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Plantar bulbos en la hierba (también conocido como naturalización de bulbos) es una manera de darles un toque vibrante de color a los jardines y los campos. Los bulbos deben colocarse en un área soleada y con buen drenaje para que se desarrollen. Plántalos en la tierra durante el otoño para que florezcan en la primavera. Estos requieren pocos cuidados; por lo tanto, con riegos mínimos, podrán darle color al jardín año tras año.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Buscar un punto en donde plantarlos

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  1. Evalúa la tierra para determinar si tiene un pH de 6 o 7. Los bulbos crecen mejor en la tierra un poco ácida. Puedes comprar un kit de medición en una tienda de mejoras del hogar. Usa el kit para evaluar una muestra de tierra, luego modifica la tierra según sea necesario al agregarle acondicionadores a una profundidad de 20 cm (8 pulgadas). [1]
    • La hierba también crece bien en la tierra un poco ácida, por lo que los bulbos estarán bien en cualquier punto en donde esta brote.
    • Para elevar el pH, agrégale caliza a la tierra.
    • Para reducirlo, agrega azufre o sulfato de aluminio.
  2. Los bulbos suelen ser plantas de clima cálido que crecen mejor en pleno sol, lo que equivale a un mínimo de 6 horas de luz solar al día. Supervisa el jardín para determinar cómo cambia la luz solar durante el día. No plantes bulbos en áreas que siempre estén sombreadas. [2]
    • Algunos pueden sobrevivir con luz solar parcial, lo cual equivale a 2 a 4 horas de luz solar al día.
    • Un buen lugar para plantar los bulbos es debajo de árboles caducifolios. Los bulbos crecen antes de que las hojas de los árboles regresen en la primavera, por lo que reciben mucha luz del sol.
  3. La mayoría de los bulbos se desarrollan en las áreas con humedad mínima. Observa el jardín luego de una lluvia fuerte. El agua debe drenarse en unas horas. Toda área que permanezca lodosa o con charcos de agua no será un buen punto para plantar bulbos. [3]
    • La hierba también puede tener problemas para sobrevivir en estas áreas. No coloques los bulbos en áreas en las que no crezca hierba.
    • Algunos bulbos pueden crecer en áreas más húmedas, pero las empapadas siempre harán que se pudran.
    • Las áreas empapadas pueden acondicionarse al agregar arena como mínimo a 20 cm (8 pulgadas) en la tierra.
  4. Dado que vas a colocar los bulbos con la hierba, no podrás podarla por unos meses. No debes tocarlos a lo largo de la primavera, hasta que las hojas empiecen a volverse marrones y marchitarse. Cortar los bulbos en una etapa temprana puede generar flores en malas condiciones durante el próximo año. [4]
    • Los bulbos de inicios de la primavera (como los de azafrán) son ideales para la mayoría de los tipos de césped, ya que suelen desaparecer antes de que estos necesiten que los poden.
    • Los bulbos de floración tardía (como los de narciso) pueden plantarse en áreas en donde dejes que la hierba crezca de forma natural, como en las cercas y bajo los árboles.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Elegir bulbos

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  1. Los narcisos y el azafrán son las opciones más populares para las áreas con hierba. Hay otros bulbos (como los de tulipán, anémona y jacinto de la uva) que también son adecuados para los principiantes. Estos requieren pocos cuidados y se naturalizan con facilidad en el césped. [5]
    • El tamaño del bulbo no es importante. Los más pequeños (como los de azafrán) pueden crecer tanto como los más grandes (p. ej., los de narciso).
  2. Planta bulbos más resistentes en las áreas con inviernos fríos y largos a temperaturas de menos de - 29 °C (- 20 °F). Algunos tipos de tulipán (como los bulbos de greigii o Darwin) pueden crecer sin problemas. El narciso y el azafrán también pueden darle al jardín un toque especial durante la primavera. [6]
    • Los bulbos versátiles y pequeños (como los de campanilla de invierno, eranthis , gloria de las nieves y jacinto de la uva) son buenas opciones para áreas con clima frío.
    • Dado que vas a plantar los bulbos en la hierba, no podrás usar mantillo para protegerlos en el invierno, así que solo elige los que sean adecuados para los inviernos fuertes.
  3. Las áreas de clima cálido tienen inviernos por encima de los - 21 °C (- 5 °F), y veranos secos y cálidos. Si los veranos duran hasta fines de septiembre y octubre en tu área, elige bulbos de clima cálido. Además de los tulipanes, los narcisos y el azafrán, los lirios y los jacintos crecen bien en estas áreas. [7]
    • Podrías plantar bulbos de plantas que no crezcan igual de bien en climas del norte, como los de watsonia, tritonias, arlequín y freesia.
    • Ten cuidado cuando elijas bulbos de floración tardía. Tienes que plantar hierbas de crecimiento lento o mantener la hierba alta hasta que los bulbos florezcan.
    • Ve al vivero local para conseguir tipos de bulbos adecuados para tu clima.
  4. A la mayoría les va mejor en la tierra con buen drenaje, pero algunas variedades crecen bien en tierra más húmeda. La planta tablero de damas puede desarrollarse en la hierba. También podrías agregar jacintos silvestres, cannas y campanillas de verano. [8]
    • Estos deben cultivarse en puntos en los que la tierra no se drene con tanta rapidez.
  5. Hay muchas variedades de bulbos que pueden crecer sin problemas en la hierba, desde los de narciso grandes hasta los pequeños de azafrán. Para lograr un efecto visual sólido, elige 1 o 2 plantas que te gusten. De esta forma, los bulbos resaltarán y lucirán naturales en la hierba. [9]
  6. Tócalos antes de comprarlos o plantarlos. Los bulbos saludables se sentirán firmes. Todo el que tenga puntos suaves o muestre signos de estar podrido será menos propensos a sobrevivir cuando lo plantes. Estos signos suelen estar presentes en los bulbos más viejos, los cuales debes evitar. [10]
    • Los dañados podrían no sobrevivir mucho en las áreas con hierba. Con frecuencia, no pueden competir con la hierba por el agua y los nutrientes.
    • Para conseguir los mejores resultados, plántalos poco después de comprarlos en el otoño, para que no empiecen a volverse suaves o podrirse.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Plantarlos

