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Si te preocupan tus calificaciones o éxito académico, puedes tratar de mejorar tus habilidades de estudio. Si estudias más, puedes mejorar tus calificaciones y rendimiento en los exámenes. Para ello, deberás crear un horario de estudio, utilizar buenas estrategias de estudio y esforzarte durante las clases. Si estudias de manera efectiva, no necesitarás pasar estudiando a cada minuto del día para mejorar tu rendimiento escolar.

Método 1
Método 1 de 4:

Crear una rutina de estudio

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  1. Crea un buen espacio de estudio . El primer paso para estudiar más es crear un espacio de estudio apropiado para ti. Estudiar en el mismo lugar a diario resultará efectivo debido a que tu mente aprenderá a relacionar dicho espacio con el trabajo. Te será más fácil acostumbrarte a estudiar cada vez que ingreses a este lugar.
    • Los estudiantes que pasan el tiempo teniendo dificultades para encontrar un espacio de estudio generalmente desperdician un tiempo valioso. Por eso, es útil contar con un lugar al que puedas acudir diariamente para estudiar. [1]
    • Escoge un lugar que no tenga ninguna distracción. Procura que esté alejado de la televisión y otros ruidos. Evita estudiar en la cama o el sofá. Por el contrario, opta por un lugar donde haya un escritorio y te puedas sentar erguido mientras realizas tus deberes. [2]
    • Asegúrate de que el espacio vaya acorde a tus necesidades. Si necesitas preparar un proyecto de clase con muchas piezas pequeñas que debes organizar, lo mejor será contar con un espacio amplio y ordenado con una mesa de trabajo. Si solo necesitas leer un libro de texto, una silla cómoda y una taza de té podrían ser suficientes. [3]
  2. Una vez que hayas encontrado un buen lugar de estudio, establece un horario apropiado para que puedas estudiar. Tener sesiones de estudio regulares te ayudará a evitar la procrastinación y a seguir tus metas como estudiante. Debes comenzar a planificar tu horario de estudio con base en el programa del curso. De esa manera, nada te tomará por sorpresa. [4]
    • Debes esforzarte por priorizar el estudio. Dale prioridad al tiempo de estudio por encima de las actividades sociales y extracurriculares. Procura estudiar diariamente poco tiempo después de clase o la escuela. [5]
    • Programa sesiones de estudio aproximadamente al mismo tiempo cada día. Tener un horario regular puede ayudarte a estudiar de manera habitual. Incluye estas sesiones en tu calendario, tal como lo harías con una cita para ir al dentista o una práctica de fútbol. [6]
    • Comienza gradualmente. Al principio, mantén las sesiones de estudio con una duración de entre 30 y 50 minutos. Después de acostumbrarte a esta duración, exígete para estudiar por periodos más prolongados. No obstante, toma descansos breves de vez en cuando, pues estudiar durante horas puede provocarte estrés. Por eso, tómate descansos de 10 minutos. [7] Asimismo, evita estudiar por más de 2 horas sin tener un descanso. [8]
  3. Estudiar sin una dirección no es una manera efectiva de aprender y retener información. Aborda cada sesión de estudio con metas específicas en mente para así sacarle el mayor provecho. [9]
    • Siempre ten en mente tu meta académica general. Crea ramificaciones de esa meta, descomponla en partes manejables y enfócate en cada una de ellas durante cada sesión. [10]
    • Por ejemplo, supongamos que debes memorizar 100 palabras para tu examen final de inglés. Procura llevar a cabo 5 sesiones de estudio en las que memorices 20 palabas en cada una. Al principio de cada sesión, revisa las palabras que aprendiste en la anterior para asegurarte de que la información se mantenga fresca en tu mente. [11]
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Método 2
Método 2 de 4:

