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La preadolescencia comprende el periodo entre la niñez y la adolescencia, desde los 8 a los 12 años. Durante la preadolescencia, puedes empezar a experimentar la pubertad, la cual puede hacerte cambiar cosas en tu higiene, estilo de vida, seguridad y autoestima. [1] Cuidar bien tu cuerpo a medida que pasan los años de la preadolescencia te dará la garantía de estar preparada para la pubertad y para poder adaptarte a los cambios de tu cuerpo.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Mantener una buena higiene

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  1. La menstruación normalmente aparece en niñas entre los 9 y 13 años. [2] Cuando una empieza a menstruar o a venirle su periodo, el flujo puede ser irregular, pues el cuerpo está en proceso de adaptarse a rápidos cambios fisiológicos. Puedes observar un fluido blanco o transparente secretando de las glándulas de tu vagina meses antes de que empiece tu primer periodo. No te preocupes, porque es normal y es un signo de que pronto te vendrá tu periodo. [3]
    • El ciclo menstrual tiene 3 frases. La fase folicular es el principio del periodo y termina cuando se empieza a ovular. Esta fase suele durar de 11 a 21 días. La fase lútea es el inicio de la ovulación y continúa hasta el principio del siguiente periodo. La fase menstrual es la fase final de la menstruación, en la cual se expulsa el sangrado menstrual y normalmente dura de 3 a 7 días. [4]
    • Además del sangrado, también puedes tener cólicos antes o durante tus periodos. Otros de los efectos secundarios de la menstruación son: hinchazón, cambios de estado de ánimo y dolores de cabeza. Si tus cólicos o demás síntomas se agravan, debes acudir a un doctor para que te recete medicamentos que puedan aliviar los efectos secundarios. También puedes aliviar el dolor menstrual tomando remedios caseros.
    • Cuando te llegue tu periodo, puedes seguir nadando, haciendo equitación, yoga e ir a tus clases de educación física. Puedes participar en actividades normales y debes tratar de ser activa físicamente durante tu periodo, pues es bueno para aliviar los cólicos.
  2. Los productos de higiene femenina como los tampones y las toallas son importantes para absorber el sangrado del periodo. Debes decidir si te sientes más cómoda usando tampones o toallas. Puedes empezar con las toallas y luego, a medida que te acostumbres, puedes cambiarte a los tampones. Los productos de higiene femenina se venden en las farmacias.
    • Para usar una toalla, ponla en tu ropa interior de modo que la parte inferior adhesiva esté hacia abajo y presiónala. Esta absorberá el sangrado. Asegúrate de cambiarte de toalla según sea necesario para que el sangrado no manche tu ropa interior o emita un olor fuerte.
    • Para usar un tampón, tienes que ponerlo dentro de tu vagina para que absorba el sangrado. En las etiquetas de los tampones están las instrucciones para introducirlos correctamente. Algunos tampones vienen con una cubierta de cartón o plástico, llamada “aplicador”, que facilitará la inserción del tampón. No dejes el aplicador dentro de la vagina cuando el tampón esté en su lugar.
    • Todos los tampones vienen con un hilo en el extremo que ayuda a sacarlos cuando es hora de cambiarse, lo cual debe hacerse cada 4 a 8 horas. Los tampones están diseñados para estar en la vagina y no perderse ni deslizarse. Solo usa un tampón con el nivel más bajo de absorción según la abundancia de tu periodo. Nunca uses un “súper” tampón si solo necesitas uno “regular”. Usar tampones demasiado absorbentes o no cambiárselos cuando es necesario puede ponerte en riesgo de contraer el síndrome de shock tóxico (SST), una infección peligrosa aunque poco frecuente.
    • También puedes usar una copa menstrual, que es una copa reutilizable que se inserta en la vagina por hasta 12 horas. Tienes que vaciarla y lavarla antes de volvértela a introducir.