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  1. Los bulbos que florecen en la primavera son el tipo de planta más usado en la hierba. Tienes que plantar esta variedad en el otoño, aproximadamente a inicios de septiembre. Plántalos en el suelo como mínimo dos semanas antes de la primera helada en tu área. [11]
    • Para determinar cuándo ocurrirá la primera helada, busca en internet su fecha promedio en la zona de cultivo.
  2. Los bulbos que florecen en el verano o el otoño (como los de narciso) deben plantarse a inicios de marzo. Espera a que la tierra se ablande, luego extiende los bulbos en el jardín a fin de prepararlos para el verano.
    • Observa si hay hielo en la tierra. Cuando este deje de aparecer, sabrás que es el momento de plantarlos.
    • Si no estás seguro, puedes esperar 2 o 3 días para determinar cómo cambia el clima. Si el pronóstico del clima se mantiene por encima de los 24 °C (75 °F) en el día, es probable que las plantas estén seguras por la noche.
  3. Estos necesitan un poco de espacio para poder conseguir recursos suficientes y tener libertad para crecer. Extiéndelos en un área con hierba del jardín. Mantenlos confinados a un espacio lo más pequeño posible, de modo que las flores estén juntas y su color resalte una vez que florezcan. [12]
    • Lee el envase de los bulbos para determinar cuán lejos separarlos. Los grandes (como los de narciso) deben separarse más que los pequeños (como los de azafrán).
    • No tienes que cultivarlos en una línea recta. Con frecuencia, es mejor esparcirlos de forma aleatoria para que tengan una apariencia más natural en la hierba.
    • Algunos jardineros los lanzan al aire y los plantan en donde caigan.
  4. Esta es una herramienta útil que crea agujeros sin arruinar el jardín. Puedes conseguir uno en internet o en un centro de jardinería. Introduce el plantador en la hierba y levántalo para retirar un poco de tierra. Esta es una manera muy fácil y eficaz de plantar grupos de bulbos. [13]
    • También puedes hacer agujeros con una espátula pequeña, una pala de dientes o una estaca de metal.
    • También puedes usar una pala para crear un lecho de plantación. Introduce la pala por debajo de la hierba y dale la vuelta con cuidado para dejar expuesta la tierra.
  5. La profundidad de los agujeros que necesites dependerá de los bulbos que vas a plantar. Puedes identificar la profundidad recomendada al leer la información en el envase de los bulbos o averiguar en internet. Una buena regla general es que los agujeros deben tener una profundidad que sea el doble o el triple de la altura de los bulbos. [14]
    • Los más grandes (como los de narciso) necesitan agujeros con una profundidad de 15 cm (6 pulgadas).
    • Los más pequeños (como los de azafrán) sobrevivirán en agujeros con una profundidad de 5 cm (2 pulgadas).
  6. Por lo general, estos tienen una forma ovalada, similar a la de un huevo. El extremo más puntiagudo y pequeño será la punta. Esta parte debe apuntar hacia el cielo. Coloca el extremo redondo en la tierra. [15]
    • Si no sabes con certeza qué lado es la parte superior, planta el bulbo de costado. Este crecerá hacia la superficie de la tierra.
  7. Si has usado un plantador, habrás quitado una sección de tierra pequeña que podrás volver a colocar en este punto. De lo contrario, empuja la tierra suelta sobre el bulbo. Coloca toda hierba que hayas quitado antes. Asegúrate de que el bulbo esté totalmente cubierto con hierba o tierra. [16]
    • Presiona el área con cuidado para compactar la tierra con más firmeza en el suelo. Hazlo con un pie, una pala o una espátula.
    • Si notas algún espacio vacío en la hierba, puedes llenarlo con abono orgánico.
  8. La mayoría de ellos no necesitarán nutrientes adicionales, pero puedes aplicarles un poco de fertilizante para naturalizarlos con más rapidez. Aplica fertilizante en gránulos rico en fósforo en una capa delgada sobre el área de plantación. Sigue las instrucciones del producto para aplicar la cantidad adecuada. [17]
    • Un fertilizante de bulbos de venta comercial con fórmula 5-10-5 servirá para este fin. Los números representan la cantidad de nitrógeno, fósforo y potasio en el fertilizante.
    • Este es necesario si la tierra está en malas condiciones y tiene pocos nutrientes.
  9. Riega bien el área para que la humedad vaya más allá de las hojas y llegue a la tierra. Puedes evaluar la tierra al arrodillarte y tocarla. Debe estar húmeda, no empapada. [18]
    • Toma un poco de tierra y ruédala entre los dedos. La tierra humedecida formará una bola en lugar de desarmarse.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Mantener bulbos naturalizados

