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Los gatos y perros son mascotas excelentes y se pueden convertir en los mejores amigos cuando comparten un hogar; sin embargo, a veces se puede desarrollar tensión entre los dos. Si tu gato sigue atacando a tu perro, esto puede provocar estrés en toda la familia. Hay varias razones por las cuales un gato puede atacar a un perro, incluyendo el estrés, los celos y la agresión natural. Puedes evitar que tu gato ataque a tu perro al darle su propio espacio, ofrecerle opciones adecuadas para jugar, ayudar a tu gato a calmarse y reforzar el buen comportamiento.

Método 1
Método 1 de 4:

Darle a tu gato su propio espacio

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  1. Un árbol para gatos le brindará a tu gato un lugar seguro en el cual estar lejos de las molestias de tu perro. Los gatos con frecuencia atacan a los perros para que los dejen solos, por lo tanto, darle al tuyo un lugar en el que pueda dormir en paz es fundamental a fin de mantener buenas relaciones entre tus mascotas. [1]
    • Pon el árbol para gatos en un lugar que a menudo frecuentan ambas mascotas para que así el gato pueda optar por escalar a su escondite en vez de atacar al perro.
    • Asegúrate de que el perro no pueda alcanzar al gato cuando esté en el árbol para gatos.
  2. Los gatos pueden saltar fácilmente una puerta para bebés, pero la mayoría de los perros no. Utiliza una puerta para bebés a fin de permitir que tu gato se aleje de tu perro. Si el perro molesta al gato, entonces este último podrá saltar por encima de la puerta e ignorarlo en vez de arañarlo o mostrar su enojo para que se vaya. [2]
    • También puedes encontrar puertas para bebés que tienen espacios pequeños en la parte inferior. Así, este espacio permitirá que tu gato se arrastre por ahí; sin embargo, no elijas esta opción si tu perro es lo suficientemente pequeño como para seguirlo.
  3. Si tienes un alféizar alto o un mueble que le gusta a tu gato, anímalo a usarlo al frotarlo con hierba gatera. Asimismo, si es lo suficientemente grande, pon ahí una cama para gatos. También puedes instalar un estante resistente de esquina para que tu gato lo use como un lugar alto para echarse. [3]
  4. Tanto los gatos como los perros pueden ser territoriales con los tazones de alimentos, juguetes y caja de arena. Asegúrate de que cada mascota tenga su propio lugar especial para que los dos no se peleen por el tazón de comida. Asimismo, mantén alejado a tu perro de la caja de arena de tu gato. [4]
    • Mantén la comida y el agua de tu gato fuera del alcance de tu perro a fin de evitar conflictos.
  5. Mientras los ataques sean un problema, no dejes solos y sin vigilancia a tu gato y tu perro. Tu gato puede dañar gravemente a tu perro al rasguñarle un ojo o causarle una infección. Las mordeduras de gatos son especialmente propensas a la infección. También arriesgas la seguridad de tu gato dado que el perro puede tener todos los motivos para defenderse. [5]
    • Considera encerrar a tus mascotas en habitaciones diferentes, en especial si vas a estar lejos de casa.
    • Asegúrate de que cada mascota tenga los suministros que necesita, algo para estimularse y un lugar cómodo para descansar.
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Método 2
Método 2 de 4:

Brindar opciones adecuadas para jugar

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  1. Los gatos son cazadores naturales y necesitan liberar su agresión. Algunas veces, eligen hacerlo al atacar a otras mascotas o a sus dueños. Evita esa reacción en tu gato al darle juguetes que le permitan perseguir y atacar de manera segura. [6]
    • La novedad del juguete nuevo debe atraer a tu gato. Se podría aburrir con sus juguetes viejos, lo cual lo llevará a elegir a tu perro como un juguete.
  2. Dado que tu gato necesita perseguir y atacar, los juguetes con plumas son una opción excelente para estimular y liberar esos impulsos. Si tu gato tiene una afinidad particular por la cola de tu perro, los juguetes con plumas pueden ayudarlo a desviar ese impulso. [7]
    • Los juguetes con cuerdas o cintas no son recomendables, ya que tu gato puede tragarlas de forma accidental. Esto puede causar obstrucciones intestinales u otro daño interno.
  3. Si tu gato tiene muchos juguetes, pero todavía le gusta lanzarse sobre el perro, trata de frotar los juguetes con hierba gatera. Esta hierba atraerá a tu gato hacia los juguetes en vez de hacia tu perro. [8]
    • Frota unos cuantos juguetes a la vez con hierba gatera para no abrumar a tu gato.
    • Asegúrate de lavarte las manos después de utilizar hierba gatera; de lo contrario, podrías frotarlas accidentalmente en tu perro.
  4. Los gatos necesitan correr y jugar; por lo tanto, ayuda al tuyo a reducir su agresividad al hacer que se ejercite lo suficiente. [9]
    • Practica juegos interactivos con tu gato usando un juguete con plumas o un puntero láser.
    • Consigue juguetes que tu gato pueda perseguir, por ejemplo, ratones electrónicos.
    • Dale a tu gato una torre para gatos que pueda escalar.
  5. En algunos gatos se desencadena por naturaleza el cazador innato que llevan al ver el mundo exterior. Si tu gato se inquieta por experiencias como ver pájaros afuera, entonces podrías tener que tapar las ventanas con cortinas, persianas o incluso pegar cubiertas de ventanas, como periódicos o papel de aluminio. [10]
    • Mantén alejado a tu gato de tu perro mientras hace frente a la agresión redirigida. Durante este tiempo, también podrías ser vulnerable a arañazos o mordeduras.
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Método 3
Método 3 de 4:

Ayudar a tu gato a calmarse

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  1. Acariciar o jugar con tu gato puede tener un efecto calmante y ayudar a eliminar los celos que tiene. Es especialmente importante pasar mucho tiempo con tu gato si tu perro es nuevo. [11]
    • Dale a tu gato el tipo de atención que le gusta. No todos los gatos prefieren recibir caricias, por lo tanto, haz lo que le gusta al tuyo.
  2. Tu gato podría estar atacando a tu perro porque está estresado, en especial si el perro es nuevo en tu casa. Puedes comprar un complemento de Feliway o bocadillos masticables que se llaman masticables blandos de Composure y que están diseñados para ayudar a los gatos ansiosos a calmarse. [12]
  3. Algunas veces los gatos atacan a los perros porque estos juegan o actúan de forma brusca o agresiva. Si tu perro es un compañero que se comporta de forma igual o similar a tu gato durante los ataques de este último, entonces es posible que tengas que entrenarlo para que sepa actuar con tu gato. Así ayudarás a ambas mascotas a pasar más tiempo juntas. [13]
    • Busca consejos de entrenamiento en Internet.
    • Considera llevar a tu perro a un entrenador. Pídele recomendaciones a tu veterinario.
  4. Si tu gato y tu perro se pelean, deberás hacer que se detengan. Primero trata de hacer un ruido fuerte que sobresalte a los dos, lo cual permitirá que uno de ellos escape o te podría dar tiempo para agarrar a uno. También puedes tratar de rociar agua a tus mascotas o les puedes tirar una manta.
    • Evita gritar, ya que esto puede agitar a tus mascotas y alentarlas a seguir peleando. [14]
    • No te metas entre los dos animales.
  5. La esterilización y castración reducirá la agresividad en tus mascotas y hará que sean menos propensas a enemistarse. [15]
  6. Cuando una de tus mascotas empiece a molestar a la otra, dile “no”, recoge a tu mascota y ponla en un lugar aparte, como en un baño. Dale un tiempo de aislamiento de 5 a 10 minutos. Cuando la dejes salir, trata a la mascota como si nada hubiera pasado. [16]
  7. Si tu gato y tu perro se llevan bien pero tu gato empieza a atacar a tu perro de forma repentina, entonces podría estar enfermo. Un gato enfermo puede reaccionar de manera agresiva cuando lo molestan, incluso si normalmente no se comportaba de esa forma. Así, el veterinario podrá descartar alguna enfermedad como la causa de los ataques de tu gato a tu perro. [17]
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Método 4
Método 4 de 4:

Reforzar el buen comportamiento

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  1. Si tu gato interactúa bien con tu perro o no le muestra enojo agresivamente ni lo golpea con su pata, dale un bocadillo para recompensarlo. Los bocadillos le deben enseñar a tu gato a comportarse bien con tu perro. [18]
  2. Refuerza de manera positiva el buen comportamiento al mostrarle atención especial a tu gato, por ejemplo, al acariciarlo o jugar más con él. Esto puede funcionar especialmente bien en el caso de los gatos mayores a los que no les gusta que un perro juguetón los moleste. Si tu gato no golpea al perro para hacer que se vaya, puedes mostrar que apruebas su comportamiento al hablarle y acariciarlo.
  3. Cuando los gatos muestran su enojo o reaccionan con miedo ante un perro, es normal que quieras levantarlo y acariciarlo para que se calme. Esto puede funcionar a fin de calmar a tu gato; no obstante, también le enseñarás a atacar al perro cuando quiera atención. Si bien querrás que tu gato se sienta seguro, asegúrate de no recompensarlo por un comportamiento no deseado. [19]
    • Sé firme cuando retires al gato de la situación y luego deja que se siente solo durante unos minutos antes de mostrarle atención positiva.
    • Nunca castigues de forma física a tu gato.
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Consejos

  • Es posible que debas separar a tus mascotas y tratar de volver a presentarlas.
  • Si una de tus mascotas ha estado contigo por un largo tiempo y la otra es nueva, es posible que debas considerar reubicar a la mascota nueva.
  • Si los problemas persisten, considera consultar a un experto en comportamiento animal a fin de mantener seguras a tus mascotas y también a ti mismo.
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Advertencias

  • Los perros pueden lesionarse y tener problemas permanentes debido a un gato agresivo, por lo tanto, es importante que abordes el comportamiento de tu gato.
  • Nunca te metas en medio de una pelea de mascotas.
  • Tu gato podría morder y arañar accidentalmente a tu perro o a ti mismo mientras es agresivo, incluso si solo está jugando.
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