  3. A medida que sigas desarrollándote, puedes empezar a ver que tu piel se vuelve más oleosa y que sudas más. Esto se debe a que las glándulas del sudor están en crecimiento y las hormonas están empezando a dar efecto. El acné es común en los adolescentes, especialmente con los cambios hormonales de la pubertad, y puede manifestarse como puntos negros, puntos blancos, granitos o quistes sebáceos. Si tus padres tuvieron acné de adolescentes, es más probable que también te dé a ti. Para ayudar a prevenir el acné y tratarlo, sigue una estricta rutina de cuidados de la piel. [5]
    • Asegúrate de lavarte la cara como mínimo 2 veces al día, una en la mañana y otra en la noche, con un limpiador ligero y agua tibia. Usa las yemas de tus dedos para masajear suavemente el limpiador. No te restriegues, raspes ni te piques. Evita los astringentes, pues pueden resecar e irritar la piel. Usa un hidratante ligero y a base de agua con un FPS 15 o más para proteger tu piel del sol y evitar que se reseque.
    • Si quieres maquillarte, busca productos a base de agua que tengan los términos “no comedogénico” o “no alergénico”. Usa un desmaquillante para quitar el maquillaje antes de acostarte, porque irse a dormir con el maquillaje puesto causa acné.
    • Si empiezas a tener un acné más grave, debes acudir a un dermatólogo para que te recete un tratamiento. Entre más temprano lo trates, más rápido desaparecerá y tendrás un menor riesgo de quedar con cicatrices en la cara debido a él.
  4. También puedes observar que sudas más o que tiene un olor más fuerte proveniente de las glándulas del sudor en las axilas. Para controlar este olor, ponte desodorante o antitranspirante. Puedes comprar estos productos en las farmacias.
    • Aplícate el desodorante en las axilas en la mañana como parte de tu rutina matutina. Si tiendes a sudar mucho o vas a hacer actividad física, puedes volvértelo a aplicar durante el día.
  5. Para muchas preadolescentes, la pubertad aparece con el crecimiento y el desarrollo de los senos. Puedes observar pequeños bultos sensibles en tu pecho y unos pezones de mayor tamaño con los años. A medida que se desarrollan los pechos, uno puede parecer más grande que otro, pero se emparejarán cuando lleguen a su tamaño y forma final. Para apoyar al crecimiento de tus sueños, debes hablar con tus padres sobre la posibilidad de comprar un sostén.
    • Comprar un sostén puede ser emocionante, pues es el primer paso para ser una mujer adulta. Pero si te da vergüenza o temor comprar tu primer sostén, puedes hacerlo acompañada de una amiga que ya usa sostén en vez de ir con tus padres.
  6. Las mismas hormonas que causan el acné también causan la acumulación de aceite en el cabello y el cuero cabelludo. Lávate el cabello todos los días o cada 2 días para ayudar a controlar o prevenir la acumulación de aceite. Aplícate el champú con agua tibia e impregna el producto en el cabello y cuero cabelludo haciéndote masajes. No te restriegues, frotes ni rasques con demasiada fuerza. [6]
    • También puedes usar un acondicionador después lavarte con champú para que tu cabello esté sano y menos oleoso. Busca productos especiales para cabello graso. Si hay escamas blancas en tu ropa, podrías tener caspa. Puedes usar productos anticaspa para ayudar a controlarla.
    • También debes usar productos para peinarte, como geles y lociones sin aceites o menos grasos para que tu cabello no se vea más graso y sucio.
  7. Quizá empieces a ver vellos creciéndote en las piernas, los brazos, las axilas, y vello púbico en la vagina. Algunas preadolescentes empiezan a rasurarse las piernas y las axilas por preferencias personales. Esta es puramente una decisión estética y no brinda ningún beneficio médico.
    • Si decides empezar a rasurarte las piernas, debes usar una rasuradora para vello corporal y gel para rasurar o jabón y agua tibia. Pregúntale a uno de tus padres cómo rasurarse correctamente las piernas, porque estarás usando una rasuradora afilada y no querrás lastimarte. Rasúrate las piernas siempre en contra del crecimiento del vello.
