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Las puertas exteriores son una inversión importante en la seguridad. Cambiar una puerta exterior puede representar una mejora inmediata en tu hogar. No es un reto tan complicado para un reparador principiante siempre y cuando tengas las herramientas adecuadas y un poco de paciencia. Continúa leyendo para comenzar.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Preparar la puerta

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  1. Existe un número de herramientas que necesitarás para retirar la puerta antigua y colocar la nueva. Asegúrate de tener lo necesario antes de comenzar a intentar realizar esta operación. Si no tienes estas cosas en tu casa, será necesario que vayas a la ferretería más cercana.
    • Nivelador para asegurarte de que todo quede parejo (tendrás problemas para abrir la puerta nueva si está inclinada).
    • Sellador para colocar el aislante y marco en su sitio.
    • Martillo y clavos, juego de clavos, destornillador (depende de los clavos que sujetan la puerta antigua en su sitio) para retirar la puerta antigua y colocar la nueva.
    • Cinta métrica o regla para medir la puerta antigua, la puerta nueva y los marcos.
    • Aislante para evitar que los vientos de invierno azoten la puerta.
    • Cuñas de madera para sujetar la puerta en el nivel adecuado, de ser necesario.
  2. Antes de comenzar a quitar la puerta antigua de su marco, tienes que conseguir una puerta nueva. El tamaño y tipo dependerán de tus necesidades y el tamaño del marco. No querrás terminar con una puerta de un tamaño incorrecto.
    • Las puertas de madera tienden a verse mejor, pero no son tan resistentes al clima como las puertas de fibra de vidrio o de acero.
    • Las puertas de acero también suelen ser las menos caras, mientras que las de madera y fibra de vidrio suelen costar casi lo mismo dependiendo del estilo de la puerta.
  3. No hay nada peor que prepararte para comenzar a trabajar con tu puerta nueva solo para descubrir que es demasiado grande o demasiado pequeña. Puedes evitar esta desafortunada situación tomando las medidas de la puerta antigua y aplicando esas medidas a la puerta nueva. [1]
    • Para revisar el ancho necesitarás medir a lo ancho la mitad superior y la mitad inferior de la puerta antigua de clavo a clavo. El clavo es básicamente el lado de la puerta. El número menor es un cálculo aproximado del ancho.
    • Para el alto de la puerta necesitarás medir el medio y ambos lados de la puerta de la parte superior a la parte inferior de la puerta. El número menor es, nuevamente, un cálculo aproximado.
    • Mide el ancho de la jamba.
    • Compara las medidas de la puerta antigua con las de la puerta que consideres comprar. Si se aproximan bastante, entonces es la adecuada. De lo contrario, tendrás que buscar otra.
  4. El marco suele estar sujeto con alguna cuña o clavo que sobresale de los soportes de revestimiento. Para esto tienes que retirar la puerta y también el revestimiento exterior y aislante antiguo. Utiliza tu martillo y juego de clavos (o un destornillador) para retirar los ejes de las bisagras y desprende la puerta antigua de las bisagras. [2]
    • Con la mayoría de las bisagras se puede insertar un juego de clavos en el agujero en la parte inferior de la bisagra y golpearlo hacia arriba con un martillo. Continúa empujando con el martillo el eje hacia arriba hasta que sobresalga.
    • Inserta el aplicador de sellador entre el molde y la pared para romper el sello. Retira cuidadosamente el molde con una barreta y un martillo. Retira la jamba de la puerta, el marco y el umbral. Ahora puedes raspar el sellador antiguo.
  5. Tienes que medir el ancho entre las jambas laterales, desde la jamba superior hasta el sellador debajo del umbral antiguo, así como el grosor de la pared. La abertura debe ser mínimo 2,5 cm (1 pulgada) más ancha y alta que el exterior del sistema de puerta que vas a instalar.
    • Asegúrate de que la abertura y el alféizar inferior (la sección del suelo debajo del alféizar) estén parejas. De ser necesario, utiliza cuñas o una tabla biselada para emparejarlo. Si la puerta necesita un espacio para un suelo particularmente alto, como una alfombra gruesa, puedes necesitar una tabla para completar ese espacio.
  6. Mientras trabajas debes revisar de vez en cuando con tu nivelador que todo quede parejo. Si las cosas no están parejas, puedes terminar con una puerta o marco inclinado, lo cual te ocasionará problemas más adelante.
    • Debes revisar especialmente que el lado de la bisagra esté parejo.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Encajar la puerta exterior

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  1. Esto significa que debes colocar la puerta en el lugar en el que irá para asegurarte de que todo encaje de forma adecuada. Si encuentras algún problema en esta etapa (como una puerta que no encaja, cosas que no están parejas), entonces tendrás que encargarte de ese problema primero. [3]
  2. Aplica dos gotas gruesas de sellador a lo largo de los bordes frontales y posteriores del alféizar inferior, en el cual colocarás el alféizar. Continúa aplicando sellador a aproximadamente 5 cm (2 pulgadas) por encima de los lados del marco.
    • Esto impermeabiliza la abertura de la puerta.
  3. Coloca la parte inferior de la puerta primero, inclinando la parte superior hacia afuera y hacia ti, y luego desliza la puerta en su sitio. Lo mejor es trabajar desde el exterior de la casa cuando insertes la puerta en la abertura.
    • Puedes pedirle ayuda a un amigo para levantar y colocar la puerta, dependiendo de su peso.
    • Asegúrate de que la puerta esté centrada en la abertura y de que el marco encaje bien en su sitio en la parte inferior de la abertura.
  4. Coloca cuñas en el lado de la bisagra de la puerta, detrás de cualquier punto en el que las bisagras estén adheridas al marco de la puerta. La puerta quedará asegurada en la abertura en estas áreas más adelante.
  5. Después de hacer todos los ajustes necesarios, asegura la puerta temporalmente utilizando clavos para acabados 16d. Atraviesa ligeramente los clavos a través de la jamba de la bisagra, cerca de donde instalarás las bisagras. No claves los clavos por completo.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Terminar la puerta exterior

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  1. Debe abrirse y cerrarse suavemente. Algunas veces las puertas premontadas tienen un alféizar ajustable, lo cual puede ser útil si la puerta no está ajustada a la perfección. Tienes que asegurarte de que la puerta no raspe el suelo dentro de tu casa.
  2. Atornilla los tornillos de 7,5 cm (3 pulgadas) a través de las cuñas en los puntos de las bisagras en la jamba de la bisagra. Asegura las jambas restantes en todo el contorno de la puerta, siempre atornillando los tornillos o clavos (según lo sugiera el fabricante) a través de las cuñas.
    • Coloca una cuña sólida detrás de la ubicación de la cerradura.
    • Verifica ocasionalmente que el ensamblaje de la puerta esté ajustado de forma adecuada. Instala la cerradura, colocando tornillos a través de la cuña.
  3. Termina el trabajo instalando aislante de fibra de vidrio en polvo compacto alrededor de los bordes del marco de la puerta. Instala el refuerzo interior, siguiendo las instrucciones del fabricante. Aplica sellador que puedas pintar a lo largo de todas las uniones del refuerzo y la moldura de ladrillo. [4]
    • Rellena los agujeros dejados por los tornillos con masilla para madera y deja que seque.
    • Utiliza guantes para no mancharte las manos con sellador.
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Consejos

  • Si eres principiante en este tipo de proyectos, es mejor que consigas una puerta premontada para que no tengas que lidiar con la puerta y el marco al mismo tiempo.
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Advertencias

  • Al asegurar las jambas, ten cuidado de no ajustar demasiado los tornillos, sino la puerta quedará desalineada.
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