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Las mariquitas son una especie de escarabajo y se alimentan de las plagas de insectos. Dado que los granjeros y jardineros de todo el mundo las valoran, en algún momento se consideraron como un amuleto de buena suerte. Si quieres atraerlas a tu jardín, créales su propio hábitat al aire libre, lo que también les dará un lugar seguro en donde hibernar durante el invierno. También puedes crearles una “casa de insectos” temporal si quieres observar a estos insectos pequeños y lindos de cerca.

Método 1
Método 1 de 3:

Crear un hábitat de mariquitas de interior

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  1. Elige una caja cuyos lados midan como mínimo 15 cm (6 pulgadas) y que tenga una tapa que la selle.
    • Puedes conseguir recipientes plásticos para almacenar comida en las tiendas de segunda mano o de un dólar.
    • Consigue un picahielo o un destornillador delgado, y perfora de 6 a 10 agujeros para el aire en la tapa. Haz agujeros lo suficientemente grandes como para que el aire pueda entrar, pero tan pequeños como para que las mariquitas no puedan escapar.
    • Este paso puede ser muy peligroso. Pídele a un adulto que te ayude.
  2. Agrega un poco de hojas y hierba frescas del jardín, de modo que las mariquitas tengan algo por lo cual trepar.
  3. Si quieres que el hábitat sea bonito, puedes agregar algunos adornos. Coloca piedras pequeñas para que puedan explorar, o conchas pequeñas en las cuales esconderse.
  4. Revisa el patio o jardín hasta encontrar mariquitas; probablemente encuentres una en la hoja de una planta o una rama. Con una hoja grande, empújala con delicadeza hacia la caja. Coloca la tapa y busca más.
    • No necesitas demasiadas; bastará con 3 a 6.
    • Lo mejor es buscar mariquitas en un jardín colorido lleno de frutas y vegetales. Si tiene plantas y flores, es más probable que encuentres algunas.
    • Las mariquitas son más comunes a mediados y fines de la primavera, y a inicios del verano.
    • Si no las encuentras, puedes comprarlas por internet en una tienda de suministros de jardinería.
  5. Coloca unas pasas o rodajas de banana humedecidas en la caja, para que las mariquitas tengan algo que comer. Si vas a conservarlas por más de un día, recuerda agregar alimento fresco cada día. [1]
    • Nunca les des frutas cítricas como naranjas o limones, ni ningún otro tipo de fruta ácida.
    • Puedes conservarlas por varios días, pero morirán de desnutrición si tratas de quedártelas para siempre. Debes soltarlas en el jardín en un periodo de una semana.
  6. Coloca un papel toalla húmedo en la caja, para que tengan acceso a agua. También puedes mantener su follaje húmedo al rociarle agua con una botella rociadora, o agregarles gotas de agua a las hojas con un gotero limpio. [2]
  7. Estas morirán si las dejas en una jaula, por lo que debes regresarlas al jardín después de observarlas por un tiempo. El momento ideal para soltarlas es temprano por la noche, lo que les dará toda la noche para buscar refugio, comida y agua. [3]
    • Si tienes un hábitat de mariquitas en tu jardín, suéltalas cerca de él.
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Método 2
Método 2 de 3:

