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El mercurio es un metal líquido que se ha usado en los termómetros por muchos años, pero es tóxico si se ingiere o inhala. Si tienes un termómetro de mercurio en casa y quieres deshacerte de él, necesitas desecharlo de manera segura como un residuo peligroso. Si rompes un termómetro, límpialo inmediatamente para evitar que te enfermes y que los vapores dañinos se propaguen. En caso de emergencia, contacta al centro local de control de envenenamientos para solicitar ayuda.

Método 1
Método 1 de 2:

Reciclar un termómetro viejo

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  1. Los modelos más nuevos de termómetros contienen alcohol u otras sustancias líquidas que simulan el mercurio. Busca las palabras “libre de mercurio” impresas en el termómetro para determinar si es tóxico. Si tiene impresas estas palabras, puedes desecharlo junto con la basura normal. [1]
    • No mezcles un termómetro de mercurio con la basura normal. El mercurio tiene propiedades tóxicas, por lo que no es seguro tirarlo con la basura normal y es posible que en donde vives sea ilegal desecharlo de manera inadecuada.

    Consejo: Si el termómetro no tiene la etiqueta “libre de mercurio”, asume que contiene mercurio para mantenerte a salvo.

  2. Muchas veces, las listas de los sitios para entrega de desechos están en línea para que sepas qué lugares recolectan termómetros. Primero, revisa los sitios de eliminación de desechos de tu ciudad para saber si mencionan algún lugar específico al que debas llevar el termómetro. Luego, puedes revisar si las tiendas de plomería o ferreterías cuentan con sitios seguros de desecho que puedas usar gratuitamente o a cambio de una pequeña tarifa. [2]
  3. Elige un recipiente con una tapa hermética y coloca los termómetros adentro. No elijas un recipiente demasiado grande o de otro modo los termómetros podrían rodar de un lado a otro y romperse cuando los transportes. Ponle la tapa al recipiente y agrégale una etiqueta que diga “PELIGRO - Mercurio” para que las personas sepan que no deben tocarlo. [3]
  4. Busca los horarios del sitio local para manejo de residuos peligrosos para que sepas a qué hora puedes llevar los desechos. Mete los termómetros en el vehículo y llévalos al sitio. Si hay una tarifa de desecho, págala antes de entregar el termómetro. [4]
    • Es probable que algunas ciudades tengan días para recolección de residuos peligrosos en lugar de sitos de desecho disponibles. Si en tu ciudad no permiten que lleves el termómetro a un sitio de desecho, contacta al sitio de manejo de residuos e infórmales que tienes residuos peligrosos que contienen mercurio para que puedan recolectarlos.
    • Guarda los termómetros que contengan mercurio en el maletero del automóvil para que no inhales los vapores en caso de que se rompan.
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Método 2
Método 2 de 2:

Limpiar un termómetro roto

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  1. Pide a los demás que salgan de la habitación mientras limpias para protegerlos del derrame. Ponte unos guantes de goma delgados para protegerte de la dermatitis de contacto y la irritación si tocas el mercurio. Debido a que el mercurio produce vapores, usa una mascarilla que te cubra la boca y la nariz para que no puedas inhalarlos. [5]
    • El vapor de mercurio es inoloro e incoloro y puede provocar, tos, dolor de garganta, malestar estomacal o vómito.
  2. Coloca una toalla de papel seca cerca del derrame para que puedas alcanzarla fácilmente. Recoge con cuidado los trozos de vidrio roto del termómetro y ponlos sobre la toalla de papel. Primero recolecta los trozos más grandes y luego los más pequeños. [6]
    • Ten cuidado de no cortar los guantes con el vidrio o de otro modo podrías exponerte al mercurio.
    • No uses una aspiradora para limpiar el derrame, ya que la máquina podría propagar el mercurio en el aire.
  3. Sostén el cartón en un ángulo de 45 grados respecto al suelo y barre el mercurio lentamente para juntarlo. A medida que barras las gotas, se combinarán formando bolitas más grandes que puedes limpiar fácilmente. Observa el suelo desde un ángulo bajo con un linterna para encontrar cualquier otra gota que te haya faltado. Pon especial atención en las grietas o uniones del suelo, ya que es posible que el mercurio se quede atrapado ahí. [7]
    • No uses una escoba, ya que podrías separar el mercurio y esparcirlo más en la habitación.