    • Si también decides rasurarte las axilas, asegúrate de usar un gel para rasurar o agua tibia y jabón para formar espuma. El vello de las axilas puede crecer en direcciones diferentes, así que quizá tengas que rasurarte también en direcciones diferentes.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Mantener un estilo de vida saludable

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  1. En los años de preadolescencia, puedes ver que tus brazos, piernas, manos y pies crecen más rápido que el resto del cuerpo. Quizá te sientas más torpe o incómoda, pero con el tiempo, superarás este crecimiento repentino y te sentirás más cómoda en tu cuerpo. [7]
    • También puedes empezar a ver un cambio en tu peso y forma corporal. Puedes desarrollar más grasa en el abdomen, nalgas y piernas. Esto es completamente normal y parte del crecimiento. El crecimiento en la preadolescencia no es siempre igual y puedes ver que tu cuerpo se desarrolla de manera diferente al de otras chicas de tu edad.
  2. Durante la preadolescencia, es importantísimo que mantengas un estilo de vida saludable siendo activa físicamente por lo menos 1 hora al día. El ejercicio puede ayudarte a mantener un peso saludable, prevenir enfermedades graves, darte más energía y más seguridad.
    • Si disfrutas una actividad o deporte en particular, considera la posibilidad de unirte a un equipo o liga. Inscríbete en el equipo de tu escuela o busca un equipo recreacional en tu área. Habla con tus padres sobre la posibilidad de dedicarte al deporte más seriamente, en especial si lo disfrutas y eres buena.
    • Si no eres muy activa físicamente, puedes empezar lento y trazarte metas. Por ejemplo, puedes unirte a una clase de yoga o de fitness con una amiga y hacerlo unas cuantas semanas de manera fija. O puedes empezar a practicar una rutina en el gimnasio e ir una vez a la semana por varios meses. Céntrate en trazarte metas realistas y busca el apoyo de amigos y familiares para mantenerte motivada.
  3. [8] El sueño es un elemento clave para mantener un estilo de vida sano como preadolescente, en especial si el cuerpo sigue desarrollándose. Dormir de 8 a 10 horas puede permitirte hacer todas las cosas que disfrutas y mantener tus compromisos, como la escuela, la familia, los amigos, la actividad física, los pasatiempos o los intereses personales. [9]
    • Ten un horario donde te despiertes a la misma hora todos los días y te acuestes a la misma hora todas las noches. Debes evitar presionar el botón “Snooze”. Si no, usa una alarma que no lo tenga, pues dormir “unos minutos más” en la mañana puede desbalancear tu reloj interno.
    • Ten una rutina relajante antes de acostarte, como tomar un baño, leer un libro o hablar con un amigo o uno de tus padres. Evita llevar pantallas a tu dormitorio o a tu cama, como las de los celulares, computadoras o televisores.
    • Asegúrate de que tu dormitorio sea fresco, oscuro, silencioso y cómodo. Baja las luces, acurrúcate en tu manta favorita y ponte a escuchar música relajante que te ayude a dormir.
  4. Comer sano es esencial para tener la suficiente energía para sobrellevar el día y mantener un peso sano. Trata de evitar la comida chatarra y la comida rápida todos los días o incluso todos los días de semana, pues son fuentes vacías de energía y no te mantendrán saciado ni sano.
    • Empieza cada mañana con un desayuno alto en fibra, como un tazón de cereal integral. También puedes agregar unas cuantas cucharadas de salvado de trigo sin procesar o semillas de linaza a tu cereal del desayuno, yogurt o batido de la mañana.
    • Si te cuesta comer sano cuando estás en la escuela, prueba elegir la opción de frutas o vegetales en la cafetería y comer granos saludables como el arroz, la quínoa o el cuscús. Debes limitar tus porciones para que tu plato de almuerzo contenga 1 taza de frutas y vegetales, 1 taza de granos y una porción pequeña de proteína como carne, frijoles o tofu.
    • También puedes hacer tus propias loncheras para la escuela con una porción saludable de frutas y vegetales, proteína y granos. Debes también llevar bocadillos en tu bolso como nueces, frutas deshidratas o fruta fresca para que no tengas hambre durante el día. Los bocadillos también son útiles si haces deportes u otras actividades después de la escuela y necesitas un extra de energía.