Practicar buenos hábitos de estudio

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  1. Una parte vital de estudiar es la repetición. Ponte a prueba sobre los temas difíciles durante cada sesión de estudio. Elabora tarjetas mnemotécnicas con palabras de vocabulario, fechas y otros datos. Utilízalas para poner a prueba tus conocimientos. Si tienes un examen de matemáticas, practica las pruebas que vienen en tu libro de texto. Si tu maestro te brinda exámenes prácticos, resuelve tantos como puedas.
    • Intenta hacer tus propios exámenes prácticos. Revisa los tipos de preguntas que te hizo el maestro en las pruebas e intenta reproducirlas con tus propias palabras. Elabora un examen por tu cuenta que contenga de 10 a 20 preguntas y luego resuélvelo.
    • Si tu maestro te proporciona exámenes prácticos para ayudarte a estudiar, llévatelos a casa y resuélvelos en tu propio tiempo.
    • Comienza con la suficiente anticipación y luego preséntale el examen práctico a tu maestro. Hazle la siguiente pregunta: “He revisado mis notas y he hecho este examen práctico a fin de poder estudiar para el examen de la próxima semana. ¿Podría decirme si voy por el camino correcto?”. Es poco probable que tu maestro te diga si habrá cosas específicas en el examen, pero posiblemente estará feliz de decirte si efectivamente estás estudiando los temas correctos. Además, ¡tu esfuerzo y preparación de seguro lo impresionarán!
  2. Los temas más difíciles requieren una mayor energía mental, así que aborda primero estas áreas. Después de resolver los temas más difíciles, los más fáciles se sentirán mucho menos estresantes. [12]
  3. Los grupos de estudio pueden ser una excelente forma de maximizar tu aprendizaje. No obstante, ten en cuenta que necesitas utilizarlos de manera eficaz para obtener el mejor efecto.
    • Debes estructurar los grupos de estudio tal como lo harías con una sesión de estudio individual. Elige los materiales en los que enfocarás y establece plazos y descansos. Al trabajar con grupos de personas, es fácil distraerse, por lo que un horario puede ayudarte a mantenerte concentrado. [13]
    • Estudia con personas que sepas que son responsables. Incluso los grupos de estudios mejor planificados pueden descomponerse si eliges a personas que se distraen y tienden a procrastinar.
  4. Recuerda que no tiene nada de malo pedir ayuda siempre que la necesites. Si sueles tener dificultades con un tema en particular a pesar de estudiar de manera diligente, busca la ayuda de otro estudiante, un tutor o uno de tus padres. Si eres universitario, es posible que puedas encontrar centros de tutoría gratuitos en la universidad que se dediquen a ayudar a los estudiantes con temas específicos tales como redacción, lenguaje o matemáticas. [14]
  5. Debido a que el estudio se considera una tarea, tomar descansos y darte recompensas puede ayudarte a mantener motivado para estudiar más. Toma descansos aproximadamente cada hora para estirar las piernas, mirar televisión, navegar por Internet o leer un poco. Date recompensas al final de cada sesión de estudio a fin de mantenerte motivado para estudiar más. Por ejemplo, si estudias 3 días seguidos, recompénsate pidiendo una comida para llevar. [15]
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Método 3
Método 3 de 4:

Estudiar de manera más inteligente

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  1. Si vas a ponerte a estudiar inmediatamente después de llegar de la escuela, puedes sentirte agotado y tener dificultades para concentrarte. Tomarte una media hora para preparar tu mente y cuerpo para una sesión de estudio puede ayudarte a estudiar de manera más eficaz.
    • Da un paseo corto antes de comenzar a estudiar. Estirar tu cuerpo al caminar puede ayudarte a relajar tu cuerpo y despejar tu mente para el estudio. [16]
    • Si tienes hambre, come antes de estudiar, pero solo opta por un bocadillo ligero o una comida pequeña. Una comida pesada antes de estudiar puede provocarte somnolencia, lo que puede dificultar tu concentración. [17]
  2. La mentalidad que tengas cuando vayas a estudiar puede afectar la eficacia de tu sesión de estudio. Procura fomentar una mentalidad positiva siempre que abordes cada sesión de estudio.
    • Piensa de manera positiva cuando estudies. Recuerda que estás desarrollando nuevas habilidades y capacidades. Si tienes dificultades con algo, no te desanimes. Recuerda que el objetivo de tu sesión de estudio es mejorar, por lo que es normal si no entiendes algunos temas. [18]
    • Evita tener una mentalidad catastrófica o absoluta. Los pensamientos catastróficos incluyen cosas tales como “Si no entiendo esto en este momento, nunca lo haré”. Algunos ejemplos de pensamientos absolutos son “Siempre tengo un mal desempeño en estos exámenes”. En vez de caer en estos tipos de pensamiento, intenta ser más realista. Piensa en lo siguiente: “En estos momentos, tengo dificultades con esta información, pero si soy persistente, lo entenderé”. [19]
    • No te compares con otras personas. Tu objetivo es enfocarte en mejorar tu propio desempeño académico. El éxito o fracaso de otras personas no debe tener importancia. [20]
  3. Los juegos de memoria, conocidos también como recursos mnemotécnicos, son formas de recordar información por medio de las asociaciones. Pueden ser extremadamente útiles cuando se trata de estudiar de manera inteligente.
    • Muchas personas recuerdan temas al asociar palabras para formar oraciones, donde la primera letra de cada palabra significa pare de un tema que requiere memorización. Por ejemplo, puedes utilizar la oración “Mi Viejo Tío Manolo Jamás Supo Usar Números Primos” para recordar la ubicación de los nueve planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. [21]
    • Asegúrate de utilizar recursos mnemotécnicos que sean fáciles de recordar. Si vas a crear tu propio recursos mnemotécnico, elige palabras y oraciones que tengan un significado persona para ti que puedas recordar fácilmente más adelante. [22]
  4. Si tienes apuntes, reescríbelos. Si reescribes tus apuntes cambiando un poco las palabras, podrás involucrarte activamente con el material de estudio. De esta manera, no solo repetirás la información, sino que tratarás de explicarlo una y otra vez. Esto puede ayudarte a procesar la información y a recordarla con mayor facilidad más adelante. [23]
    • No te limites a copiar el material una y otra vez. Por el contrario, intenta condensarlo en los puntos más básicos. [24] Luego, intenta condensarlo nuevamente hasta que hayas obtenido los puntos más esenciales.
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Método 4
Método 4 de 4:

Aprovechar las horas de clase

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  1. Toma buenos apuntes . Crear los recursos adecuados para estudiar puede serte de utilidad. En clase, intenta tomar buenos apuntes , pues pueden servirte como un recurso valioso al momento de estudiar.
    • Organiza tus apuntes por fecha y tema. Al principio de la clase, escribe la fecha en la esquina superior de la página. Luego, escribe encabezados y subencabezados concernientes al tema tratado en clase. De esta manera, si más adelante buscas tus apuntes sobre un tema en particular, te será más fácil encontrarlos. [25]
    • Utiliza tu mejor letra. Asegúrate de poder leer tus apuntes más adelante. [26]
    • Compara tus apuntes con los de tus compañeros de clase. Si faltaste a una clase u omitiste algunas palabras al momento de tomar apuntes, otro compañero podría ayudarte a llenar la información faltante. [27]
  2. Cuando leas el material de clase, asegúrate de hacerlo activamente. La manera en que lees puede afectar lo bien que retienes la información más adelante.
    • Presta atención a los títulos y subtítulos de los capítulos. Por lo general, te brindan pistas concernientes al tema central de un texto. También indican a qué material debes presta más atención durante la lectura. [28]
    • También debes leer una vez más la primera oración de cada párrafo, pues generalmente te brinda un resumen de la información clave que necesitarás. También presta atención a la conclusión, ya que resume los puntos clave. [29]
    • Si está permitido, subraya los pasajes y toma apuntes en los márgenes que resuman los puntos clave. Esto puede ayudarte a encontrar información importante cuando te pongas a estudiar. [30]
  3. Si algo te confunde en clase, haz preguntas. Por lo general, los maestros brindan un tiempo después de clases para la formulación de preguntas. También puedes asistir a clases de tutoría donde puedas preguntar sobre los temas que te confunden en clase. [31]
    • Hazte un favor y acostúmbrate a ir a la oficina del maestro al inicio del semestre. Esperar hasta el día anterior al examen para hacer preguntas da a entender que no te has preparado. Si te acostumbras a consultar con tu maestro una vez a la semana, harás que te considere un estudiante que se esfuerza y se prepara con anticipación. De esta manera, será más probable que quiera ayudarte.
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