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Las persianas son útiles para bloquear el brillo que ingresa por las ventanas, pero pueden acumular mucho polvo y suciedad. A menudo, el polvillo flotante se asienta sobre sus superficies lisas y planas, que pueden ser difíciles de limpiar debido a su forma y separación. Por fortuna, existen algunos métodos para mantenerlas limpias sin demasiada dificultad. Si cuentas con persianas lisas hechas de madera, plástico, vinilo o aluminio, puedes simplemente aspirarlas o limpiarlas a mano. La limpieza de las persianas de tela es un poco más complicada, ya que es probable que sea necesario desmontarlas. Luego, debes esperar a que se sequen por completo antes de volver a instalarlas.

Método 1
Método 1 de 3:

Aspirar persianas de madera, vinilo o aluminio

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  1. Haz girar la varilla hasta que las persianas se encuentren cerradas. Las tablillas deben apuntar hacia ti (en un ángulo hacia abajo). Es importante que las persianas permanezcan parcialmente abiertas de manera que puedas limpiar el espacio entre estas a profundidad. [1]
    • No lograrás meter el accesorio de cepillo entre las persianas, pero las cerdas lograrán penetrar entre los recovecos internos y barrerán el polvo hacia la manguera de la aspiradora.
    • Si las persianas se encuentran ligeramente empolvadas o sucias, solo bastará con que las aspires.
  2. Extiende la manguera de succión y coloca el accesorio de cepillo circular o rectangular en el extremo. Este elemento es excelente para llevar a cabo trabajos de limpieza intensos debido a su estructura. Las cerdas pesadas ayudan a barrer el polvo de las persianas para que la manguera lo aspire. [2]
    • Si no cuentas con un accesorio de cepillo para la aspiradora, debes comprar uno, ya que es un elemento indispensable para desempolvar las áreas difíciles de alcanzar en las persianas horizontales.
  3. Enciende la aspiradora en una configuración de succión baja y comienza a aspirar desde la parte superior de las persianas pasando el cepillo por toda su longitud. Asegúrate de aspirar cada tablilla. Es probable que tengas que realizar varias pasadas para eliminar el polvo grueso. [3]
    • Evita presionar las persianas con el cepillo a medida que las desempolvas. Un ligero movimiento de barrido con las cerdas será suficiente. Si aplicas demasiada fuerza, podrías dañar las tablillas delicadas.
  4. Haz girar la varilla hasta que las persianas apunten hacia arriba en ángulo. Debes mantenerlas ligeramente abiertas. Aspira todo el polvo que puedas de la parte inferior de las tablillas. Si las persianas no presentan una gran acumulación de suciedad, grasa o decoloración, este procedimiento debería ser suficiente para que luzcan como nuevas.
    • Debes pasar la aspiradora sobre la superficie debajo de las persianas una vez que termines de aspirar el polvo suelto que se haya desprendido.
    • Si desempolvas las persianas con regularidad, evitarás la necesidad de emplear métodos de limpieza más exhaustivos en el futuro. [4]
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Método 2
Método 2 de 3:

Limpiar persianas de madera, vinilo o aluminio a mano

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  1. Si vas a limpiar las persianas de la cocina (o si tienes mascotas en casa), es probable que necesites hacer más que solamente desempolvarlas. Gira la varilla para cerrar las persianas. Coloca las tablillas planas y enderézalas de manera que expongas todo polvo y la suciedad que puedas. [5]
    • Puedes desmontar las persianas antes de limpiarlas a mano, pero en la mayoría de los casos esto no será necesario. [6]
  2. Puedes pasar ligeramente un plumero, una toalla seca o la aspiradora (con un cepillo) sobre las persianas. Elimina todo el polvo que se haya acumulado sobre la superficie. Debes limpiar a mano cualquier suciedad que haya quedado incrustada. [7]
    • Las persianas blancas de plástico o vinilo son especialmente difíciles de mantener limpias, ya que evidencian la suciedad y la decoloración.
  3. Combina una pequeña cantidad de detergente suave con agua tibia. Toma una toalla de microfibra o una toallita gruesa y sumérgela en esta solución. Luego, exprime el exceso de agua. La toalla debe quedar ligeramente húmeda de manera que el polvo se adhiera a ella sin necesidad de mojar las persianas. [8]
    • Debes evitar el uso de limpiadores abrasivos sobre las persianas, incluso si son de tipo sintético. Los químicos agresivos pueden hacer que las tablillas erosionen.
    • Evita mojar en exceso las persianas de madera. Esto es especialmente importante, ya que el agua estancada puede penetrar en la madera, y hacer que se deforme y se decolore. [9]
  4. Sujeta el borde exterior de la persiana superior con una mano. Luego, presiona la toalla húmeda sobre la persiana y arrastra la mano de un extremo a otro para limpiar toda su longitud. Debes repetir este procedimiento con cada persiana individual, moviéndote de arriba abajo y de izquierda a derecha. Puedes repasar los lugares particularmente sucios tantas veces como sea necesario. [10]
    • Debes detenerte y enjuagar la toalla después de repasar unas cuantas persianas para eliminar el polvo y la suciedad acumulada. Te sorprenderá la cantidad de suciedad que vas a recoger al limpiar las persianas de esta manera.
    • Debes sujetar ligeramente las persianas para evitar que se doblen o se deformen.
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Método 3
Método 3 de 3:

Extraer y limpiar persianas de tela

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  1. Debes retirar las persianas y bajarlas de la pared. La forma correcta de llevar a cabo este procedimiento varía según el tipo de persianas con las que cuentes. Es necesario que retires las persianas de tela para limpiarlas, ya que generalmente vas a requerir más que una simple limpieza para eliminar las manchas. [11]
    • La mayoría de las veces, la instalación de persianas es bastante sencilla, pero existen algunos tipos que pueden resultar más complicados que otros. Si no estás seguro de cómo desmontar las persianas, puedes consultar con un profesional.
    • Es probable que las persianas de tela necesiten una limpieza profunda con mayor frecuencia que las variedades más suaves, ya que las superficies porosas suelen atrapar la suciedad y las manchas, y no se pueden limpiar con tanta facilidad.
  2. Despliega las persianas de una pieza y estíralas. Si tienes persianas plegables de estilo veneciano o tipo “acordeón”, debes cerrarlas o extenderlas, pero evita que se junten o se retuerzan para que conserven su forma. Coloca las persianas sobre una superficie amplia y plana. Luego, utiliza la aspiradora o un paño seco para eliminar el polvo suelto. [12]
    • Debes utilizar una aspiradora con un accesorio de cepillo para desempolvar las persianas antes de limpiarlas con agua y detergente.
  3. Llena el fregadero con agua tibia y agrega una pequeña cantidad de detergente suave. Remoja una toalla o un paño de microfibra en la mezcla y escurre el exceso. Luego, repasa los puntos de las persianas en los que se acumulan la suciedad y la mugre realizando un ligero movimiento de barrido. Debes evitar restregar las persianas, ya que esto podría dañar la tela. [13] [14]
    • Si las persianas que vas a limpiar son de colores brillantes o están hechas de un material estridente, debes realizar una prueba de color frotando la tela con un pedazo de papel absorbente húmedo para verificar si el color se desprende. Si se produce un desprendimiento significativo, es probable que necesites llevar las persianas a un profesional para que reciban un tratamiento adecuado.
    • Asegúrate de que la toalla que vas a utilizar no se encuentre demasiado húmeda cuando empieces a limpiar las persianas, ya que un exceso de humedad podría sobresaturar y dañar la tela. [15]
  4. Debes colocar las persianas húmedas en el piso después de limpiarlas. Deja que se asienten durante la noche o el tiempo que tarden en secarse por completo. Puedes acelerar este proceso extendiéndolas bajo la luz directa del sol, colocándolas debajo de un ventilador de techo o manteniéndolas entre dos toallas de baño para ayudar a escurrir el agua restante. [16]
    • Evita escurrir las persianas mojadas a mano, ya que podrías hacer que la tela se estire o se arrugue.
    • Puedes planchar las persianas de tela para eliminar las arrugas antes de volver a instalarlas. Si vas a planchar unas persianas plegables, debes poner especial cuidado para mantener los pliegues uniformes.
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Consejos

  • Debes manipular las persianas de plástico, vinilo y metal con cuidado para evitar que se dañen.
  • No importa el tipo de persianas que tengas en casa, debes desempolvarlas bien una vez cada dos semanas. El polvo atrae la suciedad y provoca decoloración, por lo que un mantenimiento general básico evitará que tengas que dedicar más tiempo a una limpieza profunda en el futuro.
  • Utiliza una toalla de mano para secar las persianas ligeramente después de limpiarlas. Si dejas que se mojen en exceso, provocarás la formación de manchas de agua o dañarás la superficie de las tablillas.
  • Puedes aplicar una capa ligera de abrillantador para muebles sobre las persianas de madera para darles un acabado brillante y evitar que el polvo se asiente sobre ellas.
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Advertencias

  • Debes secar por completo las persianas metálicas antes de instalarlas nuevamente. Si las persianas permanecen húmedas, podrían oxidarse y descomponerse.
  • Evita remojar, sumergir o rociar agua sobre las persianas para limpiarlas. Este procedimiento podría arruinar incluso las persianas que no están hechas de tela.
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Cosas que necesitarás

  • una aspiradora con un accesorio de cepillo para desempolvar
  • una toalla de microfibra o una toallita gruesa
  • agua tibia
  • detergente lavavajillas suave o un jabón de uso general

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