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Las cartas anónimas pueden ser hirientes y, en ocasiones, dañinas. Por lo general, los autores de este tipo de mensajes saben que pueden decir lo que sea en su contenido, lo que tiende a que se sientan muy confiados y sean altamente críticos. Si recibes una carta anónima, hay algunos pasos que puedes seguir para lidiar con la misma.

Método 1
Método 1 de 2:

Lidia con la carta tú mismo

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  1. La mejor manera de lidiar con una carta anónima es ignorarla. Muchas personas piensan que no vale la pena prestarles atención a las críticas comunicadas a través de una plataforma anónima. [1] En lugar de dedicarle tus pensamientos a los detalles, simplemente olvídala.
    • Considera que al alterarte por el contenido de una carta anónima le das poder al autor. Si recibiste un mensaje anónimo de odio, no lo comentes en las redes sociales e intenta no mencionarlo. No hables del tema en la oficina, ni envíes correos electrónicos a tus conocidos acusándolos de enviarte cartas anónimas. Ten presente que hacerlo valida al autor, porque se dará cuenta de que te afectó y eso podría alentarlo a enviarte más mensajes. [2]
  2. En lugar de conservar la carta, deshazte de ella. Tírala, rómpela, quémala o haz cualquier otra cosa que sientas la necesidad de hacer. Si recibes un correo electrónico anónimo o un mensaje anónimo en una red social, bórralo. Conservarlo lo mantiene vivo y le da poder en tu mente mientras que, si lo desechas, también lo eliminas de tu pensamiento.
    • Si la carta contiene información falsa y potencialmente difamatoria, considera la posibilidad de triturarla, romperla o quemarla. No querrás que la carta llegue a las manos equivocadas y que alguien piense algo de ti que no es cierto. Además, ten cuidado cuando la tires, uno nunca sabe quién podría leer algo de pasada si la dejas en el bote de la basura. [3]
  3. Si no puedes dejar de pensar en la información contenida en la carta, tómate el tiempo necesario para considerar lo que decía. Pregúntate "¿Por qué alguien me enviaría esto?".
    • Si la carta contiene críticas sobre tu personalidad, apariencia o hábitos de trabajo, confróntalas. ¿Tienen algo de razón? ¿Hay algo que puedas aprender de esta carta anónima y que cambiar en tu actitud? ¿Puedes tomarla como un llamado de atención respecto a algo? [4]
  4. Si realmente quieres llegar al fondo, intenta descubrir quién es el remitente. Reduce las posibilidades por el tema de la carta, por ejemplo, si habla de trabajo lo más probable es que te la haya enviado un compañero de trabajo. Si habla de los ladridos de tu perro, posiblemente haya sido un vecino que viva cerca de tu casa.
    • Si es más general, trata de decidir quién podría tener un problema contigo. ¿Has tenido alguna confrontación o desacuerdo con alguien recientemente? ¿Tienes un puesto de alto perfil en tu empresa, comunidad o alguna otra organización que pueda convertirte en el blanco de las críticas? [5]
    • En ocasiones, podrás encontrar indicios sobre la identidad del remitente en la carta misma. Observa la gramática y el uso de las expresiones. Analiza qué lenguaje utiliza, ya que a veces esto podría ayudarte a decidir si la persona es mayor o joven, o hasta qué profesión podría tener. ¿Hay algunas palabras claves que te puedan ayudar a encontrar al autor? ¿La firmó con algún nominativo como "Un amigo", "Un vecino preocupado" o "Una madre enojada"? Considera que, aunque estas no son maneras seguras de descubrir la identidad del autor, podrían ser un buen inicio.
    • A menudo, quienes envían cartas de odio anónimas son personas cercanas a ti, tales como amigos, miembros de tu familia, compañeros de trabajo o personas que forman parte de las mismas organizaciones que tú. [6]
  5. Evalúa si la carta es una agresión al azar, odio genérico o una acusación anónima seria que deba ser atendida. Esto podría ser especialmente importante si recibes una carta anónima relacionada con tu lugar de trabajo. Decide si describe algo lo suficientemente serio como para que le prestes atención.
    • Piensa en los datos específicos de la carta. ¿Menciona horas, fechas y detalles específicos? Esto podría darle cierta validez al anónimo, sin embargo, también podría tratarse de información falsificada.
    • ¿Por qué razón piensas que el remitente prefirió enviar una carta anónima a entregarla en persona? ¿Se arriesgaría a algún daño, ridículo o consecuencias negativas si diese a conocer su identidad?
    • ¿Es el lenguaje abusivo, lleno de odio o excesivamente negativo y crítico? De ser así, se podría tratar de una carta impulsada por el rencor y la ira que no sea necesario tomar en serio. [7]
  6. En algunos casos, la carta podría acusar a alguien de haber hecho algo que no puedas ignorar. En este escenario tienes dos opciones: olvidar lo que leíste o enfrentar a la persona. Asegúrate de escuchar atenta y abiertamente lo que tenga que decir, sin anteponer tus prejuicios basados en el contenido de la carta. Sin embargo, permanece atento a cualquier inconsistencia en su explicación y a las señales de que podría estar evadiendo la verdad.
    • Por ejemplo, si recibes una carta acusando a tu pareja de engañarte, habla con ella. Explica abiertamente la existencia de la carta y, si puedes, deja que la lea. Tal vez tu pareja no sepa de qué estás hablando. A lo mejor tiene una buena explicación, como por ejemplo que alguien la está atacando o quiere perjudicarla. Si crees en tu pareja, puedes ignorar la carta, pero si se pone a la defensiva o te cuenta una historia inconsistente, podría haber un motivo para que investigues más a fondo. [8]
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Método 2
Método 2 de 2:

Obtén ayuda para lidiar con la carta

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  1. Si recibiste una carta que te intranquiliza, compártela con alguien en quien confíes. Esta persona podrá ayudarte a encontrar indicios en el contenido. [9] Si la carta contiene críticas y expresiones de odio dirigidas a ti, él podrá ayudarte a evaluar objetivamente si tienen alguna validez. Si acusa a alguien de algo, tal vez puedan determinar juntos si es lo suficientemente serio como para prestarle atención y, si la carta sugiere que se debe hacer algo, tu amigo podrá ayudarte a evaluar si realmente es necesario.
  2. Si recibes cartas anónimas que te causen preocupación o te envían correos de odio en repetidas ocasiones, tal vez quieras pedirle ayuda a las autoridades. Contacta al departamento de policía de tu localidad si te sientes amenazado por las cartas. [10]
    • Ten presente que si involucras a la policía tendrás que guardar las cartas como evidencia. En algunos estados de los Estados Unidos, por ejemplo, hay leyes en contra de las amenazas anónimas en las que te puedes apoyar.
    • Si eres el blanco de amenazas anónimas en el trabajo, acude con tu jefe inmediato o con tu supervisor. Ellos podrán ayudarte a decidir qué curso de acción tomar.
    • Si eres adolescente y eres el blanco de ciber-acoso (bullying), habla con tus padres, maestros, oficiales de la policía y otros adultos de confianza. Las escuelas pueden ayudar con el ciber-acoso y, si eso no funciona, intenta contactar a uno de los sitios web de ayuda contra el ciber-acoso, como por ejemplo Delete Cyberbullying, Cyberbully Help o Stop Bullying, si vives en los Estados Unidos. [11] [12] [13]
  3. En ocasiones, tanto las cartas físicas como las electrónicas aportan indicios sobre la ubicación de su autor. Si te enviaron la carta por correo, revisa si hay un sello del correo que indique una ciudad o código de área. Si te enviaron la carta por un medio electrónico, intenta localizar la dirección IP . Si dejaron la carta en tu buzón, es probable que el autor viva en tu vecindario.
    • A fin de ver esta información en un correo electrónico, activa el encabezado avanzado. Podrás encontrarlo si abres el correo electrónico y lo luego activas. Busca la opción de "mostrar original", "ver encabezado completo" o "ver fuente del mensaje". Luego escribe la dirección del IP en Google y usa uno de los múltiples servicios que encontrarás para obtener una ubicación.
  4. Si recibes las cartas anónimas a través del correo electrónico o de las redes sociales, bloquea al remitente. Las redes sociales tales como Facebook y Twitter tienen funciones con las que puedes bloquear a un miembro. La mayoría de los servicios de correo electrónico les permiten a sus usuarios bloquear direcciones de correo electrónico para ya no recibir correos que provengan de las mismas, o tienen opciones con las que podrás marcar esa dirección como fuente de correos no deseados a fin de que ya no te lleguen más mensajes a tu bandeja de entrada. [14]
    • Si estás recibiendo amenazas de una cuenta de alguna red social, repórtala por violar los términos del servicio aunque se trate de una cuenta anónima falsa. La mayoría de las redes sociales tienen lineamientos en contra de los mensajes que contienen amenazas. [15]
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