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Si quieres ajustar el nitrógeno del suelo sin depender de fertilizantes comerciales, usa harina de sangre. Esta sangre deshidratada en polvo es un subproducto de los mataderos que se vende en los centros de jardinería o viveros. Decide si tus plantas necesitan una inyección de nitrógeno y luego echa la harina de sangre sobre el suelo o diluida con agua. Échala a inicios del periodo de crecimiento para que tus plantas crezcan con fuerza.

Método 1
Método 1 de 2:

Decidir usar harina de sangre

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  1. Compra un kit simple de análisis de suelo en tu vivero o centro de jardinería local y usa una muestra de tierra de tu jardín o macetero. Sigue las instrucciones del kit de análisis para obtener resultados precisos. El análisis arrojará los niveles de nitrógeno, fósforo y potasio. [1]
    • Por ejemplo, el análisis arrojará si hay un exceso de nitrógeno, niveles suficientes, una deficiencia o si está agotado por completo.
  2. Observa indicadores de deficiencia de nitrógeno en las hojas de tus plantas. Las hojas se verán amarillas o marchitas porque les falta el nitrógeno suficiente para producir clorofila. Las plantas que usan mucho nitrógeno y les viene bien la harina de sangre son las siguientes: [2]
    • tomates
    • pimientos
    • rabanitos
    • cebollas
    • calabazas y zapallos
    • crucíferas (brócoli, col, coliflor, col rizada, espinaca, repollitos de Bruselas)
    • lechuga
    • maíz
  3. Si los conejos, los venados o las plagas pequeñas de jardín siguen dañando tus plantas, puedes esparcir un poco de harina de sangre directamente sobre el área afectada. Recuerda que si echas demasiado, quemarás el césped o las plantas. [3]
    • La harina de sangre se perderá después de una lluvia fuerte, así que tendrás que volver echarla de vez en cuando.
    • Si bien esta harina puede ayudar a mantener a raya las plagas que comen plantas, puede atraer a las que comen carne, tales como los perros, los mapaches o las zarigüeyas.
  4. Compra una aprobada por el USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) en cualquier vivero, centro de jardinería o tienda de materiales de construcción local. Si la compras por internet, no la compres de países que tienen leyes de producción de carne laxas, porque las enfermedades pueden propagarse a través de la harina de sangre. [4]
    • Por ejemplo, la harina de sangre no puede importarse a los EE. UU. desde Europa por el riesgo de la enfermedad de las vacas locas.
    • Si no encuentras una harina de sangre de alta calidad, considera la posibilidad de usar en su lugar harina de alfalfa o de plumas.
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Método 2
Método 2 de 2:

Echar y ajustar la harina de sangre

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  1. Las verduras de hoja verde, las flores y las plantas pueden usar mucho nitrógeno cuando están en su mayor época de crecimiento. Para ayudar a que las plantas crezcan, echa la harina de sangre en primavera. Como las plantas usarán el nitrógeno y este se disipará gradualmente, vuelve a echar la harina cada 2 meses durante el periodo de crecimiento. [5]
    • Evita usar la harina de sangre todo el año, porque su uso excesivo puede quemar las plantas o tu jardín. Puedes cambiarte a otro fertilizante general durante el resto del año.
  2. Mide el espacio en el que te gustaría ajustar el suelo. Dado que la harina de sangre es tan concentrada, solo necesitarás 1 taza por cada 2 m² (20 ft²) de suelo. [6]
    • Por ejemplo, para un contenedor pequeño o jardinera de ventana solo necesitarás unas cuantas cucharadas de harina de sangre, mientras que para un jardín de 10 m² (100 ft²), necesitarás 5 tazas.
  3. Lee las instrucciones del fabricante para saber si tienes que mezclarla con unos cuantos centímetros (par de pulgadas) de la superficie del suelo. Otras marcas pueden indicar que hay que diluir la harina de sangre con agua y verterla sobre la planta o el suelo. [7]
    • Si bien puedes espolvorear un poco de harina de sangre sobre la tierra para repeler a animales, siempre mézclala o dilúyela a la hora de ajustar los niveles de nitrógeno del suelo.
  4. Si bien puedes echarla sobre el suelo de muchas plantas y vegetales, no la eches sobre arvejas, frijoles y demás legumbres. Las raíces de las legumbres tienen bacterias que liberan nitrógeno al suelo. [8]
    • También debes evitar echar harina de sangre sobre plántulas.
  5. Si por casualidad echas demasiada, verás que tus plantas podrían tener hojas más grandes, pero sin flores. Para reducir el nitrógeno y ayudar a que las plantas se recuperen de la quemadura de nitrógeno, haz lo siguiente: [9]
    • Quita las hojas secas que hayan cambiado de color de la planta.
    • Esparce mantillo de madera alrededor de la planta o sobre el suelo.
    • Echa harina de huesos o un fertilizante rico en fósforo.
    • Usa agua para diluir el nitrógeno de la planta o el suelo.
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Advertencias

  • Solo usa harina de sangre si puedes mantener a tus mascotas alejadas. Si tu perro o gato la come, podría tener vómitos, diarrea y pancreatitis. Ponte en contacto con tu veterinario de inmediato si sospechas que tu mascota ha ingerido harina de sangre. [10]
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Cosas que necesitarás

  • kit de análisis de suelo
  • harina de sangre
  • tierra de jardín

Acerca de este wikiHow

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