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Muchos niños autistas, incluso los niños con síndrome de Asperger o TGD No especificado, tienen dificultades para iniciar y mantener conversaciones. Aunque estos niños son muy inteligentes y tienen altos niveles de desarrollo cognitivo, a menudo sus habilidades sociales se atrofian. Con el fin de enseñarle a un niño con síndrome de Asperger las habilidades necesarias para iniciar una conversación, es importante considerar la terapia del habla y lenguaje, enseñar buenas habilidades de comunicación y usar técnicas conversacionales.

Método 1
Método 1 de 3:

Utilizar terapia del habla y el lenguaje

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  1. Las terapias del habla y del lenguaje pueden ayudar a identificar las dificultades de comunicación que un niño con autista enfrenta, especialmente en lo que concierne a captar la atención y comenzar una conversación con los demás.
    • Los patólogos del habla y el lenguaje tienen la habilidad y experiencia para ayudar al niño a comprender las tonalidades que participan al momento de iniciar una conversación y mantenerla viva.
    • Pueden ayudar al niño a adquirir habilidades sociales y la capacidad de iniciar una conversación.
  2. La comunicación pragmática constituye el uso de la lengua de una manera que satisfaga a la situación y cumpla las reglas tácitas de la conversación. Debido a que muchos niños autistas no conocen ni entienden los fundamentos de cómo iniciar una conversación, puede ser difícil que obtengan las habilidades conversacionales por su cuenta.
    • Es posible que los niños autistas no sepan cómo mantener una distancia adecuada de la otra persona, hacer contacto visual, mostrar expresiones faciales de acuerdo con sus sentimiento, variar su tono, modificar el habla en base a su compañero de conversación (por ejemplo, usar palabras simples al hablar con su hermanito menor), y más.
    • Los terapeutas del habla y lenguaje pueden ayudar a tu hijo en la enseñanza del lenguaje pragmático, reforzando su capacidad para hacer sonidos del habla en particular y modificar su forma de hablar y el tono de acuerdo a la situación y la audiencia.
  3. Haz que el niño(a) lleve una terapia cognitivo-conductual (TCC) para brindarle una enseñanza paso a paso en las habilidades sociales. Este es un tipo de terapia en la que las habilidades sociales se pueden enseñar de una manera gradual. La TCC utiliza un enfoque paso a paso en el que los niños autistas están expuestos a actividades altamente estructuradas para fomentar la asimilación de las habilidades sociales y adaptativas.
    • Estas habilidades se imparten a través de actividades altamente estructuradas de manera gradual para que los niños asimilen y capten.
    • La TCC también puede ayudar a los niños autistas a manejar y vencer la ansiedad y la depresión, que son problemas comunes entre los niños autistas. Esto puede ayudarles a sentir menos temor para iniciar una conversación, y también en la calidad de vida en general.
    • Esto les impide cometer errores y exponerse a tantas personas como sea posible por miedo a la vergüenza.
  4. La enseñanza, formación y práctica estructurada por un terapeuta experto puede mejorar la forma en que un niño interactúa con los demás. Los terapeutas pueden utilizar técnicas como las historias sociales, juego de roles y otras técnicas visuales para enseñar y preparar al niño a abrirse y comunicarse mejor en diferentes situaciones sociales. La Intervención para el Desarrollo de Relaciones Humanas (RDI) es una terapia que ayuda con este propósito.
    • La terapia puede incluir formas de ayudar al niño a entender el tono, el contacto visual, el sarcasmo, el humor, los gestos con las manos y las señales no verbales.
    • Estas terapias pueden aumentar los niveles de confianza de tu hijo.
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Método 2
Método 2 de 3:

