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Un baño turco, o hamán, es un ritual de limpieza milenario que suaviza la piel y al mismo tiempo relaja los músculos cansados. Esta técnica de baño es una de las maneras más lujosas de retirar capas de células muertas. Aunque vivas lejos de un baño turco, igual puedes mimarte con un hamán tradicional en casa. Llena tu baño con vapor para limpiar los poros, luego usa jabón negro africano y hazte un tratamiento de arcilla para introducir nutrientes purificadores en la piel.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Preparar el baño turco

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  1. Antes de empezar el baño turco, prepara la arcilla para que su aplicación sea fácil después. Al comprar la arcilla, de seguro vendrá en un bloque duro. Separarla en trozos más pequeños la ablandará más rápido. [1]
  2. Lee el empaque del bloque de arcilla para saber cuánta agua y yogur echarle. El yogur es esencial para la exfoliación gracias a su ácido láctico. Las propiedades antibacterianas y antifúngicas del yogur también previenen la aparición de erupciones. Sigue mezclando la arcilla hasta que se ablande. [2]
    • También puedes agregarle miel, que nutre la piel gracias a sus propiedades antioxidantes.
  3. Llenarlo con vapor abrirá los poros de la piel y la preparará para que absorba el jabón negro y la arcilla. Cierra todas las ventanas y puertas; cubre toda abertura (como la parte inferior de la puerta) con una toalla. Abre el agua caliente para llenar la bañera y déjala abierta hasta que el baño esté lleno de vapor. [3]
  4. Mantente hidratado durante la duración del baño turco. Lleva una botella de agua al baño para beber periódicamente. Moja una toallita con agua fría para aplicártela en el cuello o la frente, si te sientes mareado. Retírate del baño si empiezas a sentir náuseas o mareos. [4]
  5. Antes de entrar al baño, relájate y deja que el vapor actúe en tu piel. Si te sientes mareado, abre una puerta o ventana, y toma más agua. [5]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Limpiar la piel

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  1. Espera de unos 5 a 10 minutos antes de empezar a masajear y exfoliar la piel. Si el agua se ha enfriado demasiado mientras el baño se llenaba de vapor, echa más hasta que la temperatura sea de tu agrado. [6]
  2. Forma espuma con el jabón y luego pásalo por toda tu piel, de los pies a los hombros. Realiza movimientos circulares para impregnar el jabón en los poros. Al aplicarlo en el rostro, evita hacerlo demasiado cerca de los ojos o boca. [7]
    • El jabón negro reacciona de manera particular según el tipo de piel y puede resecar algunos de estos. Usa un humectante si sientes tu piel irritada después del baño. [8]
  3. Pasa una toallita por tu cuerpo de arriba abajo para retirar las células muertas. Pásala por los lugares donde aplicaste el jabón negro. Frota la toallita con firmeza, pero no al punto de dejar la piel ardiendo. [9]
    • Este paso también aumenta la circulación sanguínea y reduce la celulitis. [10]
    • Una alternativa es usar un guante exfoliante. [11]
  4. Una vez que exfolies a fondo la piel, detente antes de que tu piel se sienta irritada o adolorida. Toma el agua tibia ahuecando las manos y viértela sobre tu piel hasta enjuagar por completo el residuo de jabón.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Aplicar la arcilla

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  1. Toma el tazón de arcilla y aplícatela sobre el cuerpo. Céntrate en las partes secas o ásperas de la piel. El uso de arcilla marroquí en el rostro es seguro, pero evita aplicártela cerca de los ojos. [12]
    • Sal de la bañera mientras te aplicas la arcilla.
    • Si te cae arcilla en los ojos, lávatelos con agua fría del grifo de 15 a 20 minutos y luego llama al centro toxicológico para recibir más instrucciones al respecto. [13]
  2. La arcilla necesita tiempo para actuar antes de que la piel absorba los minerales limpiadores. Espera como mínimo 5 minutos y luego enjuágatela. Sal de la bañera y enjuágate en la ducha. Verás que tu piel queda más tersa inmediatamente después del baño. [14]
    • Las duchas de agua fría son las mejores para volver a cerrar los poros.
  3. Secarse con demasiada fuerza puede quitar parte de los minerales limpiadores y dejar áspera la piel. Sécate dándote toques suaves en vez de restregar la piel. Pon antes la toalla en la secadora para que seque rápidamente la piel.
  4. Después de un baño turco, muchos de ellos aplican agua de rosas sobre la piel de los clientes. El agua de rosas tiene un aroma dulce y refresca la piel, lo cual reduce la inflamación y la oleosidad. Echa unas cuantas gotas de agua de rosas en una toallita seca y aplícatela sobre la piel dándote toques leves. [15]
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Consejos

  • Trae una muda de ropa o albornoz para después de secarte. [16]
  • Tradicionalmente, después de un baño turco, se hace un masaje relajante de cuerpo entero. Date un masaje después u ofrécete a dárselo a un ser querido para que disfrute la experiencia completa.
  • Elige un jabón negro hecho de la pepa de oliva si quieres un auténtico jabón negro. [17]
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Cosas que necesitarás

  • jabón negro africano
  • toallita o guante exfoliante
  • yogur
  • arcilla marroquí
  • agua de rosas
  • toalla

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