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Si tienes una nota de amor, un diario u otro objeto secreto que quieres mantener alejado de compañeros de cuarto, hermanos o padres entrometidos, tendrás que ser creativo. Por ende, evita los escondites obvios y asegúrate de llevar un registro de los lugares que elijas. Los artículos comunes, como los portarretratos y los frascos de pastillas viejos, pueden ser escondites excelentes, al igual que los juegos y juguetes viejos.

Método 1
Método 1 de 3:

Escoger el escondite perfecto

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  1. El cajón de los calcetines, las fundas de almohadas y la zona debajo de la cama son lugares muy obvios. Piensa en los escondites que registrarías primero si buscaras algo y evítalos. [1]
  2. Si tu hermana entra a tu cuarto para usar tu loción todas las mañanas, entonces es probable que un frasco de loción viejo no sea el mejor escondite. Si a tu compañero de cuarto le gusta tomar libros de tu librero, es probable que debas esconder tus notas secretas en otro lugar.
  3. Esto es importante si quieres sacar tus artículos secretos con frecuencia. Si llegar al escondite puede provocar una avalancha ruidosa en el clóset y, por ende, llamar la atención de padres y hermanos entrometidos, probablemente debas escoger una ubicación diferente. [2]
    • De la misma forma, debes poder alcanzar un objeto sin sacar todo de los cajones o destrozar tu librero.
  4. Si tienes muchos escondites diferentes, llevar un registro de todas tus cosas puede ser confuso. Escribe una nota sencilla en tu teléfono o computadora para ayudarte a recordar. Si quieres anotar los escondites en un papel, también tendrás que esconderlo.
    • Mantén la nota incompleta para confundir a los familiares entrometidos. Por ejemplo, si escondiste una carta secreta en las páginas del libro Las aventuras de Tom Sawyer, puedes escribir únicamente “Tom” en tus notas para recordarlo.
    • También puedes usar trucos pequeños para ayudarte a recordar los escondites. Si escondes dinero en el bolsillo de una camisa verde en tu clóset, puedes pensar: “El dinero es verde y, por lo tanto, escondí mi dinero en la camisa verde”.
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Método 2
Método 2 de 3:

Usar artículos comunes como escondites

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  1. Si tienes algunos dispositivos electrónicos que no usas muy a menudo, como una radio estropeada o una consola de videojuegos vieja, saca las pilas de su compartimiento e introduce tus objetos de valor pequeños en él. Luego, vuelve a poner la parte trasera. [3]
  2. Abre tu portarretrato y saca el respaldo de cartón. Luego, coloca objetos planos y pequeños, como notas secretas o dinero, encima de la foto. Vuelve a colocar el respaldo de cartón y tendrás un escondite estupendo. [4]
  3. Los envases viejos, como los frascos de pastillas, los de protectores solares o los desodorantes en barra vacíos, son lugares excelentes para guardar tus tesoros. Las botellas de lociones pueden servir bien para objetos más grandes.
  4. Coloca tus cosas en bolsitas de plástico y entiérralas en la tierra de las plantas en maceta. Si no tienes ninguna, puede ser una idea buena comprar entre una y dos para usarlas como escondites secretos. [5]
    • Asegúrate de que la bolsita quede bien sellada. ¡La intención no es que la tierra y el agua arruinen tus tesoros!
  5. Saca la bolsa de basura y coloca algunas de tus cosas en el tacho. Luego, vuelve a colocar la bolsa encima. ¿Quién pensaría en buscar tus posesiones más preciadas en la basura? [6]
    • Solo usa este método si sacas tu propia basura. Si lo hace tu mamá o papá, entonces ¡puede encontrar tu escondite secreto!
  6. Escoge algunas prendas de ropa abandonadas en la parte trasera de tu clóset e introduce algunas cosas en sus bolsillos. Asegúrate de recordar la ropa que elegiste para que no la dones por error o se la des a tus hermanos pequeños. [7]
  7. Este método es excelente para notas, dinero en efectivo y tarjetas. Funcionará mejor si tienes muchos libros en tu cuarto, ya que la mayoría de los fisgones no se tomarán el tiempo de hojear cada uno. [8]
    • Puedes hacer una marca pequeña en el libro elegido para que lo recuerdes.
    • Puedes comprar un libro ahuecado en tiendas o en línea para guardar objetos que no sean planos. ¡Luce exactamente igual a un libro de verdad!
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Método 3
Método 3 de 3:

Guardar objetos en juegos y juguetes viejos

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  1. Si tienes un juego de mesa que nunca más vas a usar, vacía el contenido de la caja y reemplázalo por tus objetos secretos. Luego, coloca la caja en la parte trasera de tu clóset.
    • Las cajas de los juegos de mesa son excelentes para guardar objetos más grandes.
  2. Escoge un oso de peluche que estés dispuesto a sacrificar por la causa. Haz un corte pequeño a lo largo de una costura e introduce tus objetos. Si el corte es grande, tal vez tengas que coserlo otra vez para que el relleno no se salga. [9]
    • Colócalo con sus otros compañeros de peluche para que pase desapercibido.
  3. Con un par de tijeras, haz una abertura pequeña en una pelota de tenis. Apriétala para introducir cosas pequeñas. Tira la pelota de tenis en un lugar discreto, como la parte trasera del clóset, detrás de la cama o con tu ropa deportiva. [10]
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Consejos

  • Por lo general, esconder cosas en fundas de almohadas no es tan eficaz. Es un escondite obvio y además puede ser muy incómodo.
  • Asegúrate de no esconder tus tesoros en alguna cosa que alguien puede usar o desechar, como una caja de pañuelos.
  • Para confundir a tus padres y hermanos, coloca los objetos secretos en una caja etiquetada como "artículos escolares".
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Advertencias

  • Si tus padres o el asistente de residencia encuentra objetos ilícitos o prohibidos, las consecuencias pueden ser graves.
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