    Advertencia: El mercurio se puede limpiar fácilmente en suelos duros, pero no se puede limpiar bien en las alfombras o materiales absorbentes. Si derramas mercurio en la alfombra, corta y retira el área contaminada para que puedas desecharla.

  4. Presiona el bulbo del gotero antes de colocar la punta en el mercurio. Luego suelta el bulbo para que el mercurio entre en el gotero. Vierte lentamente el mercurio sobre un trozo de toalla de papel húmedo para que no se quede en el suelo. [8]
    • No uses un gotero que planees usar con propósitos medicinales, ya que el mercurio lo contaminará.
  5. Abre una bolsa resellable grande y colócala cerca de la toalla de papel. Levanta con cuidado las esquinas de la toalla de papel para que el mercurio se junte en el centro y no se derrame por los bordes. Mete la toalla a la bolsa y ciérrala lo más pronto que puedas para que los vapores no se escapen. [9]
    • También puedes meter en la bolsa resellable los trozos de vidrio del termómetro.
    • Si quieres protección adicional contra rasgaduras o derrames mete la bolsa dentro de otra bolsa resellable.
  6. Colócate un trozo de cinta para ductos alrededor de la mano de forma que el adhesivo quede hacia afuera. Presiona ligeramente el área donde se ha roto el termómetro y retira la cinta lentamente para que las gotas de mercurio se peguen al adhesivo. Después de retirar los restos de mercurio y vidrio, mete la cinta en la bolsa con cierre hermético para que no se derramen. [10]
    • También puedes usar un pincel humedecido con crema de afeitar para recoger las gotas de mercurio difíciles de ver.
  7. Pon la bolsa que contiene el mercurio y los trozos del termómetro dentro de una bolsa grande de basura como una capa de protección adicional. Desecha los guantes que hayas usado, así como cualquier otro material que haya entrado en contacto con el mercurio. Coloca en la bolsa una etiqueta que indique “Contiene Mercurio” para que no la confundas con la basura normal. Almacena la bolsa de basura en un área segura fuera de casa, como un estante en el garaje, hasta que puedas deshacerte de ella. [11]
    • Si has derramado el mercurio en los zapatos o la ropa, deséchalos también, ya que podrías esparcir el mercurio hacia otras áreas.
    • Busca en línea el sitio de desecho de residuos peligrosos más cercano para saber si aceptan productos de mercurio. Si es así, lleva el termómetro roto al sitio de entrega.
  8. Mantén abiertas las ventanas y enciende los extractores de aire de la habitación donde has roto el termómetro para que salgan los vapores. Mantén el área bien ventilada al menos por 24 horas para que los vapores tengan tiempo de escapar. [12]
    • Si te preocupan los niveles de vapores de mercurio, puedes llamar a un contratista para que evalúe la cantidad de vapor que hay en tu hogar.
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Advertencias

  • El mercurio puede irritar la piel y produce vapores dañinos que causan tos, náusea y vómito. [13]
  • Nunca mezcles los termómetros de mercurio con la basura normal, ya que es tóxico y en el lugar donde vives podría ser ilegal desecharlo inadecuadamente. [14]
  • Mantén alejados a los niños y las mascotas de un derrame de mercurio, ya que pueden enfermarse fácilmente. [15]
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Cosas que necesitarás

Reciclar un termómetro viejo

  • recipiente de plástico con tapa
  • marcador

Limpiar un termómetro roto

  • guantes de goma
  • mascarilla
  • toallas de papel
  • cartón
  • linterna
  • gotero
  • bolsas con cierre hermético
  • cinta para ductos
  • bolsas para basura

Acerca de este wikiHow

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