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Es probable que tu bebé esté listo para comenzar a consumir alimentos sólidos cuando cumpla entre 4 y 6 meses de edad. La avena es una excelente opción para introducir alimentos sólidos. Si la mezclas con la leche Similac, ayudarás a que el bebé se acostumbre a su sabor y textura. Además, puedes decidir utilizar avena para espesar la fórmula del bebé si sufre de reflujo ácido. [1] La forma más segura de alimentar a un bebé con avena mezclada con la fórmula Similac es hacerlo en un tazón. Si el pediatra te indica que está bien, puedes intentar agregar una pequeña cantidad de avena al biberón si el bebé tiene reflujo ácido. Sin embargo, siempre debes consultar con el pediatra antes de suministrársela.

Método 1
Método 1 de 3:

Preparar un tazón de avena

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  1. Siempre debes darle al bebé alimentos empaquetados, en especial cuando comienza a consumir alimentos sólidos. Busca avena en la sección para bebés de un supermercado local o a través de internet. debes reducirla a polvo para ayudar a evitar el riesgo de asfixia. [2]

    Variación: puedes utilizar un procesador de alimentos o un molinillo de especias para moler los copos de avena y reducirlos a un polvo fino si deseas preparar tu propia mezcla. Asegúrate de que quede libre de grumos antes de dársela al bebé.

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    Prepara de 4 a 5 cucharadas de fórmula Similac en un tazón. Utiliza una cuchara o una jarra medidora para medir la fórmula del bebé. Luego, sigue las instrucciones en el paquete para mezclarla con agua si es necesario. Revuelve los ingredientes hasta que formen una mezcla consistente. [3]
    • Algunas fórmulas de Similac están listas para consumirse y no requieren agua. Sin embargo, debes agregar agua a una fórmula en polvo o concentrada. Asegúrate de seguir todas las instrucciones con exactitud.
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    Agrega de 1 a 2 cucharadas de avena para bebés en el tazón. Mide la avena y agrégala al tazón. Luego, utiliza una cuchara para revolverla con la fórmula hasta que los ingredientes se mezclen. La avena debe quedar muy líquida para que el bebé pueda tragársela con más facilidad. [4]
    • Mezcla la avena justo antes de alimentar al bebé. No dejes que la avena se asiente antes de la alimentación, ya que se espesará de forma gradual. Si te queda demasiado espesa, puede convertirse en un peligro de asfixia.

    Consejo: no es necesario que calientes la avena. Puedes servirla fría para evitar quemar la boca del bebé.

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    Sienta al bebé en posición vertical sobre una silla o tu regazo. Al sentarlo derecho, le ayudas al bebé a pasar la avena sin atragantarse. Asegura al bebé a una silla alta o sostenlo sobre tu regazo. Asegúrate de que el bebé permanezca sentado durante toda la alimentación para evitar que se ahogue. [5]
    • El bebé aún está desarrollando su capacidad de tragar, por lo que es más fácil que se ahogue. Al mantenerlo en posición vertical, reduces el riesgo de que se asfixie.
  5. Siempre es mejor que utilices una cuchara diseñada para bebés. Por desgracia, las cucharas hechas para adultos pueden dañar la boca del bebé. Busca una cuchara que sea pequeña y que no tenga bordes afilados. [6]
    • Algunas cucharas para bebés cuentan con un revestimiento de goma que vuelve más seguro su uso.
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Método 2
Método 2 de 3:

Espesar la fórmula en un biberón

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    Ten precaución al darle la avena al bebé en un biberón. En general, es mejor dársela en un tazón. Sin embargo, el pediatra podría aprobar la incorporación de avena al biberón si sufre de reflujo ácido. Debes consultar con el pediatra antes de utilizar la avena para espesar la fórmula del bebé. [7]
    • Si agregas avena a un biberón, la mezcla debe contener la fórmula principalmente. Si es demasiado espesa, será difícil que el bebé se la tome.
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    Compra avena para bebés en polvo. El bebé aún no es capaz de tragar alimentos espesos, así que solo debes darle productos formulados para bebés. Puedes conseguir avena en la sección para bebés de las grandes tiendas departamentales locales o a través de internet. [8]

    Variación: puedes preparar tu propia avena para bebés moliéndola hasta reducirla a un polvo fino. Asegúrate de que el polvo no tenga grumos antes de servírselo al bebé.

  3. Escoge la fórmula Similac que el pediatra te recomiende o que tu bebé tolere mejor. Luego, utiliza las instrucciones en la etiqueta para prepararla. Dependiendo del tipo de fórmula que estés utilizando, debes llevar a cabo uno de los siguientes procedimientos: [9]
    • Mezcla agua con fórmula Similac en polvo.
    • Diluye la fórmula líquida concentrada de Similac con agua.
    • Vierte la fórmula Similac lista para consumir directamente en el biberón.
  4. Utiliza una cuchara dosificadora para agregar avena al biberón. Utiliza 1 cucharadita al principio para verificar si el bebé lo tolera, o sigue las instrucciones del pediatra. [10]
    • Puedes agregar más avena si el pediatra te indica que está bien. La cantidad máxima de avena que puedes agregar a un biberón es 1 cucharadita de avena por 1 cucharada de fórmula.
  5. La avena espesará la fórmula, por lo que el bebé necesita un agujero en la tetina más ancha para beberla. Por fortuna, puedes comprar tetinas en forma de “Y” o con cortes transversales. Adjunta este tipo de tetina al biberón al alimentar al bebé con la fórmula espesada. [11]
    • Puedes encontrar estas tetinas al costado de los biberones en una tienda para bebés o a través de internet.
    • Otra alternativa es hacer tu propia tetina cortándola a lo largo. Debes mantener el agujero pequeño, ya que un agujero grande puede provocar asfixia. Asegúrate de lavar bien la tetina antes de utilizarla.
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    Agita el biberón para mezclar la avena en la fórmula. Utiliza el brazo para sacudir el biberón y combinar los ingredientes. Agita el biberón con sacudidas grandes para mezclar la avena con la fórmula. [12]
    • No es necesario que calientes el biberón. Sin embargo, está bien que lo sumerjas en agua caliente para calentar la fórmula espesada si el bebé lo prefiere.
  7. Sostén al bebé mientras lo alimentas con la fórmula espesa. Presta especial atención al bebé para asegurarte de que no se ahogue. Por desgracia, la asfixia es un peligro cuando se alimenta a un bebé con fórmula espesada. [13]
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Método 3
Método 3 de 3:

Darle al bebé avena de forma segura

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  1. Aunque la avena se considera saludable para el bebé, es mejor que evites suministrársela antes de que cumpla los 4 meses. Además, siempre debes consultar con el pediatra antes de comenzar a alimentar al bebé con alimentos sólidos, incluso si se trata de una pequeña cantidad. Sigue los consejos del pediatra. [14]
    • Puede resultar estresante lidiar con el reflujo en los bebés, por lo que es probable que desees probar cualquier cosa que pueda ayudarlo. Sin embargo, la avena podría empeorarlo. El pediatra puede ayudarte a determinar lo que funcionará mejor para el bebé.
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    Ten cuidado de no alimentar al bebé en exceso. La avena contiene calorías, por lo que las aumentarás si la agregas a la fórmula del bebé. Habla con el pediatra para averiguar si necesitas ajustar la cantidad de avena que le suministras al bebé. De lo contrario, podría aumentar de peso. [15]
    • Si le suministras al bebé alimentos sólidos demasiado pronto, aumentarás el riesgo de que sufra de obesidad, así que debes tener cuidado.
    • El pediatra puede ayudarte a decidir si la alimentación en exceso constituye una preocupación para el bebé. Si el bebé ha presentado problemas para mantener los alimentos dentro, es probable que no tengas que preocuparte por este detalle.
  3. La miel no se puede administrar a bebés menores de 12 meses. Existen bacterias en la miel que pueden contaminar los alimentos. Nunca le des miel al bebé. [16]
    • Después de que el bebé cumpla 1 año, debes consultar con el pediatra para saber cuándo es seguro introducir la miel en su alimentación.
  4. Le tomará tiempo al bebé acostumbrarse a consumir alimentos sólidos, así que no reemplaces sus comidas regulares con avena de inmediato. Dale tiempo al bebé para que se adapte a la avena ofreciéndosela solo una vez al día. [17]
    • Si el bebé responde bien a la avena y el pediatra te indica que está bien, puedes intentar agregar avena a más comidas.
  5. Es probable que el bebé necesite tiempo para adaptarse al sabor y la textura de la avena. Sin embargo, la incorporación a la fórmula puede ayudar a que el bebé se acostumbre más rápido a la avena. Puedes ofrecerle avena al bebé, pero no intentes obligarlo a que se la coma. [18]
    • Continúa ofreciéndole avena durante las comidas hasta que comience a comérsela voluntariamente. Cuando el bebé esté listo, mostrará su interés en probar alimentos sólidos, incluida la avena.
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Advertencias

  • Evita agregar la avena al biberón a menos que el pediatra te indique que está bien. [19]
  • Puede resultar dañino darle avena a un bebé demasiado pronto. Siempre debes consultar con el pediatra antes de suministrársela.
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