Descargar el PDF Descargar el PDF

Ya sea una relación cargada de inseguridades, un entorno caótico de trabajo o, únicamente, tu familia volviéndote totalmente loco, todos tenemos momentos en los que nos sentimos emocionalmente fuera de control y desbordados. Sin embargo, incluso cuando sintamos que nuestras emociones no son nuestras, debemos recordar que aún tenemos el control; nuestras mentes sienten lo que decidimos que sientan. Con un poco de concienciación y un poco de práctica, ser emocionalmente estable es plausible en cualquier circunstancia.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Reprogramar tus reacciones emocionales

Descargar el PDF
  1. Contrariamente a lo que se intuye, no son aquellos que ignoran sus emociones los que son emocionalmente estables. Menos todavía lo son aquellos que escarban profundo en sus emociones y las sienten todas hasta la raíz. Estudios recientes afirman que aquellos más estables emocionalmente son los que practican la reevaluación. [1] Esto significa tomar activamente los pensamientos y colocarlos bajo una iluminación más positiva.
    • Es más fácil decirlo que hacerlo, ¿no? Para tomar el camino adecuado, hazte algunas preguntas:
      • ¿Cuáles son los aspectos positivos de esta situación?
      • ¿De qué otras maneras puedo ver esto? ¿Es mi perspectiva actual objetiva?
      • ¿Cómo puedo pensar en esto como un desafío estimulante en lugar de cómo un problema?
  2. Muchas personas tienden a pensar en las emociones y los cambios emocionales como una parte inevitable de la experiencia humana. Aunque esto es cierto en parte, se olvida el hecho de que se tiene “control” sobre las emociones. Lo creas o no, si realmente no quieres sentirte de determinada manera, no lo harás. La próxima vez que te encuentres experimentando una sensación que no quieres experimentar, entiende que tu mente decidió, sin tu consentimiento, que te sentirías así. Tienes todo el derecho a vetar esa decisión y elegir otra manera de sentir.
    • Digamos que alguien en el trabajo se burló de cómo te ríes. Antes te hubieras tomado esto a pecho, te hubieras acurrucado en una esquina y nunca más te hubieras reído por miedo a la vergüenza pública y la humillación. Puede que así tiendas a sentirte, pero si reevalúas ese sentimiento, te encontrarás pensando, “”no existe tal cosa como una “mala” manera de reír. ¿Quién es esa persona para juzgar? ¿Qué me importa lo que piense, de todos modos?”” Esa urgencia que sientes dentro se borrará y será sustituida por una bienvenida despreocupación y estabilidad.
  3. Los resultados sugieren que las emociones positivas, las conexiones sociales positivas, y la salud física influyen las unas en las otras de tal modo que tener una ayuda a tener las demás, aumentando tu bienestar general. [2] En otras palabras, cuando se trate de estabilizar tus emociones, no puedes ignorar a tus amigos ni tampoco tu salud. Es imposible lidiar con un aspecto de la vida, olvidando los otros, y esperar experimentar un cambio generalizado. En lugar de eso, tómate esto como una oportunidad para una “vida estable” no solo “estabilidad emocional”.
    • Al cuidar de tu persona, asegúrate de comer bien, hacer ejercicio, hacer cosas que te gustan, ya sea tú solo o acompañado. Asegúrate de que te tomas un poco de tiempo cada día para ti mismo y así liberes el estrés y seas tu mejor tú.
  4. Aquellos que son emocionalmente estables y duros normalmente son resistentes y ambiciosos. Se niegan a ser derribados, lo intentan tan duro como el mundo lo pone. [3] Es fácil tomar tu caso y quejarte y lamentarse, y celebrar para ti mismo la fiesta de la compasión. Pero, con un poco de determinación, decidirás que sea lo que sea que te arroje el mundo, estarás bien. Esto, también, pasará. Porque, ¿sabes qué? Vas a estar bien. Y “sí” pasará.
    • Realiza un ejercicio de introspección para contigo mismo. ¿Tiendes a lamentarte acerca de una situación rápidamente, sin darte cuenta de lo que tienes esperándote? ¿Las pequeñas cosas que van mal te enloquecen, impidiéndote ver la perspectiva general? ¿Qué puedes hacer para darte cuenta de que tienes el control?
  5. Los científicos trabajan duro para detallar las emociones humanas y seguirán así un buen tiempo. Recientemente han delimitado una escala de “estabilidad mental” y los aspectos de la personalidad humana que la configuran. [4] Observa y selecciona, ¿cuál de las dos resultará en estabilidad y cuál en caos?
    • Pesimismo vs. Optimismo
    • Ansiedad vs. Calma
    • Agresión vs. Tolerancia
    • Dependencia vs. Autonomía
    • Emociones vs. Lógica
    • Apatía vs. Empatía

      Si continúas leyendo los pasos que siguen, notarás lo más seguro que discutiremos bastante estas cualidades. Si estás interesado en saber cuál es tu grado, habla con un psicólogo para que te haga la prueba.
    Anuncio
Parte 2
Parte 2 de 3:

