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Aunque las persianas verticales acumulan menos polvo que las horizontales, aún se ensucian con el paso del tiempo y necesitan una limpieza de vez en cuando. El mantenimiento regular ayuda a conservarlas, pero también puedes limpiar de forma específica cualquier mancha o marca con agua jabonosa. Si tienes persianas de plástico, tela o vinilo, puedes retirarlas y remojarlas en agua para limpiarlas a fondo. Algunas persianas incluso pueden lavarse en la lavadora. Sigue estos consejos y en poco tiempo tus persianas se verán como nuevas.

Método 1
Método 1 de 4:

Desempolvar las persianas y pasarles la aspiradora

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  1. Ciérralas de modo que uno de los lados planos mire hacia ti. Empieza en la parte superior de las persianas, cepillando la suciedad hacia abajo con un plumero grueso. Trabaja desde el lado izquierdo de las persianas hacia la derecha hasta que no quede nada de polvo. Gira la varilla adherida a las persianas para girarlas de modo que el otro lado plano mire hacia ti y también puedas limpiarlo con el plumero. [1]
    • Evita utilizar un trapo o un plumero ligero, puesto que mueven la suciedad en vez de levantarla de la superficie.

    Consejo: si el plumero se cubre con partículas y ya no recoge más polvo, sacúdelo al exterior o límpialo con un trapo de microfibra.

  2. Coloca el accesorio de cepillo de cerdas en la manguera de la aspiradora y enciéndela. Cepilla las cerdas en la parte superior de las persianas individuales y avanza hacia abajo. El accesorio de cepillo ayudará a reducir la cantidad de succión y atrapará el polvo atascado en las persianas. Sigue trabajando en un lado de las persianas antes de pasar la aspiradora por el otro lado. [2]
    • No intentes utilizar la aspiradora sin un accesorio, puesto que la succión dañará las persianas.
    • Evita aspirar hacia arriba desde abajo, puesto que las persianas podrían desengancharse y caerse.
  3. Incluye la limpieza de las persianas en tu lista de tareas domésticas semanales, de modo que el polvo no tenga la oportunidad de acumularse. Asegúrate de desempolvarlas y aspirarlas cada vez, aunque no se vean sucias, puesto que es posible que se haya asentado una capa fina de polvo sobre ellas. [3]
    • La limpieza regular ayuda a conservar las persianas y reduce la cantidad de tiempo que necesitas para limpiarlas a fondo.
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Método 2
Método 2 de 4:

Hacer una limpieza localizada de las persianas

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  1. Mezcla 4 tazas (1 litro) de agua tibia y 1 cucharada de jabón líquido para platos en un bol grande. Agita el agua con la mano para hacer espuma de modo que el jabón se mezcle por completo. [4]
    • El jabón líquido para platos es muy eficaz para las persianas de plástico, vinilo y tela.

    Consejo: si tienes persianas de madera, también puedes utilizar vinagre y agua tibia en cantidades iguales para crear una solución de limpieza.

  2. Mete un trapo de microfibra o una esponja en el agua jabonosa y escúrrelo tanto como sea posible. Aplica el agua jabonosa en las persianas empezando desde la parte superior de la zona que deseas limpiar. Avanza hacia abajo hasta que estén saturadas con agua jabonosa. [5]
    • No frotes muy fuerte las persianas de tela o podrían empezar a deshilacharse y romperse.
  3. Moja otro trapo de microfibra con agua limpia y vuelve a limpiar la superficie de las persianas. Trata de levantar la mayor cantidad de agua jabonosa que puedas para no dejar marcas o manchas en las persianas. Escurre el trapo si es necesario, para evitar esparcir la espuma sobre las persianas. [6]
    • Presiona el otro lado de las persianas con la mano no dominante mientras las secas con toquecitos. De este modo, el agua jabonosa saldrá fácilmente de las persianas de tela.
  4. Ábrelas de modo que haya espacio entre ellas y déjalas secar. Déjalas abiertas hasta que estén secas al tacto, lo que debe tardar de 1 a 2 horas. Una vez que estén secas, puedes cerrarlas como de costumbre. [7]
    • Evita abrir la ventana o la puerta detrás de las persianas, puesto que el polvo exterior puede entrar y atascarse en ellas.
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Método 3
Método 3 de 4:

Lavar las persianas en la bañera

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  1. Trabaja desde la parte superior de las persianas hacia la parte inferior para poder retirar el polvo de la superficie. Después de limpiar cada persiana por separado, sacude el trapo de microfibra para evitar esparcir más el polvo. Cuando hayas terminado, gira las persianas y limpia el otro lado. [8]
    • Las persianas de plástico y vinilo se limpian fácilmente en la bañera. Revisa la etiqueta de las persianas de tela para verificar si es seguro sumergirlas por completo en agua.
  2. Ábrelas de modo que no se superpongan y puedas manejar cada una de ellas por separado. Agarra la parte superior de una de las persianas y abre la empuñadura con el dedo. Una vez que esté suelta, baja la persiana y colócala sobre una mesa o el piso. [9]
    • Desliza una tarjeta de crédito entre la empuñadura de la parte superior y la persiana para sacar las persianas con facilidad.
    • Puedes sacar todas las persianas o trabajar con unas cuantas a la vez.
  3. Utiliza agua tibia, pero no muy caliente al tacto. Sigue llenando la bañera hasta poder sumergir por completo las persianas en el agua. Coloca unas gotas de jabón líquido para platos en la bañera para ayudar a limpiar la suciedad de las persianas. [10]
    • Asegúrate de que el agua no supere los 29 °C (85 °F) o podría dañar las persianas.
    • En caso de no tener bañera, también puedes utilizar un lavabo grande.
  4. Colócalas en la bañera y asegúrate de que se sumerjan por completo en el agua. Déjalas tranquilas al menos 1 hora para que salga la suciedad y el polvo. Al cabo de este tiempo, drena la bañera y deja escurrir el exceso de agua. [11]

    Consejo: si las persianas no se doblan con facilidad, no intentes meterlas a la fuerza en la bañera, puesto que puedes romperlas. En vez de eso, sumerge la mitad de la persiana por 30 minutos y luego gírala para remojar la otra mitad.

  5. Coloca varias toallas en el suelo de modo que sean lo bastante largas para sostener las persianas. Levántalas y límpialas lo más que puedas con un trapo de microfibra limpio. Tiende las persianas sobre las toallas y déjalas secar por 1 a 2 horas. [12]
    • También puedes volver a colgarlas en sus ganchos para que se sequen. Verifica que haya espacio entre ellas y coloca una toalla en el piso debajo de ellas.
    • Las persianas de tela pueden tardar más en secarse por completo.
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Método 4
Método 4 de 4:

Utilizar la lavadora

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  1. Desengánchalas y dóblalas por la mitad. Mételas dentro de una funda de almohada grande y átala para que no se caigan. Coloca la funda de almohada dentro de la lavadora. Esta ayudará a evitar que los bordes de las persianas se deshilachen o queden atrapados en la lavadora. [13]
    • Revisa la etiqueta de las persianas para verificar si es seguro lavarlas en una lavadora. Muchas persianas de tela pueden lavarse como la ropa normal.
    • Si no tienes una funda de almohada adicional, también puedes utilizar una bolsa para lavadora con cremallera.
  2. Busca un detergente para ropa que indique ser suave en la etiqueta, para evitar dañar la tela. Utiliza la cantidad indicada en el envase y viértela en el compartimento si es una lavadora de carga frontal o directamente en el tambor si es de carga superior. [14]
  3. Selecciona el ciclo específico para telas delicadas o pon la lavadora a la temperatura más baja para no dañar las persianas. Luego, cambia la temperatura del agua a tibia para que el detergente sea eficaz. Cierra la lavadora y deja que el ciclo se complete hasta el final. [15]
    • Evita utilizar el ciclo más caliente, puesto que puede dañar las persianas, debido a que algunas persianas de tela tienen pegamento que podría romperse al calentarse.
  4. Coloca una capa de toallas en el piso o en una mesa que pueda sostener las persianas. Sácalas de la funda de almohada y tiéndelas sobre las toallas para que se sequen. Déjalas por unas horas hasta que estén secas al tacto. [16]
    • Si no deseas colocar las persianas en el piso, también puedes volver a colgarlas en sus ganchos.
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Consejos

  • Limpia las persianas de forma regular para evitar que acumulen residuos o suciedad.
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Advertencias

  • Lava las persianas en la lavadora solo si la etiqueta indica que es seguro hacerlo.
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Cosas que necesitarás

Desempolvar las persianas y pasarles la aspiradora

  • un plumero grueso
  • una aspiradora con accesorio de cepillo

Hacer una limpieza localizada de las persianas

  • un bol
  • jabón para platos
  • trapos de microfibra

Lavar las persianas en la bañera

  • una bañera
  • un trapo de microfibra
  • toallas
  • jabón para platos (opcional)

Utilizar una lavadora

  • una lavadora
  • detergente para ropa suave
  • toallas

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