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Si deseas tener un jardín, pero no tienes el espacio suficiente en tu patio, el cultivo hidropónico (es decir, el cultivo sin el uso de tierra) es una alternativa ideal. [1] La lechuga es el vegetal más fácil de cultivar de manera hidropónica, por lo que es un punto de partida excelente. Ensambla el sistema hidropónico, cuida las plantas y recolecta la primera cosecha de lechuga al cabo de algunas semanas. Si dominas estos aspectos básicos, ¡podrás cultivar lechuga en casa durante todo el año!

Parte 1
Parte 1 de 3:

Montar el sistema hidropónico

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  1. Puedes cultivar hidropónicamente la mayoría de las variedades de lechuga. La lechuga francesa es una buena opción debido a que no ocupa mucho espacio, la lechuga Bibb es una variedad un poco más fácil de cultivar, mientras que la romana crece bien, pero tarda más tiempo en hacerlo. [2] Elige la variedad que más prefieras y ten en cuenta los requerimientos y tendencias ligeramente diferentes que tenga el tipo que escojas.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    "Normalmente, una cabeza de lechuga puede tardar de 3 a 4 semanas en crecer de forma hidropónica. Pero el entorno puede afectar esto".

    Maggie Moran

    Especialista del hogar y jardinería
    Maggie Moran es profesional en jardinería en Pensilvania.
    Maggie Moran
    Especialista del hogar y jardinería
  2. Existe una gran variedad de sistemas hidropónicos en los que puedes cultivar plantas, entre los que están los sistemas de goteo, el sistema NFT, los sistemas de fluctuaciones, los sistemas aeropónicos, etc. [3] Los sistemas de cultivo hidropónicos (en los cuales las plantas flotan directamente sobre el agua mientras sus raíces crecen por debajo y absorben los nutrientes) son los más eficaces y simplistas. [4]
  3. Existe una gran variedad de medios de cultivo que puedes elegir, entre los que se encuentran la lana de roca, la fibra de coco, la vermiculita, las virutas de pino, la roca de río, la arena, etc. Todas estas alternativas tienen aspectos tanto positivos como negativos, pero cualquiera de ellas te permitirá cultivar la lechuga sin problemas.
    • La lana de roca es el medio más popular además de ser tanto estéril como poroso. Si piensas utilizarla, asegúrate de evitar que se sature demasiado, ya que eso puede sofocar las raíces, haciendo que tanto ellas como el tallo de pudran.
    • La roca para cultivo es otra alternativa popular que posee un pH neutral y conserva bien la humedad. Si limpias muy bien este sustrato, puedes reutilizarlo, lo que puede ser beneficioso para el cultivo hidropónico en el interior de tu casa, aunque podría ser tedioso si cultivas a una escala mayor. [5]
  4. Compra un recipiente de almacenamiento grande o una pecera y utilízalo como tanque de nutrientes para las lechugas. Elige uno que tenga un superficie grande, pero también asegúrate de que tenga al menos varios centímetros de profundidad como para que las raíces de la planta puedan crecer sin problemas. [6]
  5. Existen muchos materiales diferentes (p.ej., espuma de poliestireno o la tapa del recipiente) que puedes utilizar a fin de montar una estructura estable donde tus plantas puedan estar por encima del agua mientras sus raíces están sumergidas. [7] Haz agujeros en las tablas de poliestireno separados a unos 30 cm (12 pulgadas) de distancia. Perfora varios agujeros y consigue muchas macetas con rejilla para que puedas colocar todas las plántulas que tengas.
  6. Necesitarás contar con un sistema que produzca burbujas de aire o vuelva a circular el agua del tanque de modo que las raíces no se sofoquen. Por eso, instalar una bomba de acuario evitará que esto suceda. [8]
  7. Puedes adquirir combinaciones de nutrientes en las tiendas de jardinería especializadas en el cultivo de plantas hidropónicas. Ten en cuenta que, por lo general, la lechuga requiere altos niveles de potasio, calcio y magnesio. [9] Sigue las indicaciones en el kit del nutriente para su mezcla con agua, y luego vierte la solución en el recipiente.
    • Algunos tipos de lechuga son más sensibles al nitrógeno que otros, por lo que deberás asegurarte de que los nutrientes que compres sean adecuados para la lechuga que cultives.
  8. Antes de comenzar con el sistema hidropónico, deberás utilizar una caja de huevos o tapones, la cual tiene celdas pequeñas que permitirán crear un entorno inicial estable para las plantas. Llena los tapones con el sustrato que elegiste y coloca las semillas hidropónicas. [10]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Cuidar las lechugas