Enseñar buenas habilidades de comunicación

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  1. Por lo general, los niños autistas son comunicadores verbales. Sin embargo, la comunicación y la conversación no se limitan puramente a las palabras.
    • Ser capaz de lograr una conversación adecuada en la forma correcta implica señales no verbales tales como el lenguaje corporal, el tono de voz, la expresión facial y el contacto visual.
    • Deja que tu hijo sepa que la conversación apropiada implica mantener el enfoque, elegir un buen tema, llevar la conversación en una dirección que sea interesante para todas las partes, y ser capaz de sentir los sentimientos de los demás y dirigir la conversación en consecuencia.
  2. Los niños autistas generalmente tienen dificultades para iniciar el contacto visual, y podría ser algo que les distrae o que les molesta hacer. [1] Explícale que a la gente que no es autista generalmente le gusta hacer contacto visual, y enséñale algunas formas de fingirlo. Deja que experimente y que vea qué le funciona mejor.
    • Pregúntale si se siente cómodo(a) haciendo contacto visual. Si no está seguro, pídele que te mire a los ojos. Algunas personas autistas pueden manejar el contacto visual (pero para la mayoría es doloroso o contraproducente).
    • Hablen acerca de los posibles lugares a los que podrían mirar para simular el contacto visual: en la nariz, la boca, las cejas, o la barbilla de la persona. Es posible que quiera practicar contigo, o en el espejo.
  3. Mantener una distancia adecuada ayuda a asegurar la comodidad de la otra persona. Los niños autistas podrían tener dificultad para hacer esto, y tienden a moverse demasiado cerca de la otra persona. Esto puede hacer que la otra persona se sienta bastante incómoda y no sirve como una buena manera de romper el hielo.
    • La distancia ideal para mantener una conversación con un conocido sería de alrededor de un brazo de distancia.
  4. Los niños autistas tienden a enfocarse y son capaces de hablar acerca de lo que les apasiona por largo tiempo, y ninguno de ellos se aburre al hacerlo. Explícale a tu hijo la importancia de la variación de la conversación con el fin de acomodar las necesidades a la otra persona.
    • El uso de imágenes, fotos, tarjetas, videos y aplicaciones informáticas le mostrará cómo se llevaría a cabo una buena conversación y cuáles son los elementos esenciales.
    • Enséñele cómo hacer preguntas para hacer que la otra persona siga hablando. A veces a las personas autistas les es más fácil dejar que la otra persona dirija la conversación, ya que es menos agotador.
  5. Es posible que los niños autistas no puedan comprender el significado de las señales emocionales o no verbales, tales como el lenguaje corporal, las expresiones faciales y el contacto visual. Trata de enseñárselo en forma de juego, al igual que enseñarías matemáticas o ciencias.
    • Para ayudarlo a captar las señales no verbales, existen programas informáticos disponibles que se pueden utilizar para aprender qué señales no verbales transmiten qué mensajes y qué emociones.
    • Esto también puede ayudarle a ser más conscientes de sus propias emociones.
  6. Muchos niños autistas son intimidados o contrariados, y aunque no podrás hacer que los bullies desaparezcan de la faz de la tierra, puedes ayudar a tu hijo a aprender a reconocerlos y a tratar con ellos.
    • Háblale de convertirlo en un juego (por ejemplo, fingir que no escuchas o que no escuchas bien en respuesta a los insultos con "Gracias" y una sonrisa dulce). Explícale que esto puede confundir a los agresores. Traten de actuar algunos escenarios y ayúdale a seleccionar algunas estrategias que favorezca.
    • Háblale de cómo decírselo a un adulto, y qué hacer si el adulto no le cree ni le trata de ayudar.
    • Enséñale la frase "Yo estoy bien, y tú eres malo". Se lo puede decir a los bullies, y lo puede usar para recordarse a sí mismo que los bullies están equivocados.
  7. Muchos grupos de autismo y recursos se basan en el modelo de déficit, uno que hace hincapié en todo lo que está mal con la persona autista. Esto puede dañar su autoestima. En lugar de ello, dile que es una persona diferente, que está bien ser diferente, y enfrentar desafíos únicos.
    • Trata de expresarlo acomodándolo para las personas no autistas, en vez de indicar que las formas de comunicación autistas están equivocadas o son inferiores.
    • Incluso puedes bromear acerca de lo "rara" que es la gente que no es autista; puede sonar extraño, pero realmente podría ayudarle a sentir que no está defectuoso.
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Método 3
Método 3 de 3:

