejor esfuerzo por evadir los charcos, los rociadores, el césped mojado y otros obstáculos con agua. Si los usas con cuidado, podrás hacerlo por más años.
    • Las zapatillas teñidas pueden mancharse o desteñirse después de unos cuantos ejercicios.
    • Probablemente sea una mejor idea que tengas un par de zapatos adicional contigo si el pronóstico del clima indica que habrá lluvia.
  5. Escoge una bolsa de tela que se cierre con un cordón ajustable y mantén los zapatos dentro de ella cuando no los uses. Una vez que estén seguros en la bolsa, colócalos dentro del estante superior del clóset u otro lugar fresco y seco en el que sea poco probable que te encuentres con un desastre. Deja la boca de la bolsa ligeramente abierta o saca los zapatos de vez en cuando para darles una oportunidad de respirar. [18]
    • A diferencia de una caja de zapatos con tapa o una bolsa de plástico sellada, si usas una bolsa de tela con un cordón ajustable, no correrás el riesgo de resecar la gamuza o atrapar humedad no deseada cuando los zapatos permanezcan guardados durante largos períodos de tiempo [19]
    • Considera invertir en un perchero para zapatos. Los percheros para zapatos, los cuales tienen la forma de un árbol, permiten que el calzado cuelgue de unas "ramas" que tienen la dimensión de un pie para que siempre conserven su forma y puedas guardarlos o retirarlos de manera sencilla. Para mayor seguridad, puedes deslizar una bolsa de tela o una funda de almohada directamente sobre todo el perchero.
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Consejos

  • Tiñe los zapatos afuera o extiende unas cuantas láminas de plástico o periódico para mantener el área de trabajo limpia.
  • Procura mezclar diferentes tintes para crear tonos personalizados únicos.
  • Convierte los zapatos viejos que hayas encontrado en una tienda de segunda mano en tu par de zapatos para salir a la ciudad.
  • La acetona o el alcohol para frotar pueden ser útiles para quitar las manchas de tinte de tu ropa.
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Advertencias

  • Es recomendable que no tiñas el mismo par de zapatos más de una vez. Cuanto más tinte acumule, peor será para la gamuza.
  • No hay garantía de que el color del tinte sea exacto una vez que se seque. En cuanto a teñir el cuero, nunca estarás seguro del color que obtendrás.
  • Es posible que tus zapatos se vuelvan un poco más rígidos que antes de teñirlos.
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Cosas que necesitarás

  • tinte para gamuza
  • escobilla para zapatos
  • cepillo de cerdas rígidas
  • cepillo de dientes (opcional)
  • silicona o impermeabilizante acrílico
  • secador de cabello
  • cinta adhesiva protectora
  • periódicos
  • acetona (para quitar manchas de tinte)

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