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¿Te perforaste las orejas hace poco o te quitaste los aretes y no logras que vuelvan a entrar? ¡No entres en pánico! Es posible que el orificio no se haya cerrado por completo y, si sigues algunos pasos sencillos, podrás colocar ese arete con poco o ningún dolor.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Volver a insertar un arete en un piercing de lóbulo estándar

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  1. Antes de intentar insertar un arete cuando el orificio está casi completamente cerrado, debes asegurarte de que tu piel esté suave. Así el piercing entrará con mayor facilidad y sentirás menos dolor. Trata de insertarlo después de bañarte, ducharte o incluso después de nadar. [1]
  2. Antes de insertar el arete, debes asegurarte de que las manos y el arete estén limpios para evitar infecciones e irritaciones. Lávate bien las manos con agua y jabón, y luego frótate un poco de alcohol isopropílico o peróxido de hidrógeno. Ambos son excelentes desinfectantes. Mete una motita o una almohadilla de algodón en la solución de limpieza elegida y luego frótala con suavidad en el arete. [2]
    • También puedes poner el arete en un bol pequeño de peróxido de hidrógeno y dejarlo remojar durante 10 a 20 minutos.
    • Coloca el arete limpio en una toalla de papel para que se seque antes de intentar ponértelo en la oreja.
  3. Si el orificio no está del todo cerrado, puedes estirar el lóbulo de la oreja para aumentar el tamaño y reducir el grosor del orificio. Para hacerlo, tira suavemente de la zona alrededor del piercing con el pulgar y el índice. Esto permitirá que el piercing entre en el orificio con poco o ningún dolor. [3]
    • Revisa la parte delantera y trasera del lóbulo para ver si el orificio se ha ensanchado antes de insertar el arete. Puedes utilizar un espejo manual pequeño para ver la parte posterior del lóbulo.
  4. Si no ves que se abre el orificio o te preocupa el dolor al momento de meter el arete, puedes adormecer la zona con hielo. Agarra 1 o 2 cubitos de hielo y envuélvelos en una toalla de papel. Colócalos en la parte delantera del lóbulo de la oreja y frótalos con movimientos circulares por 15 minutos. Hazlo también en la parte posterior del lóbulo de la oreja, hasta que la zona se sienta fría y adormecida. [4]
    • Si lo prefieres, también puedes utilizar una crema anestésica.
  5. Ahora es el momento de volver a meter ese arete en el orificio. Es posible que se haya formado una fina membrana de tejido alrededor del orificio, así que deberás aplicar un poco de presión para insertar el arete. [5]
    • Utilizando un espejo, mira detrás de la oreja para ver el poste del arete presionando contra el lóbulo. Esta es una forma de encontrar la parte más fina del lóbulo para poder empujar el arete con facilidad.
  6. Es posible que tengas problemas para pasar el arete a través del orificio desde la parte delantera. Si este es el caso, gira ligeramente el lóbulo de la oreja e intenta insertar el arete desde la parte posterior. El orificio puede estar más abierto desde ese lado. [6]
  7. Si trataste de colocar el arete desde la parte delantera y la trasera del lóbulo, y aún no entra, trata de insertarlo desde distintos ángulos. Podría entrar si lo insertas en el ángulo adecuado. [7]
    • Los piercings de cartílago se cierran más rápido que los del lóbulo de la oreja estándares. Ten mucho cuidado cuando intentes volver a insertar estos piercings, puede doler. Si el arete no entra con un poco de presión, es posible que el orificio ya se haya cerrado por completo y debes acudir a un profesional.
  8. Si sientes mucho dolor al aplicar una presión suave o si el poste del arete empieza a doblarse, deja de intentar insertarlo. El orificio del arete se ha cerrado por completo y necesitarás que vuelvan a perforártelo. [8]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Cuidar del piercing después de la inserción

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  1. Una vez que hayas vuelto a insertar el arete, debes asegurarte de que el orificio no vuelva a cerrarse. Mantén el arete puesto en todo momento (incluso por la noche) durante al menos 6 semanas para asegurarte de que esto no vuelva a ocurrir. [9]
    • Una vez que hayan transcurrido de 6 a 8 semanas, trata de no pasar más de 1 o 2 días sin arete. Los orificios pueden volver a cerrarse con rapidez. Debes mantener el arete en la oreja todos los días por un año para que el piercing permanezca por buen tiempo.
  2. Para limpiarlo, utiliza un jabón suave, una solución salina o agua tibia con sal. Mete un hisopo en la solución de limpieza que prefieras. Luego, frota el hisopo alrededor del piercing para limpiarlo. También hazlo en la parte posterior de la oreja. [10]
    • Limpia el piercing dos veces al día hasta por 6 semanas mientras se cura.
    • Evita los jabones fuertes y los productos antibacterianos al momento de limpiar el piercing.
  3. Cada vez que laves el piercing (que debe ser al menos dos veces al día), gíralo con suavidad en el orificio mientras está húmedo. Gíralo hacia la derecha, hacia la izquierda, y luego ligeramente de un lado a otro. Así evitarás que la piel se pegue al arete. [11]
    • Solo gira el arete después de haberlo lavado y mientras aún está húmedo. Si lo giras mucho mientras está seco, podrías irritar el piercing y retrasar la cicatrización.
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Advertencias

  • Si observas algún líquido amarillento que sale del piercing, es posible que se haya infectado. Acude a un doctor o dermatólogo de inmediato.
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