Utilizar las técnicas conversacionales

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  1. Los trucos para romper el hielo son las estrategias que se pueden emplear para entablar una conversación y mantenerla. Un truco para romper el hielo es como un juego de prácticas para equipar al niño con todas las herramientas necesarias para poder iniciar una conversación de forma cómoda.
    • Estos trucos para romper el hielo pueden diseñarse para incluir todo lo que se debe hacer, lo que no se debe hacer y cómo se debe hacer al momento de iniciar una conversación.
    • Pueden incluir qué se debe abordar antes de iniciar una conversación, qué decir para romper el hielo, qué tipo de temas se deben hablar en función de la edad (de qué hablar con tus compañeros o con los adultos), cómo empezar, cómo debe fluir la conversación, qué evitar (como la interrupción, el monólogo, etc.), entender las señales no verbales, cómo participar en la conversación, y la mejor manera de involucrar a otros.
    • Los trucos para romper el hielo pueden servir como herramientas o material de práctica. Un mapa de conversación es una de estos trucos para romper el hielo. [2]
  2. La preparación ayuda a los niños autistas a sentirse menos preocupados por las conversaciones (lo cual puede ser una tarea muy desalentadora para ellos). Trata de actuar algunas conversaciones de muestra. Cuando el niño autista va a iniciar una conversación con un compañero o un adulto:
    • Identifica a la persona con la que el niño va a interactuar.
    • Identifica las razones detrás de su intención de interactuar con el niño (es para jugar, hablar de un tema, etc.).
    • Identifica los intereses del otro niño (la interacción significativa y la conversación solo son posibles cuando el niño autista identifica cuáles son los intereses del otro niño. Basándose en esto, puede realizar una conversación y mantenerla viva sin aburrir a su compañero).
  3. Anima a tu hijo a prepararse para buscar los temas y el contenido relacionado que será de interés para todos los involucrados. A menudo, los niños autistas no se dan cuenta de que su tema favorito no es el tema favorito de los demás. (Por ejemplo, solo porque a tu hija le encanta agarrar orugas y hablar sobre sus hábitos no significa que sus compañeros de clase compartirán su deleite).
    • Identifíquen posibles temas de conversación que tengan atractivo general.
    • Anímalo a poner atención a la forma en que se siente la otra persona con respecto al tema, y a cambiar de tema (por ejemplo; "Y, ¿cómo has estado?") si la otra persona no parece estar interesada.
    • Puede incluso tratar de iniciar una conversación o romper el hielo con preguntas como "¿Qué música te gusta escuchar?", "¿Quién es tu cantante favorito?", "¿Quién es tu actor favorito?", "¿Cuáles son los lugares interesantes en donde has estado hasta ahora?".
    • Anímalo a participar en clubes o actividades con niños que compartan sus temas de interés, para que puedan hablar sobre lo que le gusta. Recuérdale que está bien querer compartir sus cosas favoritas con los demás.
  4. Deja en claro que querer compartir sus cosas favoritas siempre está bien, y es bueno asegurarse de que a su compañero de conversación le interesa. Enséñale a leer las señales de desinterés para que puede cambiar el tema si la otra persona no está interesada.
    • Asegúrate de que sepa que no tiene que ocultar su interés especial, y que si algo realmente le emociona, pueden hablar al respecto. Esto le permite saber que te preocupas por su felicidad.
    • Encuentra partes de sus intereses especiales que te gusten. Por ejemplo, si le gustan los perros y a ti te gusta dibujar, tal vez podrían dibujar perros juntos [3]
  5. Un “reloj de conversación” es una herramienta de apoyo que ayuda a los niños autistas a seguir las reglas de una conversación común y corriente. El reloj de conversación funciona codificando la conversación en imágenes que indican quién está hablando y en qué tono, a quién se está interrumpiendo, quién está interrumpiendo y por cuánto tiempo, entre otros indicadores.
    • Esto sirve para proporcionar información visual, brindándole a tu hijo un conjunto adicional de pautas para la conversación.
    • La conversación se codifica en diferentes colores para señalar a la persona que habla.
    • El tamaño del color crece cuando la voz de la persona que habla se eleva, y se superpone con otro color para indicar cuando la persona que habla interrumpe a otra.
    • Este reloj de conversación actúa como un espejo y pone todo frente a tus ojos de una manera clara y comprensible.
  6. Aprender a conversar no debe ser algo aterrador o aburrido para un niño autista. Respeta sus límites y encuentra temas que le interesen a los dos. (¡Es necesario que te acomodes a ellos tanto como ellos necesitan acomodarse a ti!). Haz que sea casual, alegre y agradable para todos.
    • Hacer conversaciones de práctica es tiempo de diversión para los dos.
    • Siempre respeta los límites del niño. Si no está dispuesto a ir a hablar con un grupo de niños, o si tiene miedo de acercase a un maestro después de la escuela, no lo obligues. [4] lo más probable es que sentirá miedo y asociará las conversaciones con malos sentimientos en lugar de buenos.
    • Respeta su capacidad de tomar sus propias decisiones. Tu hijo no tiene por qué ser "normal". Es más importante que pueda elegir lo que le haga feliz.
  7. A menudo, la gente autista tiene muchas habilidades relacionadas con computación. Anímalo a explorar el mundo y su gente a través de Internet.
    • Tal vez le sea más fácil hablar con la gente a través de los chats en línea. Esto es excelente; aún así podrá aprender sobre la conversación de esta forma, en un ambiente menos amenazante.
    • Si cuenta con una buena información y conocimiento, se sentirá seguro de arriesgarse e iniciar conversaciones por su cuenta.
  8. La mayoría de los niños autistas quieren tener amigos pero no saben cómo. Toma tiempo cada día para escuchar a tu hijo, y ofrécele consejos y ánimo sin insistencia. Por ejemplo, si tu hija menciona a un dulce niño que podría ser un buen compañero de juegos, sugiérele que se siente junto a él en el almuerzo. Habla con tu hijo acerca de posibles citas para jugar que quede claro que puede invitar a sus amigos (o puede pedirte que llame a los padres de sus amigos para organizar la cita de juegos).
    • Habla con tu hijo sobre las citas para jugar de antemano, de modo que no se alarme.
    • A veces los niños autistas no están interesados en hacer amigos. Esto está bien. Aún así, pueden ser felices. Concéntrate en otras cosas por el momento, [5] y si llegara a cambiar de opinión algún día, podrás ofrecerle tu ayuda.
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