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En ocasiones, ir de compras y gastar en ropa puede volverse un hábito (incluso una adicción) para muchas personas. Si tienes problemas económicos, no tienes espacio para guardar la ropa o tienes problemas en tu relación debido a tus gastos, comprar ropa podría ser un problema para ti. Afortunadamente, hay algunas maneras sencillas de evitar gastar tanto en ella, sentirte más satisfecho con lo que ya tienes y ser más feliz en general.

Método 1
Método 1 de 3:

Reorganizar tu armario

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  1. Una manera fantástica de gastar menos en ropa es reevaluar lo que ya tienes. Con frecuencia, encontrarás prendas que has olvidado y te preguntarás por qué has dejado de usarlas. Retira todas las prendas del armario y los cajones, y colócalas en la cama. [1]
    • El proceso de observarlas, organizarlas y volver a ordenarlas puede ser una alternativa satisfactoria a ir de compras, además de ayudarte a determinar qué necesitas y qué no.
  2. Empieza a organizar la ropa en grupos. Crea uno para las prendas que vas a conservar y que has usado en el último mes. Si vives en un área con cambios climáticos radicales, puedes incluir en este grupo las prendas que no hayas usado en el último mes si las has usado durante la estación anterior. [2]
    • Por ejemplo, si fuera diciembre y no has usado shorts por más de un mes porque hace mucho frío, solo conserva los que has usado en agosto o septiembre, cuando hacía suficiente calor como para usarlos.
    • Coloca las prendas de este grupo cerca de tu armario para que estén organizadas y mantenerlas guardadas.
  3. Observa las prendas que no estén en el grupo anterior y, si hay alguna que no has usado porque necesita arreglos, colócala en otro grupo para arreglarlas. Asegúrate de que este grupo tenga prendas que te gusten y que planees usar nuevamente. [3]
    • Si crees que no volverías a usarlas luego de arreglarlas, arrójalas a la basura o colócalas en un grupo de prendas para donar si solo requieren arreglos simples (como reemplazar un botón).
    • Arregla las prendas por tu cuenta o llévalas a un sastre para que se encargue. Para hacerlo por tu cuenta, usa una aguja e hilo para arreglar toda rasgadura o reemplazar los botones faltantes.
    • Para conseguir un sastre local, busca en internet algo como “sastre cerca de mí” o “arreglo de prendas cerca de mí”.
  4. Primero separa las prendas que vas a conservar. Cuelga las que usas para trabajar en un área del armario. Coloca las que usas en casa o para ejercitarte en otra área del armario o en los cajones de la cómoda. [4]
    • Coloca las prendas más elegantes y las que uses para las salidas nocturnas en un área diferente del armario.
    • Si las organizas de esta manera, esto te ayudará a llevar un control de lo que tienes, y notarás que usas todas con más frecuencia.
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Método 2
Método 2 de 3:

Reemplazar las compras con otras opciones

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  1. Haz ejercicio cuando sientas la necesidad de comprar algo. Podrías notar que ir de compras es un hábito que practicas cuando estás estresado o te sientes triste. La idea de comprar algo (como ropa que no necesitas) te hace sentir mejor de forma temporal. Si este es el caso, reemplazar las compras con un hábito menos costoso y más saludable hará que te sientas mejor sobre tus decisiones a largo plazo. [5]
    • Puedes salir a correr, manejar bicicleta, levantar pesas en el gimnasio o practicar yoga en lugar de ir al centro comercial. Incluso una caminata de 30 minutos para tomar aire fresco te ayudará a aliviar parte del estrés y reducir la necesidad de gastar dinero en ropa.
  2. Inscríbete en una clase de costura para aprender a hacer tu propia ropa . Si compras ropa con frecuencia porque te encanta la moda, desafíate a aprender a hacer tus propias prendas personalizadas inscribiéndote en una clase de costura. Incluso podrías personalizar la ropa que ya tienes haciendo que coincida más con tu estilo. Busca “clases de costura cerca de mí” en internet para encontrar una en tu área. [6]
    • Si te gusta la clase y aprendes a hacer prendas bonitas, sigue haciéndolas para ti y para otros como obsequios. Incluso podrías empezar tu propia línea de ropa en algún punto.
  3. Otra manera saludable de aliviar el estrés y distraerte de un mal día es hablar con un amigo. Llama a uno para preguntarle si quiere almorzar contigo o tomar algo. [7]
    • Si tienes un amigo en particular con quien sueles ir de compras, comunícate con otro, o dile que intentas evitar las compras por un tiempo y determina si le gustaría hacer algo más contigo.
  4. Piensa en algo que te gustaría hacer un día, cuando tengas el dinero. Tal vez sea un viaje a Europa, apoyar una organización caritativa, ir a clases de baile o construir tu propia casa. Cuando pases cerca de una tienda de ropa y quieras entrar, repítete que estás ahorrando para algo más importante. [8]
    • Ve a casa y guarda en los ahorros que has iniciado todo dinero que podrías haber gastado en ropa. Te sentirás mejor de inmediato por no haber comprado más prendas.
  5. Escribe en un diario de gratitud cuando quieras ir de compras. Mantén un diario en tu habitación o en el auto para abrirlo cuando sientas la necesidad de ir de compras. Anota algunas cosas por las que estés agradecido, como tu salud, familia, mascotas, etc. [9]
    • También puedes usar el diario para anotar algunos de los estresantes que hagan que quieras ir de compras. Anótalos y luego táchalos, o crea una lista de cosas por hacer si el estrés guarda relación con el hecho de tener mucho por hacer.
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Método 3
Método 3 de 3:

