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Lograr salir por tu cuenta es parte de la madurez. No obstante, si tus padres son estrictos, es posible que no tengas tantos permisos como quisieras. Esa puede ser una situación difícil para ti, pero necesitas esforzarte para convencerlos de que estás listo. Comienza desarrollando su confianza y luego discute el problema con ellos. De esta manera, quizás la próxima vez que les pidas permiso para salir, te lo den.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Ganarte su confianza

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  1. Si te encuentras en una etapa en la que quieres salir con más frecuencia, quizás no tengas muchos deseos de hablar con tus padres. Lo que quieres es alejarte de ellos, no pasar más tiempo a su lado. No obstante, si quieres ganarte su confianza, es necesario que te conozcan como persona. Conversa con ellos a diario sobre las cosas que suceden en tu vida y sobre tus intereses. [1]
    • No es necesario que hables sobre cosas grandes e importantes todos los días. También puedes hablar sobre asuntos menores como, por ejemplo, lo bien que te viste hoy día o las cosas que se te ocurrieron.
    • Si aprendes a hablar de las cosas pequeñas, hablar de las cosas de mayor relevancia no parecerá la gran cosa.
  2. Si quieres ganarte la confianza de tus padres, debes demostrarles que respetas lo que dicen. Obedece las reglas que impongan para ti y la casa. Si continuamente rompes las reglas, no confiarán en ti lo suficiente como para dejarte salir solo. [2]
  3. Poder salir por tus propios medios conlleva una cierta responsabilidad. Parte de la madurez consiste en mostrarles respeto a las personas que te rodean, incluso cuando te hacen sentir enfadado. Trata a tus padres y hermanos de una manera amable y soluciona los problemas sin hacer rabietas. [3]
    • Por ejemplo, supongamos que tu hermana toma algo tuyo algo sin pedírtelo y lo rompe. Una reacción inmadura sería gritarle, decirle que es irrespetuosa y que deberá repararlo. Por otro lado, una reacción madura sería confrontarla de manera tranquila y decirle algo como “Apreciaría que, en el futuro, me pidieras las cosas prestadas. Ese objeto era muy importante para mí. ¿Podrías repararlo, por favor?”.
  4. Una forma de desarrollar más confianza es cumplir con tu palabra. Si dices que lavarás los platos, hazlo; si dices que estudiarás en la biblioteca, ve allá y estudia. Si no cumples con tu palabra, tus padres se darán cuenta y será menos probable que confíen en ti. [4]
  5. Para lograr que tus padres te den más independencia, necesitas demostrarles que ya la tienes. Responsabilízate de las cosas que necesitas hacer en tu vida. Por ejemplo, haz los quehaceres domésticos antes de que te lo pidan e incluso ocúpate de las cosas que consideres necesarias. [5]
    • Esto también implica cosas tales como hacer tus tareas a tiempo sin que tus padres te insistan.
    • También puedes ofrecerte como voluntario a cuidar de tus hermanos con la finalidad de que tus padres puedan salir por la noche, o incluso puedes prepararles una cena sorpresa.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Hablar acerca del permiso

