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Durante el embarazo, la placenta se fija a la pared del útero y le proporciona oxígeno y nutrientes a tu bebé mediante el cordón umbilical. La mayor parte del tiempo, la placenta se fija a la parte superior o central del útero pero, de vez en cuando, se fija en cambio a la parte inferior. Como consecuencia, la placenta bloquea el cuello uterino, por lo que un parto vaginal regular se torna difícil o imposible. Este es un problema que se conoce como placenta previa, pero, si lo tienes, de todos modos podrás dar a luz a un bebé saludable.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Diagnosticar la placenta previa

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  1. La mayor parte de los casos de placenta previa se diagnostican durante las citas rutinarias. Independientemente de que te preocupe o no este problema, el cuidado prenatal constituye uno de los aspectos de mayor importancia de un embarazo saludable. Debes consultar con regularidad con tu partera u obstetra y no dejar de asistir a tus citas.
    • Recibir cuidado regular se refiere a que debes consultar con tu doctor apenas consideres que estás embarazada, luego de lo cual tu doctor programará citas según sea necesario. [1]
  2. Por lo general, debes ponerte en contacto con tu doctor en caso de que experimentes sangrado vaginal en cualquier momento de tu embarazo, ya que esto puede ser un indicio de un posible aborto espontáneo o de diversos otros problemas. En caso de que experimentes un sangrado de color rojo vivo pero sin dolor en cualquier momento de tu segundo trimestre en adelante, también podría ser un síntoma de placenta previa. [2]
    • El sangrado asociado a la placenta previa puede ser ligero o abundante y no necesariamente es constante. Es posible que se detenga y luego haya recurrencias.
    • En caso de que el sangrado sea abundante, lo mejor es acudir a la sala de urgencias en lugar de esperar una respuesta de tu doctor. [3]
  3. Para que tu doctor pueda confirmar la placenta previa, solicitará una ecografía para observar la ubicación de la placenta. Algunas veces, quizás sea necesario que te sometas a una ecografía tanto abdominal como transvaginal. Estas últimas se llevan a cabo mediante la inserción de un transductor estrecho en la vagina. [4]
  4. Las contracciones antes del noveno mes siempre ameritan una visita al doctor, al igual que el sangrado. Es posible que estas contracciones indiquen un parto prematuro u otros problemas, o bien la placenta previa. [6]
    • Puede ser difícil distinguir entre las contracciones verdaderas y las contracciones normales de Braxton Hicks que muchas mujeres experimentan durante el embarazo. Evita preocuparte o sentirte avergonzada por consultarlo con tu doctor para asegurarte. Por lo general, en estos casos aplica el cliché de que más vale prevenir que lamentar.
  5. En caso de que tu doctor te diagnostique placenta previa, debes pedirle que te dé los detalles, ya que existen distintos tipos, entre ellos la placenta baja, la placenta previa parcial y la placenta previa total. [7]
    • La placenta previa baja se refiere a que la placenta se fija a la parte inferior del útero pero sin cubrir el cuello uterino. Estos casos suelen resolverse antes del parto. Es posible que la placenta se mueva hacia arriba conforme progrese el embarazo. [8]
    • La placenta previa parcial se refiere a que la placenta cubre una parte del cuello uterino pero no todo. En muchos casos, esto también se resuelve antes del parto. [9]
    • La placenta previa total cubre por completo la abertura cervical, con lo cual es poco probable que haya un parto vaginal regular. Es mucho menos probable que estos casos se resuelvan antes del parto. [10]
  6. Existen diversos factores que hacen que corras un mayor riesgo de padecer este problema. Por ejemplo, en caso de que tengas más de 30 años o hayas estado embarazada anteriormente, correrás un mayor riesgo de padecer este problema. Asimismo, correrás un mayor riesgo de padecer placenta previa si tienes un embarazo múltiple o tienes cicatrices en el útero. [11]
    • Es importante que dejes de fumar en tanto estés embarazada por diversas razones, pero también porque hace que tengas mayores posibilidades de desarrollar este problema. [12]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Tratar la placenta previa