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  1. Los bulbos naturalizados son plantas de poco mantenimiento y por lo general no necesitarán que los rieguen. Lo único que podría causar algunos problemas es una sequía de verano. Usa tu criterio cuando les brindes agua a la hierba y los bulbos. Si llueve durante la semana, estarán bien por sí solos. [19]
    • Revisa la tierra una vez a la semana. Si se siente seca, agrega agua suficiente como para humedecerla.
    • La hierba amarilla, marrón o marchita puede ser un signo. Sin embargo, la hierba requiere mucha más agua que los bulbos.
    • Si la riegas con frecuencia, no tendrás que agregarles más agua a los bulbos.
  2. Agrégales fertilizante líquido de venta comercial. Elige un fertilizante rico en potasio y fósforo, dado que estos nutrientes son los más importantes para ayudarlos a crecer de forma saludable. Sigue las indicaciones en el fertilizante para garantizar que no uses demasiado. [20]
    • Usa un fertilizante equilibrado con una fórmula de 5-10-5 o 5-10-10.
    • Aplícalo con moderación, ya que también puede hacer que la hierba crezca en exceso y los bulbos se hacinen.
    • Los fertilizantes de hierba son ricos en nitrógeno. Por ello, si se lo aplicas a la hierba, también usa uno para bulbos. Puedes aplicar ambos en los bulbos al mismo tiempo.
  3. Los bulbos empezarán a volverse marrones cerca del final de la primavera y el inicio del verano. Si bien no es la apariencia más agradable, esto es normal. Esta es la manera en la que se preparan para la próxima temporada de cultivo, por lo que debes esperar lo más que puedas antes de podar el área de plantación. [21]
    • Espera hasta fines de junio o inicios de julio para podar, si es posible; y sigue podando según sea necesario hasta el final del otoño.
    • Si no puedes podar, mantén la hierba al usar una hoz de mano u otra herramienta.
  4. Los bulbos naturalizados son muy resistentes a las plagas y enfermedades, por lo que probablemente no notes muchos problemas. Si los bulbos tienen problemas, pueden lucir amarillos, volverse marrones de forma prematura o producir floraciones débiles. Esto suele ocurrir porque reciben demasiada agua o fertilizante. [22]
    • Si bien la hierba los protege de los depredadores, puedes rociarles aceite de castor para garantizar que nada los dañe.
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Consejos

  • Elige un color que desees para el jardín. Los bulbos producen una gran variedad de flores.
  • Elige los que crezcan de forma natural en el clima de tu área. Estos no necesitan mantillo o que los lleves a espacios cerrados para que sobrevivan.
  • Las plagas no son un problema para los bulbos plantados en la hierba. No tienes que hacer nada para mantenerlas alejadas.
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Advertencias

  • Evita el uso de fertilizante de hierba si es posible, ya que puede hacer que esta crezca en exceso. Si quieres usarlo, aplícalo como máximo una vez al año y evita toda área alrededor de los bulbos.
  • El mantillo puede matar la hierba, por lo que no es recomendable.
  • No uses harina de huesos como fertilizante, ya que suele tener poco fósforo y atrae las plagas.
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Cosas que necesitarás

  • bulbos
  • plantador de bulbos o espátula
  • manguera, regadera o rociadores
  • agua
  • fertilizante de bulbos en la cantidad necesaria
  • podadora

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