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Un humidificador puede constituir una excelente herramienta durante los meses de invierno, cuando el aire frío y seco hace que la piel se agriete y aumenta el riesgo de contraer enfermedades respiratorias. Sin embargo, los depósitos de moho y minerales pueden comenzar a acumularse en los componentes internos de este dispositivo con el uso frecuente, lo que puede hacer que se introduzcan sustancias nocivas en el ambiente. Si dependes de este dispositivo para mantener cómodo un espacio habitable, debes acostumbrarte a limpiar y desinfectar el filtro extraíble con regularidad. Puedes utilizar agua fresca, un poco de vinagre o unas cuantas gotas de lejía si descubres un problema particular de moho.

Método 1
Método 1 de 3:

Enjuagar un filtro reutilizable

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  1. Antes de desarmar el dispositivo, debes asegurarte de que se encuentre apagado y desconectado del tomacorriente. Vas a manipular varias partes húmedas, por lo que este procedimiento te ayudará a evitar accidentes y daños. [1]
    • Debes escoger una superficie plana y resistente al agua como área de trabajo. Lo ideal sería una encimera cerca del fregadero.
  2. Por lo general, puedes acceder a este depósito abriendo el compartimento superior del humidificador. La mayoría de los depósitos se desprenden directamente de la base. Debes drenar el agua usada y dejar el depósito a un lado. [2]
    • Puedes colocar el depósito en el fregadero o sobre una toalla doblada en caso de que el agua continúe drenando después de haberlo vaciado.
    • Si es necesario, puedes limpiar y enjuagar el depósito por separado más adelante.
  3. Los filtros de aire extraíbles suelen ubicarse dentro del armazón del motor. Debes retirar el armazón exterior del dispositivo para extraer el filtro. Luego, debes examinarlo para verificar el nivel de limpieza que va a necesitar. [3]
    • Si el filtro se encuentra ligeramente sucio, puedes enjuagarlo simplemente. Si presenta una acumulación excesiva de minerales, puedes utilizar una solución de limpieza a base de vinagre o lejía. [4]
    • Si el filtro es de papel desechable, simplemente debes arrojarlo a la basura y colocar uno nuevo.
  4. Abre la llave del grifo y haz girar el filtro debajo del chorro de agua para eliminar cualquier rastro de polvo o suciedad. Luego, utiliza un cepillo de cerdas suaves o la yema del dedo para extraer suavemente los residuos adheridos, pero ten cuidado de no aplicar demasiada presión sobre la malla. Una vez que el filtro luzca limpio, debes sacudir el exceso de agua. [5]
    • Solo debes utilizar agua fresca para enjuagar el filtro.
  5. Cuando se trata de secar un filtro limpio, la opción más segura es dejar que seque al aire. Si intentas utilizar otra herramienta para acelerar el proceso de secado (por ejemplo, una secadora de cabello), podrías ocasionar daños permanentes. Coloca el filtro sobre una toalla absorbente y vuelve a revisarlo dentro de una o dos horas. [6]
    • El moho necesita humedad para desarrollarse, por lo que debes recargar el humidificador con agua limpia y un filtro seco para evitar que vuelva a formarse.
    • Una vez que el filtro se seque, puedes ensamblar el humidificador para volver a utilizarlo.
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Método 2
Método 2 de 3:

Limpiar el filtro con vinagre

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  1. Debes colocar suficiente agua como para sumergir el filtro por completo. Para llevar a cabo una limpieza más profunda, lo ideal es que utilices agua tibia o caliente. [7]
    • Asegúrate de desenchufar y drenar el humidificador antes de extraer el filtro.
  2. Debes agregar una parte de vinagre por cada dos partes de agua. Revuelve ambos ingredientes suavemente con la mano. Esta solución resulta efectiva para limpiar y desinfectar los filtros que presentan pequeñas cantidades de moho o partes decoloradas. [8]
    • El vinagre es naturalmente ácido, por lo que constituye una alternativa segura a los productos químicos agresivos. [9]
    • Puedes desechar los filtros particularmente mohosos o utilizar lejía para tratarlos.
  3. Sumerge el filtro y deja que se remoje. El vinagre comenzará a actuar de manera gradual para disolver pequeñas manchas de moho u otros residuos adheridos. [10]
    • Debes dejar que el filtro se remoje durante al menos media hora, aunque también puedes dejarlo durante más de una hora. [11]
    • Nunca utilices soluciones de limpieza formuladas sobre el filtro de un humidificador, ya que estos productos pueden deteriorar los materiales sintéticos.
  4. Una vez que el filtro se haya remojado el tiempo suficiente, debes retirarlo de la solución de vinagre y enjuagarlo bien en el fregadero. Trata de eliminar la mayor cantidad de suciedad suelta posible. Sacude el filtro y déjalo a un lado para que se seque al aire. [12]
    • Debes oler el filtro después de enjuagarlo para asegurarte de haber extraído todo el vinagre.
    • Evita escurrir los filtros húmedos. [13]
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Método 3
Método 3 de 3:

Desinfectar un filtro con lejía

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  1. Puedes llenar el fregadero o un balde con unos cuantos litros de agua tibia. Debido a que vas a trabajar con lejía, necesitas una concentración de agua más alta que cuando utilizas vinagre. Asegúrate de que no exista ningún objeto sobre el área de trabajo que pueda dañarse si la lejía se derrama.
    • Debes utilizar lejía para limpiar los filtros que presenten una excesiva cantidad de moho. [14]
    • Debes evitar el uso de agua caliente, ya que el vapor puede hacer que la lejía libere vapores daniños. [15]
  2. Solo necesitas una cucharadita de lejía por cada 4 litros (1 galón) de agua. De esta manera, lograrás diluir la lejía lo suficiente como para que la utilices como un agente de limpieza efectivo, pero no dañino. Debes tener cuidado de no exagerar, ya que la lejía puede carcomer un filtro de plástico si la aplicas en exceso. [16]
    • Al manipular la lejía, siempre debes utilizar guantes y trabajar en un área bien ventilada. Si es posible, debes utilizar una máscara antigás y gafas de seguridad. [17]
    • Evita que la solución de lejía entre en contacto con la piel descubierta.
  3. Coloca el filtro sucio en la solución y asegúrate de que se sumerja por completo. La lejía tiene potentes propiedades de limpieza y esterilización, por lo que no es necesario restregarla. El filtro lucirá como nuevo después de remojarlo brevemente. [18]
    • Si aún quedan restos de moho, hongos o minerales después del remojo inicial, debes preparar nuevamente la solución y dejar que el filtro se remoje por otros 10 minutos. [19]
  4. En cuanto lo veas limpio, debes retirar con cuidado el filtro de la solución y enjuagarlo con agua tibia. Haz girar el filtro lentamente debajo del chorro de agua para limpiarlo desde todos los ángulos. De esta manera, te aseguras de dejarlo libre de moho y lejía. Deja que el filtro se seque al aire y luego vuelve a colocarlo en el humidificador. [20]
    • También puedes asegurarte de que el filtro se enjuague correctamente agitándolo en un fregadero lleno de agua limpia.
    • Es importante que elimines todos los restos de lejía, ya que podrían terminar en el aire una vez que vuelvas a utilizar el humidificador. [21]
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Consejos

  • Debes consultar las recomendaciones del fabricante que vienen con el dispositivo para informarte sobre el mejor método de limpieza.
  • Si has estado utilizando filtros desechables, considera la posibilidad de cambiarlos por filtros reutilizables. Estos elementos son duraderos, fáciles de limpiar y te ayudarán a ahorrar dinero en el largo plazo.
  • Para mantener el humidificador a salvo, limpio y funcionando correctamente, debes acostumbrarte a vaciarlo y recargarlo a diario, además de realizarle una limpieza profunda una vez cada dos semanas.
  • Si mantienes el depósito lleno de agua destilada o purificada, ayudarás a evitar la formación de depósitos minerales, ya que estos suelen aparecer debido a la exposición al agua dura.
  • Puedes utilizar una mezcla de peróxido de hidrógeno y agua para desinfectar toda la parte externa del dispositivo.
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Advertencias

  • Si el humidificador no recibe tratamiento, la acumulación de moho y minerales puede introducirse en el ambiente de la casa, causando una serie de complicaciones potencialmente graves para la salud.
  • Debes tener mucho cuidado al manipular la lejía.
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Cosas que necesitarás

  • un humidificador con filtro reutilizable
  • agua limpia
  • vinagre blanco destilado
  • lejía
  • un cepillo de cerdas suaves (opcional)
  • una toalla limpia y seca

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