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  1. Una forma de tratar la placenta previa es tan solo bajar un poco la velocidad. En otras palabras, debes eliminar algunas de tus actividades más arduas. No podrás hacer ejercicio ni muchas de tus actividades regulares. [13]
    • Asimismo, si padeces este problema, no deberías viajar. [14]
  2. En caso de que no experimentes un sangrado abundante, es posible que tu doctor te recete reposo absoluto en casa. Si bien los pormenores diferirán según tu caso particular, en general, el reposo absoluto es exactamente como suena: estarás recostada la mayor parte del tiempo y solo te sentarás o pondrás de pie cuando sea necesario. [15] Sin embargo, debido a que el reposo absoluto puede conllevar riesgos para la salud, entre ellos la trombosis venosa profunda, no se recomienda con tanta frecuencia como solía hacerse. [16] En caso de que tu doctor te recomiende reposo absoluto, puedes pedirle que te dé sus razones o bien pedir una segunda opinión.
  3. El descanso pélvico se refiere a que no se pueden realizar actividades que involucren la zona vaginal. Por ejemplo, no podrás tener relaciones sexuales ni usar una ducha vaginal o un tampón. [17]
  4. En caso de que tengas una placenta baja o una placenta previa parcial, es posible que el problema se resuelva por su cuenta. En algunos casos, las mujeres que padecen estas formas leves del problema observan que, para cuando dan a luz, la placenta se ha desplazado. [18]
  5. El sangrado abundante que puede acompañar a la placenta previa constituye el mayor riesgo para tu salud. Las mujeres que padecen placenta previa en ocasiones experimentan hemorragias uterinas que podrían ser mortales. Independientemente de que estés en casa o en el hospital, debes prestar atención a los indicios de sangrado abundante. [19]
    • En caso de que observes un sangrado abundante de repente, lo mejor es acudir a la sala de urgencias.
  6. Si tienes placenta previa, es probable que tu doctor dedique un tiempo limitado a examinarte vaginalmente debido a que esto puede exacerbar el problema. Asimismo, tu doctor empleará ecografías para determinar la ubicación del bebé a lo largo del tiempo, además de que podría ser necesario monitorear más de cerca los latidos de tu bebé. [20]
  7. Los medicamentos no tratarán el problema de manera directa, pero es posible que se te administren medicamentos para prolongar el embarazo (de forma que no tengas un parto prematuro) y también corticosteroides como una forma de ayudar a que se desarrollen los pulmones de tu bebé en caso de que sea necesario que des a luz antes de tiempo. Asimismo, quizás recibas transfusiones sanguíneas a raíz de la pérdida de sangre. [21]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Lidiar con la placenta previa

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  1. Este problema puede tornarse grave, por lo que quizás sea necesario que acudas al hospital para recibir atención médica en cualquier momento. En caso de que empieces a sangrar o de que el sangrado de pronto se torne más abundante, debes acudir a la sala de urgencias. [22]
  2. En caso de que experimentes un sangrado entre moderado y abundante, es posible que tu doctor te recomiende que te internes en el hospital. Allí, podrás estar recostada la mayor parte del tiempo y habrá personal médico a tu disposición en caso de que surja algún problema. [23]
  3. En caso de que no sea posible controlar el sangrado o de que haya indicios de que tu bebé esté en un peligro considerable, es posible que tu doctor deba realizar una cesárea. Esta medida podría ser necesaria incluso si aún no se acerca tu fecha de parto.
    • Si no sangras de manera abundante y la placenta bloquea el cuello uterino, quizás te sea posible tener un parto natural. [24] Sin embargo, alrededor de tres cuartos de las mujeres que padecen este problema en el último trimestre no pueden tener partos vaginales. Con frecuencia, los doctores recomiendan dar a luz unas semanas antes cuando existe este problema. [25]
    • En caso de que anteriormente hayas dado a luz por cesárea y tengas placenta previa, corres un mayor riesgo de padecer un problema conocido como placenta accreta. Este constituye un problema grave en el que la placenta no se desprende después del parto. Será necesario que te asegures de dar a luz en un hospital que esté preparado para esta situación, entre otras cosas que tenga un banco de sangre bien abastecido. [26]
  4. Lee sobre la placenta previa y la cesárea, ya que esta última podría ser una consecuencia necesaria de este problema. Si te sientes más informada, esto podría hacerte sentir una menor ansiedad y un mayor control.
  5. Conversa con tu pareja o con un amigo o pariente de confianza sobre la tristeza, depresión, frustración, preocupación o ansiedad que sientas. Es natural experimentar sentimientos como estos cuando el embarazo no se desarrolla según lo anticipado, y es fundamental sacar a la luz estas emociones. [27]
    • Como otra opción, puedes unirte a un grupo de apoyo en línea. Existen grupos de apoyo en línea para mujeres que padezcan placenta previa y mujeres que estén en reposo absoluto. Considera la posibilidad de unirte a uno de ellos. En estos grupos, podrás obtener la conmiseración que tanto necesitas y sugerencias en cuanto a estrategias de afrontamiento.
  6. En caso de que estés postrada en cama, ya sea en casa o en el hospital, debes tratar de sacarle el mayor provecho a la situación. Sé productiva de formas que sean compatibles con el reposo absoluto: investiga y compra suministros para bebés en línea, escribe tarjetas de agradecimiento para aquellos que te hayan enviado regalos y ocúpate de las obligaciones laborales que te sea posible llevar a cabo desde la cama. Sin embargo, recuerda dedicar tiempo a las cosas que te hagan sentir más tranquila y feliz o menos aburrida.
    • Por ejemplo, podrías ver tus películas o programas de televisión favoritos, leer un buen libro, jugar juegos de computadora o videojuegos, tener conversaciones por teléfono o por Skype con tus amigos y parientes, desafiar a alguien a un juego de mesa o de cartas, o llevar un diario o un blog.
  7. Con seguridad no es ideal tener placenta previa, y el reposo absoluto puede ser un desafío, pero podrás tener un bebé saludable con el tratamiento adecuado, como ocurre con la mayoría de las mujeres que tienen este problema. [28]
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Advertencias

  • En caso de que experimentes un sangrado abundante durante el embarazo, independientemente de que se te haya diagnosticado placenta previa o no, debes buscar tratamiento médico de inmediato.
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