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Los piercings de ombligo pueden ser divertidos, emocionantes y sensuales. Sin embargo, cuando se trata de estar embarazada, los piercings alrededor de la región del ombligo pueden ser un problema. El estiramiento creciente en el ombligo y alrededor puede provocar dolor e infección. Por fortuna, hay algunas formas sencillas de ponerse, tratar o retirar un piercing de ombligo cuando una está embarazada.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Mantener un piercing de ombligo cuando estés embarazada

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  1. Para evitar una infección, es fundamental que el piercing esté limpio e higiénico. Al menos una vez a la semana, sácate el piercing (cuando el profesional de piercings que te atiende te diga que es seguro hacerlo) y lávalo con agua tibia y jabón. [1]
    • Frota bien para desinfectar el aro o la barra. Sécalo con papel toalla o un trapo antes de volverlo a insertar.
    • Usa jabones seguros cuando estés lavando. Los jabones con aromas a flores y aditivos artificiales pueden incrementar la probabilidad de infección.
  2. Más allá de la ducha o el baño diario, es crucial que mantengas la región del ombligo limpia e higiénica como un modo de evitar la infección. Usa un trapo que esté empapado de agua tibia y jabón y lávate esta área todos los días. [2]
    • Después de que hayas terminado de lavarte, sécate suavemente con papel toalla o un trapo seco. Usa toques suaves en lugar de presionar la piel fuertemente.
    • Ten a la mano una loción o crema de cortisona, que se puede aplicar cuando sientas que hay rojez o sequedad. Revisa las etiquetas del empaque pues algunos antibióticos no son seguros para las mujeres embarazadas.
    • No uses las uñas o los dedos para rasparte pues podrías causar irritación.
  3. No tires de él ni lo muevas, porque el embarazo hará que tu piel se vuelva más elástica y más propensa a que se estire o se desgarre.
    • No solo no debes tocarte el piercing, sino que no debes dejar que nadie lo toque, bese o lama. El intercambio de bacterias o fluidos alrededor del área de curación es una receta para la infección.
    • Si tocas el área perforada o dejas que alguien la toque de casualidad, límpiala de inmediato con agua tibia y jabón.
  4. Es probable que un piercing de ombligo se enganche en tu blusa cuando tu abdomen vaya creciendo y esta se vayan volviendo más apretada. Este también es el caso de los pantalones de maternidad apretados, que suelen subirse por tu abdomen y se pueden enganchar en el piercing. Asegúrate de que cada una de tus blusas y pantalones cedan al menos unos 3 cm (1 pulgada) de modo que el piercing tenga espacio para quedar libre y no engancharse.
    • Cuando compres ropa, ve a tiendas que se especialicen en embarazos. Tendrán blusas y pantalones que vienen en diferentes tallas. No compres blusas de un entalle apretado si tuvieras un piercing porque existe la probabilidad de que este se enganche. [3]
    • Cuando una blusa te queda muy apretada, el piercing puede engancharse y arrancarse. Si esto sucediera, ponte en contacto con tu médico lo más pronto posible. No uses antibióticos de venta libre para tratar una herida grave.
  5. Cuando sales embarazada, tu abdomen empezará a empujar tu ropa antigua. Hay una gran probabilidad de que tu piercing se enganche con tu ropa y se arranque. Si este fuera el caso, ponte en contacto con tu médico y no uses antibióticos de venta libre para resolver un problema grave. [4]
  6. Este es un remedio casero que puede contribuir a disminuir la probabilidad de una infección y la propagación de la enfermedad. Si ya tomas antibióticos por receta del doctor, no emplees este método pues podría interferir con el medicamento. [5]
    • Agrega una cucharadita de sal en una taza de agua tibia. Mezcla los ingredientes con una cuchara.
    • Compra un trapo y sumérgelo en el líquido. Presiónalo suavemente en el área. Asegúrate de lavarte el ombligo y el área de alrededor. También puedes rociar la mezcla en la región del ombligo con las manos, pero asegúrate de que estén limpias primero.
    • Después de que hayas usado la mezcla, límpiate el área del ombligo con un trapo seco o papel toalla. Deja que la región se seque por completo antes de volverte a poner tu blusa.
  7. Al proporcionarle calor o frío al área perforada, puedes disminuir la inflamación y, por lo tanto, disminuir el riesgo de infección. Puedes comprar botellas de agua caliente embotellada o compresas frías, de lo contrario, usar una bolsa de plástico resistente.
    • Si decides usar una bolsa de plástico, asegúrate de que tenga el grosor suficiente. A veces las bolsas baratas pueden filtrar y no querrás quemar o congelar el área que ya está inflamada.
    • Échale agua tibia o fría a la bolsa. Recuéstate y levántate la blusa. Aplica la bolsa a toques suaves sobre la piel. No presiones muy fuerte, pues esto podría provocar más inflamación.
    • Cuando hayas terminado y el dolor haya bajado, deja que la región del ombligo llegue a temperatura ambiente antes de volver a colocar la blusa sobre el área.
  8. Estos son remedios caseros excelentes que proporcionan algunos beneficios de salud menores. Aplícalos suavemente en pequeñas dosis a la región del ombligo. Limpia el área con papel toalla húmedo o un trapo. Asegúrate de que el área se haya secado antes de volverte a poner tu blusa. Si experimentas una reacción negativa al aceite, ponte en contacto inmediato con tu médico. [6]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Sacarte el piercing

