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La sangre contiene muchas proteínas y esto hace que las manchas que deja sean muy difíciles de eliminar. Para eliminar las manchas de un colchón, primero tendrás que retirar la mayor cantidad posible del exceso de sangre y luego deberás limpiar el área de forma minuciosa. Otra parte importante del proceso es dejar que el colchón se seque por completo, ya que puede desarrollar moho con rapidez si está húmedo.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Absorber el exceso de sangre

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  1. Para eliminar toda mancha en el colchón, tendrás que acceder directamente a él. Retira las almohadas, los edredones, las colchas, las sábanas y todo lo que lo cubra. [1] Aparta las almohadas y los objetos decorativos, así no te tropezarás con ellos mientras limpias.
    • Trata previamente las sábanas, las fundas de almohada, los edredones y cualquier otra ropa de cama lavable con un limpiador enzimático o un quitamanchas si están cubiertos con sangre. Deja que el limpiador penetre por alrededor de 15 minutos y luego lava todo en una lavadora.
  2. Remoja un paño limpio en agua fría. Exprime el exceso de agua lo más que puedas, de modo que el paño quede húmedo y frío. Presiona el paño frío contra la mancha de sangre y cubre el área para empapar la mancha. No la frotes, ya que esto puede hacer que penetre más las fibras del colchón. [2]
    • Solo usa agua fría, ya que el agua caliente puede fijar la mancha y provocar incluso más dificultades para eliminarla.
  3. Luego de empapar la mancha con agua, seca el área con una toalla limpia y seca para así absorber el exceso de sangre. Sigue absorbiendo hasta que el área esté seca y ya no haya sangre en la toalla seca. [3] No frotes con la toalla, así evitarás que la mancha penetre más.
  4. Enjuaga el paño húmedo con agua fría y exprímelo para eliminar el exceso de agua. Vuelve a cubrir la mancha para empaparla, luego toma otro paño seco y limpio, y absorbe la mayor cantidad posible de agua y sangre hasta que el área se seque.
    • Sigue alternando entre la acción de remojar y secar hasta que el paño seco no presente manchas. [4]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Limpiar la mancha

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  1. Existen diversas soluciones de limpieza que puedes usar para limpiar las manchas de sangre en un colchón. La mejor opción es usar un blanqueador oxigenado o un limpiador enzimático de venta comercial, ya que están diseñados específicamente para descomponer las proteínas de la materia orgánica como la sangre. [5] Estas son otras soluciones de limpieza que puedes usar:
    • ½ taza (120 ml) de detergente líquido mezclada con 2 cucharadas (30 ml) de agua y batido hasta formar espuma; [6]
    • una parte de bicarbonato de sodio y 2 partes de agua fría; [7]
    • una pasta hecha con ½ taza (55 g) de harina de maíz, 1 cucharada (20 g) de sal y ¼ de taza (60 ml) de peróxido de hidrógeno;
    • 1 cucharada (15 ml) de amoníaco mezclada con 1 taza (240 ml) de agua fría;
    • una pasta hecha con 1 cucharada (15 g) de ablandador de carne y 2 cucharaditas (10 ml) de agua fría.
  2. Si vas a usar un limpiador líquido, remoja un paño limpio en la solución y exprime el exceso de la misma. Cubre la mancha con el limpiador hasta empaparla. Si vas a usar una pasta, usa un cuchillo o el dedo para aplicar una cantidad de pasta suficiente como para cubrir la mancha por completo. [8]
    • Los colchones de espuma viscoelástica en particular no deberán mojarse en lo absoluto; por ello, solo deberás aplicar una cantidad de limpiador suficiente como para empapar la mancha. [9]
    • No rocíes líquidos directamente sobre el colchón. Los colchones son muy absorbentes y, si el líquido no se seca de forma apropiada, este puede descomponer las fibras del colchón o generar problemas de moho.
  3. Esto permitirá que el limpiador penetre la mancha y descomponga las proteínas, lo que te ayudará a limpiar la mancha con más facilidad. [10]
  4. Luego de 30 minutos, toma un cepillo dental limpio para restregar la mancha y hacer que el limpiador penetre. También puedes usar un paño limpio para volver a secar el área. Al restregar o al secar, la mancha deberá empezar a descomponerse y desaparecer. [11]
  5. Remoja un paño limpio en agua fría y exprime el exceso de la misma. Moja el área que acabas de limpiar con el paño para así eliminar el exceso de limpiador y la sangre que podría quedar en el colchón.
    • Sigue absorbiendo hasta que no quede ningún rastro de la pasta, el limpiador y la sangre. [12]
  6. Toma una toalla limpia y seca, y absorbe el área una última vez para eliminar la mayor cantidad posible de la humedad excesiva en el colchón. Coloca la toalla sobre el área que hayas limpiado y presiónala con ambas manos para ejercer presión en ella y así absorber la humedad.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Proteger el colchón

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  1. Luego de eliminar la mancha, deja el colchón expuesto al aire por varias horas para que pueda secarse (pero lo ideal es que lo dejes toda la noche). Esto garantizará que el colchón no retenga humedad y lo protegerá del moho. Puedes acelerar el proceso de secado de las siguientes maneras:
    • Coloca un ventilador apuntando en dirección al colchón y prográmalo en intensidad alta. [13]
    • Abre las cortinas para que los rayos del sol sequen el colchón.
    • Abre una ventana para aumentar la cantidad de aire fresco en la habitación.
    • Saca el colchón para que seque por unas horas bajo el sol y expuesto al aire fresco.
    • Absorbe el agua con una aspiradora de residuos líquidos o sólidos. [14]
  2. Una vez que el colchón esté totalmente seco, deberás aspirar toda la superficie para así eliminar el exceso de suciedad y otras partículas. Las limpiezas frecuentes serán de utilidad para mantener el colchón como nuevo por más tiempo. Usa el accesorio para tapizados y aspira la parte superior, el fondo, los costados y las costuras del colchón.
  3. Estas son cubiertas impermeables que protegen al colchón de los derrames, las manchas y otros accidentes. Por ejemplo, si derramas algo en el colchón, la cubierta absorberá la humedad y evitará que el colchón se moje. [15]
    • Los protectores para colchón son fáciles de limpiar. Si derramas algo o ensucias el protector, deberás limpiarlo siguiendo las indicaciones de cuidado. Algunos protectores podrán lavarse a máquina, pero otros podrán limpiarse con un paño húmedo.
  4. Una vez que el colchón esté limpio y seco, y cubierto con un protector, podrás colocar las sábanas ajustables que has lavado, luego las demás sábanas, las mantas y las almohadas que normalmente uses en la cama. Las sábanas también te ayudarán a proteger el colchón del sudor, la suciedad y otros residuos mientras duermas.
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Advertencias

  • Si vas a limpiar sangre que no es tuya, deberás usar guantes no porosos para protegerte de las enfermedades transmitidas a través de la sangre.
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