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Un cepillo de carpintero es una herramienta indispensable para suavizar y darle forma a la madera. Los cepillos de carpintero se usan para “afeitar” listones delgados y uniformes de un pedazo de madera, creando una superficie suave y pareja al quitar “puntos elevados”. Originalmente, todo el proceso de cepillado se hacía a mano; mientras que hoy en día las máquinas cepilladoras eléctricas permiten a las personas que trabajan con madera cepillar con una rapidez y eficiencia moderna. Aprender a cepillar madera es una habilidad esencial para todas las personas que trabajan con madera. Continúa leyendo para aprender cómo hacerlo.

Método 1
Método 1 de 2:

Cepillar con un cepillo de mano

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  1. Los cepillos de mano vienen en muchas y distintas variedades. La característica distintiva principal de cada cepillo de mano es el tamaño. Mientras más largo sea el cuerpo de un cepillo, mayor será la precisión al alisar la madera; ya que la longitud del cuerpo permite que el cepillo abarque picos y hoyos en la superficie de la madera. Por otro lado, los cepillos más cortos suelen ser más fáciles de controlar para un trabajo con detalles precisos. A continuación mencionaremos algunos de los tipos más comunes de cepillos de mano que podrás encontrar, listados del más largo al más corto:
    • Una juntera normalmente tiene un cuerpo de 55 cm (22 pulgadas) de largo o más. Estos cepillos de mano largos son útiles para recortar o alisar largas piezas de madera, como tablas o puertas.
    • El cepillo desbastador es ligeramente más corto que la juntera, con una longitud de 30 a 45 cm (12 a 17 pulgadas). Es más versátil que la juntera debido a que es más corto y, por esto, se puede utilizar para cuadrar tanto tablas largas como piezas más cortas de madera aserrada.
    • El cepillo de alisar mide aproximadamente 25 cm (10 pulgadas) de largo y es el más versátil de todos los cepillos de mano. Se puede usar para el alisado y el emparejamiento general de todos los proyectos.
    • El garlopín es el tipo más pequeño de cepillos. Este tipo de cepillo es demasiado pequeño para alisar efectivamente tablas de madera largas, pero es ideal para afeitar pedazos muy delgados de una superficie o trabajar en una esquina muy reducida.
  2. La hoja (también llamada cuchilla) del cepillo tiene que estar afilada antes de utilizarlo, incluso aunque sea un cepillo nuevo debes afilarlo. Para afilar la hoja debes colocar un pedazo de papel de lija húmedo o seco de grano 220 en una superficie plana. Sujeta la hoja en un ángulo de 25 o 30 grados de modo que el bisel quede plano contra el papel. Mantén este ángulo y frota la hoja alrededor del papel de lija en un círculo aplicando presión hacia abajo. Cuando se forme un cúmulo de virutas de metal a lo largo de la parte posterior, la hoja estará lista para utilizarla. Retira las virutas limpiando la parte posterior de la hoja a través del papel de lija.
  3. Cuando se trata de cepillar madera, el ángulo de la hoja dicta qué tan “gruesas” serán las virutas que retires de la superficie de madera. Si el ángulo de la hoja es demasiado pronunciado, puedes terminar atascando el cepillo o quebrando la madera. Para ajustar el ángulo de la hoja, gira la perilla de ajuste de profundidad, es decir la pequeña rueda justo detrás del ensamblaje de la hoja. Ajusta el ángulo de la hoja hasta que la punta de la misma sobresalga justo debajo de la parte inferior del cepillo.
    • Es recomendable comenzar utilizando un ángulo superfluo y luego incrementar la profundidad del corte de ser necesario.
  4. Comienza a alisar y emparejar la madera colocando el cepillo en el borde de la superficie. Mientras aplicas presión hacia abajo en la empuñadura frontal y presionas hacia adelante con el mango posterior, empuja el cepillo a través de la superficie con movimientos suaves y continuos. Trabaja a través de la superficie de la madera de forma metódica, asegurándote de prestar atención adicional a cualquier punto elevado o disparejo en la superficie de la misma.
    • Un nivel o filo recto puede ayudarte a encontrar puntos disparejos en tu madera.
  5. Para alisar la superficie de la tabla, puedes notar que debes cepillar la madera en múltiples direcciones. Sin embargo, evita cepillar directamente contra el grano. Al hacerlo puedes ocasionar que la hoja se “enganche” en imperfecciones minúsculas y anguladas en la superficie de la madera. Cuando esto sucede, el cepillo puede “desgarrar” pedazos pequeños y ásperos de la superficie, en vez de afeitarla de forma uniforme. Esto se llama “desgarrar”.
    • Para arreglar el desgarre, intenta cepillar la superficie dentada a lo largo del grano de la madera o lija la superficie para emparejarla.
  6. Idealmente, después de cepillar la madera debes tener una superficie lisa y recta que encaje al ras con cualquier otra pieza adyacente de madera. Comprueba que la madera esté recta y lisa colocando un filo recto a lo largo de su superficie. El filo recto debe encajar al ras contra el lado de la madera sin importar su posición. Si en alguna posición el filo recto encaja de forma que queda un espacio libre debajo, sabrás que esa sección de la madera con la que el filo recto hace contacto es un punto elevado.
    • Puedes utilizar una escuadra de prueba para comprobar el ángulo entre dos lados adyacentes de la madera para asegurarte de que encajen en un ángulo perfecto de 90 grados.
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Método 2
Método 2 de 2:

Cepillar con un cepillo de banco mecánico

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  1. Ten en cuenta que los cepillos de banco por lo general deben utilizarse con pedazos de madera que tengan un lado de la superficie plana. Los cepillos de banco son herramientas mecánicas que utilizan rodillos y un juego ajustable de hojas giratorias para cepillar un pedazo de madera a un grosor uniforme de forma automática. Los cepillos de banco son una herramienta excelente para ahorrar tiempo para las personas que trabajan con madera, pero es importante tener en cuenta que muchos cepillos de banco solo cepillan la superficie de una pieza de madera de forma relativa a la superficie opuesta . En otras palabras, si la superficie inferior de la madera no es perfectamente recta, el cepillo conservará esta imperfección en la superficie superior. Debido a esto, es necesario que utilices este tipo de cepillo para alisar superficies de madera solo si estás seguro de que la superficie opuesta es plana.
  2. Todos los cepillos de banco te permiten de alguna forma ajustar qué tan “profundamente” cepillarán la madera. Con frecuencia, esto se realiza de forma manual con una palanca que levanta la cubierta del cepillo: mientras más elevada la cubierta, más superficial el corte el cepillo. Al igual que con los cepillos de mano, es recomendable comenzar con cortes superficiales. Siempre puedes hacer cortes más profundos, pero no puedes deshacer lo que ya cortaste.
    • Con frecuencia, la “profundidad” del corte en sí no se muestra en el cepillo, sino el grosor exacto al que la madera será cepillada . Debido a esto, para cepillar 1,5 mm (1/16 de pulgada) de un pedazo de madera de 5 cm (2 pulgadas) de grosor, tendrás que configurar el cepillo a 4,8 cm (1 pulgada y 15/16) y así.
    • Ten en cuenta que la mayoría de cepillos no deben configurarse para cepillar más de 1,5 mm (1/16 de pulgada) o 3 mm (1/8 de pulgada) por vez: si excedes estas cifras, será demasiado tanto para la madera como para el cepillo.
  3. Muchos cepillos ofrecen la capacidad de “asegurar” que el cepillo no corte debajo de cierta profundidad a través de un mecanismo llamado límite de profundidad. Por ejemplo, si el límite de profundidad está configurado a 2,5 cm (1 pulgada), el cepillo no podrá cepillar la madera a un grosor menor de 2,5 cm (1 pulgada). Esta es una característica útil si te preocupa cepillar excesivamente de forma accidental.
    • Si no quieres utilizar el límite de profundidad, configúralo a un nivel muy bajo (uno mucho más bajo que el grosor de la tabla de madera) de modo que nunca llegues a este límite tan bajo.
  4. Cuando el cepillo esté encendido, pasa cuidadosamente la madera dentro del cepillo en movimientos rectos y controlados. Después de que los rodillos atrapen la madera, debe comenzar a pasar por sí misma. Recuerda que, al igual que con los cepillos de mano, quieres que el cepillo corte a lo largo del grano de la madera para evitar desgarres . Repite el proceso de cepillado según sea necesario hasta que la madera quede del nivel de grosor deseado.
    • Puedes seguir el proceso de la madera al rayar ligeramente en la superficie que vas a cepillar con un lápiz antes de cepillarla. Mientras el cepillo retira los puntos elevados de la madera, verás que las líneas del lápiz comienzan a desaparecer.
  5. Las “curvaturas” son una condición que algunas veces los cepillos de banco pueden producir en una pieza de madera. Esencialmente, los rodillos del cepillo tiran la madera hacia arriba, generando cortes ligeramente más profundos en los bordes que en el centro de la madera. Para contrarrestar esto, tira del extremo de la madera hacia arriba mientras pasa a través de los rodillos frontales y posteriores del cepillo. En otras palabras, tira del extremo “posterior” de la madera hacia arriba mientras la pasas dentro de la máquina y luego tira del extremo “frontal” de la madera hacia arriba mientras sale de la máquina.
  6. Normalmente, los cepillos mecánicos son muy ruidosos. Para evitar dañar tus oídos utiliza una protección de oídos adecuada, como tapones u orejeras. Además, estos cepillos producen mucho polvo que flota en el aire, así que, si no tienes el equipo necesario para aspirar el polvo mientras se genera (como un colector de polvo), es mejor que utilices protección para tus ojos y una mascarilla quirúrgica para protegerte.
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Consejos

  • Almacena las hojas de los cepillos carpinteros de lado para conservar su filo.
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Cosas que necesitarás

  • Cepillo carpintero
  • Papel de lija de grano 220
  • Madera
  • Cepillo de banco

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