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  1. Las mujeres embarazadas suelen quejarse de la piel sensible, la inflamación y la irritación. Los piercings de ombligo empeoran estos efectos secundarios negativos. Si sientes alguna incomodidad en el área del ombligo durante el embarazo, lo mejor es quitarte el piercing.
    • Revisa tu piel para ver si tiene rojez o resequedad. Fíjate si tu régimen diario de tratamientos para el dolor está funcionando o no.
    • Piensa en quitarte el piercing en el quinto o sexto mes de embarazo. Este es el periodo en que la mayoría de las mujeres crecen más en el área del ombligo, que puede resultar en un dolor grave si no se saca el piercing. La piel empieza a estirarse y se presionará el piercing contra esta región.
    • Si tuvieras dudas sobre lo que provoca el dolor, ponte en contacto con tu médico.
  2. Usa agua tibia y jabón, crea espuma y límpiate entre los dedos, así como debajo de las uñas. Si tus manos estuvieran sucias, es probable que podrían provocarte una infección.
  3. No lo saques si estuviera atascado o si hubiera piel adherida a él. Si esto sucediera, busca la ayuda de un médico o un profesional de piercings.
  4. Por lo general se piensa en esta bola como no decorativa. Una mano sostendrá la barra principal mientras que la otra destornillará la bola. Siéntela primero para ver si puede desentornillarse de manera segura y fácil. Si la bola estuviera atascada, ponte en contacto con un profesional.
  5. Hazlo lo más suave posible. Si sintieras algún tirón cuando la estés sacando, déjate el piercing y ponte en contacto con un profesional o tu médico.
  6. Echa agua tibia y jabón a un trapo o pedazo de papel toalla. Aplícala a toques suaves en la región. Asegúrate de llegar al ombligo y el área de alrededor. Deja que se seque antes de hacerle nada más. Aplícate una venda pequeña o una curita en el área perforada para no poner en riesgo de infección al área.
  7. Hay una gran probabilidad de que el agujero se cierre después de sacarte el piercing. Desliza el piercing por el agujero para mantenerlo abierto cada ciertos días o semanas. [7]
    • Deja el piercing en el agujero por unos cuantos minutos, hasta por una hora. No lo dejes más tiempo pues el dolor del piercing que presiona contra el útero volverá.
    • Ten cuidado cuando lo hagas. Asegúrate de que tus manos, así como la región del ombligo, estén desinfectadas. Limpia la región después de terminar.
  8. En algunos casos, no es necesario quitarse el piercing cuando una está embarazada, pero podría ser más cómodo hacerte uno nuevo. Busca los que se denominan "PTFE" (politetrafluoroetileno). Esto quiere decir que es más flexible y no es una barra de metal rígido. Se moverá y expandirá con tu abdomen cuando vaya a crecer durante el embarazo. También se puede cortar al tamaño de tu circunferencia. [8]
  9. Esto es absolutamente crucial porque el metal del piercing se encuentra justo en el lugar donde el doctor haría la incisión. Toma los siguientes pasos para evitar el piercing y no lo vuelvas a poner hasta que estés completamente curada. Consulta con tu médico para determinar cuándo sería un momento adecuado de volver a insertar el piercing. [9]
  10. Cuando el abdomen se vaya estirando, el ombligo probablemente se estirará también. La piel que rodea el piercing tiene más libertad para estirarse, por lo que se vuelve más propensa a las estrías, las cicatrices y la infección. Se pueden reducir o evitar si se usa un buen humectante y una buena higiene.
    • Lo mejor también es humectarte todos los días con un humectante que sea natural y no tenga químicos fuertes o fragancias.
  11. Durante el tercer semestre cuando los niveles de hormonas porque estén por los cielos, las mujeres se vuelven más susceptibles a las condiciones de piel como el sarpullido, la irritación, la comezón y la inflamación. Es importante abordar cualquiera de estas condiciones apenas se empiezan a desarrollar para que no se empeoren o conlleven una infección.
  12. Insertar el piercing de manera continua en el agujero puede provocar daños en la región del ombligo. Espera al menos unas cuantas semanas después de haber tenido tu bebé. [10]
  13. A menudo durante el embarazo, los ombligos internos pueden salirse, lo que crea una tensión entre el piercing y la piel. La piel y los músculos abdominales también se expandirán cuando estás embarazada, lo que pone más presión en la región de ombligo. Durante el día, levántate la blusa para ver si el ombligo se ha estirado, desgarrado o arrancado. [11]
    • Si esto sucediera, quita el piercing de inmediato. Lo mejor es no inflamar la región más de lo que ya está. Colócate una venda pequeña sobre el área y ponte en contacto con el doctor o un profesional de piercing.
    • Si simplemente hay enrojecimiento o una posibilidad de que se estire, usa una venda y cúbrete el ombligo. Esto evitará que el ombligo se salga más de lo que ya está.
    • Considera el proceso de sanación. No será bueno sanar un piercing mientras un nuevo bebé te patea la región del ombligo, que te haga doblarte, moverte constantemente, entre otros.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Hacerte un piercing mientras estás embarazada

