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Los gecos caseros, también conocidos como gecos mediterráneos, son reptiles muy buenos para principiantes, así como para los dueños experimentados de reptiles, ya que son baratos y fáciles de cuidar. Estos pequeños lagartos resistentes fueron llamados así debido a su propensión a esconderse y vivir en interiores, lo que los convierte en mascotas ideales para un recinto en tu hogar. Los gecos caseros vivirán un promedio de 5 a 10 años, pero puedes tomar medidas para cuidar de tu geco adecuadamente y asegurar que tenga una larga vida.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Albergar a tu geco

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  1. Un solo geco casero no necesita tanto espacio para estar contento y saludable. Un tanque más profundo con paredes más altas es ideal para un geco. Usa un tanque de vidrio con una tapa de malla, de forma que el geco obtenga suficiente ventilación en su tanque. [1]
    • Si decides mantener a más de un geco a la vez, debes añadir cinco galones al espacio por geco. Entonces, para dos gecos, necesitarás un tanque de 38 litros (10 galones), para tres gecos necesitarás un tanque de 57 litros (15 galones), para cuatro gecos necesitarás un tanque de 76 litros (20 galones) y así sucesivamente.
    • Nunca albergues a más de un geco macho en el mismo tanque ya que podrían pelearse. Del mismo modo, si decides mantener juntos a gecos machos y hembras, prepárate para que se reproduzcan y tengan gecos bebés. Es posible que tengas que trasladar tu población de gecos en expansión a un tanque más grande para asegurar que haya espacio suficiente para los gecos adultos y bebés.
  2. El calor es una parte muy importante en la vida de un reptil. Si un reptil no recibe suficiente calor, podría volverse inactivo y enfermarse. Si un reptil recibe demasiado calor, podría sobrecalentarse y enfermarse o morir. El tanque de tu geco debe tener una gradiente de calor, con una lámpara de calor en un extremo del tanque. Esto le permitirá obtener calor durante el día y menos calor durante la noche, cuando apagues la lámpara. [2]
    • La temperatura general del tanque debe ser de alrededor de 29 a 32 °C (85 a 90 °F) en el extremo caliente y de alrededor de 25 a 27 °C (78 a 80 °F) en el extremo fresco. Las temperaturas nocturnas deben mantenerse a alrededor de 25 a 27 °C (78 a 80 °F). Asegúrate de proporcionar un extremo cálido y uno fresco en el recinto para ayudar con la regulación térmica.
    • Puedes alcanzar las temperaturas adecuadas usando una lámpara de calor de bajo vatiaje en un extremo del tanque. También puedes usar un calefactor a un lado del tanque o debajo de él. Mantén la lámpara de calor encendida durante 12 horas al día y luego apágala durante la noche. También puedes usar una lámpara de calor azul para controlar las temperaturas nocturnas.
    • No uses una roca térmica ya que son anticuadas y pueden ocasionar quemaduras serias e incluso la muerte. No tienes que usar luz ultravioleta para los gecos caseros ya que son nocturnos.
  3. El sustrato en el fondo del tanque ayudará a mantener el ambiente húmedo y cálido, tal como le gusta a un geco. Puedes usar una simple opción de bajo mantenimiento para el sustrato, como papeles toalla o papeles de periódico. También puedes derrochar un poco en una opción de aspecto más natural, como tierra orgánica para macetas, mantillo de ciprés, corteza o lecho de hojas. [3]
    • El sustrato debe tener por lo menos 7,5 cm (3 pulgadas) de profundidad ya que los gecos normalmente crean pequeños terrones o escarban para poner huevos.
    • No uses arena o guijarros como sustrato para el tanque ya que el geco puede intentar comérselo y enfermarse.
    • Cambia el sustrato de papel entre dos y tres veces a la semana. Si vas a usar sustrato de partículas, como el mantillo o la corteza, limpia los lugares donde haya suciedad una vez al día y reemplázalo una vez al mes.
  4. Las plantas vivas y artificiales le proporcionan al geco muchos lugares para trepar. Las plantas vivas también ayudan a incrementar la humedad del tanque, un ambiente ideal para que tu geco se desarrolle bien. [4]
    • Debido a que los gecos caseros son nocturnos, necesitarán un lugar para dormir y esconderse durante la noche. Puedes comprar estructuras de escondite, a menudo hechas de corcho, en tu tienda de mascotas local. Compra dos estructuras de escondite y coloca una en el lado fresco del tanque y una en el lado cálido. Esto le dará al geco la opción de refrescarse o calentarse. Trata de tener por lo menos dos escondites por geco.
  5. Los gecos caseros son especies tropicales y reaccionan bien a un ambiente húmedo, con una humedad de alrededor del 70 al 90 %. Puedes asegurar que el tanque se mantenga húmedo rociándolo con agua entre una y dos veces al día. Usa una botella rociadora limpia y agua fresca libre de cloro. Apunta el rociador a los lados del tanque para asegurar que se humedezca. [5]
    • También puedes instalar un rociador automático en el tanque que rocíe agua diariamente. Búscalo en tu tienda de mascotas local.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Alimentar a tu geco

