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La tracción cutánea es un tratamiento no quirúrgico que puede ser de utilidad para curar los huesos fracturados o las anomalías ortopédicas. Esta suele emplearse en los niños, y casi siempre con el propósito de tratar las lesiones en las piernas o el desarrollo anómalo de las mismas. La tracción jalará la piel que esté sobre el hueso afectado o cerca de él, lo que manipulará el tejido blando y hará que el hueso adopte una posición fija y rígida. Esto obligará a este último a permanecer en el punto correctivo. Esta maniobra solo deberá llevarla a cabo un equipo de profesionales médicos luego de realizar un diagnóstico formal y recetarla como tratamiento. [1]

Método 1
Método 1 de 3:

Garantizar que la tracción sea segura y constante

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  1. Limpia la extremidad con agua y jabón. Deberás limpiarla por completo, no solo el área lesionada. Afeita la piel en la que se vaya a colocar las vendas de tracción. Bastará con usar una rasuradora de una sola navaja. Limpia todo residuo de jabón o crema de afeitar con un paño húmedo, y luego seca dando toques suaves con una toalla limpia. Cerciórate de que la extremidad esté totalmente seca. [2]
    • Pregúntale al paciente si es alérgico al material adhesivo, si se le ha recetado una tracción cutánea con dicho elemento (la cual es muy poco común).
  2. No deberás usar este tratamiento en los pacientes con cortes, raspaduras o incisiones quirúrgicas en las áreas en las que tendrás que aplicar el vendaje. Del mismo modo, no deberás realizarla en aquellos que padezcan de úlceras o entumecimiento. [3]
  3. La tracción cutánea puede provocar dolor, por lo que es probable que se incluya un método para el control del mismo. Verifica que se administre y documente todo medicamento para el dolor necesario. [4]
  4. Indícale al paciente el motivo por el que se haya recetado el procedimiento y la manera en la que lo ayudará. A diferencia de otros tratamientos, este requerirá que le expliques más información al paciente, ya que la experiencia visual y la tangible del mismo pueden ser aterradoras. Si vas a realizarle la tracción cutánea a un niño, también deberás explicársela. [5]
    • Por ejemplo, indícale en qué consiste cada parte del aparato de tracción. Para ello, puedes decirle algo como “Este material es el vendaje de tracción. Este se adhiere a la piel y ayuda a jalar el hueso hacia la posición correcta”. Asimismo, podrías decirle “Pasaremos este cable de tracción a través de esta polea, y uniremos un poco de peso para ayudar a mantener la pierna alineada”.
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Método 2
Método 2 de 3:

Aplicarle la tracción cutánea a una pierna

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  1. Eleva con cuidado la pierna recta y jálala en dirección a la planta del pie. Ejerce la tracción desde la línea de la fractura (no por encima de ella). Corre el vendaje de un lado de la pierna al otro, alrededor de una barra de 7,5 cm (3 pulgadas). Esta barra deberá llegar a aproximadamente 15 cm (5 pulgadas) más allá del extremo de la pierna. La venda adicional por debajo del pie lucirá como un estribo suelto. [6]
    • En lugar de usar una barra, el centro podría emplear un estribo de espuma y metal, el cual se podrá doblar alrededor del talón y el tobillo de la pierna lesionada, y envolverse dentro del vendaje.
  2. En este punto, tendrás que envolver la pierna con cuidado usando vendas de crepé o gasa. Al hacerlo, tendrás que acolchar los lados del tobillo y cualquier otra área con hueso, como los lados de la rodilla. Envuelve la pierna con espirales alternadas en lugar de círculos constantes, así reducirás la tensión. Empieza en el tobillo y procede en orden ascendente con rotaciones lentas y uniformes. Termina de envolver justo antes de alcanzar el final de la tira adhesiva. El vendaje no deberá llegar más allá de la fractura. [7]
    • Si vas a utilizar un estribo, deberás verificar que esté bien asegurado sobre la cinta de tracción.
  3. Por lo general, la tracción cutánea se emplea junto con elementos de resistencia, los cuales ayudarán a aplicar presión en la pierna a través de la tira adhesiva. Tendrás que elevar la pierna si también vas a usar pesas. Si es posible, deberás hacerlo elevando el extremo de la cama en donde repose la pierna. Luego de elevarla, tendrás que unir una cuerda de tracción a la barra, en el punto central de la cinta adhesiva. [8]
  4. Si se va aplicar una tracción cutánea con pesas, el doctor recetará el peso específico que se deberá unir al extremo de las cuerdas de tracción. Según la lesión, la cuerda podría colocarse en el extremo de la cama y hacer que las pesas cuelguen de ella. Por otro lado, algunos casos podrían requerir el uso de sistemas de polea, en los que se colocará la pesa en un lado y la pierna suspendida en el otro. [9]
    • Nunca excedas los 5 kg (10 lb) de peso.
    • Podrías tener que acortar la cuerda de tracción a fin de garantizar que la pesa quede suspendida en el aire, en lugar de apoyarse en el piso o la cama.
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Método 3
Método 3 de 3:

Supervisar al paciente

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  1. Se tendrá que supervisar el estado de la piel del paciente en todo momento. En particular, el paciente podría desarrollar ampollas y heridas por presión. Tendrás que revisarle las piernas, los talones y el trasero para así identificar las heridas o el malestar generados por mantener una posición constante. Coloca una toalla enrollada o una almohada debajo del talón del paciente, así aliviarás la presión indeseada. Asimismo, anímalo a modificar un poco su posición cada hora. [10]
    • Si vas a usar un material adhesivo, ten cuidado con las erupciones cutáneas u otras reacciones alérgicas, ya que la presión inducida por la tracción podría causar estos problemas en los pacientes que no sepan que tienen alergias leves.
    • Retira y vuelve a colocar las pesas (incluido el estribo) en intervalos de unas horas a fin de revisar el estado de la piel.
    • Cambia las sábanas húmedas de inmediato.
  2. El paciente podría desarrollar problemas neurovasculares o el síndrome compartimental por usar vendajes muy ajustados. Presta atención a los signos de la circulación sanguínea ralentizada, como la decoloración o el entumecimiento. Retira el vendaje y vuelve a colocarlo si algún signo neurovascular cambia durante la aplicación del tratamiento cutáneo. Comunícate con el equipo ortopédico si la circulación no se restablece con rapidez. [11]
  3. Por lo general, el paciente estará inmovilizado, pero deberás tratar de mantenerlo activo. Haz que se siente cuando pueda hacerlo y que lea, realice manualidades, juegue juegos o mire televisión. Esto mejorará su comodidad y también su higiene. Asimismo, podría desarrollar estreñimiento a causa de la falta de movimiento. [12]
    • Si indica tener un dolor constante, tendrás que verificar que se haya mantenido el cronograma de medicamentos, y deberás comunicarte con un doctor si consideras que podría tener que revisarse.
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Advertencias

  • No envuelvas con patrones circulares alrededor de la extremidad lesionada, ya que esto puede cortar la circulación con facilidad. Esto ocurre cuando el vendaje se envuelve demasiado ajustado.
  • Este tratamiento modificará la estructura ósea del paciente de manera permanente; por ello, siempre deberá realizarse bajo la supervisión de un cirujano ortopédico.
  • La tracción cutánea puede generar ampollas con facilidad en los pacientes de mayor edad. No emplees este tratamiento si la persona tiene más de 50 años.
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