Crear un refugio de mariquitas en el jardín

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  1. Puedes usar una lata de café vacía, una caja de madera o una pajarera con el lado frontal abierto. Lo ideal es una pajarera con saliente para protegerla de la lluvia. Si vas a usar una lata o una caja, crea una saliente al clavar un pedazo de madera contrachapada en la parte superior, y extenderla varios centímetros o pulgadas desde la parte delantera de la caja. [4] [5]
  2. El refugio terminado lucirá como una caja grande, con varios agujeros circulares en la parte delantera (los cuales serán las aberturas de los tubos). Recolecta tubos huecos, como brotes de bambú o tubos de cartón delgados. Puedes crear más tubos al enrollar hojas o papel. Lo ideal es tener diversos tipos de tubos con un ancho diferente (diámetro). [6]
  3. Mide la base inferior de la caja o pajarera, de atrás hacia adelante. Luego corta todos los tubos a la misma longitud, lo suficientemente largos como para que quepan dentro de la caja o pajarera. [7]
    • Apila los tubos a lo largo y de adelante hacia atrás, para que los agujeros apunten hacia adelante. Ajústalos, pero sin aplastarlos. Deben seguir ahuecados.
    • Llena todo espacio vacío alrededor de los tubos grandes con tubos pequeños.
    • Pega los tubos en su lugar a medida que los coloques, o asegúralos con una cuerda o un cable.
  4. Cuelga la caja (o lata) con tubos en un arbusto o árbol, o asegúralo contra una pared. Asegúrate de que el lugar tenga sombra y no sea muy caluroso. Inclina la caja un poco hacia adelante, para que la lluvia se drene. Las mariquitas se verán atraídas a los tubos angostos en la caja, ya que les darán un lugar seguro en donde refugiarse e hibernar. [8]
    • Cuelga la caja cerca de las plantas que les gusten (como los rosales), para que se sientan atraídas al refugio.
    • Si lo deseas, puedes agregar algunas pasas húmedas en algunos agujeros a fin de atraer más mariquitas.
    • Otros insectos podrían habitar el refugio, y no hay ningún problema. Algunos jardineros crean refugios complejos para atraer a todo tipo de insectos a su jardín.
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Método 3
Método 3 de 3:

Hacer un comedero de un solo tubo para mariquitas

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  1. Busca bambú natural en las tiendas de suministros de jardinería o en la sección de exteriores en las ferreterías. También puedes conseguirlos en internet o en el centro de jardinería y hogar de Walmart. Busca tallos con una longitud mínima de 30 cm (1 pie), y un diámetro de 1,5 a 5 cm (0,5 a 2 pulgadas).
  2. Usa una sierra de mano pequeña para acortar los tallos a una longitud de 25 a 30 cm (10 a 12 pulgadas). Corta los extremos en un ángulo, para que el lado superior del tubo no mida más que el inferior en ambos extremos. Esto creará una cubierta pequeña en la entrada del tubo, para mantener la lluvia alejada. [9]
    • No partas el bambú cuando lo cortes.
    • Usa una lija para alisar los bordes irregulares.
  3. Usa un taladro eléctrico pequeño para crear un agujero cerca de la abertura de cada extremo. Perfora ambos agujeros en el lado superior, o el lado más largo del tubo. [10]
    • Verifica que los agujeros sean lo suficientemente grandes como para meter la cadena o el cordel a través de ellos.
  4. Puedes usar cordel resistente o una cadena delgada para colgar el comedero. Mete el cordel por uno de los agujeros desde el exterior, empújalo por el tubo y jálalo por el agujero en el otro extremo. Tira del cordel hasta que los extremos que cuelguen tengan la misma longitud, y átalos juntos. Si vas a usar una cadena, une los extremos con un cierre de alambre. [11]
  5. Coloca un puñado de pasas en el comedero antes de colgarlo. Las pasas atraerán a las mariquitas y les darán alimento cuando las plagas de insectos sean escasas. [12]
    • Vuelve a llenar el comedero con pasas de vez en cuando para mantener a las mariquitas cerca cuando no estén comiendo áfidos.
  6. Cuélgalo cerca de las plantas del jardín que parezcan atraer a la mayor parte de las plagas. Los rosales en especial son conocidos por atraer a áfidos (el alimento favorito de las mariquitas). [13]
  7. Las mariquitas mantendrán las plantas saludables al alimentarse de cochinillas, ácaros, gusanos de harina, chicharras y áfidos. Para atraer más mariquitas al jardín, cultiva plantas que las atraigan. [14]
    • Estas son flores que las atraen: geranios (con aroma), coreopsis y cosmos.
    • Estas son algunas hierbas que las atraen: angélica, culantro, alcaravea, hinojo y eneldo.
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