Modificar tu pensamiento

Descargar el PDF
  1. Aquellos que son emocionalmente estables son fantásticos a la hora de compartimentar; en otras palabras, son expertos en asegurar que las áreas de sus vidas que son muy estresantes no contaminen las partes buenas de sus vidas, arruinando aquello que va bien. Así que, si el trabajo hace aguas, toma la decisión activa de no llevarlo a casa contigo. Asegúrate de que tan solo porque un aspecto de tu vida no vaya como quieres que vaya no significa que tu vida entera tenga que verse afectada.
    • Mira dentro de ti mismo y piensa en qué está sacando de quicio tus emociones y arrojándote del caballo. No puedes aislar el estrés hasta que no sepas de donde procede.
  2. Ha habido infinidad de investigación con respecto a los recuerdos y todo apunta a un denominador común: los recuerdos varían cada vez que los rememoras. Es más, cambian según “cómo” los recuerdes [5] ¿Qué significa eso? Significa que si miras atrás y recuerdas que un ex novio te rompió el corazón y piensas en él como triste, solo, y un tanto enfermo mental, la próxima vez que lo recuerdes, te vendrán a la mente esas mismas cosas. Muy pronto, y extrañamente, la memoria original se borrará, siendo sustituida por lo que recuerdes de lo que recordaste.
    • Digamos que te piden que recuerdes un parque. Tiene pocos árboles, un perro corriendo y persiguiendo un disco volador, una pareja tumbada sobre una manta. Es verano, brilla el sol, y el viento ruge a través de las hojas. Aproximadamente una semana después, te preguntan por esa visión del parque, ahora es otoño. Tu mente formula rápidamente algo que responda a esa petición; y la imagen original se modifica de acuerdo a eso. Esta es una simplificación, seguramente, pero es así como funciona la mente humana.
  3. Piensa en positivo. Dicho claramente, cuanto más en positivo pienses y más feliz seas, más fácil será pensar con lógica y controlar esas emociones negativas cuando broten. [6] Aunque inicialmente cueste trabajo, una vez sea un hábito, será algo que hagas de forma automática.
    • Digamos que estás luchando en tu actual relación. Te está volviendo un poco loco, te sientes un tanto dependiente y no estás siendo la persona que quieres ser. En lugar de perder los papeles por pensar que estás fuera de ti, intenta enfocarlo como una experiencia de aprendizaje. ¿Qué necesita arreglarse en esa relación para hacerte feliz? ¿Cómo puedes comunicarte mejor? ¿Es posible que la terapia sea de ayuda y que haya un asunto más complejo de fondo?
  4. Aquellos que son emocionalmente conscientes son generalmente más estables emocionalmente. Tienen una especie de calma consigo mismos ya que han aceptado sus sentimientos y saben que el 99% del tiempo no es para tanto. Esto es lo que los psicólogos y científicos llaman “concienciación”. Todo lo que hace falta es ser autoconsciente y un sutil entendimiento de ti mismo.
    • Una buena forma de conseguir la cualidad de la concienciación es a través de la meditación . Enfócate en tus patrones de respiración, intenta no pensar en nada más, y encuentra tu centro. Es un descanso de la vida que puede ayudarte a ver una imagen más amplia.
  5. La mente humana tiene la fantástica habilidad de ver, escuchar y pensar lo que quiera; independientemente de cómo sea realmente la realidad. [7] Es importante tener esto en mente cuando te encuentres a ti mismo sintiendo algo que preferirías no sentir. Estás construyendo tu realidad, así que, ¡puedes cambiarla también!
    • Aquí viene otro ejemplo: estás pasando el rato con tu pareja, y un mensaje llega a su teléfono desde un número desconocido que no pudiste evitar ver. Dice, “¡Oye! Me lo pasé muy bien anoche. Llámame pronto”. Inmediatamente asumes que te está engañando y comienzas a planear tu discurso de ruptura. Acumulas tensión durante un par de días, no comes ni duermes, y finalmente lo confrontas en un actitud de rabia y enfado acumulados durante lo que parece para siempre. Resulta que era su “hermana”. Incluso llama a ese número para demostrarlo. En retrospectiva, comprendes que debiste tomarte un respiro, admitir que viste el mensaje y con calma preguntarle qué estaba pasando. Hay más formas de interpretar una situación que aquella que viene precipitadamente a tu cabeza.
    Anuncio
Parte 3
Parte 3 de 3:

Modificar tus hábitos

Descargar el PDF
  1. ¿Ya conoces la frase “hace falta una aldea”? Pues, así es. Las emociones se manejan mejor cuando tienes un grupo de personas que te apoyan y te ayudan a sobrellevarlas. Cuando sabes que tienes hombros en los que apoyarte, resulta más sencillo lidiar con cualquier cosa; incluso sin su ayuda.
    • La terapia puede ser un tratamiento efectivo para cualquier asunto emocional, y no necesariamente necesitas acudir a un terapeuta para hacer terapia. Cuando te encuentres envuelto en un barullo emocional en el que preferirías no estar, háblalo. Descubrirás que al dejar salir las palabras dejas salir también a las emociones.
  2. Es cierto que tener una red social amplia está genial, pero querrás asegurar que cuentas con una red positiva en la que apoyarte. Si constantemente te rodeas de personas con frecuentes cambios de humor o que son inestables, te sentirás mejor si socializas y conoces a gente nueva. El drama es contagioso, sorprendentemente.
    • Cuando te rodeas de personas que son emocionalmente tóxicas, se convierte en normal. Verse envuelto en ansiedad, desconfianza e incluso miedo se convierte en el pan de cada día. A veces es difícil darse cuenta de que una relación es tóxica porque estás acostumbrado a todo lo negativo. Si tienes un amigo o dos que te dejan mermado y desanimado, probablemente son amistades tóxicas.
  3. Probablemente te han dicho antes que “nadie puede enfadarte salvo tu mismo”, o similar. Y es cierto; tú manejas tus sentimientos, nadie más. Tan solo porque alguien se precipite sobre tu coche no quiere decir que te “hagan” sentir de determinada manera. Seguramente, los demás son un motivo para que te sientas así, pero no tienen nada que ver con los pequeños receptores que se activan en tu cerebro. Así que la próxima vez que alguien te haga enfadar, da un paso atrás. Cuanto más tolerante seas, te convertirás en alguien más estable.
    • Existen una infinita cantidad de cosas que enfadan a la mayoría de nosotros; puede variar, desde la persona que se coloca demasiado cerca en la fila a los hipócritas y fanáticos que nunca van a abrirse de mente para ver la luz. Todos tenemos nuestros momentos de intolerancia en los que sentimos que alguien está equivocado o que nos ha defraudado. Encuentra el que será el siguiente momento para ti; si eres como la mayoría de las personas, no tardará demasiado; en lugar de dejarte encender, tómate un respiro. No sostengas una pelea. No profieras el insulto más obvio. Medítalo a fondo y mantente en tu lugar.
  4. Cuando la vida nos arroja obstáculos, no es tan grave si sabemos qué se aproxima y estamos preparados. En lugar de eso, andamos esquivando balas y nos sentimos totalmente fuera de control. No son las balas la cuestión, sino que no tenemos poder sobre lo que ocurre; y esta falta de poder nos va enloqueciendo, volviéndonos emocionalmente inestables. Aunque no se pueda evitar cada pequeña cosa que surja en la vida, si puedes tomar un mayor control de tu vida. Cuanto más autónomo seas, será fácil mantener más estabilidad.
    • Para la mayoría de nosotros, los obstáculos en la vida son inevitables. Tenemos problemas de dinero, problemas de relaciones, problemas existenciales; pero lo que sí podemos hacer es contar con los demás para sentirnos a nosotros mismos y validarnos. Cuando otros están tomando el mando de nuestras vidas, es virtualmente imposible sentirse estable porque no tenemos el control. SI alguien más dirige tu vida, determina tus emociones, es mejor ponerle un freno. Solo tú puedes hacerte feliz; nadie más.
  5. Si no estás comiendo, durmiendo, ni cuidándote, no hay forma de que cuides tus emociones. Antes incluso de deshacerte de los malos hábitos contenidos en tu súper ego, primero tienes que retroceder un poco. Encárgate de las cosas de primera necesidad. No puedes correr sin caminar antes, ¿no es cierto?
  6. Muchos de nosotros nos esforzamos por ser buenos con los demás. Y aunque esto es importante, es tan importante como serlo contigo mismo. Así que cuando te sientas un poco bajo o fuera de control, tómate un tiempo para tratarte como lo harías con un amigo que atraviese por lo mismo. Piensa que es decisivo derrochar en ese concierto o comprarte un helado.
    • Las pequeñas cosas que nos agradan hacen que sea más fácil calmarse, dar un paso atrás, y darse cuenta de que todo está bien. La vida no será perfecta, pero si te permites ese buen trato ayudará a darte cuenta de que hay motivos para mantenerse positivo.
  7. Aunque no es un consejo activo que puedas salir a poner en práctica, es de mucha ayuda recordar que nuestros años de formación se caracterizan por el caos emocional y la falta de sentirse seguro. En otras palabras, cuanto más viejo te hagas, más estable serás. [8] Con la edad viene la sabiduría, pero también un sentido de calma. Así que si aún eres joven, no seas tan duro contigo mismo. Tus amigos probablemente también andan volviéndose locos.
    • Dicho todo lo cual, nada sirve si se trata de enfermedad mental. Si eres emocionalmente inestable hasta el punto en el que no puedas funcionar, se trata completamente de otro hecho. Busca un psicólogo con el que hablar de tus asuntos; es posible que tengas un desequilibrio que requiera de un tratamiento.
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 31 762 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio