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Trasplantar significa mover una planta de un lugar a otro. Algunas veces, esto se hace simplemente porque el jardinero prefiere otro lugar para la planta. En otras ocasiones, existe la necesidad de cambiarla de lugar. Para el caso de los bulbos, frecuentemente se debe a que se han reproducido y han permitido el crecimiento de bulbos “hijo” al lado de la planta madre. Cuando esto pase, quizá sea necesario que dividas los bulbos para maximizar su crecimiento aclarando la mata. Para asegurarte de trasplantar exitosamente los bulbos, primero debes prepararlos y luego plantarlos adecuadamente.

Método 1
Método 1 de 2:

Prepara los bulbos para el trasplante

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  1. Siempre será más fácil mover los bulbos cuando sabes dónde están, así que los jardineros normalmente tratan de trasplantar las plantas cuando parte de la misma está visible por encima de la superficie de la tierra.
    • Después de florecer, la planta se concentrará en acumular todos los nutrientes necesarios para sobrevivir el invierno.
    • Es por eso que debes evitar cortar el follaje verde ya que esto priva su capacidad de nutrirse y guardar energía de la luz del sol para sobrevivir el invierno.
  2. Siempre será mejor trasplantar bulbos en otoño después que el follaje se haya marchitado y esté amarillo.
    • También puedes mover bulbos en primavera pero recuerda que no debes cortar ningún brote verde.
    • Si mueves la planta en invierno, toma precauciones especiales para no dañar los brotes durante esta época.
  3. El truco al momento de desenterrarla los bulbos es evitar dañar el bulbo principal y conservar la mayor parte de la estructura de raíces.
    • Esto puede ser bastante difícil de hacer.
    • Siempre es necesario que trates la planta con delicadeza cuando muevas los bulbos de un lado a otro.
  4. Cuando plantes un bulbo, siempre debes hacerlo a una profundidad que sea igual a varias veces la altura del bulbo. Cuando llegue el momento de desenterrar, eso te dará una idea de cuánto debes cavar para evitar dañarlo con la pala.
    • La profundidad más común para enterrarlo es 3 veces su altura.
    • Además, los bulbos suelen enterrarse más abajo en la tierra con el tiempo, lo cual puede aumentar la profundidad a la que inicialmente los plantaste.
    • Por ejemplo, usualmente los bulbos más grandes, como los tulipanes o narcisos, se plantan a una profundidad de 20 cm (8 pulgadas) aproximadamente. Es mejor asumir que están a 30 cm (12 pulgadas) para tener mayor seguridad.
  5. Los bulbos se reproducen dividiendo el bulbo “madre” en varios bulbos “hijo”, conocidos como “bulbos reproductores”. Esto ocurre durante varios años.
    • Si ves que tu bulbo ha formado una mata de bulbos más pequeños, sepáralos suavemente con tus dedos.
    • Puedes plantar los bulbos nuevos separados y es una buena manera de aumentar su cantidad.
    • Esto también ayudará a evitar daños en los bulbos contiguos separando sus raíces.
  6. Usualmente, los bulbos son plantas fáciles de cultivar pero les irá mejor en tierra que tenga un buen drenaje y en un lugar soleado. Evita plantarlos en un sitio donde se formen charcos que no se dispersen fácilmente después de una lluvia.
    • Trata de apretar una mano de tierra empapada.
    • Si forma una masa pegajosa cuando la aprietes, en lugar de desmoronarse, entonces la tierra de tu jardín tal vez tenga mucha arcilla.
    • Si este es el caso, es una buena idea que incorpores bastante materia orgánica o grava en la tierra para mejorar el drenaje.
    • Haz esto con bastante anticipación al trasplante de los bulbos.
    • Sin importar el tipo de la tierra, los bulbos se benefician con una gran cantidad de materia orgánica, como estiércol podrido, que puedes agregar al momento de plantarlos.
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Método 2
Método 2 de 2:

Vuelve a plantar los bulbos

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  1. Siempre será mejor que vuelvas a plantar los bulbos inmediatamente después de desenterrarlos. Si esto no es posible, puedes guardarlos por un periodo corto de tiempo. El truco es evitar que se pudran.
    • Quita toda la tierra que puedas después de levantar los bulbos.
    • Recorta las raíces extendidas y quita cualquier capa que se esté descascarando del bulbo.
    • Desecha cualquier bulbo enfermo o que se esté pudriendo.
    • Coloca los bulbos en una bandeja o en otra superficie plana y deja que se sequen por uno o dos días.
    • Luego, colócalos en un contenedor con aserrín o en bolsas de papel que tengan musgo de turba.
    • Algunos jardineros usan bolsas de malla, como las que se usan para guardar naranjas.
    • El truco es permitir la circulación de aire seco para evitar que los bulbos se humedezcan y se pudran.
    • Por esta razón, lo mejor es que no juntes muchos bulbos y que evites que se toquen ya que esto puede hacer que la putrefacción se propague.
  2. Coloca los bulbos que has guardado en un lugar fresco y seco, como un cobertizo de jardín, donde las temperaturas no caigan por debajo del punto de congelación.
    • La mejor época para sembrar los bulbos que florecen en primavera es en el otoño y en primavera para los que florecen en verano.
    • Escucharás que algunos jardineros rocían los bulbos con fungicidas antes de guardarlos. Esto siempre será una buena idea pero no es esencial.
  3. Procura plantar los bulbos a una profundidad que sea 3 veces su altura. También debes separarlos al doble de su ancho.
    • Esto significa que debes plantar los bulbos de 5 cm (2 pulgadas) a 15 cm (6 pulgadas) de profundidad y por lo menos 10 cm (4 pulgadas) del bulbo de al lado.
    • Siempre es una buena idea que agregues una mano de compost al fondo del agujero antes de plantar el bulbo.
    • Coloca el bulbo en el agujero con el extremo puntiagudo mirando hacia arriba y luego llénalo.
    • Riégalo bien y evita pisar la tierra con tu pie ya que esto puede dañarlo.
    • A menudo, los bulbos se benefician estando debajo del césped pero recuerda que no debes cortarlo hasta que el follaje se haya marchitado, usualmente a finales del verano.
  4. Los bulbos sobreviven cuando los plantas en un contenedor. Es una buena idea que incorpores un poco de grava en el compost. La medida adecuada es 1 parte de grava por cada 3 partes de compost. Esto asegura el crecimiento de bulbos que estén plantados en un contenedor.
    • Los contenedores de los bulbos deben estar plantados a una profundidad de 3 veces su tamaño pero no tolerarán una mayor cantidad de bulbos que como si estuvieran en la tierra. 2,5 cm (1 pulgada) de separación está bien.
    • Evita hacer que los bulbos se toquen. Alimenta los bulbos que estén plantados en contenedores durante la temporada de crecimiento (primavera y verano).
  5. Estos bulbos necesitan agua durante toda la temporada de crecimiento (durante primavera y verano). Una vez que el follaje empiece a morirse, reduce la cantidad de agua para ayudar a que la planta quede inactiva.
    • No permitas que el contenedor se seque por completo, incluso cuando los bulbos estén inactivos durante el invierno.
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