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  1. Proporciona un tazón pequeño y poco profundo para tu geco y llénalo con agua fresca y libre de cloro una vez al día. El tazón de agua debe estar en el lado fresco del tanque. El geco puede beber de él o usarlo para bañarse. La mayoría de los gecos beberá gotitas de agua del rociado diario en lugar de beber de su tazón de agua. [6]
    • Siempre dale agua declorada a tu geco ya que el agua destilada puede ocasionarle problemas médicos debido a su falta de nutrientes y minerales. Evita darle a tu geco agua del grifo sin tratar ya que puede ser poco saludable.
  2. Tendrás que alimentar a un geco bebé o a un geco más joven de cinco a seis veces a la semana. El geco debe tener una dieta alta en proteína, consistente de grillos, gusanos de harina, gusanos de la cera, gusanos de seda y cucarachas. Los insectos no deben ser más anchos que la cabeza de tu geco para asegurarte de que pueda tolerarlos. Si algún insecto queda vivo y empieza a deambular por el tanque, retíralo ya que puede terminar mordisqueando la piel y los ojos del geco. [7]
    • Debes llenar a los insectos con una dieta nutritiva alrededor de 24 horas antes de ofrecérselos al geco. Luego, dáselos al geco. No le des al geco insectos silvestres que hayas atrapado tú mismo ya que pueden transmitir enfermedades.
  3. Debes espolvorear la comida de tu geco con un suplemento de calcio antes de dársela. La comida de un geco en crecimiento deberá espolvorearse más que la de uno adulto. Puedes pedirle a tu veterinario instrucciones exactas sobre cuánto suplemento espolvorear sobre la comida de tu geco para evitar suplementar la comida en exceso. [8]
    • Opta por un suplemento de calcio fortificado con vitamina D3 y espolvoréalo de dos a tres veces por semana. No uses un suplemento de calcio con fósforo añadido a menos que lo especifique el veterinario.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Manipular al geco

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  1. A la mayoría de los gecos caseros en crecimiento no le gusta que los sujeten y los levanten. Manipular a tu geco también evitará que se acostumbre a su nuevo ambiente. Los gecos caseros son frágiles y, si les jalas la cola, pueden perderla o lastimarse. [9]
    • Es posible que quieras esperar a que tu geco sea adulto para manipularlo fuera de su jaula. Aun así, debes tener cuidado al manipularlo y tratar de que no se te salga de las manos ya que los gecos caseros pueden moverse muy rápido y tienden a esconderse en lugares difíciles de alcanzar una vez que están fuera de sus tanques.
  2. Levantar al geco por el vientre lo asustará y ocasionará que salte de tus manos. Asegúrate de levantarlo por la parte superior de su cuerpo y sujetarlo firmemente antes de sacarlo del tanque. Luego puedes ahuecar las manos para asegurarte de que no se escape. [10]
    • En general, solo debes manipular al geco si tienes que sacarlo para limpiar el tanque. Lávate las manos antes y después de manipularlo ya que podrías tener bacterias en tus manos que podrían ocasionarle enfermedades.
  3. Tu geco casero mudará de piel por zonas cada cuatro a seis semanas. Puede tornarse de un color opaco y la piel sobre sus párpados puede salirse a medida que muda de piel. Aunque la muda puede parecer incómoda, no intentes pelarle la piel ya que esto puede ser doloroso y peligroso para tu geco. Si las condiciones del tanque son lo suficientemente húmedas, tu geco debe poder mudar de piel por su cuenta e incluso podría comerse su propia piel. [11]
    • Durante el proceso de muda, al geco le crecerá una nueva capa de piel y esta se separará de la capa antigua, creando un fluido entre ambas capas. Si el recinto del geco está demasiado seco, el fluido no se formará adecuadamente y dificultará más que tu geco mude su piel antigua. Si la piel antigua del geco no parece salirse por su cuenta, es posible que tengas que ajustar la humedad del tanque rociándolo dos veces al día. Es posible que también tengas que proporcionar una caja húmeda para su tanque, como un recipiente de plástico lleno de musgo húmedo de terrario para reptiles. Corta una puerta en un lado del recipiente y tápalo. Esto le permitirá al geco entrar en la caja a su antojo.
    • Si tu geco tiene problemas para sacarse la piel antigua de los dedos, la cola o la cabeza, puedes ayudarlo rociando el área con agua y masajeando lentamente la piel hasta que se desprenda por su cuenta.
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Cosas que necesitarás

  • tanque de vidrio con una tapa de malla segura
  • una lámpara de calor
  • sustrato
  • plantas vivas y artificiales
  • escondites
  • botella rociadora o rociador automático
  • agua declorada
  • cucarachas
  • grillos
  • gusanos de la cera
  • suplementos de calcio

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