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Muchas personas se enfrentan al miedo que sienten antes de una operación. Felizmente, hay muchas cosas que puedes hacer para lidiar con tu miedo. Lo más importante es hablar con tu cirujano sobre la preparación para la cirugía, el cuidado posterior y el procedimiento. Sé honesto sobre tus miedos al analizar tus propios pensamientos y hablar con tu cirujano. Reúnete con el equipo médico y desarrollen juntos un plan preoperatorio y postoperatorio detallado. Antes de someterte a la cirugía, utiliza imágenes mentales positivas para imaginar un futuro más feliz en el cual el procedimiento haya sido exitoso y sin complicaciones. Después de la cirugía, habla con tu familia, amigos y un terapeuta sobre tus sentimientos con respecto al resultado del procedimiento si es necesario.

Método 1
Método 1 de 3:

Investigar

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  1. Lo desconocido con frecuencia causa miedo. Informarte sobre el procedimiento es un primer paso importante para superar tu miedo a las cirugías. Puedes hacerlo al leer material relevante de fuentes confiables (tanto en línea como fuera de línea) y, lo más importante, al hablar con el cirujano sobre tu procedimiento quirúrgico específico. También podrías hablar con otras personas que hayan tenido cirugías similares o idénticas a la que tendrás. [1] Las preguntas que tal vez desees hacerle a tu cirujano son:
    • ¿Cuánto tiempo durará la cirugía?
    • ¿Cuáles son los riesgos que están relacionados con esta cirugía?
    • ¿Qué tipo de procedimientos para el cuidado posterior requiere esta cirugía?
  2. Encuentra un cirujano en quien confíes. Si tienes un cirujano que conoces bien o un cirujano recomendado por tus amigos o familiares, estarás más cómodo con la operación. Si realmente crees en tu cirujano, el miedo desaparecerá. [2] [3]
    • Asimismo, si confías sinceramente en tu cirujano, es más probable que te abras a él con respecto a tus miedos. Así, cuando lo hagas, un buen cirujano comprenderá y simpatizará con tu situación y tomará medidas para ayudarte a sobrellevar tus miedos.
  3. Una vez que conozcas a los miembros del equipo médico, te darás cuenta de que solo quieren ayudarte a que te sientas mejor. Siéntete libre de hacer preguntas específicas. Por ejemplo, si tienes miedo de que tu equipo médico carezca de experiencia, podrías preguntar “¿Desde hace cuánto tiempo hacen cirugías como esta?”. Si tienes miedo de que no se preocupen por ti, reunirte con el equipo médico antes de la cirugía puede ayudar a desterrar esos miedos al ver y humanizar todo el proceso quirúrgico. El equipo médico podría incluir: [4]
    • Un anestesiólogo. Los anestesiólogos se encargan de administrar el gas que te dejará inconsciente antes de la cirugía. Podrías preguntarle “¿Debo estar inconsciente durante la cirugía?” o “¿Cuánto tiempo estaré inconsciente?”.
    • Un cirujano. Podrías preguntarle “¿Cuántos procedimientos de este tipo ha realizado?” o “¿Tiene un alto porcentaje de éxito en las cirugías de este tipo?”.
    • Una enfermera quirúrgica. Podrías preguntarle “¿Cuántas veces ha ayudado en este tipo de procedimiento?” o “¿Cómo va a controlar mi condición durante el procedimiento?”.
  4. Una de las preguntas más importantes que muchas personas tienen sobre su cirugía involucra el período de recuperación. Es comprensible que desees que tu organismo vuelva a funcionar con normalidad y así retomar el trabajo, la escuela y la vida familiar. Ten en cuenta que los períodos de recuperación varían de una persona a otra debido a factores como el historial médico. Por ejemplo, si tienes diabetes, entonces la curación será más lenta que la de alguien que no la tiene. El tipo de procedimiento que tengas también podría afectar tu tiempo de curación. Habla con el cirujano a fin de averiguar qué podrías experimentar durante tu recuperación. Por ejemplo, puedes preguntar: [5]
    • “¿Cuál es el tiempo de recuperación común para este procedimiento?”
    • “¿Mi recuperación será más lenta de lo normal por alguna razón?”
    • “¿Cuándo puedo empezar a hacer ejercicios de nuevo?”
  5. El humor y las imágenes mentales positivas pueden ayudarte a hacer frente a la situación antes de tu cirugía. Si dejas que la cirugía se manifieste en tu mente, es posible que te vuelvas insensible a ella y que te inspire menos miedo. También podrías utilizar imágenes mentales y pensar en un final feliz para tu historial quirúrgico. [6]
    • Por ejemplo, en vez de pensar en una imagen fija de ti en la que estés con cortes abiertos encima de una mesa del hospital, piensa en todo el proceso quirúrgico de principio a fin.
    • Utiliza una reflexión positiva. En otras palabras, repítete que todo estará bien. Cuando experimentes pensamientos intrusivos como “No sobreviviré a esto”, responde con un pensamiento contrario como “Estaré bien y me recuperaré rápidamente”.
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Método 2
Método 2 de 3:

Procesar tus emociones

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  1. Hay muchas razones para tener miedo antes de una cirugía. Sin embargo, antes de que puedas superarlo, deberás identificar la causa específica. Por ejemplo, puedes tener miedo a perder el control, a estar lejos de tus amigos y familiares o a experimentar dolor debido a las inyecciones o agujas intravenosas. Otras causas del miedo son: [7]
    • la muerte
    • lo que otros piensen cuando se enteren de que estás en el hospital
    • el hecho de quedar desfigurado o con marcas debido a la operación
  2. Un plan preoperatorio es una guía detallada y es elaborada por tu cirujano y por ti para ayudarte a garantizar una cirugía exitosa. El plan puede incluir varias consultas y exámenes. También podría incluir determinadas restricciones sobre tus hábitos alimenticios y de bebidas en el período justo antes de someterte a la cirugía. Si necesitas transporte al hospital, el cirujano te lo hará saber y lo incluirá en el plan preoperatorio. Tener los pasos del plan de cirugía delante de ti puede ayudarte a aliviar el miedo de que el procedimiento quirúrgico sea desorganizado o mal planificado. [8]
    • Sigue siempre con detenimiento el plan preoperatorio.
    • En el caso de los niños, es importante que vean imágenes del hospital y del personal médico y que, además, hagan un recorrido por las instalaciones para que puedan reducir mejor sus niveles de miedo. [9]
  3. Un plan de recuperación es similar a un plan preoperatorio; no obstante, abarca el período posterior a la cirugía en vez del período anterior. El plan de recuperación te brindará un cronograma a fin de que retomes tus actividades comunes, empezando desde el momento en que te despiertes de la cirugía. [10]
    • Por ejemplo, tu plan de recuperación podría incluir si necesitarás o no que te recojan del hospital y quién te brindará el transporte.
    • Otros aspectos potenciales de tu plan de recuperación incluyen cuándo puedes regresar al trabajo, qué puedes comer y qué tipo de citas de seguimiento tendrás que programar para asegurarte de que tu recuperación se desarrolle sin problemas.
  4. Si tienes miedo, pero finges ante los demás (o incluso ante ti mismo) que no sientes nada, tus temores solo seguirán aumentando y empeorando. Reconocer tus temores sobre la cirugía será el primer paso para manejarlos de forma saludable. Comunícalos a tu cirujano y pídele más recursos que te ayuden a hacerles frente. [11] [12]
    • Otra forma de hacer frente a tus miedos es enfrentarlos realmente al escribirlos. Utiliza un cuaderno o diario para escribir con exactitud a qué le tienes miedo y cómo hace que te sientas. [13]
    • Si anotas tus sentimientos, vuelve a revisarlos unos días más adelante y escribe una refutación a tus miedos. Por ejemplo, si has escrito “Dudo que me recupere por completo de la cirugía”, más adelante podrías escribir una refutación como “Creo que me recuperaré por completo y volveré a mi vida cotidiana”.
  5. Las técnicas de relajación, como los masajes, la acupresión o la acupuntura, pueden mantenerte relajado y sin miedos durante la cirugía y también te ayudan a calmar tu mente durante el período de recuperación. Algunas instalaciones médicas incluso ofrecen estos servicios de relajación como parte del paquete quirúrgico. Otras personas consideran que la aromaterapia también es útil para relajarse. Pregúntale a tu cirujano si te ofrecen estas u otras técnicas de relajación. [14]
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Método 3
Método 3 de 3:

Encontrar un sistema de apoyo

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  1. Si te preocupa tu cirugía, no guardes este sentimiento para ti solo. Comparte tus problemas con un familiar. Si realmente estás preocupado, podrías incluso pedirle a alguien que te acompañe. Acudir tú solo al hospital para la cirugía puede hacer que te sientas solo y así aumentar tu miedo. Si tienes un amigo de confianza o un familiar cercano hasta que ingreses al quirófano, puedes hablar con él y te sentirás mejor. Compartir tu ansiedad con un ser querido te permitirá relajarte un poco y liberar parte de tu miedo. Por ejemplo, podrías abrirte con un ser querido al decir: [15]
    • “Tengo mucho miedo por mi cirugía”.
    • “Tengo miedo de poder morir en la mesa de operaciones”.
    • “No quiero que me hagan cortes en la cirugía”.
    • “Me sentiría mucho mejor si no tuviera que ir solo a mi cirugía. ¿Me podrías acompañar, por favor?
  2. Los psicólogos están capacitados para ayudarte a lidiar con tus miedos. Hay dos maneras en que pueden ayudarte. Podrían ayudarte a lidiar con el miedo directamente al guiarte a través del proceso y demostrar cómo tu miedo es innecesario. Asimismo, pueden ayudarte a enfrentar los problemas subyacentes que estén causando tu miedo (lo cual puede incluir haber tenido una mala experiencia con una cirugía en el pasado o haber visto que un ser querido sintió dolor debido a una cirugía que tuvo). En cualquier caso, hablar a menudo con un psicólogo puede ayudarte a superar tu miedo a la cirugía. [16]
    • Para encontrar un terapeuta en tu zona, utiliza tu motor de búsqueda favorito de internet. Prueba una cadena de palabras como “terapeutas cercanos” o “terapeutas en (nombre de tu ciudad)”.
    • También puedes pedirle a tu cirujano una referencia o puedes tratar de pedirles una recomendación a tus amigos.
  3. Las cirugías relacionadas con afecciones particulares a menudo tienen grupos de apoyo a fin de ayudar a las personas a lidiar con los sentimientos que surgen después de una cirugía. Por ejemplo, los grupos de apoyo para el cáncer pueden ayudarte a hacer frente a tu período de recuperación después de la extirpación de un tumor. Busca en tu zona un grupo relacionado con tu cirugía o afección médica. [17]
    • Habla con las personas del grupo y establece un vínculo con respecto a su cirugía o afección médica en común.
    • Si tienes ansiedad o miedo constante que está relacionado con la afección, pide consejos sobre cómo hacer frente al problema.
    • Pídele a tu cirujano recomendaciones sobre un grupo.
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