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  1. Para que las lechugas comiencen a germinar, riega el vivero dejando un día y mantenlas en un área bien iluminada o donde reciban la luz solar con una temperatura de entre 18 y 26 °C (68 y 80 °F). Espera hasta que las plántulas tengan aproximadamente 5 cm (2 pulgadas) de alto y unas cuatro hojas. [11]
  2. Lleva las plántulas una por una desde sus celdas hacia las macetas con rejillas de manera cuidadosa y sin jalarlas. Alinea las mcetas con los agujeros que perforarse en la plata forma de flotación o la tapa del recipiente, y luego colócalas en el tanque. [12]
  3. A diferencia de otras plantas, la lechuga no necesita estar expuesta a la luz intensa o durante mucho tiempo para poder crecer. Si bien existen alternativas, la luz fluorescente es la más adecuada debido a que no es costosa, consume poca electricidad y produce una gran cantidad de calor. [13]
  4. la lechuga es un cultivo que crece mejor en un entorno frío. Para lograr mejores resultados, mantén la temperatura en unos 12 °C (55 °F) durante la noche, y en unos 23 °C (75 °F) durante el día. Si la lechuga se calienta demasiado, florecerá, lo que no es bueno debido a que sus hojas adquirirán un sabor más amargo. [14]
  5. El nivel de pH de una planta hace referencia a lo ácida o básica que es, y determina si puede absorber adecuadamente los nutrientes disponibles. Utiliza una tira de papel (la cual no es costosa) para medir regularmente el pH y asegúrate de que sea ligeramente ácido y casi neutral para que así obtengas la mejor producción posible.
    • Puedes adquirir reguladores de pH que permitan corregir los niveles de pH cuando los viertas en el tanque. [15]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cosechar la lechuga

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  1. Al cabo de 5 o 6 semanas, la lechuga debe haber crecido completamente y estar lista para su cosecha y consumo. Si quieres asegurarte de que tus plantas sigan produciendo grandes cantidades de lechuga saludable, quita las hojas externas y deja algunas de las internas. De esta manera, no tomará mucho tiempo para que estas reemplacen a las que sacaste. [16]
  2. Evita sacar todas las hojas de cada planta de una sola vez. Un día, hazlo con una planta y luego repite el proceso con otra unos días más tarde. De esta manera, podrás disfrutar de la cantidad adecuada de lechuga a la vez en lugar de pasar por periodos de baja producción o de producción excesiva. [17]
  3. Si la lechuga ya ha crecido por completo y no quieres comerla de inmediato, mantén las plantas enraizadas y almacénalas en un ambiente húmedo y casi helado para así garantizar su frescura hasta por un mes. [18]
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Consejos

  • Revisa a diario el nivel de agua. Si las raíces no están sumergidas bajo el agua, la lechuga no crecerá.
  • Si quieres cultivar la lechuga hidropónica en una cesta colgante o en una maceta para ventana, asegúrate de elegir un sustrato ligero, como la vermiculita, para evitar que el recipiente sea muy pesado.
  • Recuerda que las plantas que crecen en un entorno hidropónico necesitan agua y nutrientes al igual que las plantas cultivadas en tierra.
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Advertencias

  • Independientemente de que cultives las lechugas dentro o fuera de casa, deberás cuidarlas de los insectos y arrancarlos de las hojas para evitar que las destruyan. Si cultivas las lechugas en interiores, ten en cuenta que los pulgones son la plaga más común. Por otra parte, si las cultivas en exteriores, ten cuidado con los saltamontes, las babosas y las orugas.
  • Si cultivas las lechugas hidropónicas en un patio o plataforma exterior, asegúrate de protegerlas de la lluvia para evitar que el exceso de agua ingrese en el recipiente y diluya los nutrientes presentes.
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Cosas que necesitarás

  • semillas de lechuga hidropónica
  • plantones
  • recipiente de almacenamiento o pecera
  • bomba para acuario
  • bandeja flotante
  • taladro
  • macetas con rejilla
  • medio de cultivo (grava, aserrín, vermiculita, etc.)
  • agua
  • sales nutrientes
  • tiras de papel para medir el pH
  • cuchara (para mezclar los nutrientes)

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