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  1. Antes de conversar con tus padres, determina exactamente lo que buscas de ellos. De esta manera, puedes ayudarlos a entender tus necesidades y, al mismo tiempo, tendrás un punto de partida para iniciar las negociaciones. [6]
    • Por ejemplo, quizás tu meta específica sea salir los viernes por la noche con tus amigos.
    • Por otra parte, tu meta también podría ser ir a la biblioteca a estudiar por tu cuenta o al centro comercial con tus amigos. Quizás tu meta sea caminar o conducir por tus propios medios hasta tu centro de estudios.
  2. Si consideras a tus padres como enemigos o una barrera que te impide obtener lo que quieres, terminarás peleándote con ellos. Por el contrario, considéralos como aliados, pues lo son, y mantén tu disponibilidad a colaborar con ellos. [7]
  3. Si quieres que tus padres te traten con respeto, debes exponer tu caso de una manera madura y razonable. Elige un buen momento para hablar con ellos. De hecho, es más recomendable que les preguntes en qué momento estarían libres. [8]
    • Si eliges un momento inadecuado, probablemente no estén tan dispuestos a escuchar lo que tienes que decir.
    • Puedes decirles lo siguiente: “Me gustaría hablar sobre algo importante con ustedes. ¿Cuál será un buen momento para sentarnos juntos?”.
  4. Una vez que te hayas sentado a conversar con tus padres, expón la razón por la que querías hablar con ellos. Expresa tus deseos y la razón por la que te consideras preparado. No obstante, asegúrate de utilizar frases en primera persona en lugar de en segunda. [9]
    • Por ejemplo, puedes decir “Creo que necesito más independencia. Desde hace un tiempo, he deseado salir con mis amigos los viernes por la noche, pero sé que a ustedes les preocupa eso. Sin embargo, creo que estoy preparado para hacer algunas cosas por mi cuenta”.
    • Recurrir a las frases en primera persona es mejor que decir “Nunca me dejan hacer nada”, pues eso solo pondrá a tus padres a la defensiva.
  5. Al momento de conversar con tus padres, necesitarás estar dispuesto a ponerte en sus zapatos. Escucha realmente lo que tengan que decir e intenta comprender la razón por la que se sienten de esa manera. [10]
    • Si tus padres han limitado tu independencia, probablemente sea porque les preocupa tu seguridad.
    • Déjales en claro que comprendes lo que sienten. Puedes decir lo siguiente: “Sé que se preocupan por mí y que esa es la razón por la que no me quieren dejar salir. Soy consciente de que solo quieren mi seguridad y estoy agradecido por eso”.
  6. Después de escuchar sus preocupaciones, podrían proponer algunas soluciones que satisfaga a ambas partes. Piensa en formas de ayudarles a disminuir su preocupación por ti y mantén tu disposición al compromiso.
    • Por ejemplo, si a tus padres les preocupa tu seguridad, pregúntales lo que puedes hacer para hacerlos sentir mejor. Quizás podrías comunicarte cada hora para indicarles que estás a salvo. Tal vez se sentirían mejor si conocieran a las personas con quienes sales. Establezcan las formas en que todos pueden sentirse más a gusto.
  7. Es posible que te enfades con lo que tus padres te digan; eso es algo normal, pues tienes derecho a tener sentimientos. No obstante, no tienes derecho a hacer lo que quieras con dichos sentimientos. Puedes decirles que estás enfadado, pero debes hacerlo de una manera tranquila, ya que gritar o discutir solo empeorará la situación. [11]
    • Por ejemplo, si tus padres no creen que estés listo para salir por tu cuenta, puedes decirles “Siento escuchar eso. No me agrada lo que dicen. ¿De qué manera puedo ganarme su confianza?”.
  8. Si lloriqueas o te quejas, solo emporarás las cosas, pues demostrarás tu falta de madurez. Si, por el contrario, aceptas su decisión con una actitud madura, probablemente tengas mejor suerte la próxima vez que solicites permiso. [12]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Pedir permiso para asistir a un evento particular

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  1. Al igual que cuando tienes una discusión grande y seria, también es mejor pedir permiso para salir en el momento adecuado. No escojas un momento en el que tus padres estén ocupados preparando la cena o cuando estén por salir. Planifica con cierta anticipación y pregúntaselo a tiempo. Si no lo haces de esta manera, es posible que te digan un “no” por instinto. [13]
    • Por lo tanto, elige un momento en que tus padres parezcan tener tiempo para hablar, como en la cena o cuando están relajados.
  2. Tus padres querrán saber que estarás a salvo durante tu salida, así que deberás explicarles cómo lograrás que eso pase. Explicarles los detalles del evento les ayudará a apaciguar sus miedos. [14]
    • Por ejemplo, puedes decir “Me gustaría ir a una fiesta en una discoteca local. Sé que les causa preocupación, pero este lugar es solo para chicos menores de 18 años. Hay agentes de seguridad en todo el establecimiento y no se permite el consumo de drogas o alcohol. La discoteca cierra a la medianoche y llegaré a casa inmediatamente. También irán Jesica, José y Joel, y nos cuidaremos los unos a los otros. Puedo comunicarme con ustedes cada hora si eso los hace sentir mejor”.
  3. Si tus padres están dispuestos a darte permiso, mantén tu disposición a aceptar algunas condiciones. Por ejemplo, si vas a una discoteca, tal vez quieran llevarte hasta allá. Quizás no te agrade la idea, pero debes ceder un poco de modo que ellos puedan sentirse mejor con tu salida. Parte de estar en una familia consiste en llegar a un acuerdo mutuo.
  4. Si obtienes un “no” como respuesta, evita lloriquear por eso. Acéptalo y sigue adelante. Si demuestras madurez al aceptar la decisión de tus padres, quizás te den una respuesta diferente la próxima vez. No puedes obligarlos a cambiar de parecer, y los lloriqueos solo empeorarán las cosas. [15]
    • Por ejemplo, puedes decir “Aun cuando su respuesta no me agrada, comprendo la razón de su negativa. En el futuro, espero poder demostrar lo suficientemente bien que soy digno de confianza como para que me permitan salir solo”.
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Consejos

  • Si te dan el permiso para salir por tu cuenta, no traiciones su confianza. Ve al lugar que prometiste y regresa a la hora indicada.
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