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  1. Se corren muchos riesgos al hacerse una perforación antes o durante un embarazo. El piercing puede provocar infección, inflamación e incluso la posibilidad de enfermarse. Tienes que pasar un tiempo pensando por qué es tan importante el ombligo.
    • Escribe una lista de razones por las que esto es crucial. Este paso no es solo una buena idea en el caso de los piercings que se realizan durante el embarazo, sino en cualquier momento. Revisa cada una y decide si es una razón lo suficientemente buena (significa algo para mí, es parte de mi identidad, entre otros).
    • Después de escribir las mejores razones que tiene, habla con tus amigos y familiares sobre tu decisión. Es posible que tengan un punto de vista diferente y quieres estar de acuerdo o no.
    • También es importante hablar con un profesional de piercing. Es probable que este haya tenido que enfrentar una situación similar antes y sepa el mejor consejo para ti.
  2. Es importante que el lugar al que vayas a hacerte tu piercing sea legal. Cualquier problema con él puede tener como resultado una infección, enfermedad y daño para el bebé.
    • Pregunta si puedes ver cómo el profesional prepara su lugar de trabajo antes de realizarte la perforación. El profesional siempre debe lavarse las manos y los instrumentos. Los instrumentos que use no deben estar abiertos.
    • Mira en el estudio para ver si el lugar está bien conservado. Los pisos deben estar limpios y ordenados, el lugar desinfectado y no debe haber presencia de sangre.
    • Asegúrate de que el profesional ponga en práctica las restricciones de edad. Este tendrá un portafolio activo de sus trabajos anteriores. Pide verlo antes de siquiera comenzar a pensar en hacerte un piercing.
  3. El piercing de ombligo típico y pegado no es una opción para una mujer que va a estar embarazada. Tendrás que comprar un piercing que sea óptimo para tu condición futura.
    • Los aros de ombligo de plástico para maternidad. Estos aros están hechos de un material suave de plástico que se estira junto con el abdomen que va creciendo. Estos aros se pueden expandir un poco y, por lo tanto, es menos probable que irriten la piel y conlleven una infección. La buena noticia es que son mucho más baratos que los aros de metal y son más fáciles de encontrar en Internet.
    • Prueba los aros circulares en lugar de la barra. Es menos probable que se caigan que los aros en forma de barra. Cuando el abdomen vaya creciendo, es posible que el agujero perforado se estire temporalmente también. Si crece lo suficiente, hay la posibilidad de que los aros de barra se caigan a través de él.
    • Usa aros de medidas grandes en lugar de pequeñas. Mientras mayor sea la medida, más delgado será el aro y mejor te quedará conforme tu abdomen vaya creciendo. Compra un aro de medida 14 que es la mayor medida.
    • Las joyas para ombligo a presión son una gran alternativa al piercing tradicional. Se puede usar para imitar un ombligo perforado y es muy popular entre las mujeres embarazadas. Los piercings de imitación también pueden disminuir la probabilidad de una inflamación o infección. Revisa el artículo Cómo hacer un piercing falso en el ombligo .
  4. La mejor opción siempre es postergar la perforación de tu ombligo hasta después de que hayas tenido a tu bebé y te hayas recuperado del embarazo. Perforarte el ombligo durante el embarazo puede resultar en una infección, enfermedad y daño al bebé. [12]
    • La región del ombligo no es muy muscular y, por lo tanto, tiene muy poco flujo sanguíneo activo. Esto quiere decir que, incluso si no estuvieras embarazada, el piercing de ombligo tardará un buen tiempo para sanarse. El ombligo es el área que se tarda más en curarse, con un promedio de entre nueve y doce meses. [13] [14]
    • La región del ombligo se encuentra cerca de las cavidades abdominales, lo que hace que la infección sea un problema. El piercing de ombligo también es uno de los únicos que tiene que tocar constantemente tu blusa, por lo que las infecciones son más propensas a expandirse.
    • Existe la posibilidad de que la región del ombligo trate al piercing como un "objeto extraño" y, por lo tanto, no se cure adecuadamente.
  5. Aunque hay riesgos generales que suponen un piercing de ombligo durante el embarazo, el médico sabrá los detalles de tu historial de salud. Si has sido propenso a la infección antes, tienes un historial de enfermedad o has tenido problemas para curarte de los piercings, sería mejor esperar. Asegúrate de consultar con tu médico antes de hacerte el piercing, pues este profesional podrá darte consejos antes de ir a hacértelo.
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Consejos

  • No juegues con el aro del ombligo. Puede provocar irritación e inflamación. Si tuvieras el hábito de hacerlo, dile a un amigo o familiar que te recuerde que no lo hagas.
  • Siempre consulta con un profesional médico sobre posibles problemas. Aunque por lo general no hay un riesgo grave de enfermedad, el bebé será lo más importante. Siempre hazle caso al consejo de tu médico.
  • Sácate el piercing cada cierto tiempo para ver cómo se siente. Quizás te parezca bien cómo se ve o siente y siempre podrás ponértelo más adelante.
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Advertencias

  • Sácate el aro del ombligo y ponte en contacto con tu médico de inmediato si notas alguna señal de infección en tu ombligo, como pus o líquido que sale del piercing, comezón, rojez, inflamación o mal olor.
  • La tienda de piercing a la que vas debe estar limpia e higiénica. Si los instrumentos del piercing que se usan no están limpios y esterilizados, pueden transmitir enfermedades infecciosas, como el VIH y la hepatitis B.
  • Asegúrate de revisar las etiquetas de los antibióticos de venta libre. Algunas medicinas no son adecuadas para mujeres embarazadas.
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Cosas que necesitarás

  • un humectante
  • nuevos aros o barras
  • una crema antibiótica
  • agua tibia y fría

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