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El aloe vera se utiliza para varios propósitos diferentes. Puedes usarlo para aliviar quemaduras solares, hacer mascarillas capilares y faciales e incluso consumirlo en bebidas para aprovechar más sus beneficios para la salud. Puedes comprar una hoja de aloe vera en una tienda de comestibles, o extraer el aloe de una planta que tengas en casa . Sin embargo, una vez que tengas la hoja, puedes cortarla, pelarla y congelarla de modo que esté lista para usar. Otra cosa que puedes hacer es mezclarla con miel para usarla como un humectante para el rostro y el cabello.

Método 1
Método 1 de 3:

Guardar hojas enteras

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  1. Envuelve la hoja en plástico para envolver asegurándote de cubrir el extremo del corte en el que se conectaba al resto de la planta. Una vez que estés listo para usar la hoja, simplemente desenvuélvela del plástico para envolver y comienza con el proceso de extraer el gel.
    • Usa un marcador permanente para escribir la fecha sobre el plástico para envolver de manera que puedas recordar cuando tiempo tendrás antes de usarlo.
  2. Simplemente toma una hoja de aloe vera, colócala dentro de una bolsa de plástico para congelar y ponla en el congelador. La hoja de aloe vera tendrá la mejor consistencia y sabor (si vas a comerla) si la usas dentro de 6 a 8 meses. Sin embargo, técnicamente permanecerá bien durante mucho más tiempo. [1]
    • Como medida adicional de protección, incluso puedes envolver la hoja en plástico para envolver antes de colocarlo dentro de la bolsa de plástico.
  3. Deja que adquiera temperatura ambiente, lo cual podría tomar entre 2 a 3 horas dependiendo del tamaño de la hoja. [2]
    • Nunca descongeles una hoja de aloe vera congelada en el microondas. ¡Eso cambiará su consistencia y disminuirá drásticamente sus beneficios para la salud!
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Método 2
Método 2 de 3:

Extraer y guardar el gel

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  1. Usa una hoja que hayas comprado en la tienda o cortado de una planta que tengas en casa. Enjuaga cualquier resto de suciedad visible o residuo pegajoso que notes en la hoja. Sécala con una toalla de papel. [3]
    • Si vas a usar una hoja que hayas extraído de una planta de la casa, colócala de forma vertical en un vaso o un frasco durante aproximadamente 15 minutos antes de continuar. Eso permitirá que la aloína (un líquido rojo o amarillo) se escurra de la hoja. La aloína puede causar diarrea y otros problemas estomacales si se consume.
  2. Usa una tabla de cortar y un cuchillo filoso para recortar la cuarta parte del aloe, así como la cuarta parte de la parte inferior (en el lugar en el que la hoja se adhiera al resto de la planta). Estas secciones generalmente no contienen mucho aloe vera que puedas usar. [4]
    • Cuando sostengas la hoja de aloe vera, ten cuidado de no cortarte la mano con las púas a lo largo de cada lado.
  3. Coloca la hoja de aloe vera de manera que se mantenga plana contra la tabla de cortar. Luego, corta los lados con espinas pasando el cuchillo a lo largo de la hoja. Corta un poquito de la carne de la hoja según sea posible. [5]
    • Usar cuchillos más pequeños y filosos te da más control del que tendrías si utilizarías un cuchillo para chef más grande.
  4. Mantén la hoja plana contra la tabla de cortar. Toma el pelador de vegetales y comienza pelando desde la parte superior de la hoja. Trabaja de abajo hacia la parte inferior de la hoja retirando la piel externa en secciones hasta que se haya terminado. Voltea el aloe vera y repite el proceso de pelado en el otro lado. [6]
    • Cuando hayas terminado, el exterior verde del aloe se habrá ido, lo cual te dejará con un gel opaco en el centro.
    • Si hay tiras pequeñas de color verde que no puedas retirar con el pelador, usa el cuchillo para retirarlas cuidadosamente.
    • El aloe estará pegajoso y un poco limoso. Procura mantener la mano que sostenga el pelador o cuchillo tan seca como sea posible para evitar que el utensilio se resbale.
  5. Toma el cuchillo y corta el aloe en cubos pequeños de igual tamaño asegurándote de no cortarte las manos en el proceso. En ese punto, puedes dejar el aloe del tamaño que prefieras. Los cubos pequeños tienen un buen tamaño para usarlos en batidos o bebidas posteriormente. [7]
    • Puedes dejar el aloe vera en cubos sobre la tabla de cortar mientras trabajes hacia la hoja, o puedes colocarla en un tazón pequeño y limpio al lado.
  6. Coloca el gel en un recipiente limpio y hermético. Luego, déjalo en el refrigerador mientras lo uses en productos de belleza, bebidas y batidos, y para el cuidado de quemaduras solares. [8]
    • Etiqueta el recipiente para que recuerdes por cuánto tiempo se mantendrá en buen estado.
    • ¡Si el gel se acerca a los 10 días, puedes congelar las sobras de manera que nada se eche a perder!
  7. Dependiendo de cómo planees usar el aloe vera (como complemento de un batido o bebida, productos de belleza o alivio para quemaduras), coloca varios puñados de diferentes tamaños de aloe vera dentro de dados en bolsas pequeñas y resellables. [9]
    • A veces, el gel de aloe vera puede perder su color cuando está congelado. Puedes evitarlo, agregándole vitamina E al gel.
    • También puedes licuar ligeramente el aloe vera en dados durante 30 segundos y, luego, viértelo en moldes para cubos de hielo.
    • Asegúrate de etiquetar la bolsita con la descripción del objeto y la fecha en la que lo hayas colocado en el congelador.
  8. Cuando coloques las bolsitas por primera vez en el congelador, ten cuidado de no colocar nada encima de ellas para evitar que se aplasten y se congelen en formas extrañas. [10]
    • Si vas a congelar varias bolsitas, no aprietes demasiadas bolsas juntas en un espacio pequeño. Cuando se congelan, pueden pegarse entre sí, lo cual hará que sea difícil extraer una bolsa cuando quieras usarla en el futuro.
  9. Puedes añadir unos cuantos cubos de aloe a un batido . Puedes descongelarlo y mezclarlo con miel o aceite de coco para hacer mascarillas para el cabello y el rostro . Puedes frotarlo sobre quemaduras solares para que se curen con mayor rapidez. ¡Hay varias formas de usar aloe vera en gel! [11]
    • Nunca coloques aloe vera en el microondas. Cambiará la consistencia y disminuirá los beneficios para la salud.
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Método 3
Método 3 de 3:

Mezclar miel con aloe

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  1. Usa aloe vera pelado, en cubos y extraído de una hoja que hayas comprado en la tienda o cortado de una planta que tengas en casa. Pulsa la licuadora hasta que tenga una consistencia homogénea. [12]
    • No es necesario que licues el aloe. Sin embargo, si lo haces, te resultará más fácil mezclarlo con la miel y le dará a la mezcla una textura más homogénea.
  2. Mide la cantidad de aloe que tengas. Usa una balanza de comida o una taza medidora para dividir la cantidad de aloe que vayas a usar. Luego, coloca el aloe medido en un tazón limpio. [13]
    • Si vas a usar una balanza para comida, simplemente puedes colocar el tazón limpio sobre la balanza y medir el aloe directamente en ella de manera que no ensucies más platos.
  3. Usa miel 100 % natural, miel en bruto, la cual puedes comprar en tiendas de alimentos saludables o posiblemente en tu tienda de comestibles local. Coloca la miel en el tazón con el aloe vera y usa una cuchara para mezclarlos hasta que tenga una consistencia homogénea. [14]
    • La miel es un producto excelente que puedes usar para guardar el aloe vera porque nunca se echa a perder. Mezclar cantidades iguales de aloe y miel extiende su vida útil exponencialmente.
    • Esa también es una excelente forma de conservar gel de aloe vera en bruto que está a punto de expirar.
  4. Mantén la mezcla en un lugar frío y seco. Asegúrate de que el recipiente esté limpio y seco antes de usarlo. [15]
    • Incluso puedes dividir la mezcla de aloe vera y miel entre varios frascos pequeños y darlos como regalos. Crea una etiqueta bonita y compleméntala con otros productos esenciales para el cuidado de la belleza para un paquete de spa .
  5. Puedes usar la mezcla de aloe vera con miel sobre tu rostro para eliminar el acné. También puedes colocarlo sobre el cabello como una mascarilla humectante. Puedes usarlo como un edulcorante para tés calientes o agregarlo a tu batido de la mañana para endulzarlo un poco.
    • Incluso puedes hornear la mezcla de aloe vera con miel. Si tienes una receta que requiere miel, simplemente sustituye esta mezcla en su lugar.
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Consejos

  • Añádele el jugo de limón al aloe fresco para darle una vida útil ligeramente más prolongada y un aroma fresco y cítrico.
  • ¡Con frecuencia puedes encontrar hojas de aloe vera en las tiendas de alimentos saludables, o comprar una planta para que puedas extraer tu propio gel cada vez que sea necesario!
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Cosas que necesitarás

Guardar hojas enteras

  • plástico para envolver
  • bolsas de plástico para congelador

Extraer y guardar el gel

  • hoja de aloe vera
  • toallas de papel
  • tabla de cortar
  • cuchillo filoso
  • pelador de vegetales
  • tazón pequeño (opcional)
  • recipiente hermético
  • bolsitas resellables

Mezclar miel con aloe

  • aloe pelado y en cubos
  • licuadora
  • tazas medidoras
  • balanza para comida (opcional)
  • tazón
  • cuchara
  • frasco de vidrio hermético

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