    • Debes cooperar con tus padres para tener en casa comidas más sanas y hacer un horario de comidas. Así, sabrás qué hay en el menú durante la semana y puedes ayudar a tus padres a cocinar y preparar las comidas.
  5. Si bien puede ser tentador saltarse una comida o no comer para poder bajar de peso, privarte de bocado solo arruinará tu horario de comidas y confundirá a tu cuerpo. Más bien, dedícate a comer 3 comidas sanas al día y balancearlo con ejercicio. Esto ayudará a mantener un peso saludable y a tener la suficiente energía a medida que tu cuerpo sigue desarrollándose.
    • En los años de preadolescencia, las chicas son más propensas a comer por emoción, donde una come por aburrimiento, estrés o tristeza. Evita la necesidad de hacerlo y ponte más bien a escribir en un diario, salir a caminar o a correr, estar con una amiga o ser voluntaria en tu comunidad. Desarrollar buenos hábitos alimenticios te ayudará a mantener una imagen corporal positiva y a sentirte sana en tu cuerpo en crecimiento.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Mantener tu seguridad y autoestima

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  1. A medida que entres en los años de preadolescencia y luego a los de adolescencia, quizá tengas dificultades para mantener tu seguridad y autoestima. Esto puede deberse al desarrollo y los cambios de tu cuerpo como también a los efectos emocionales de la pubertad. Desarrollar una buena autoestima te dará el valor de probar cosas nuevas y el poder de tomar buenas decisiones. Cuando empieces a sentirte triste, sola, ansiosa o estresada, puedes volver a centrarte en tus necesidades y practicar el autocuidado. Esto puede ayudarte a recordar tu fuerza interna y sentirse segura de nuevo al centrarte en ti misma. [10]
    • Puedes practicar el autocuidado haciendo lo siguiente: tomándote el tiempo de mimarte con un baño, una facial o una pedicura y una manicura. También puedes centrarte en hacer algo sola que te calme, como leer, escribir, escuchar música o tomar una siesta revitalizadora de 10 minutos.
  2. Otra manera de aumentar tu seguridad es forzándote a lograr una habilidad o actividad que disfrutes o en la que seas buena. Puede ser un deporte, un pasatiempo o un área de estudio que te apasione o te interese. O puede ser una actividad en la que parezcas tener una aptitud natural y sobresalgas con facilidad. Hacer bien una habilidad o actividad puede ayudarte a sentir empoderada y a aumentar tu autoestima. [11]
    • Haz una lista de las habilidades o actividades que disfrutes hacer, como el baloncesto, natación, pintura, canto o escritura. Trata de fijarte metas relacionadas a estas y motívate a alcanzarlas. Puedes decidir inscribirte en una clase de pintura después de la escuela, por ejemplo, o puedes probarte en el equipo de baloncesto en la escuela. Estas acciones pueden ayudarte a mejorar tus habilidades y a tener una gran sensación de logro mientras haces la actividad que disfrutas.
  3. Adopta una actitud positiva estando dispuesta a probar experiencias nuevas. Prueba un pasatiempo nuevo y descubre un talento oculto, o únete a un club y haz amigos nuevos. Expandir tus horizontes también te permitirá descubrir diferentes partes de ti misma y a tener experiencias nuevas. Esto puede motivarte cuando te sientas ansiosa, aburrida o sola, y a darte más seguridad. [12]
  4. La compañía que tengas también contribuirá a tu seguridad y autoestima. Si tienes amigos que siempre te hacen sentir mal o son autocríticos, podrían traer negatividad a tu vida y minar tu seguridad. Busca amigos que te hagan sentir única, interesante y valiosa. Tener gente positiva en tu vida solo mejorará tu autoestima y te dará la seguridad para ser tú misma. [13]
    • También debes buscar modelos a seguir positivos, que pueden ser tus maestros, familiares, compañeros o incluso tu entrenador. Recibir la guía, el apoyo y la tutoría de un modelo a seguir puede ayudarte a tener más seguridad y a crecer como persona.
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