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Este es un método y una técnica especial para hacer una olla de barro en un una rueda de alfarero que fueron desarrollados y puestos en práctica por el autor hace muchos años.

  1. Luego de conseguir la arcilla que quieres, ya sea para fuego alto (porcelana, de secado al aire, etc.) o bajo (polimérica, roja, etc.), debes amasar o comprimir la arcilla para eliminar las burbujas de aire. Toma una pequeña porción de arcilla (es suficiente con el tamaño de dos puños juntos para alguien que recién está comenzando) y forma una bola. Luego, toma la bola de arcilla y lánzala sobre un bloque de yeso. Aunque el yeso absorbe mejor la humedad extra de la arcilla, cualquier superficie lisa y dura servirá. Presiona la arcilla en tus manos hacia adelante como si amasaras pan. Forma una bola con ella y repite el proceso. Para saber si aún hay burbujas de aire, parte la bola por la mitad con un alambre. Las burbujas de aire se verán como pequeños cráteres sobre la arcilla lisa. Si dejas esas burbujas sobre la arcilla, esta no se centrará y será imposible trabajarla. Cuando no haya ninguna burbuja de aire en la arcilla, vuelve a darle forma de bola.
  2. La forma más fácil de hacerlo es tirando la arcilla con algo de fuerza contra el centro. Haz girar la rueda con bastante rapidez. Humedece tus manos y la arcilla con agua en un tazón. La finalidad es ahuecar la arcilla en tus manos, usa tus piernas para hacer presión en caso de necesitar mayor fuerza y moldea la arcilla en forma de torre. Si usas un torno de pie, puedes controlar la rapidez con que gire la arcilla, pero requerirá de mucha fuerza. Usar un torno eléctrico requiere de menos energía, pero se tiene menor control sobre la velocidad. Presiona la arcilla hacia abajo y empújala sobre la rueda al mismo tiempo, dejando que la arcilla adicional se resbale de tus dedos y fuera de la rueda. Lo primero que deberás hacer es centrar la arcilla. La bola de arcilla debe tener un aspecto parejo, y rotar uniformemente, como la llanta de un carro vista de costado.
  3. Luego, presiona la torre hacia abajo con una mano y mantenla estable con la otra. Haz esto tres o cuatro veces para que la arcilla se centre y se mantenga correctamente alineada.
  4. Hay maneras diferentes de lograrlo; te mostraremos dos métodos aquí. Usa el que funcione mejor para ti. Ambos métodos comienzan de la misma forma. Asegúrate de centrar tu cuerpo sobre la rueda y tener los pies firmemente plantados en el suelo.
    1. Asegúrate de que tus brazos estén firmes, siendo presionados entre tus muslos. Teniendo la arcilla entre tus manos, empieza a ahuecarla con los pulgares por la parte superior. Asegúrate de que tus manos y la arcilla estén siempre húmedas. Jala tus muñecas hacia atrás ligeramente mientras presionas hacia abajo, manteniendo las manos rígidas. Comienza por comprimir y alisar la arcilla con las palmas de tus manos. Solo haz movimientos ligeros. Con un poco de presión es suficiente.
    2. El segundo método para centrar la arcilla es poner una mano a un lado de ella y la otra encima. Presiona la arcilla con ambas manos para alisarla. Una vez más, solo utiliza las palmas de tus manos y mantén los brazos inmóviles contra tu cuerpo.
  5. Para empezar, haz un agujero en el centro. Para hacerlo, comienza a mover tu dedo en la parte de arriba de la arcilla en línea recta hacia abajo. Hazlo hasta que encuentres el centro con precisión. Si el agujero no se hace en el punto medio exacto, la arcilla comenzará a tambalearse, por lo que tendrás que seguir los pasos mencionados anteriormente para centrarla de nuevo. Empuja despacio el dedo índice hacia abajo y en medio de la arcilla mientras esta gira, hasta 2,5 centímetros aproximadamente antes de llegar al fondo, y usa la otra mano para ahuecarla y estabilizarla al mismo tiempo. Despacio, retira el dedo del agujero.
  6. Usa tu otra mano para sujetar la arcilla por las paredes. Agranda el agujero del tamaño que quieras que sea la base de tu cerámica. Las paredes tienen generalmente 2 o 5 centímetros de grosor. Con las paredes ya hechas, el cilindro debe girar de forma perfectamente simétrica. Durante todos estos pasos, retira tus manos y elimina lentamente la presión.
  7. Luego de haber creado un agujero, deberás comprimir la parte inferior. Para hacerlo, puedes usar una vara de madera para quitar toda la arcilla que le sobre de la base o puedes quitarla lentamente con tus dedos. Este último método creará un fondo plano.
  8. Usualmente, se presiona el dedo índice de una mano contra el muro desde adentro y hacia la base, con el pulgar presionando sobre la otra mano o la muñeca. Ya que para el momento la arcilla está completamente húmeda, toma una pequeña esponja, de 2,5 centímetros de ancho aproximadamente entre el dedo índice y el pulgar de la otra mano. Presiona la esponja sobre el exterior de la olla, exactamente al otro lado donde está el dedo, o los dedos, en el interior. Aprieta y desliza hacia arriba la esponja y tu dedo índice, adelgazando y levantando las paredes de olla. Esto se logra poco a poco, luego de unas 6 a 12 veces, hasta lograr el grosor deseado de las paredes de la olla, de 0,30 a 2,5 centímetros dependiendo del modelo de la olla o plato. La finalidad normalmente es adelgazar los costados de la olla al punto en que todavía tengan la fuerza para mantenerse firmes. Usa la esponja para controlar la humedad y la fuerza de la arcilla: a mayor humedad, mayor debilidad, y a menor humedad, mayor fortaleza.
  9. Algunas veces, la parte de arriba está desnivelada y puede agrietarse en cualquier momento, sobre todo cuando las paredes están terminadas. Consigue un buril para arcilla en cualquier tienda de cerámica. Presiona con la mano la punta metálica del pincel cerca de la parte superior de la arcilla o donde desees cortar. Haz presión en la arcilla mientras gira hasta que llegue a topar el dedo índice de tu otra mano en la parte interior de la olla. Cuando se haya cortado todo el borde, tan solo levántalo. Con esto se forma un cilindro básico.
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Consejos

  • Guarda correctamente la arcilla húmeda que quites mientras haces la cerámica y la que se quede en el torno. Colócala sobre un bloque de yeso para secarla un poco y luego volver a usarla.
  • Adelgaza las paredes de la olla, en la parte donde se forma un cilindro, a un grosor adecuado al tipo de envase que estás haciendo, normalmente más espeso en la parte inferior para soportar las curvas externas, o incluso arriba y abajo en el caso de las tazas. Retira los excesos de agua de la base con una esponja.
  • Mantén una buena velocidad de giro, sobre todo cuando centras la arcilla.
  • Usa siempre bastante agua.
  • El diámetro de la bola de arcilla al principio dependerá del tipo de envase que quieras hacer: ancha o larga para tazones planos o platos, y estrecho y pequeño para tazas o vasos.
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Cosas que necesitarás

  • Arcilla
  • Un torno de alfarero, de pie o eléctrico
  • Un alambre para cortar la base de la olla, cuando esté terminada, del torno
  • Un pedazo de plástico, gamuza o madera (para alisar los bordes de la olla)
  • Un vaso o balde con agua
  • Cualquier herramienta que se necesite para hacer las decoraciones
  • Una herramienta puntiaguda o varilla de madera para recortar los bordes de la olla

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