Comprar de forma más inteligente

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  1. Parte del problema de comprar ropa podría consistir en comprar prendas que crees que te gustan, pero que nunca usas porque no te reflejan en lo absoluto. Para determinar si este es tu caso, revisa el armario y nota si tienes alguna prenda que resalta: como las prendas con lentejuelas, las pieles artificiales, las prendas de camuflaje o cualquier otra que llame la atención. Piensa si alguna vez las usas y revisa las prendas que uses a diario.
    • Por ejemplo, si tu guardarropa diario está compuesto principalmente por jeans y camisetas bonitas, limita el contenido de tu armario a estas prendas, con solo un par de artículos elegantes para las ocasiones formales.
    • Cuando vayas de compras, resiste la tentación de comprar prendas que no combinen con tu guardarropa diario. Recuerda que es un desperdicio de dinero, ya que probablemente no vas a usarlas.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Kalee Hewlett

    Experta en moda y coach transformacional
    Kalee Hewlett es estilista de celebridades y coach de confianza con casi dos décadas de experiencia ayudando a clientes a desarrollar confianza y a “vestirse para el éxito”. Trabaja con sus clientes para transformar su sentido de sí mismos “de adentro hacia afuera” combinando su experiencia en consultoría con programación neurolingüística. Su trabajo se origina en la ciencia, el estilo y la comprensión de que “la identidad es el destino”. Utiliza su propia metodología y estrategia de “vestirse para el éxito” para crear cambios de identidad positivos. Kalee es presentadora de televisión de moda y aparece habitualmente en QVC UK compartiendo su experiencia en moda. También fue nombrada jueza principal y presentadora del programa de televisión de 6 capítulos “'Design Genius” de Fashion One Network.
    Kalee Hewlett
    Experta en moda y coach transformacional

    Abastécete con lo básico. La experta en moda y estilo, Kalee Hewlett, nos indica lo siguiente: “En primer lugar, concéntrate en crear un guardarropa con todas las prendas básicas que necesitas. Por ejemplo, una mujer podría necesitar una falda de tubo, un par de pantalones clásicos, una buena chaqueta a la medida, una blusa blanca y algunas camisetas . Puedes gastar un poco más para conseguir versiones geniales de estas prendas básicas, ya que van a ser las piezas que uses una y otra vez. Una vez que identifiques las prendas centrales, puedes buscar otras para usarlas como capas sobre ellas”.

  2. Si hace poco has rasgado un par de jeans o tu camiseta favorita, definitivamente debes reemplazarlos. Si este no es el caso, no compres ninguna otra prenda. Si se aproxima un evento al que debes asistir y crees que necesitas un nuevo atuendo, primero revisa tu armario para determinar si podrías usar algo que ya tienes.
    • Oblígate a usar ropa que ya tengas. Por ejemplo, si se aproxima la boda de un amigo y quieres comprarte un nuevo vestido, observa los que ya tengas. Incluso si ya has usado un vestido para una boda, las otras personas que han asistido no recordarán que ya lo has usado.
  3. Anota todo lo que compres en un mes, como la ropa, los alimentos, el café, los artículos de higiene personal, comer fuera, los implementos de oficina, etc. Anota el precio junto a cada artículo cuando lo escribas. Si ves cuánto gastas en ciertos artículos, esto podría sorprenderte y hacer que cambies la manera en la que gastas el dinero. [10]
  4. Si ves una prenda que te gusta mucho en una tienda, anótala en un papel junto con la fecha en la que la has visto. Revisa la lista dentro de un mes y nota si aún la quieres lo suficiente como para comprarla. [11]
    • Si retrasas la compra de una prenda por un mes, esto ayudará a reducir los gastos que realices por impulso.
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Consejos

  • No seas muy estricto contigo en torno al problema de compra ropa. Si tienes una recaída y compras algo que no necesitas, devuélvelo y repítete que lo harás mejor la próxima vez. Tómate un tiempo para cambiar los hábitos de gasto poco a poco.
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